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Ideas para manitas: Cómo y dónde montar un taller en casa
Adapta una zona de la casa donde realizar cómodamente tus reparaciones y tareas de bricolaje, manteniendo tus herramientas bien ordenadas.
Tanto si se trata de un pequeño rincón para guardar las herramientas como de un auténtico centro de trabajo, contar con una zona de taller en casa es siempre una buena idea. Tras analizar los usos que le darás, conviene elegir el lugar más indicado, planificar una distribución cómoda y funcional, adquirir un equipamiento adecuado al espacio y las herramientas sin olvidar cuestiones como la seguridad, la limpieza o incluso el aislamiento ante ruidos y olores. Estas son las claves para crear un espacio ordenado y funcional donde poder dedicarse cómodamente al bricolaje.
El banco de trabajo. Disponer de una superficie cómoda y específica sobre la que trabajar es vital en cualquier taller. Si los metros no son un problema para ti, los expertos aconsejan situar el banco de trabajo en posición central, con suficiente espacio alrededor para poder moverse con holgura y con la superficie de trabajo a una altura de entre 70 y 90 cm, en función del usuario. Una mesa de madera maciza, lo suficientemente sólida como para poder sujetar en ella elementos como el tornillo –necesario para mantener fijas las piezas con las que estemos trabajando– y con tacos antideslizantes de goma en las patas es la opción más adecuada.
Encuentra un rincón. Aunque no tendrás la misma libertad de movimientos que en un espacio independiente, en un piso puede haber lugares insospechados que pueden acoger un pequeño taller: un segundo baño que no se utiliza, un trastero en la azotea o el sótano e incluso un espacio habilitado en el interior de un armario empotrado. En este último caso, opta por un tipo de apertura que no se coma espacio alrededor, como puertas correderas de amplias hojas o plegables tipo libro. Así podrás instalar un taller visto y no visto en un pasillo, un distribuidor, una terraza, un patio, una habitación multiusos o en el cuarto de invitados.
Puertas correderas: Espacios versátiles con un solo gesto
Puertas correderas: Espacios versátiles con un solo gesto
En el garaje. Si le dedicas mucho tiempo y necesitas disponer de grandes herramientas, materiales y un espacio generoso en ciertos momentos, tu mejor opción es adaptar el garaje para ello, que será sin duda el emplazamiento ideal para tu taller. Estos espacios suelen contar con un amplio acceso a pie de calle, por donde pueden entrar elementos de grandes dimensiones, como materiales y herramientas, al tiempo que ofrecen una ventilación adecuada y resultan más fáciles de aislar acústicamente, para minimizar así las posibles molestias en casa o a los vecinos.
Aprovecha un frontal a fondo. Es aconsejable que el espacio sea lo más abierto posible, para poder moverse por él con comodidad, y también distribuirlo en zonas claras para cada uso: área de trabajo, almacenaje, limpieza, residuos, etc. Conviene tener muy en cuenta las tomas de suministros y, en especial, las de corriente eléctrica. Estas deben ser suficientes para las distintas zonas de trabajo y estar ubicadas de forma accesible para evitar el uso de alargadores que aumentan los riesgos de un incidente y hacen más incómodo el trabajo.
En perfecto orden. Tanto si disponemos de una zona independiente para nuestro taller como si éste comparte estancia con otros usos, el orden resulta fundamental para que las pequeñas reparaciones no se conviertan en una pesadilla. Para guardar las herramientas pequeñas, una buena opción es dejarlas a la vista, en paneles especialmente diseñados para ello. Los hay de muchos tipos, si bien los más habituales son los perforados que permiten colgar las herramientas mediante ganchos. Un buen recurso para localizarlas rápidamente es dibujar su silueta en el panel en el que se cuelguen. De este modo, sabremos de un vistazo dónde van o si alguna se nos ha quedado por guardar. Unos sencillos soportes imantados como los de la imagen, que suelen usarse en las cocinas para los cuchillos, pueden cumplir igualmente con esta función.
Los carritos de almacenaje también son muy útiles en un taller, ya que pueden desplazarse a cualquier lugar cuando sea necesario. Existen cajas de herramientas y bancos de trabajo equipados con ruedas especialmente diseñados con este fin, aunque cualquier carro auxiliar, como los empleados en las cocinas o despachos, también puede servir.
Almacenaje: Si crees que no te caben más cosas, examina tu casa de nuevo
Los carritos de almacenaje también son muy útiles en un taller, ya que pueden desplazarse a cualquier lugar cuando sea necesario. Existen cajas de herramientas y bancos de trabajo equipados con ruedas especialmente diseñados con este fin, aunque cualquier carro auxiliar, como los empleados en las cocinas o despachos, también puede servir.
Almacenaje: Si crees que no te caben más cosas, examina tu casa de nuevo
Evita sobredimensionarlo. No es lo mismo un taller de carpintería para alguien que fabrica muebles que uno destinado a las tareas más habituales de mantenimiento y reparación en el hogar. El primero requerirá de un espacio independiente que responda a elevadas exigencias de aislamiento acústico y limpieza, mientras que el segundo puede habilitarse prácticamente en cualquier espacio de la casa ya que contará con un número mucho menor de herramientas. Un garaje, un desván, un sótano, un lavadero o una habitación que no se utilice son los mejores emplazamientos para ello.
Equipamiento alternativo. Para configurar tu taller a lo mejor puedes usar mobiliario de cocina básico, es una buena alternativa de equipamiento cuando los trabajos que vayas a realizar en él no requieran de un gran espacio. Sus módulos de almacenaje te ofrecerán la suficiente capacidad para guardar todas las herramientas de forma ordenada y la encimera hará las veces de superficie de trabajo. Si optas por una composición modular de este tipo, libera un espacio bajo la encimera para un taburete que te permita poder trabajar sentado con mayor comodidad.
Si te gusta el bricolaje, echa un vistazo a nuestra sección de manualidades
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Almacenaje específico. Calcula la cantidad de herramientas y accesorios que tienes e instala una cantidad suficiente de armarios y cajones, a ser posible con compartimentos interiores, para los elementos más pequeños. La disposición ideal para estos es alrededor del área central de trabajo, para tenerlo todo a mano evitando desplazamientos innecesarios y separando las herramientas de otros productos como pinturas o disolventes. Las sustancias nocivas y peligrosas siempre deben ir aparte, y preferiblemente bajo llave si hay niños en la casa. Si no cuentas con mucho espacio, existen módulos especialmente concebidos para habilitar una zona de taller compacta como la de la imagen, que ofrece armarios de almacenaje, banco de trabajo e incluso un panel para las herramientas.
¿Y TÚ?
¿Tienes un taller en casa? Sube una foto en los comentarios para que podamos verlo.
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