Manitas

Seguro que tienes varias tareas pendientes a las que no ves el momento de echar mano, ya sea por falta de tiempo o experiencia... No te preocupes, los manitas están a tu servicio para ayudarte a dar por acabada esa lista de cosas por hacer que lleva persiguiéndote tanto tiempo. Si necesitas llevar a cabo algún pequeño trabajo de mantenimiento o reparación en tu hogar, no dudes en ponerte en contacto con un manitas.

¿De qué se encarga un manitas?

Un manitas sabe hacer muchas cosas de diversa naturaleza, de ahí su nombre. Quizá compraste unos cuadros para decorar el salón y no te atreves a colgarlos tú mismo por si resulta que no se te da tan bien el bricolaje como pensabas, o quizá se trate de unas cortinas nuevas que compraste para el dormitorio. También puede que se trate de un grifo que gotea, de un enchufe que da problemas o de unas baldosas de la cocina que están sueltas.

Por lo general, un manitas podrá ayudarte con temas eléctricos, de fontanería, carpintería, así como instalarte un nuevo equipo multimedia en el salón y dejártelo listo para usar. También si necesitas colocar unos nuevos apliques en el pasillo, instalar canaletas para ocultar cables, un sellado de silicona en el baño, purgar los radiadores, instalar unos cerrojos, mejorar el aislamiento de las ventanas,... y un largo etcétera. Por supuesto, un manitas podrá ayudarte también a montar muebles que vienen en kit.

¿Cuándo puedes necesitar un manitas?

En el día a día va surgiendo la necesidad de realizar pequeñas mejoras en el hogar, con lo que se van acumulando un montón de pequeñas cosas que corresponderían a diferentes sectores profesionales. El manitas tiene conocimientos básicos de varios de ellos, así todas esas tareas pueden quedar resueltas con la ayuda de un solo profesional.

Si bien es cierto que un manitas puede colocar, por ejemplo, un plato de ducha, no se trataría del profesional adecuado si hiciese falta una obra de fontanería. Del mismo modo, que un manitas no se encargaría de arreglar las diversas instalaciones eléctricas que hubiese en el hogar, si no de hacer cambios más bien superficiales.

Preguntas que deberías hacerle a un manitas:

• ¿Cuánto tiempo hace que te dedicas a esto?
  
• ¿Tienes referencias de antiguos clientes?
  
• ¿Te encargarás tú solo de hacer el trabajo o contarás con la ayuda de alguien más?
  
• ¿Qué tipo de licencia/s tienes?
  
• ¿Cuándo estará finalizado el trabajo?
  
• ¿Ves alguna dificultad especial en este encargo?
  
• ¿En el presupuesto están incluidos tanto los materiales como la mano de obra?
  
• ¿Qué ocurre si surge algún gasto no previsto en el presupuesto?
  
• ¿Cuándo crees que acabarás el trabajo? ¿Qué pasa si no cumples el plazo?
  

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