Cisternas empotradas: Gana espacio y mejora la estética de tu baño
Aunque no lo creas, el hecho de estar ocultas no complica su reparación y, además, te hará ganar espacio en el baño. Descubre sus ventajas.
Las frecuentes limitaciones de espacio de las viviendas actuales llevan irremediablemente a reducir la cantidad de elementos que conforman el baño buscando una mayor sensación de espaciosidad. Es ahí donde entran en juego los elementos invisibles, como las cisternas empotradas. Ocultas en el interior de la pared, no solo permiten crear ambientes más despejados y decorativos, sino que ofrecen ventajas funcionales añadidas como un uso silencioso, un considerable ahorro de agua o una gran facilidad de acceso a su interior en caso de reparación sin necesidad de hacer obras.
Expertos consultados:
Alfredo Cabezas, responsable de marketing y comunicación de Geberit
José María Vives, director comercial de Oli España
Demetrio Muñoz, director de Suelos y Paredes
Expertos consultados:
Alfredo Cabezas, responsable de marketing y comunicación de Geberit
José María Vives, director comercial de Oli España
Demetrio Muñoz, director de Suelos y Paredes
Más funcionales. Este tipo de cisternas presentan, además, una serie de aspectos prácticos que vale la pena tener en cuenta. El primero es, sin duda, la mayor higiene y facilidad de limpieza que proporcionan al baño, sobre todo “si se combinan con un inodoro suspendido, ya que de este modo se eliminan rincones de difícil acceso”, asegura Alfredo Cabezas. “Aparte, este tipo de cisternas mejoran el confort acústico del baño ya que realizan un llenado más silencioso, no solo por la tecnología que emplean sino también por estar empotradas en la pared”, añade.
Como añadido, estos elementos ayudan a reducir el consumo de agua gracias a sistemas de doble descarga ajustables. “En un momento tan delicado con este tipo de cuestiones medioambientales, es importante destacar la eficiencia hídrica de estos sistemas”, apunta José María Vives, director comercial del fabricante Oli.
Como añadido, estos elementos ayudan a reducir el consumo de agua gracias a sistemas de doble descarga ajustables. “En un momento tan delicado con este tipo de cuestiones medioambientales, es importante destacar la eficiencia hídrica de estos sistemas”, apunta José María Vives, director comercial del fabricante Oli.
En cualquier lugar. Pese a la aparente complejidad de un mecanismo oculto, todos los expertos consultados coinciden en que cualquier baño puede integrar una cisterna empotrada, sean cuales sean sus dimensiones y estructura. “Hay modelos de cisternas empotradas para colocar en paredes de obra o de cartón-yeso; para alturas de construcción especialmente bajas, como debajo de una ventana o en una buhardilla; para instalar el inodoro en una esquina del baño; para integrar con seguridad las barras de apoyo para personas con movilidad reducida, etc.”, enumera Alfredo Cabezas. “Para instalarlas, en realidad, solo hace falta una pared, una conexión al suministro de agua y un desagüe que conecte con una bajante de evacuación de aguas residuales”, explica.
Espacio mínimo. Puesto que una de las razones que animan a la colocación de una cisterna empotrada es que ayuda a ganar espacio en el baño, es importante aclarar cuánto requieren para su colocación ya que, no lo olvidemos, se realiza en el interior de un tabique. “En profundidad, una cisterna empotrada ocupa entre 9-12 cm y, en anchura, sobre unos 50-60 cm”, apunta al respecto José María Vives.
“Una pared debe tener un grosor mínimo de 9 cm para poder empotrar en ella el modelo de cisterna de menor perfil del mercado, de 8 cm”, coincide Alfredo Cabezas, a quien no le faltan soluciones en caso de que las paredes del baño sean más delgadas: “Se puede instalar la cisterna empotrada por delante de la pared y crear una mocheta o murete corrido e, incluso, una falsa pared hasta el techo. Hasta con esta opción de instalación por delante de la pared se gana espacio en el baño, en comparación con las tradicionales cisternas vistas de porcelana sanitaria” asegura.
10 ideas básicas para que el baño parezca más grande y cómodo
“Una pared debe tener un grosor mínimo de 9 cm para poder empotrar en ella el modelo de cisterna de menor perfil del mercado, de 8 cm”, coincide Alfredo Cabezas, a quien no le faltan soluciones en caso de que las paredes del baño sean más delgadas: “Se puede instalar la cisterna empotrada por delante de la pared y crear una mocheta o murete corrido e, incluso, una falsa pared hasta el techo. Hasta con esta opción de instalación por delante de la pared se gana espacio en el baño, en comparación con las tradicionales cisternas vistas de porcelana sanitaria” asegura.
10 ideas básicas para que el baño parezca más grande y cómodo
Una obra versátil. Si bien la opción de la pared lisa hasta el techo es la que ofrece un acabado visual más elegante, cuando escasean los metros y hay que optimizar el espacio lo mejor es aprovechar el pequeño escalón en la pared para integrar unos estantes de obra, como vemos en este ambiente. “Tener que recrecer un tabique (de 9 a 12 cm) y modificar las tomas de suelo a pared, si cambiamos el inodoro a un modelo suspendido, conlleva tener que realizar una reforma prácticamente integral del baño, por lo que conviene aprovechar para incrementar el espacio de almacenaje”, aconseja Demetrio Muñoz.
Toma medidas: Cómo sacar el máximo partido a la distribución del baño
Toma medidas: Cómo sacar el máximo partido a la distribución del baño
No obstante, no siempre es necesaria un reforma integral del baño para instalar este tipo de equipamiento ya que, como apunta José María Vives, “para actuaciones de renovación hay modelos que no precisan obra. Son módulos externos de gran belleza estética que permiten disimular la cisterna sin necesidad de tocar el muro” y añade que, en las versiones totalmente empotradas “se requiere una mínima obra que puede realizarse en el día”.
Mantenimiento. Una de las dudas que plantean estos sistemas es si, ante una posible avería en la cisterna, sería preciso hacer obras. La buena noticia es que no. Demetrio Muñoz asegura que “las averías se solucionan sin tener que picar el tabique, simplemente levantando la tapa del pulsador”.
“A través del hueco donde se coloca el pulsador se accede a los mecanismos que realizan la descarga del agua de manera segura, permitiendo un mantenimiento sencillo”, ratifica Alfredo Cabezas.
“A través del hueco donde se coloca el pulsador se accede a los mecanismos que realizan la descarga del agua de manera segura, permitiendo un mantenimiento sencillo”, ratifica Alfredo Cabezas.
Cuanto cuestan. La conclusión a la que se llega tras valorar el rango de precios en los que se encuentran disponibles las cisternas empotradas es que aun siendo algo más elevados que los de las tradicionales, no difieren demasiado y que, tal como asegura el director comercial de Oli en España, “llegan a igualarse con los de los modelos convencionales de alta gama, en el caso de las diseñadas para los inodoros de suelo”.
Así lo confirma el director de Suelos y Paredes: “Una cisterna empotrada para un inodoro al suelo sale por unos 120 €, mientras que un bastidor con cisterna empotrada para un inodoro suspendido cuesta entre 190-265 € aproximadamente. A esto hay que añadirle los pulsadores que, para estos modelos, parten de 45 € los más sencillos, en color blanco, hasta los 125 € –sin contar los modelos con prestaciones extras, como el que incorpora extractor de olores incorporado, que puede incrementar su precio de 310 € a 450 €–”.
En definitiva, Demetrio concluye que “se trata de una elección menos económica que optar por un inodoro de gama media con cisterna, que puede estar en torno a los 150-200 €, pero es una solución mucho más estética”. Alfredo Cabezas añade al respecto que “en el conjunto de un presupuesto de reforma integral, es un coste muy similar al de la opción tradicional de la cisterna vista”.
¿Cuánto cuesta la reforma del baño? Cinco expertos nos lo cuentan
Así lo confirma el director de Suelos y Paredes: “Una cisterna empotrada para un inodoro al suelo sale por unos 120 €, mientras que un bastidor con cisterna empotrada para un inodoro suspendido cuesta entre 190-265 € aproximadamente. A esto hay que añadirle los pulsadores que, para estos modelos, parten de 45 € los más sencillos, en color blanco, hasta los 125 € –sin contar los modelos con prestaciones extras, como el que incorpora extractor de olores incorporado, que puede incrementar su precio de 310 € a 450 €–”.
En definitiva, Demetrio concluye que “se trata de una elección menos económica que optar por un inodoro de gama media con cisterna, que puede estar en torno a los 150-200 €, pero es una solución mucho más estética”. Alfredo Cabezas añade al respecto que “en el conjunto de un presupuesto de reforma integral, es un coste muy similar al de la opción tradicional de la cisterna vista”.
¿Cuánto cuesta la reforma del baño? Cinco expertos nos lo cuentan
Cuestión de estética. Pese a que las cisternas empotradas se asocian con baños minimalistas o, por el contrario, con inodoros suspendidos de líneas futuristas, lo cierto es que pueden integrarse en cualquier tipo de proyecto de interiorismo debido a que “todos los inodoros de cualquier fabricante del mundo, tanto suspendidos como para suelo, son válidos para las estructuras de cisternas empotradas que se fabrican”, apunta José María Vives.
Pincha aquí para ver más imágenes de cuartos de baño de todos los estilos
Pincha aquí para ver más imágenes de cuartos de baño de todos los estilos
De hecho, en la mayoría de los casos lo único que se ve de este equipamiento son los pulsadores, que están disponibles en una amplia variedad de modelos: con botones redondos, cuadrados, sin botones, en diferentes colores y materiales (metálicos, plásticos y de vidrio) e, incluso, con posibilidad de personalización en algunos casos.
“Son bastante novedosos los pulsadores a distancia, que se pueden colocar hasta a 1,7 m de la cisterna, lo que aporta flexibilidad de diseño”, apunta Alfredo Cabezas, quien también menciona “los de descarga electrónica, que se activan simplemente con un ligero movimiento de la mano”. A estos, José María Vives añade los activados por presencia, “que realizan la descarga cuando el usuario se retira del inodoro”.
“Son bastante novedosos los pulsadores a distancia, que se pueden colocar hasta a 1,7 m de la cisterna, lo que aporta flexibilidad de diseño”, apunta Alfredo Cabezas, quien también menciona “los de descarga electrónica, que se activan simplemente con un ligero movimiento de la mano”. A estos, José María Vives añade los activados por presencia, “que realizan la descarga cuando el usuario se retira del inodoro”.
Instalación profesional. Despejadas todas las dudas sobre lo que supone instalar una cisterna empotrada y, dado lo sencillo que lo plantean todos los expertos consultados, queda por saber si esta es una reforma que pueda hacer uno mismo. “Con la información que Oli ofrece y que está colgada en la web, cualquier particular puede realizar la instalación sin problema. No obstante, somos de la opinión de que un profesional siempre será más adecuado para certificar un trabajo bien hecho y con las garantías establecidas”. Esta es la opinión de José María Vives, con el que coinciden los otros dos expertos consultados, quienes apelan a la mano de un especialista en la materia para disfrutar de un resultado óptimo, seguro y duradero.
5 errores típicos que debes evitar en la reforma del baño
CUÉNTANOS…
¿Has optado por una cisterna empotrada en tu baño? Comparte tu experiencia con nosotros en la sección de comentarios
5 errores típicos que debes evitar en la reforma del baño
CUÉNTANOS…
¿Has optado por una cisterna empotrada en tu baño? Comparte tu experiencia con nosotros en la sección de comentarios
Baños: 8 ideas para sacar el máximo partido al espacio