Si tus habilidades son los cimientos de tu negocio, la relación con tus clientes son los muros. Cuidarlas te llevará a tener buenas experiencias en tus proyectos, recibir valoraciones positivas y conseguir que repitan y te recomienden. ¿El resultado? ¡Grandes resultados! Estos son los cinco tipos de personalidad más habituales entre quienes suelen buscar servicios de construcción, reforma e interiorismo. Saber cómo identificarlos, qué esperar de ellos y cómo gestionar la comunicación puede darte la ventaja que necesitas para mantener colaboraciones a largo plazo.
Y no olvides que, para cuidar cualquier tipo de relación, ambas partes deben esforzarse. Estos rasgos básicos te ayudarán a elegir al tipo de clientes que más se adapten a tu forma de trabajar, algo esencial a la hora de conseguir los mejores resultados posibles.
1. Los ahorradores
Cómo reconocerlos:
Siempre investigan para encontrar la mejor calidad/precio. Puede que intenten renegociar tus tarifas, buscar por su cuenta productos más baratos o encargarse ellos mismos de algunas partes del proyecto aplicando tus ideas. Cómo tratar con ellos:
1. Déjales claro que entiendes su punto de vista, especialmente en contextos de inflación como el actual. ¡Es lógico que se preocupen por los precios!
2. Asegúrate de que el presupuesto sea lo más preciso y transparente posible a la hora de firmar el contrato y no lo cambies a mitad del proyecto. Es importante que todos los costes estén desglosados claramente.
3. Defiende el valor añadido que aportas. Por ejemplo, si usas Houzz Pro, puedes contarles las muchas funciones útiles que incluye, como la herramienta de creación de planos en 3D. ¡Algunas firmas de diseño aún cobran por ofrecerlos! También puedes hablarles sobre los bocetos o el área del cliente, a través de la que podrán acceder a datos tan útiles como los registros diarios del proyecto.
2. Los inquietos
Cómo reconocerlos:
Suelen hacer muchas preguntas desde el principio y a veces se adelantan a la siguiente etapa del proceso. Plantean sus dudas después de cada encuentro y tienden a querer controlar todos los aspectos del proyecto.Cómo tratar con ellos:
1. Facilítales presupuestos detallados y una planificación exhaustiva antes de cada reunión, y pídeles que repasen todos los detalles y dudas que puedan tener antes de hablar.
2. Evita que te inunden con preguntas a mitad del proyecto al compartir información útil sobre la marcha, como los registros diarios o el calendario.
3. Comunícate con ellos desde un mismo lugar para que no queden dudas sin resolver.
3. Los indecisos
Cómo reconocerlos:
Les cuesta tomar decisiones, desde el estilo general de los diseños hasta detalles tan pequeños como el tipo concreto de baldosa decorativa que quieren poner en los baños. Puede que se replanteen las opciones que han elegido e incluso que exijan cambios después de haber hecho un pedido. Cómo tratar con ellos:
1. Preséntales diseños detallados e ideas que les resulte fácil imaginar materializadas para que puedan tener una visión de conjunto clara y entiendan por qué has tomado ciertas decisiones. Los presupuestos, los bocetos y los planos en 3D te ayudarán a conseguirlo.
2. Establece unas condiciones claras en el contrato sobre los cambios en los pedidos y explícales hasta qué punto pueden afectar negativamente a los plazos del proyecto.
3. Ten claras las políticas de devoluciones de todos tus proveedores. Si un fabricante las acepta, por ejemplo, ¿tienen algún coste de reabastecimiento o envío añadido? ¡Y no olvides comprobar los plazos!
4. Los impacientes
Cómo reconocerlos:
Lo quieren todo para ayer. Suelen consultar el calendario del proyecto con frecuencia y te expresan abiertamente su preocupación por los posibles retrasos. Puede que estén muy limitados por los plazos porque tienen planeado organizar un evento importante o sumar un nuevo miembro a la familia.Cómo tratar con ellos:
1. Sé realista sobre tu capacidad para cumplir con los plazos esperados. Incluso cuando sepas que puedes hacerlo, debes dejarles claro que a veces hay imprevistos que está fuera de tus manos resolver.
2. Mantén un proceso riguroso en todos los aspectos relacionados con el proyecto e intenta estar siempre al día de cualquier novedad con tus proveedores. Si te organizas de una forma eficaz, la colaboración será todo un éxito. Ten siempre un plan B (¡e incluso C!) listo por si algo sale mal.
3. Dales acceso al calendario en tiempo real y los registros diarios para que no se pongan directamente en contacto contigo cada vez que quieran comprobar cómo avanza el proyecto.
5. Los insistentes
Cómo reconocerlos:
Te escriben a cualquier hora, aunque sean las tres de la mañana. Su jornada laboral no coincide con los horarios habituales de oficina. Suelen preferir los correos o los mensajes.Cómo tratar con ellos:
1. Explícales claramente cuál es tu estilo de comunicación antes de firmar el contrato y asegúrate de que estén conformes con los horarios y el medio de contacto que les planteas. Puede que, por ejemplo, solo trabajes entre semana de 9 a 5 y no quieras recibir mensajes a las tantas de la noche. O puede que no te importe que te escriban cuando quieran, siempre que tengan claro que solo responderás durante tu horario laboral.
2. Evita la tentación de ser demasiado flexible con los horarios acordados. Hacer «una excepción» y enviar un mensaje rápido a las 10 de la noche puede sentar un precedente del que luego te arrepientas.
3. Como pasa en el caso de los inquietos, es importante que intentes comunicarte siempre por el mismo canal. Así podrás llevar un seguimiento de todas las conversaciones y responder en tu horario de trabajo.
