Xerojardinería: Cómo diseñar un jardín ecológico en climas secos
Conoce las claves de la xerojardinería, la opción óptima para jardines en climas secos que racionaliza el uso del agua.
El fundamento principal de este concepto de jardinería es la creación de espacios verdes adaptados a zonas secas para no desperdiciar ni una gota de agua. Debido a la escasez de agua y a las características climáticas de las zonas mediterráneas y subdesérticas, la xerojardinería es una opción popular en nuestro país que cada vez practican más diseñadores de jardines y paisajistas.
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Un jardín diseñado y mantenido con criterios de uso eficiente del agua consume una cuarta parte del agua de un jardín convencional.
Un xerojardín aporta también un mejor equilibrio ecológico y requiere menor necesidad de productos fitosanitarios y menos maquinaria de jardín, a la vez que promueve el uso de materiales reciclados.
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La xerojardinería apareció en Estados Unidos en la década de 1980 como consecuencia de una sequía prolongada en los estados de la costa oeste que económicamente resultó muy negativa. A raíz de esta situación se puso de manifiesto la necesidad de buscar un modelo alternativo que se pudiera ajustar a condiciones climáticas más extremas, formulándose unos principios de diseño y concepción del jardín que se denominaron xeriscape.
Su traducción literal sería ‘jardín seco’ pero, al revés de lo que cabe pensar, no es necesariamente un jardín de cactus y piedras ni un lugar de aspecto seco. Cualquier tipo de planta, si está situada en el lugar correcto y con un mantenimiento adecuado, puede ser utilizada en xerojardinería. Así, la mayoría de especies autóctonas son, de modo natural, eficientes en agua. Aprender del paisaje que nos rodea es clave.
Un xerojardín puede ser un espacio de inmensa riqueza natural por la gran diversidad de plantas que puede albergar. Además, resulta muy atractivo para la fauna silvestre. Las plantas autóctonas proporcionan alimento y refugio a aves, insectos y mariposas, entre otros.
Un xerojardín puede ser un espacio de inmensa riqueza natural por la gran diversidad de plantas que puede albergar. Además, resulta muy atractivo para la fauna silvestre. Las plantas autóctonas proporcionan alimento y refugio a aves, insectos y mariposas, entre otros.
Según el National Xeriscape Council de Estados Unidos, la xerojardinería se basa en 7 pilares fundamentales:
1. Planificación y diseño adecuados. Los ambientes se diferencian según el agrupamiento de especies y se organizan conforme a las necesidades de agua de cada una. Se distinguen tres ambientes: seco, semi-húmedo y húmedo.
1. Planificación y diseño adecuados. Los ambientes se diferencian según el agrupamiento de especies y se organizan conforme a las necesidades de agua de cada una. Se distinguen tres ambientes: seco, semi-húmedo y húmedo.
Como herramientas de apoyo al diseño del espacio se han de usar elementos que den sombra como un arbolado, toldos de protección o pérgolas, de forma que las plantas nuevas queden protegidas de la deshidratación. Los cortavientos, como muros, setos y celosías, son también elementos fundamentales para reducir el riesgo de sequía de la planta. Para evitar la competencia por el agua, las especies se deben plantar con mayor distancia entre sí.
2. Análisis y mejora del suelo. El conocimiento previo de las características del suelo es de vital importancia para la correcta elección de las especies. Para ello, es conveniente hacer un análisis completo que determine la textura, el pH, la materia orgánica, la salinidad, la profundidad y los nutrientes minerales para aplicar las medidas correctoras necesarias y las especies adecuadas al suelo.
Como mejora, es recomendable la incorporación de polímeros retentores de humedad que absorben agua de lluvia y de riego –normalmente hasta 400 veces su propio peso– y la restituyen en función de las necesidades de la planta.
Como mejora, es recomendable la incorporación de polímeros retentores de humedad que absorben agua de lluvia y de riego –normalmente hasta 400 veces su propio peso– y la restituyen en función de las necesidades de la planta.
3. Selección adecuada de plantas. Es fundamental para el éxito del jardín. Se han de emplear solo especies bien adaptadas al clima y al suelo en cuestión. Estas pueden ser autóctonas u otras plantas ornamentales resistentes a la sequía y bien aclimatadas a las condiciones locales.
La ventaja del uso de especies autóctonas frente a otras reside en que de por sí son más resistentes a la sequía y las plagas y enfermedades. Como están mejor adaptadas, se reduce el mantenimiento.
La ventaja del uso de especies autóctonas frente a otras reside en que de por sí son más resistentes a la sequía y las plagas y enfermedades. Como están mejor adaptadas, se reduce el mantenimiento.
4. Practicidad en las superficies de césped. El césped es un concepto restringido a áreas de mayor uso recreativo, como una piscina o un área central de juegos, pudiendo ser del todo prescindible en función de las características del jardín. Esto se debe a que consume el 70 % del agua que se aporta con el riego a un jardín convencional.
En caso de colocar césped se debe optar por especies y variedades resistentes a la sequía. Las áreas de césped pueden sustituirse por otras alternativas de menor consumo y mantenimiento como las plantas tapizantes, masas arbustivas, áridos decorativos o corteza de pino, pavimentos, etc.
Cómo conseguir un jardín sostenible y fácil de mantener
En caso de colocar césped se debe optar por especies y variedades resistentes a la sequía. Las áreas de césped pueden sustituirse por otras alternativas de menor consumo y mantenimiento como las plantas tapizantes, masas arbustivas, áridos decorativos o corteza de pino, pavimentos, etc.
Cómo conseguir un jardín sostenible y fácil de mantener
5. Sistemas eficientes de riego. Dado que el concepto de xerojardinería se basa en el uso racional del agua, es imperativo garantizar la máxima eficiencia del sistema de riego, minimizando las pérdidas de agua por evaporación o escorrentía. El riego localizado por goteo aporta a pie de planta las necesidades hídricas mínimas requeridas para su desarrollo. En superficies de césped es preferible decantarse por un sistema de goteo enterrado a hacerlo por la aspersión.
6. Uso de mulching o acolchados. El mulching (mantillo en español) es una técnica que permite reducir sustancialmente la evaporación del agua del suelo, manteniendo la humedad constante, importante para el desarrollo de las plantas. Compuesto generalmente por astillas de corteza y elementos orgánicos como abonos, el mantillo forma una barrera física que dificulta el desarrollo de malas hierbas, lo que disminuye las tareas de mantenimiento del jardín.
Además, esta capa protectora resguarda las raíces superficiales de temperaturas muy bajas y heladas. Y por último, al ser un elemento natural biodegradable, aporta al suelo una gran cantidad de humus, gracias a su lenta descomposición, que mejora la textura del suelo y la actividad de los microorganismos.
Además, esta capa protectora resguarda las raíces superficiales de temperaturas muy bajas y heladas. Y por último, al ser un elemento natural biodegradable, aporta al suelo una gran cantidad de humus, gracias a su lenta descomposición, que mejora la textura del suelo y la actividad de los microorganismos.
7. Mantenimiento adecuado. El mantenimiento requerido en este tipo de jardines es escaso, no obstante existen unos requisitos mínimos para que las plantas se mantengan en buen estado y se desarrollen. El hecho de que esté compuesto por plantas muy resistentes significa que estarán más protegidas frente a enfermedades y plagas. Por otro lado, su bajo consumo de agua y bajo requerimiento en fertilizantes proporcionará a las plantas un crecimiento más lento. La poda y limpieza de malas hierbas será menos habitual.
Las operaciones de mantenimiento se limitarán en consecuencia a conservar el aspecto general del espacio mediante riegos, fertilización con abonos de lenta liberación, poda y control de infestantes, si hay necesidad ocasional. Se debe favorecer el control biológico de las plagas evitando los productos fitosanitarios.
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¿Conocías esta técnica? ¿Qué te ha parecido más interesante de su concepto? Deja tu opinión en los comentarios
Las operaciones de mantenimiento se limitarán en consecuencia a conservar el aspecto general del espacio mediante riegos, fertilización con abonos de lenta liberación, poda y control de infestantes, si hay necesidad ocasional. Se debe favorecer el control biológico de las plagas evitando los productos fitosanitarios.
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Aunque la xerojardinería resulta muy adecuada para climas secos, es también un concepto compatible con cualquier otra zona climática por el ahorro de agua que supone. Se trata de un tipo de jardinería que propone un enfoque respetuoso con el medioambiente.