Un jardín espectacular en Asturias con 600 especies de plantas

Azaleas, camelias, hortensias, rododendros: descubre este espléndido jardín al borde del mar Cantábrico.

Covadonga Gala Miranda 29 de julio de 2018

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En los jardines de la Fonte Baixa sobre las playas de Luarca, en Asturias, el visitante se encontrará plantas de todos los continentes. De hecho, este jardín particular, pero abierto al público, es la mayor concentración de cuatro especies vegetales en un mismo lugar de Europa: 25.000 azaleas, 25.000 rododendros, 10.000 camelias y 4,5 kilómetros de hortensias. Sus dueños, los marqueses de San Nicolás de Noras, son amantes de las plantas… y también de las antigüedades. A lo largo del tiempo, han ido adquiriendo esculturas, columnas, fuentes y cúpulas que salpican este paraíso protegido de los fuertes vientos por enormes cipreses.

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De un vistazo
Quién vive aquí: José Rivera de Larraya y Rosa María Pardo
Situación: El Chano, Luarca, Asturias
Superficie: 20 hectáreas

Aquí hay más de 600 variedades vegetales diferentes, de todos los climas y continentes. Resulta extraño imaginar que, como confirma José Rivera, hace apenas 20 años no hubiera nada: “únicamente un pino solitario en la montaña”, confirma. El pino sigue intacto, aunque ahora bien acompañado por especies de todo el mundo: “en este tiempo hemos dado forma a un jardín botánico privado de 20 hectáreas”, cuenta Rivera.

Durante las últimas décadas, Rivera se ha dedicado a plantar flores, árboles y plantas hasta formar un paraíso. Todo un sueño hecho realidad… literalmente. Fue hace ya un par de décadas, en el año 1998, cuando soñó con un jardín cerca del mar, así que decidió buscar un lugar para darle vida. Por mediación de su cuñado, vino a pasar un fin de semana a la zona y se enamoró del lugar.

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Lo primero que hizo Rivera fue comprar una pequeña finca, donde construyó la casa, obra del arquitecto madrileño Javier Rojo. La vivienda, de 1.000 metros cuadrados, tiene once cuartos de baño, seis salones y siete habitaciones. Poco a poco, Rivera fue comprando las fincas de alrededor, en total 57 de 38 propietarios distintos, que hoy suman 12.000 metros cuadrados de jardines que, además, ya forman parte de la literatura bajo el título Nuestro jardín en Asturias. Se trata de un libro escrito en 2011 por la mujer de José, Rosa María Pardo, para dar a conocer la belleza y variedad de plantas del jardín.

A pocos metros de la casa, cruzando una pradera siempre verde, se encuentra este templete cuya cúpula es de un sugerente tono azul; el interior esta lleno de antigüedades –por ejemplo, el arco es del románico asturiano. Aquí se celebran conciertos en primavera y verano; suelen ser de cuerda y viento acompañando en ocasiones a corales. Siempre son gratuitos, tanto para los amigos, como para los turistas y visitantes. El sonido, según dicen, es espectacular.

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En la imagen, José Rivera con José Manuel Rodríguez Alba, su mano derecha y guía del jardín, en la zona del vergel, con unas azaleas de fuego y rododendros en flor

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Es momento de conocer alguno de los rincones más especiales de la Fonte Baixa; todos los caminos comienzan o terminan en la casa –la idea es que los dueños puedan acceder a todos los lugares directamente. Elegimos el más espectacular, dibujado gracias al mayor seto de camelias del mundo, según dicen sus orgullosos dueños: un kilómetro de longitud y 468 especies diferentes. Aquí, todo el año hay flores: en cada estación florece una especie o variedad diferente. Los setos de leylandiis, thuyas y acebos (en la imagen, a la derecha) protegen a las especies delicadas y exóticas del frío.

“La gran protección que brindan los setos altos y anchos de cipreses de Leyland contribuye a que se pueda estar en el jardín confortablemente. Los usamos como pantalla protectora contra los salinos vientos del norte. Los utilizan desde siempre los expertos paisajistas ingleses y de China, porque no tienen apenas enfermedades”, cuenta José.

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Los colores que presentan las camelias van del blanco al casi rojo, pasando por todos los rosas

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Siguiendo el camino que marcan las camelias, llegamos hasta el colorido rincón en torno a la pagoda china (en la imagen). Rivera fue dueño y socio fundador de la famosa empresa de alimentación Panrico; antes de entrar en el mercado chino, la empresa tuvo que cumplir una serie de requisitos. Por ejemplo, los Donuts no podían contener lactosa –una gran parte de la población era alérgica a esta enzima. Por haber sido sensible a esta demanda, el gobierno del país le hizo una serie de regalos, como esta bonita edificación.

Cerca de la pagoda hay un pequeño bosque de bambúes amarillos, verdes y, sobre todo, la especie estrella: el negro, el de acero (Phyllostachys nigra); sus rizomas los trajeron de China. “De forma natural hemos conseguido emular y desarrollar el sistema que componen los manglares o bosques sobre agua de distintos rincones del mundo”, cuenta José.

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La siguiente parada, y tras contemplar los cedros del Líbano (Cedrus libani) o un arce japonés (Acer palmatum) de 250 años, es para ver los impresionantes magnolios de floración estival (Magnolia grandiflora). Aparecen también en la foto los rododendros, azaleas de fuego y camelias; se encuentran junto a un campanario con el arco de su cúpula. De estilo románico asturiano, fue traído desde una aldea de Navia.

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El jardín se encuentra en una zona alta, al oeste del pueblo. Estas cuatro columnas son del siglo II a. C., de tiempos del emperador Trajano. Desde aquí se ve la inmensidad del mar Cantábrico y la ciudad de Luarca al fondo. Este es lugar preferido de los visitantes para hacerse fotos de recuerdo.

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“Me gusta el romanticismo”, resume Rivera, que se considera un amante de la belleza: “hemos disfrutado mucho de este lugar. Ahora vivo más en Madrid y solo venimos por temporadas”, dice.

En la foto, ejemplares de palmeras, cicas y camelias; al fondo vemos el faro y Cabo Busto. “Solo pretendo que el jardín se consolide y crezca para que lo disfruten las generaciones venideras”, se despide Rivera.

Para visitar el jardín de la Fonte Baixa hay que concertar cita en el teléfono 678865276.

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