Orden en casa
Tu casa a examen: Cómo planear el espacio de almacenaje
Descubre las 4 claves para que todo quepa con holgura y, sobre todo, se ajuste como un guante a tus necesidades.
‘Tu casa a examen’ es una serie de 11 artículos en la que, a lo largo de varias semanas, queremos responder dudas, proponer ideas y ofrecerte todas las claves para que sepas cómo debes afrontar una reforma para que se ajuste exactamente a tus necesidades.
- La segunda manera de diseñar el almacenaje en casa es ubicando y diseñando módulos superpuestos.
6 prácticas ideas para distribuir y ganar almacenaje en casa
Segundo paso: Elige el tipo de almacenaje que más se ajuste a tus necesidades
- Puntual: proporciona orden y comodidad específicamente para cada ambiente –el armario del dormitorio y del baño, los contenedores para el cuarto de los niños o los muebles altos de la cocina.
- Centralizado: la solución ideal para construir en seco y a medida. Concentrar todas –o casi todas– las necesidades de almacenaje en un único mueble es un balón de oxígeno para viviendas de tamaño reducido.
Ideas para añadir espacio de almacenaje en un piso pequeño
- Extra: para artículos que es necesario guardar, pero que no se usan con frecuencia (colocarás lo que uses menos en ese momento en los lugares menos accesibles). Aprovecha la altura completa de las habitaciones con armarios de suelo a techo. Además, crea puentes sobre dinteles de puertas y ventanas.
Gana más espacio de almacenaje con un trastero a ras del suelo
Tercer paso: Estos son los cuatro comodines del almacenamiento
- El vestidor. Maximiza su espacio hasta el techo y apoya cosas en el suelo. Puedes dividirlo con estantes, cajoneras, colgadores superpuestos… No necesita puertas y vale equiparlo con muebles a medida o con módulos estándar.
- El guardarropa. Se ubica en la zona de entrada a la vivienda y es esencial para aliviar la carga de almacenaje en los dormitorios. Proyéctalo para los abrigos, paraguas, botas, sombreros, gorros, guantes, bufandas. No renuncies a los altillos (en la imagen), para lo que uses menos, y piensa un compartimento para artículos deportivos.
- La despensa. Espacio mínimo al que se le puede sacar mucho partido, con estanterías de unos 30 a 40 cm de profundidad. Te servirá para guardar alimentos, pequeños electrodomésticos y productos de huerta. Con una despensa rebajas la cantidad de muebles vistos en la cocina y podrás organizar compras a gran escala.
- La librería. Tiene un componente decorativo y otro funcional: define su ubicación cuando estés proyectando la reforma, así quedará integrada en las paredes o podrá servir como un mueble separador. Para que sea más funcional proyecta la parte baja con módulos cerrado, o alterna columnas con puertas y otras con estanterías. Podrás guardar vajilla, copas, mantelería, bebidas, juegos de mesa… De esta forma, maximizas las posibilidades de un mueble que, en un principio, parecía solo para libros.
Cuarto paso: Pon en práctica trucos de experto para planificar el almacenaje
- Evita los muebles dispersos y diseña a medida un mueble contenedor continuo, longitudinal, en paralelo o en ángulo. Haz que se integre de manera armónica en tu casa, incluso, como propuesta decorativa en sí mismo: el orden no solo se consigue guardando cosas, sino también con el diseño y ubicación de los contenedores.
Si dispones de poco presupuesto y no puedes permitirte hacer un mueble a medida, tunea uno estándar. En este ejemplo, dos armarios se unen mediante baldas y un tablero superior continuo. Luego, se pinta el conjunto de gris.
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Siempre recomiendo encarar una reforma con la ayuda de un arquitect@ o interiorista, para maximizar la superficie de la casa, mejorar su distribución y encontrar el lugar más adecuado para el almacenaje. Hay dos formas de conseguirlo: