Textiles: ¡Acierta con la seda a la hora de decorar!
Dos expertos nos cuentan cómo elegir la seda adecuada, uno de los tejidos más suntuosos y elegantes que existen.
El valor de este tejido, considerado como la representación del lujo y la elegancia, sigue manteniendo su vigencia hoy en día pese a su (relativa) fragilidad y sensibilidad a la acción de la luz, sus requerimientos de limpieza y su elevado precio. A través de los consejos de dos expertos, descubre cómo integrar la seda en cualquier espacio al que quieras dar un toque de distinción.
Expertos consultados:
Beatriz Gancedo, responsable de comunicación y marketing de Gancedo
Luis Alfonso López, director de proyectos de Gastón y Daniela
Expertos consultados:
Beatriz Gancedo, responsable de comunicación y marketing de Gancedo
Luis Alfonso López, director de proyectos de Gastón y Daniela
Colección Modern Palace
Símbolo de elegancia. En sus orígenes, fue un tejido destinado a vestidos lujosos de las más altas clases sociales. “Tal era su riqueza que en China solo se permitía que fuera utilizado por la corte imperial”, asegura Beatriz. “Fue a partir del siglo XVII cuando empezaron a realizarse tejedurías para asientos de sillería en los estilos Luis XIII en adelante. Desde el siglo XIX, forma parte de las decoraciones más elegantes y refinadas de las mejores casas de Italia, Francia e Inglaterra”, añade Luis Alfonso.
“Hoy en día sigue siendo el tejido que proporciona a las decoraciones contemporáneas un toque de lujo y refinamiento, ya que simboliza el máximo nivel en cuanto a las fibras que se pueden utilizar en los interiores de casas y edificios singulares”, asegura Luis Alfonso, quien matiza que “aunque las lanas y los linos estén más de moda, cuando se quiere dar el toque definitivo de glamour se recurre a la seda, uno de los materiales más nobles con los que podemos contar para confeccionar tejidos de gran colorido y tacto muy suave”.
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“Hoy en día sigue siendo el tejido que proporciona a las decoraciones contemporáneas un toque de lujo y refinamiento, ya que simboliza el máximo nivel en cuanto a las fibras que se pueden utilizar en los interiores de casas y edificios singulares”, asegura Luis Alfonso, quien matiza que “aunque las lanas y los linos estén más de moda, cuando se quiere dar el toque definitivo de glamour se recurre a la seda, uno de los materiales más nobles con los que podemos contar para confeccionar tejidos de gran colorido y tacto muy suave”.
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¿Dónde usarla? “La seda es un tejido elegante y colorista”, coincide con él Beatriz, aunque no oculta que también es “delicada y, por tanto, no es conveniente utilizarla para tapizar muebles, a no ser que estos tengan un uso esporádico o decorativo”. De ahí que la recomiende para su uso en cortinas. Incluso en este caso advierte de que “es conveniente forrar la tela y hasta ponerle un muletón entre los dos paños para evitar que la luz incida directamente en el tejido (lo que podría quemarla). Esto, además, hace que el tejido adquiera más peso y mejor prestancia.
“La seda es una fibra que absorbe los tintes de los colores con una intensidad y un brillo mayores que otros tejidos, de modo que tiene una cantidad de matices y gamas superior a los de otras telas”, añade Luis Alfonso, que se muestra de acuerdo con todo lo anterior y recomienda su uso, además de en cortinas con las precauciones mencionadas, “en almohadones, faldas de mesa, plaids o entelados de paramentos, donde es especialmente vistosa por la generosa opción de colores, texturas y diseños posibles”.
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“La seda es una fibra que absorbe los tintes de los colores con una intensidad y un brillo mayores que otros tejidos, de modo que tiene una cantidad de matices y gamas superior a los de otras telas”, añade Luis Alfonso, que se muestra de acuerdo con todo lo anterior y recomienda su uso, además de en cortinas con las precauciones mencionadas, “en almohadones, faldas de mesa, plaids o entelados de paramentos, donde es especialmente vistosa por la generosa opción de colores, texturas y diseños posibles”.
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Alternativas prácticas. Desaconsejada para un uso intenso –en tapicerías o alfombras de alto tránsito– así como para la exposición al sol, y con una limpieza en seco obligatoria, no es de extrañar que hayan aparecido alternativas que intentan aunar lo mejor de la seda con prestaciones mejoradas.
“Cuando la tejeduría es de calidad, la seda puede ser de una buena resistencia y, mezclada con viscosa, nylon o poliéster se comporta mucho mejor. Hay muchos tejidos que tienen una pequeña cantidad de seda, suficiente para ofrecer ese tacto suave y agradable tan característico, y que se comportan muy bien en un uso más intenso” confirma Luis Alfonso. “La mezcla de lana y seda es una de las más estables y sofisticadas de cualquier tejido en decoración. Por ejemplo, las cortinas y los visillos de lana y seda son los más apreciados por su caída y brillo”, apunta.
8 ideas para combinar distintas telas en la decoración del salón
“Cuando la tejeduría es de calidad, la seda puede ser de una buena resistencia y, mezclada con viscosa, nylon o poliéster se comporta mucho mejor. Hay muchos tejidos que tienen una pequeña cantidad de seda, suficiente para ofrecer ese tacto suave y agradable tan característico, y que se comportan muy bien en un uso más intenso” confirma Luis Alfonso. “La mezcla de lana y seda es una de las más estables y sofisticadas de cualquier tejido en decoración. Por ejemplo, las cortinas y los visillos de lana y seda son los más apreciados por su caída y brillo”, apunta.
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Estilo clásico. La seda es el tejido por excelencia para ambientes clásicos y sofisticados, aunque no solo para ellos. “Damascos, brocados que combinen seda natural con hilos de oro y plata o, incluso, terciopelos con base de seda transmiten elegancia con mucho glamour”, ratifica Beatriz.
“Las cortinas de seda lisa siempre aportan un estilo muy rico y lujoso. Los tapizados de terciopelo de seda en sofás y butacas definen una decoración muy exclusiva y cara, al igual que las paredes de damascos de seda”, opina Luis Alfonso.
“Las cortinas de seda lisa siempre aportan un estilo muy rico y lujoso. Los tapizados de terciopelo de seda en sofás y butacas definen una decoración muy exclusiva y cara, al igual que las paredes de damascos de seda”, opina Luis Alfonso.
¿Contemporánea? Preguntado sobre si la seda tiene cabida en una decoración actual, la respuesta de Luis Alfonso no podría ser más entusiasta: “¡Claro que sí! La seda se puede trabajar de muchas maneras. Las lisas tienen una estructura simple y empleando colores neutros con ella se pueden hacer estores, cortinas, panelados de paramentos, cabeceros o tapizados de muebles en acabados sencillos y depurados. En estos momentos, los satenes o rasos de seda son tejidos muy utilizados por arquitectos y diseñadores de interiores en sus acabados más básicos”.
Colorista. Por su parte, Beatriz la propone para detalles que aporten colorido, como por ejemplo en cojines, almohadones o plaids. También para “estampados de motivos tropicales, como pájaros y flores exóticas, que hoy en día están tan moda”. Y concluye que “las sedas lisas en cortinas de gran altura dan mucha prestancia a un ambiente, sea del estilo decorativo que sea”.
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Rústica. “En general, es un tejido más urbano que rústico”, opina Luis Alfonso. Sin embargo, “la seda salvaje natural, que presenta una hilatura desigual y mate, puede utilizarse como un hilo rústico que incluso evoca a la arpillera”, añade Beatriz. “Existen sedas sin brillo más naturales que se asemejan a los linos y las lanas, que encajan muy bien en complementos para este estilo decorativo”, añade Luis Alfonso.
Con un punto étnico. Incluso en la decoración más étnica o desenfadada tiene cabida este lujoso material. “Unos almohadones de ikat de seda del Turkestán pueden darnos en cualquier casa ese toque étnico, simpático y alegre que nos ayude a matizar un espacio del nivel que sea”, asegura Luis Alfonso, que solo se muestra reticente a usar este tejido en habitaciones juveniles: “¡Sería como regalar un Porsche a un adolescente!”, exclama. Algo con lo que coincide Beatriz: “No es un tejido fácil y en una zona informal o de mucho desgaste se ha de optar mejor por telas lavables que no necesiten prácticamente mantenimiento”.
¿Cuánto cuesta? La seda no es un tejido barato, aunque el abanico de precios en que se puede encontrar es muy amplio. “La materia prima es difícil de obtener y la fabricación del tejido es delicada, lo que repercute en que su precio sea más alto que el de otros tejidos”, explica Beatriz, quien sitúa en “unos 65 euros el metro de una seda salvaje y entre 500 y 1.000 el metro de una seda natural con hilos de oro”.
Las sedas tienen un amplio espectro de precios, calidades y posibilidades. Según Luis Alfonso, “una seda no tiene por qué ser más cara que un buen lino o una buena lana”, así que por su parte sitúa el precio de una seda salvaje a partir de 50 euros el metro. “Sin embargo, un terciopelo de seda natural puede llegar a tener un valor de 2.000 euros el metro”, puntualiza.
Las sedas tienen un amplio espectro de precios, calidades y posibilidades. Según Luis Alfonso, “una seda no tiene por qué ser más cara que un buen lino o una buena lana”, así que por su parte sitúa el precio de una seda salvaje a partir de 50 euros el metro. “Sin embargo, un terciopelo de seda natural puede llegar a tener un valor de 2.000 euros el metro”, puntualiza.
No todas son iguales… Esta diferencia de precios depende, entre otros factores, de la calidad de la seda que, a su vez, está muy ligada al origen de la materia prima y de la manufactura de la hilatura.
“La seda proveniente de China e India es de más baja calidad y se usa fundamentalmente para confección de ropa básica, mientras que la de Thailandia e Italia son de una calidad mejor por su hilatura y tejeduría más sofisticada y de mejor calidad” aclara Luis Alfonso, quien propone “desmitificar la seda como tejido caro y delicado”.
“Hay que utilizarla como se debe. Cuando se usa debidamente y se acierta en la elección, un tejido de seda puede ser todo un espectáculo”, considera Luis Alfonso. “Para mí, es el tejido por excelencia: rico, elegante y sutil”, concluye Beatriz Gancedo.
¿Y TÚ?
¿Te gustaría emplear seda en la decoración de tu hogar? ¿Dónde y en qué tono la usarías? Cuéntanoslo en los comentarios
“La seda proveniente de China e India es de más baja calidad y se usa fundamentalmente para confección de ropa básica, mientras que la de Thailandia e Italia son de una calidad mejor por su hilatura y tejeduría más sofisticada y de mejor calidad” aclara Luis Alfonso, quien propone “desmitificar la seda como tejido caro y delicado”.
“Hay que utilizarla como se debe. Cuando se usa debidamente y se acierta en la elección, un tejido de seda puede ser todo un espectáculo”, considera Luis Alfonso. “Para mí, es el tejido por excelencia: rico, elegante y sutil”, concluye Beatriz Gancedo.
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Considerada como un tejido de lujo a lo largo de su milenaria historia, la seda requiere una técnica laboriosa que explica –en parte– que su proceso de elaboración fuera un secreto durante los casi 3.000 años de exclusividad durante los que China –país de origen– exportó este tejido sin revelar el secreto de su fabricación. Fue solo siglos más tarde, sobre todo a partir de la apertura de la ruta de la seda, gran canal de transmisión de mercancías y conocimientos, cuando empezó a filtrarse la técnica.
“En España, los musulmanes en Valencia dominaban el cultivo de la morera y, como expertos tejedores, formaron un importante centro industrial que dura hasta nuestros días”, añade Beatriz Gancedo. “La industria de la seda en Valencia es reconocida a nivel mundial por los suntuosos tejidos que fabrican”.
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