Tango y amigos en 40 m² llenos de color en el centro de Madrid
La propietaria, que vive entre Madrid y París, ha encontrado en Houzz al profesional perfecto para reformar su piso.
Dice el arquitecto Gonzalo Pardo, autor de la reforma de este piso para una mujer que reside a caballo entre París y Madrid, que vivir solo hoy es “síntoma de una organización social nueva, propia de culturas avanzadas, que repercute en cómo entendemos la vivienda”. En su caso, y en la Revista Houzz España hemos publicado varios de sus pisos para singles –su propia casa entre ellos–, percibe lo doméstico desde una óptica lúdica donde el color es un gancho que usa siempre con intención e inteligencia. Pardo está convencido de que es en la arquitectura residencial donde se marca la diferencia en la profesión y él lo hace de una manera sugerente y divertida, escuchando al cliente y controlando todo el proceso de manera minuciosa.
La primera vez que se vieron, Fontaine le contó a Pardo que le gusta reunirse con sus dos hijos (“una chica y un chico”, aclara) y que quería “una zona para que pudieran quedarse en el piso”. También le pidió poder tapear con sus amigos y una pequeña cocina. En un español impecable (justo antes de hablar con ella acaba de finalizar una clase de conversación), afirma que le gusta cocinar “cosas especiadas con mucho sabor”.
Y para disfrutar de la vida (algo que parece habérsenos olvidado durante esta pandemia), del tapeo con sus amigos, de sus hijos, pero también de ratos a solas, Fontaine cuenta con una gran cocina y un mueble azul alrededor del que giran los pocos metros cuadrados de este pied a terre en el que todo está absolutamente ajustado: un piso ‘made in Gonzalo Pardo’.
Y para disfrutar de la vida (algo que parece habérsenos olvidado durante esta pandemia), del tapeo con sus amigos, de sus hijos, pero también de ratos a solas, Fontaine cuenta con una gran cocina y un mueble azul alrededor del que giran los pocos metros cuadrados de este pied a terre en el que todo está absolutamente ajustado: un piso ‘made in Gonzalo Pardo’.
El color es, decíamos, clave para acercarse a este proyecto, pero también a otras propuestas del arquitecto. ¿Acaso en las fotos la fuerza del azul o el rojo chillón del vestido de la dueña no transmite que este es el refugio urbano de una mujer activa y cosmopolita, apasionada del tango y de la marcha de Madrid?
“Del color no te cansas –opina con rotundidad Pardo. Se trata de un recurso económico que aporta muy buenos resultados. En este caso, la propietaria tenía muy claro que este era el color que quería [azul RAL 5005]”.
Visita privada: 27 metros cuadrados muy acogedores en el centro de Madrid
“Del color no te cansas –opina con rotundidad Pardo. Se trata de un recurso económico que aporta muy buenos resultados. En este caso, la propietaria tenía muy claro que este era el color que quería [azul RAL 5005]”.
Visita privada: 27 metros cuadrados muy acogedores en el centro de Madrid
“En España somos rancios al usarlo, especialmente los arquitectos”, dice Pardo apuntando que en el estudio cuando se decantan por un color en un proyecto tienen en cuenta la orientación. “En un interior oscuro, un color claro levanta el espacio. El color también actúa a veces como un acto de provocación, como reclamo”, prosigue citando a Carlos Cruz-Diez, Olafur Eliasson, Josef Albers o Barragán como algunos de sus muchos referentes en este sentido.
El RAL 5005 –un azul como el de las señales informativas de tráfico– actúa como un imán a la vista y transforma el mueble en una pieza muy atractiva que se extiende por la luminosa zona de día. Pero, sobre todo, se trata de un diseño funcional –ejecutado por Barronkress– porque Pardo es de la opinión de que hay que saber dónde está cada cosa y que “si eso se tiene controlado, la vivienda será un éxito”.
“La caja azul es el sistema de almacenaje de la vivienda; el corazón de la casa y su alma”, señala, pero, además, está llena de sorpresas. La más grande es que esconde el baño de la vivienda: “un espacio precioso”, apunta la dueña. También actúa de generosa despensa; es el sitio donde se ocultan los electrodomésticos y, cómo no, un amplio armario.
¡Ojo!, no se acaban aquí las sorpresas porque el espejo situado a mano derecha según se entra en el piso es la puerta de entrada al dormitorio. También hay otro espejo grande en la cocina. “Los espejos en casa de Dany son puertas a otros lugares y con ellos buscamos que se duplique la luz, el espacio y generar ficciones”.
¡Ojo!, no se acaban aquí las sorpresas porque el espejo situado a mano derecha según se entra en el piso es la puerta de entrada al dormitorio. También hay otro espejo grande en la cocina. “Los espejos en casa de Dany son puertas a otros lugares y con ellos buscamos que se duplique la luz, el espacio y generar ficciones”.
Por otro lado, cabe reseñar “el importante trabajo de iluminación”. Destacan lámparas como la TMC, de Miguel Milá para Santa y Cole; la clásica PH5 colgante del salón, de Louis Poulsen, o los apliques rojos de Charlotte Perriand, que edita Nemo. Para rematar, se ha optado por luz led en el mueble, “cerca de él, pero sin llegar a tocarlo”, para definir y remarcar su volumen.
También decíamos al principio que Pardo escucha al cliente y controla el proyecto de forma minuciosa. “Dany ha sido una negociadora nata. Para convencerla de cada solución hemos hecho muchos dibujos y hemos hablado mucho con ella, pero ha sabido escuchar y convencerse de todo lo que hemos ido haciendo –dice. La ventana del baño, por ejemplo, fue una solución que le gustó mucho. Se trata de un vinilo electrificado que encendido es opaco y apagado, transparente”.
Plano del piso con la caja azul, en el centro, como protagonista.
Quizá se podría argüir que la arquitectura de Pardo solo funciona en espacios pequeños. “No estoy de acuerdo –dice. Es más difícil hacer una casa pequeña que una grande. Ahora estamos diseñando una de 500 metros cuadrados y hay muchos conceptos de este piso que también funcionan en espacios más grandes”.
Quizá se podría argüir que la arquitectura de Pardo solo funciona en espacios pequeños. “No estoy de acuerdo –dice. Es más difícil hacer una casa pequeña que una grande. Ahora estamos diseñando una de 500 metros cuadrados y hay muchos conceptos de este piso que también funcionan en espacios más grandes”.
En general, reconoce estar obsesionado con las secuencias espaciales y el uso del color, y concreta en cuatro puntos básicos su manera de entender el espacio doméstico y sus prioridades al ejecutar un proyecto: “la cocina como centro de la casa; la desjerarquización de los espacios: el baño atomizado y las habitaciones sin nombre, es decir, espacios que se proyectan con un uso indefinido capaz de cambiar a la medida de nuestras circunstancias”.
En un momento en el que parece que nos hemos olvidado de la alegría de vivir, de que nuestra casa debe ser un lugar en el que sentirnos a gusto, la de Pardo es una forma necesaria de entender el hogar solo apta, en todo caso, para aquellos con ganas de exprimir y disfrutar a tope de cada centímetro de la casa.
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¿Y A TI?
¿Qué es lo que más te gusta de este piso en el centro de Madrid? Esperamos tus comentarios
En un momento en el que parece que nos hemos olvidado de la alegría de vivir, de que nuestra casa debe ser un lugar en el que sentirnos a gusto, la de Pardo es una forma necesaria de entender el hogar solo apta, en todo caso, para aquellos con ganas de exprimir y disfrutar a tope de cada centímetro de la casa.
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Quién vive aquí: Dany Fontaine, una mujer ahora jubilada que dirigió la división francesa de una empresa internacional
Superficie: 40 metros cuadrados
Situación: Callao, Madrid
Presupuesto: 1.200 € / metro cuadrado
Proyecto: Gon architects
Año del proyecto: 2021
Fotografía: Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero)
La dueña del piso encontró a Pardo en Houzz y le envió un mensaje a su perfil profesional en la plataforma. “Di con Gonzalo buscando en Google ‘arquitectos en Madrid’; concretamente me salió un link a su perfil de Houzz”, dice Fontaine, que reconoce que lo que más le gusta de la plataforma es “ver tantas fotos en las que inspirarse”.
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