¿Sabías qué es... el barro cocido?
Es una baldosa cerámica que aún mantiene un proceso de producción artesanal, de ahí su carácter natural e irregular.
El barro cocido es, junto al gres extruido o rústico, uno de los materiales que definen las bases de la tradición de fabricación de baldosas cerámicas en los países mediterráneos. Pero, a diferencia del gres, el proceso de elaboración del barro cocido es eminentemente artesanal, lo que le da esa apariencia tan característica y única. Se trata de un producto natural con un toque muy cálido pero con unas prestaciones técnicas limitadas, por lo que no es apto para cualquier tipo de espacio.
Su soporte es de color térreo en diferentes tonalidades, en función de las tierras que se hayan usado en su elaboración. En cuanto a su forma de fabricación, se puede usar diferentes técnicas, desde las puramente manuales a las mecánicas, tanto por prensado como por extrusión.
Aunque se suele utilizar en viviendas rurales, también puede ser una buena alternativa para casas más contemporáneas, ya que es un tipo de baldosa que ha innovado mucho en cuanto a formato y aplicaciones, como vemos en esta cocina.
Aunque se suele utilizar en viviendas rurales, también puede ser una buena alternativa para casas más contemporáneas, ya que es un tipo de baldosa que ha innovado mucho en cuanto a formato y aplicaciones, como vemos en esta cocina.
Hasta el siglo XIX, los azulejos de barro cocido fueron los pavimentos más populares usados en arquitectura, pero con la entrada de nuevos materiales cerámicos y acabados así como de tecnologías modernas, fueron quedando desplazados. Hoy en día son valorados como un producto hecho a mano capaz de dar un aspecto muy cálido a cualquier espacio. Aunque algunos materiales modernos simulan muy bien el aspecto del barro cocido, éste presenta sin embargo el encanto de un material que, además, va cambiando a lo largo del tiempo.
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Su índice de absorción de agua está entre un 6% y un 15%, una cifra bastante elevada, por lo que se trata de un producto delicado, en particular debido a que tiende a emplearse al natural. Es por ello que no es un producto muy aconsejable para zonas húmedas de la casa –como puede ser un baño o una cocina–, así como para espacios exteriores –como porches, terrazas, jardines o piscinas. Tampoco es aconsejable instalarlo en climas muy fríos. Sin embargo, una de las ventajas de su alta porosidad es que es un material idóneo para sistemas de calefacción radiante.
Los formatos más habituales en los que se suele comercializar son el cuadrado y el rectangular, pero hoy en día se pueden encontrar con diferentes geometrías: hexágonos, estrellas, cilindros… Para compensar su menor resistencia mecánica respecto a las baldosas de producción industrial, se ha aumentado el espesor de las piezas, que suele estar alrededor de los 10 mm.
Habitualmente las baldosas de barro cocido se presentan al natural, pero también existe una versión esmaltada. Se trata de esmaltes más sensibles y delicados a la abrasión y al desgaste, aunque en los últimos años se ha hecho interesantes avances que han mejorado la calidad de los mismos. Todo esto implica que el mantenimiento de este material sea mayor.
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Si bien algunos fabricantes ofrecen productos pretratados, es habitual que haya que dar un tratamiento de cera a la cara vista ya sea antes o después de la colocación. Si el cuidado no es el adecuado, el barro cocido puede perder el brillo original y empezar a presentar un tono blanquecino debido a la cal del agua usada en su limpieza. Para su mantenimiento, es aconsejable utilizar detergentes neutros y aplicarle tratamientos impermeabilizantes cada cierto tiempo.
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¿Sabías que este material era artesanal? ¿Lo usarías en una vivienda contemporánea? Cuéntanoslo en los comentarios
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El barro cocido se distingue de otro tipo de baldosas por su carácter natural. Es muy irregular, tanto en color como en superficie. La cara vista puede tener desniveles y los cantos son irregulares. Dentro de cada hornada puede haber mucha variedad de color entre las piezas y cada una es única. Sin embargo, el gres rústico tiene un acabado más industrial y homogéneo.
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