Rododendro: El árbol de las rosas
A la sombra y en suelo ácido, esta planta es un maravilla para cualquier paisajista.
“En torno a los árboles”; eso es lo que quiere decir rododendro (Rhododendron) para muchos aficionados (aunque etimológicamente el nombre proviene de “rodo”, rosa y “dendron”, árbol; es decir “árbol de rosas“). De entrada, esto nos da alguna pista sobre lo que le gusta: sombra ligera de los ramajes del dosel arbóreo, frescor de sus hojas en la época de actividad, acidez de esas mismas hojas una vez caídas y descompuestas… Es cierto que no se acomoda a cualquier condición, pero eso no debe ser óbice para procurar tener, al menos, un ejemplar en macetón en el jardín.
Modificado por los obtentores y viveristas para cubrirse por completo de espectaculares floraciones y disponible en todas las presentaciones que se te ocurran (desde plantas de 30 cm por 10 ó 12 €, hasta 60 y 70 € en cubeta, con más de metro y medio de altura), se deben atender una serie de requisitos para que funcione de maravilla en tu jardín. En primer lugar, necesitas agua de riego sin cal: si observas que las hojas de tus plantas salpicadas por los aspersores se ponen blancas, olvídate del rododendro. En segundo, el suelo debe ser ácido. Si descubres en las inmediaciones de tu jardín rocas calizas, suelos yesosos (brillan un poco) o vegetación espontánea de tendencia alcalina, como retamas o jaras, vuelve a olvidarte de él. Por último, debe estar en una buena sombra. Si sólo tienes para ofrecerle espacios a pleno sol; de la cordillera Cantábrica hacia abajo mejor que ni se te ocurra plantar rododendros.
Modificado por los obtentores y viveristas para cubrirse por completo de espectaculares floraciones y disponible en todas las presentaciones que se te ocurran (desde plantas de 30 cm por 10 ó 12 €, hasta 60 y 70 € en cubeta, con más de metro y medio de altura), se deben atender una serie de requisitos para que funcione de maravilla en tu jardín. En primer lugar, necesitas agua de riego sin cal: si observas que las hojas de tus plantas salpicadas por los aspersores se ponen blancas, olvídate del rododendro. En segundo, el suelo debe ser ácido. Si descubres en las inmediaciones de tu jardín rocas calizas, suelos yesosos (brillan un poco) o vegetación espontánea de tendencia alcalina, como retamas o jaras, vuelve a olvidarte de él. Por último, debe estar en una buena sombra. Si sólo tienes para ofrecerle espacios a pleno sol; de la cordillera Cantábrica hacia abajo mejor que ni se te ocurra plantar rododendros.
Nada como los rododendros, que son capaces de ocultar el suelo con sus anchísimas matas floridas, para comportarse como el arbusto ideal de sotobosque o de debajo de los árboles. Hayas, carpes, abedules y robles son sus árboles anfitriones favoritos.
No ocultes los macizos de rododendros en el fondo de los parterres. Sitúalos siempre junto a los caminos y plazuelas del jardín. Provocarás un ¡oh! generalizado en cada visita.
Pregunta al experto: Qué debes hacer en el jardín en agosto
No ocultes los macizos de rododendros en el fondo de los parterres. Sitúalos siempre junto a los caminos y plazuelas del jardín. Provocarás un ¡oh! generalizado en cada visita.
Pregunta al experto: Qué debes hacer en el jardín en agosto
Cuando distribuyas los rododendros en tu jardín, piensa en asociarlos con especies de similares condiciones de cultivo, sobre todo de parecidas necesidades de ácidez o índice pH, como brezos, helechos, ruscos, hebes y demás elementos autóctonos y perfectamente aclimatados para conformar tu paisaje atlántico particular. Importante en todos los casos: recebar el suelo cada primavera con sustrato ácido y eliminar las flores pasadas ¡sin cortar!, sólo arrancando los botones secos, tras cada oleada de maravillosas flores.
Pregunta al experto: Cómo realizar caminos en el jardín
Pregunta al experto: Cómo realizar caminos en el jardín
Plantados en las rocallas, los rododendros evocan esas interminables laderas cántabras y asturianas, patrimonio del oso pardo, que vistas de lejos son una especie de manta con dibujo a rayas, merced a las franjas de color que crean los brezos blancos, los rododendros azules, los brezos marrones, los rododendros rojos… Y vuelta a empezar. Eso sí, de vez en cuando queda todo manchado por un grupo de amelanchieres blancos, o de aulagas amarillas, o de hamamelis naranja.
El rododendro más popular es la azalea. Aquí la tienes alegrando el alféizar de una ventana y llenando de color un hogar en la época que más falta hacen las flores… y hay menos, primeros de año. Todos los eneros, los productores de plantas (viveristas) llegan a las floristerías con sus cargamentos de azaleas (Rhododendron simsii) completamente cuajadas de flores. Desde 6 euros se pueden encontrar estas plantitas que se deben mantener siempre húmedas (platito con agua debajo) y con no demasiada calefacción.
Tras la floración, en primavera… ¡al jardín, en suelo ácido!
Tras la floración, en primavera… ¡al jardín, en suelo ácido!
Perenne o caducifolio, según especie, que puede llegar a arbolillo podándolo en forma de tallo alto o a cubrir el suelo, si lo educas como pie rastrero, puede conseguir que el porche de tu chalet sea el más glamuroso de los alrededores. Sólo tienes que plantarlo en macetones amplios con sustrato especial para acidófilas, por ejemplo en grupos de tres.
Los rododendros también pueden lograr con facilidad conformar el más bello telón de fondo jamás visto. Ve colocando cada vez más unidades al tresbolillo y a 75 cm de distancia, bajo los árboles de perímetro de una zona… o de todo tu jardín.
Los rododendros también pueden lograr con facilidad conformar el más bello telón de fondo jamás visto. Ve colocando cada vez más unidades al tresbolillo y a 75 cm de distancia, bajo los árboles de perímetro de una zona… o de todo tu jardín.
El suelo para plantar un macizo de rododendros debe ser ácido. De poco sirve querer alterar o modificar un suelo alcalino añadiendo más y más sustrato ácido. Mira la vegetación alrededor de tu tierra y si contiene helechos, brezos, hayas, etc., plántalos. Si no, limítate a disponerlos en recipientes con tierra de brezo o castaño. Cada año, haz recebos parciales de tierra con pH inferior a 6 (ácida)..
El agua (que no debe faltar) tiene que ser ‘blanda’. Las especies acidófilas, como nuestro rododendro, detestan ser regadas con aguas calcáreas, de elevado pH. Si la que sale por tus grifos es así, déjala reposar un par de días antes de cada riego o pásala por un filtro de piedra silícea. Mantén las plantas siempre húmedas y no mojes sus hojas.
El agua (que no debe faltar) tiene que ser ‘blanda’. Las especies acidófilas, como nuestro rododendro, detestan ser regadas con aguas calcáreas, de elevado pH. Si la que sale por tus grifos es así, déjala reposar un par de días antes de cada riego o pásala por un filtro de piedra silícea. Mantén las plantas siempre húmedas y no mojes sus hojas.
Normalmente, los rododendros se venden tan bien preparados, con tiestos o cubetas amplios, de plástico, con toda su vegetación radicular contenida en los recipientes, etc., que puedes importarlos a tu jardín en cualquier momento. Evita, de todas formas, los calores más fuertes del verano.
El emplazamiento debe ser a la sombra de los árboles. Ya te dijimos que este arbusto adora permanecer en torno a los árboles, que es como decir bajo ellos. No tengas prisa, procura que tus árboles presenten cierta entidad y planta los rododendros en su zona de influencia. Si son aún pequeños, otro año será. Ponlos también junto a los muros norte de la casa.
El emplazamiento debe ser a la sombra de los árboles. Ya te dijimos que este arbusto adora permanecer en torno a los árboles, que es como decir bajo ellos. No tengas prisa, procura que tus árboles presenten cierta entidad y planta los rododendros en su zona de influencia. Si son aún pequeños, otro año será. Ponlos también junto a los muros norte de la casa.
El invierno es una de sus épocas más interesantes. La primera mitad configura una de las pocas especies que se mueven en el jardín, formando botones de flor, incluso con los fríos más potentes. En la segunda parte del invierno comienza el amplio despliegue floral que se retrasa con el frío.
En primavera todas las miradas se dirigen a él, sobre todo durante la primera mitad. Después, comienza un momento peligroso al aparecer las corolas mustias, que hay que arrancar para que no se deformen las futuras ramas.
En verano los rododendros aparecen como manchas verde oscuro en el jardín , otorgándole relieve y vida. Otoño es la estación idónea para la plantación de nuevos ejemplares.
En primavera todas las miradas se dirigen a él, sobre todo durante la primera mitad. Después, comienza un momento peligroso al aparecer las corolas mustias, que hay que arrancar para que no se deformen las futuras ramas.
En verano los rododendros aparecen como manchas verde oscuro en el jardín , otorgándole relieve y vida. Otoño es la estación idónea para la plantación de nuevos ejemplares.
Sus 18 hoyos, cada uno con el nombre de un árbol o arbusto, son 18 increíbles jardines con hilos conductores maravillosos: agua, piedra, madera, bosques… ¡y flores!
En muchas ocasiones han adelantado o retrasado la celebración del “Masters” para hacerlo coincidir con la floración de los rododendros, que se cuentan por millares y millares. Los hay de todos los colores, de todas las especies.
Sin duda, una de las siete maravillas del mundo… para un paisajista.