Reformas en casa: ¿Uso tabiques de ladrillo o placas de yeso?
Te contamos en qué casos es mejor decantarse por la obra de toda la vida y en cuáles es mejor optar por sistemas secos.
1. ¿Cuándo conviene utilizar tabiques de yeso laminado?
- Existe dos tipos de tabiques de yeso laminado. Por un lado, el trasdosado directo, que se pega mediante una pasta de agarre al muro directamente; por el otro, el yeso autoportante, independiente de la pared. Para este último caso, se emplea una estructura metálica que se sujeta a techo y suelo y sobre la que se fijan las placas de yeso.
- Vale la pena trabajar con tabiques autoportantes si ya piensas arreglar las paredes ya existentes con yeso laminado. ¿Por qué? Conseguirás que las superficies verticales –las nuevas y las originales– tengan un acabado continuo.
- Los tabiques autoportantes son cada vez más populares porque permiten un desmontaje sin escombros y obras más limpias. Permiten crear una división como un vestidor en el dormitorio o cualquier otra obra que tenga que hacerse rápido y con la menor suciedad posible.
- Las ventajas son evidentes: los materiales existentes no se deterioran por la presencia de agua o morteros, hay menos suciedad, la obra se hace más rápido y se puede acabar antes –no hay que esperar a que se sequen las mezclas o los revoques. Una vez terminado, el tabique de yeso está listo para pintar.
- Si cuentas con espacios de doble altura, también será muy útil emplear los nuevos sistemas autoportantes de gran altura (en la imagen), compuestos por placas de alta dureza y un solo perfil; garantizan un trabajo bien hecho y un montaje sencillo.
- Ya casi no se emplea el ladrillo para construir un mueble de obra: con los sistemas de yeso laminado se arman como mecanos y con grosores más delgados. Por ejemplo, para hacer librerías, se consiguen baldas corridas con un espesor de 5 cm. Se complementa con perfilería metálica.
- Otra aplicación de los sistemas secos: sustituir en un baño los aparatos de suelo por otros suspendidos. Un sistema de perfiles autoportantes superpuestos a la pared existente y revestida por placas antihumedad de yeso laminado, hacen la instalación sin destrozos.
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2. ¿Cuándo conviene trabajar con tabiques de ladrillo?
- Cuando la reforma contempla la construcción de un cuarto de baño. ¿Por qué? Un tabique de ladrillo aventaja al de yeso laminado en resistencia e impermeabilización. En todo caso, existen diferentes tipos de tabiques de ladrillo, como el tabique de ladrillo hueco o tabique simple, el tabique doble o el tabique de panderete, según los tipos de ladrillo y su colocación.
- Cuando por estética quieres dejar el tabique visto y aprovechar así la textura plástica del material, elige ladrillo macizo, bloque de hormigón o de cerámica.
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3. Conclusiones
- Efectivamente, los sistemas de trasdosados directos ocultan de un plumazo las viejas paredes deterioradas o las irregularidades. Eso sí, tienes que estar dispuesta a perder unos centímetros –se trata de poner placas sobre el soporte antiguo.
- Los autoportantes permiten que las instalaciones vayan por el interior y pueden incorporar aislamiento térmico y acústico. En la obra tradicional el trabajo generará escombros y mucha suciedad –si hay cambios en la instalación eléctrica o las canalizaciones de agua, nuevamente habrá que romper la pared para recibir estas instalaciones.
- Puedes adoptar una solución mixta, dejando parte de la pared existente con ladrillo a la vista y cubriendo otras con yeso laminado. En la imagen, esta idea permite crear un cabecero, ganar espacio de apoyo y crear un falso techo en el que empotrar los focos.
- Si comparas precios por metro cuadrado terminado, ladrillo y yeso tienen precios equiparables.
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