Reforma tu casa: 6 respuestas concisas a las preguntas más frecuentes
Una buena planificación es imprescindible a la hora de comenzar las obras. Toma nota de todo lo que debes saber antes de empezar.
Meterse en obras son palabras mayores. Hay que tener muy claro el punto de partida. Lo que se quiere y cómo se quiere. También de qué presupuesto se dispone y cuáles son, en cada caso, las prioridades. Es más probable obtener buenos resultados si se encarga la reforma a profesionales. Todo será mucho más rápido, fácil y se evitarán intervenciones que puedan alterar la estructura existente sin conocer los efectos que puede tener. Para dejar atados los detalles y aclarar las dudas más frecuentes de forma rápida y precisa, Houzz ha consultado a dos arquitectos:
Expertos consultados:
José de Coca Leicher, arquitecto
Jacobo García-Germán, arquitecto
Expertos consultados:
José de Coca Leicher, arquitecto
Jacobo García-Germán, arquitecto
¿Cuánto dura una reforma y cuál es el orden de ejecución?
Ambos arquitectos aseguran que depende del tipo de reforma. Si se trata de una parcial –véase la renovación de baños y cocinas–, puede alargarse entre dos semanas y un mes, e incluso algo más, dependiendo de la superficie y de si hay que modificar instalaciones, o desplazar algún tabique, colocar nueva solera de base, etc.
Para reformas integrales en una vivienda de tamaño medio (entre 60 y 120 metros cuadrados), se pueden tardar entre 3-4 meses y un máximo de ocho. Muchos factores entran en juego en el hecho de que las obras se prolonguen más o menos tiempo: el estado en el que se conserva la estructura –si hay que reforzarla o incluso sustituir algún elemento–, las dimensiones de la vivienda, el número de piezas, etc.
El orden lógico de ejecución de las obras está determinado por la decisión de modificar la distribución de la vivienda. El primer paso es la demolición y la construcción de nuevos tabiques. A continuación se realiza la instalación de los sistemas de fontanería y de la red eléctrica: este sería el momento de reforzarla, si fuera necesario, y contratar mayor potencia cuando se tiene previsto incluir más electrodomésticos. Después, se realizan los acabados en paredes, suelos y techos, las obras de carpintería y finalmente la decoración.
Ambos arquitectos aseguran que depende del tipo de reforma. Si se trata de una parcial –véase la renovación de baños y cocinas–, puede alargarse entre dos semanas y un mes, e incluso algo más, dependiendo de la superficie y de si hay que modificar instalaciones, o desplazar algún tabique, colocar nueva solera de base, etc.
Para reformas integrales en una vivienda de tamaño medio (entre 60 y 120 metros cuadrados), se pueden tardar entre 3-4 meses y un máximo de ocho. Muchos factores entran en juego en el hecho de que las obras se prolonguen más o menos tiempo: el estado en el que se conserva la estructura –si hay que reforzarla o incluso sustituir algún elemento–, las dimensiones de la vivienda, el número de piezas, etc.
El orden lógico de ejecución de las obras está determinado por la decisión de modificar la distribución de la vivienda. El primer paso es la demolición y la construcción de nuevos tabiques. A continuación se realiza la instalación de los sistemas de fontanería y de la red eléctrica: este sería el momento de reforzarla, si fuera necesario, y contratar mayor potencia cuando se tiene previsto incluir más electrodomésticos. Después, se realizan los acabados en paredes, suelos y techos, las obras de carpintería y finalmente la decoración.
¿Hay que pedir permiso a la comunidad de vecinos? Siempre que se vean afectados elementos comunes del edificio. “Por ejemplo, cuando se cierran terrazas en patios o en fachadas, pero especialmente con la sustitución de bajantes de desagües de baños y cocinas o montantes de agua y calefacción. En realidad no se trata de un permiso, especialmente si otros vecinos han hecho ya lo mismo, es más bien una comunicación”, explica de Coca.
Todo lo que debes saber a la hora de hacer una reforma en casa
Las obras que no alteren la seguridad, estructura o configuración exterior del edificio, es decir, las de conservación (solados, alicatados, carpintería, pintura…) no requieren autorización de la comunidad de vecinos, pero siempre es recomendable ponerlas en su conocimiento como un acto de cortesía.
Todo lo que debes saber a la hora de hacer una reforma en casa
Las obras que no alteren la seguridad, estructura o configuración exterior del edificio, es decir, las de conservación (solados, alicatados, carpintería, pintura…) no requieren autorización de la comunidad de vecinos, pero siempre es recomendable ponerlas en su conocimiento como un acto de cortesía.
¿Qué se considera obra menor y mayor y cuándo hay que pedir licencia urbanística? La definición se da en la ordenanza de tramitación de licencias urbanísticas de cualquier ayuntamiento. No será necesaria cuando no se toquen elementos estructurales de la vivienda y esta no tenga algún grado de protección elevado. La obra menor, por tanto, no está sujeta a licencia urbanística. Es la considerada de conservación, como solados, alicatados, yesos o pinturas.
Obra mayor es cualquiera en la que se amplíe, reforme, modifique o rehabilite un edificio y sus instalaciones, sea cual sea su alcance y finalidad. Y sí es preciso licencia urbanística. Para salir de dudas, resulta muy recomendable acercarse al ayuntamiento o a la junta municipal de distrito, según sea el caso, y preguntar. En zonas del casco histórico es probable que el edificio pueda estar catalogado y protegido. Según el grado de protección: integral, estructural o ambiental, la posibilidad de modificación de la configuración original de la vivienda será menor o mayor, y siempre con licencia.
Por otro lado, siempre que en la reforma se vayan a producir escombros y extracción de los elementos, será preciso alquilar un contenedor. En ese caso, habrá que pagar la tasa de ocupación de la vía pública, que esté marcada en los distintos municipios.
Echa un vistazo aquí si quieres saber cómo escoger el mejor suelo para tu cocina
Obra mayor es cualquiera en la que se amplíe, reforme, modifique o rehabilite un edificio y sus instalaciones, sea cual sea su alcance y finalidad. Y sí es preciso licencia urbanística. Para salir de dudas, resulta muy recomendable acercarse al ayuntamiento o a la junta municipal de distrito, según sea el caso, y preguntar. En zonas del casco histórico es probable que el edificio pueda estar catalogado y protegido. Según el grado de protección: integral, estructural o ambiental, la posibilidad de modificación de la configuración original de la vivienda será menor o mayor, y siempre con licencia.
Por otro lado, siempre que en la reforma se vayan a producir escombros y extracción de los elementos, será preciso alquilar un contenedor. En ese caso, habrá que pagar la tasa de ocupación de la vía pública, que esté marcada en los distintos municipios.
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¿Se pueden incluir instalaciones para ahorrar energía al hacer la reforma?
Se pueden poner en práctica medidas individuales, como aislamientos interiores de cerramientos de fachadas, y en pisos bajos o últimos, de suelos y techos, ya que en los intermedios habitados tiene menos sentido. La más efectiva y práctica consiste, sin duda, en sustituir las antiguas ventanas por otras nuevas dotadas de un buen sistema de aislamiento térmico-acústico, que incluya un acristalamiento adecuado, perfiles con rotura de puente térmico, etc. Esto proporciona un gran ahorro energético y limita las pérdidas y ganancias de calor. Además, todas estas mejoras llevan aparejadas ayudas económicas a través de los programas PAREER-CRECE 2015, que concede el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).
Se pueden poner en práctica medidas individuales, como aislamientos interiores de cerramientos de fachadas, y en pisos bajos o últimos, de suelos y techos, ya que en los intermedios habitados tiene menos sentido. La más efectiva y práctica consiste, sin duda, en sustituir las antiguas ventanas por otras nuevas dotadas de un buen sistema de aislamiento térmico-acústico, que incluya un acristalamiento adecuado, perfiles con rotura de puente térmico, etc. Esto proporciona un gran ahorro energético y limita las pérdidas y ganancias de calor. Además, todas estas mejoras llevan aparejadas ayudas económicas a través de los programas PAREER-CRECE 2015, que concede el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).
¿Cuánto puede costar una reforma parcial (cocinas y baños) y una total? Para una reforma total se suele estimar entre un 60 y 80% del presupuesto de obra nueva. El precio medio de la construcción en una ciudad grande es de unos 900 euros por metro cuadrado, por lo que un precio de 600 euros por metro cuadrado para reforma integral (sin incluir electrodomésticos) estaría en la media.
En un baño y cocina se mantendrían estos estándares, para una superficie de 4 metros cuadrados; unos 2400 €. Todo esto con calidades medias de acabados entre 15 y 30 euros por metro cuadrado.
En un baño y cocina se mantendrían estos estándares, para una superficie de 4 metros cuadrados; unos 2400 €. Todo esto con calidades medias de acabados entre 15 y 30 euros por metro cuadrado.
“Respecto al primer punto, es aconsejable solicitar al menos tres presupuestos desglosados por cada trabajo o partida que se va a realizar. Esto no sólo orientará sobre la horquilla de precios posibles, también indicará el grado de conocimientos y solvencia del contratista”, aclara de Coca. Jacobo García-Germán, por su parte, subraya la importancia de que tanto los plazos como el presupuesto “estén cerrados desde el principio. Es importante que limiten en la medida de lo posible los cambios improvisados y la toma de decisiones sobre la marcha”.