Redescubre la belleza artesana de los revestimientos de barro natural
Cálidos, naturales y ecológicos, los suelos de barro cocido vuelven a ser tendencia en la decoración de la casa contemporánea, rústica o no.
Los bellos tonos terrosos y las superficies irregulares del barro natural ofrecen infinidad de posibilidades en todo tipo de estilos decorativos, ya sea rústico, contemporáneo o una mezcla de ambos. Al igual que otros revestimientos de fabricación artesanal, como las baldosas hidráulicas, este material se ha reinventado con nuevos diseños y se ha optimizado con procesos de fabricación más sostenibles o industriales. Dos expertos nos cuentan todo lo que hay que saber sobre sus aplicaciones.
Expertos consultados:
Álvaro Guadaño, gerente de Álvaro Guadaño
Juan Arias, arquitecto y director del departamento técnico de TodoBarro
Expertos consultados:
Álvaro Guadaño, gerente de Álvaro Guadaño
Juan Arias, arquitecto y director del departamento técnico de TodoBarro
Fabricación. Hoy en día, existen en el mercado empresas que utilizan técnicas manuales y mecánicas para su fabricación. En el primer caso, el barro limpio de cal y de impurezas se vierte en unos moldes con las formas de las baldosas, se deja secar y se cuece en un horno. Estos productos son los más caros. En el segundo, hay que distinguir entre la producción mecánica extrusionada (el barro se cuela a través de un troquel) y la mecánica prensada (el material se comprime con una prensa hidráulica).
Los hornos actualmente suelen ser tubulares (tipo Hoffman) y cada vez son más las empresas que utilizan combustibles biodegradables como la cáscara de almendra o el hueso de aceituna. Las fábricas más tradicionales cuentan todavía con hornos de leña con bóveda árabe, en los que producen las piezas más artesanales y las ediciones limitadas.
Los hornos actualmente suelen ser tubulares (tipo Hoffman) y cada vez son más las empresas que utilizan combustibles biodegradables como la cáscara de almendra o el hueso de aceituna. Las fábricas más tradicionales cuentan todavía con hornos de leña con bóveda árabe, en los que producen las piezas más artesanales y las ediciones limitadas.
Colores. A la hora de elegir un revestimiento de barro natural podemos optar por diferentes tonalidades, que están condicionadas por el tipo de arcilla con el que esté fabricada la pieza.
En España, existen fundamentalmente dos clases de tierra en función de su localización geográfica. Las extraídas en las canteras situadas en la ribera del Tajo, en Castilla, son de tonos rojizos, mientras que las procedentes de Cataluña y Levante presentan colores de la gama de los ocres y pajizos.
En España, existen fundamentalmente dos clases de tierra en función de su localización geográfica. Las extraídas en las canteras situadas en la ribera del Tajo, en Castilla, son de tonos rojizos, mientras que las procedentes de Cataluña y Levante presentan colores de la gama de los ocres y pajizos.
Suelo de barro Penrose (09)
Se pueden conseguir nuevas coloraciones mezclando diferentes variedades de arcilla, como hace la empresa TodoBarro, que emplea también tierras rosadas y asalmonadas originarias de la costa oriental malagueña y del interior andaluz. “Dependiendo de la colocación de la pieza en el horno, del tipo de combustible utilizado (leña, carbón, cáscara de almendra o hueso de aceituna) y de su exposición a la llama, se pueden obtener diferentes destonificaciones con bellos efectos flameados, uno de los rasgos distintivos del producto artesanal con respecto al industrial”, explica el director del departamento técnico de la empresa, Juan Arias.
Textura. En función del método de fabricación, la superficie de la pieza puede ser más o menos irregular, otra característica de este material que permite conseguir diferentes resultados decorativos. Álvaro Guadaño, propietario del establecimiento madrileño del mismo nombre especializado en la comercialización de cerámica artesana desde 1934, aclara: “En el caso de la fabricación manual, el resultado es un material con una superficie muy irregular, de aspecto más rústico. Cuando la elaboración es mecánica extrusionada, se obtienen piezas más homogéneas en textura y dimensiones, mientras que las superficies más lisas se consiguen mediante la producción mecánica prensada”.
Llagueado. El procedimiento de fabricación también influye en el llagueado, es decir, el espacio que se deja entre las diferentes baldosas y que se rellena con mortero. “En el caso de baldosas de fabricación manual, se suele dejar una junta más ancha (de 8 a 5 mm), con lo que se consigue un aspecto más rústico. En el caso del barro mecánico extrusionado la junta es más fina (de 5 a 3 mm) y en el del barro mecánico prensado puede ser casi inexistente (de 3 a un mínimo de 2 mm)”, explica Álvaro Guadaño.
Impermeabilización. El barro natural es un material muy duradero, pero también muy poroso, por lo que hay que protegerlo. En el mercado existe una gran variedad de productos para lograr este fin. Esta capa protectora se puede aplicar en la fábrica o bien en el momento de la instalación. Si se hace en obra, antes de acometer esta tarea, el suelo ha de estar completamente seco. El tiempo mínimo de secado recomendable es de 30 días.
Juan Arias recomienda “optar por materiales que eviten la penetración del agua y de otras sustancias (por ejemplo, grasas) pero que además permitan al barro respirar, como son los complejos de ceras parcialmente modificadas”. Estos productos también se utilizan con un fin estético, ya que permiten realzar o intensificar el color original de la baldosa, obteniéndose interesantes efectos tipo cuero, chocolate y otras variedades tonales.
Guía para no equivocarse con las baldosas en nuestra casa
Juan Arias recomienda “optar por materiales que eviten la penetración del agua y de otras sustancias (por ejemplo, grasas) pero que además permitan al barro respirar, como son los complejos de ceras parcialmente modificadas”. Estos productos también se utilizan con un fin estético, ya que permiten realzar o intensificar el color original de la baldosa, obteniéndose interesantes efectos tipo cuero, chocolate y otras variedades tonales.
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Esmaltado: Otra opción de acabado es la que se obtiene esmaltando de forma artesana la cara superior de la pieza de barro. Hasta ahora estos esmaltes eran menos resistentes a la abrasión que los azulejos fabricados con técnicas más modernas, por lo que este recurso se utilizaba para dar pinceladas de color en composiciones formadas en su mayoría por piezas con acabado natural. Actualmente se aplican nuevos procesos de cocción que permiten obtener un producto que combina el carácter y la textura de la terracota manual con el mejor mantenimiento y limpieza de cualquier otro producto esmaltado.
Formatos. Un pavimento de barro natural puede estar compuesto por sencillas baldosas cuadradas, rectangulares y hexagonales pero también se pueden realizar intrincadas composiciones con piezas estrelladas inspiradas en la tradición islámica.
Por otro lado, resulta muy atractivo disponerlo enmarcado con vigas de madera. La combinación del barro y la madera es una solución ideal para casas de estilo rural.
Baldosas geométricas: Un revestimiento que es tendencia
Por otro lado, resulta muy atractivo disponerlo enmarcado con vigas de madera. La combinación del barro y la madera es una solución ideal para casas de estilo rural.
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Novedades. Los revestimientos de barro natural se han modernizado mucho, no solo en cuanto a técnicas de fabricación sino también en su diseño. Un ejemplo destacable, por original, es la colección Tao de la marca Decorativa, en la que las piezas se componen de una serie de barritas de barro montadas sobre una malla.
Más imágenes de patios aquí
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Mantenimiento. Los pavimentos de barro no tratados suelen perder con el paso del tiempo su brillo original y adquieren un tono blanquecino, producido por los sedimentos de cal que contiene el agua que se utiliza para limpiarlos. Para recuperar el tono original, hay que usar a diario una mezcla de agua y vinagre. Posteriormente se ha de aplicar un tratamiento impermeabilizante.
Cuando el suelo está protegido, diariamente solo es necesario un suave cepillado y pasar después la mopa humedecida. Semanalmente se pueden fregar con agua y jabón neutro o con productos recomendados por empresas especializadas. No se deben utilizar detergentes, alcoholes, lejías o amoniacos que puedan alterar los productos de protección.
¿Y TÚ?
¿Qué es lo que más te gusta de este tipo de revestimientos? ¿Los pondrías en casa? ¿Dónde? Cuéntanoslo en la sección de comentarios.
Cuando el suelo está protegido, diariamente solo es necesario un suave cepillado y pasar después la mopa humedecida. Semanalmente se pueden fregar con agua y jabón neutro o con productos recomendados por empresas especializadas. No se deben utilizar detergentes, alcoholes, lejías o amoniacos que puedan alterar los productos de protección.
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¿Qué es lo que más te gusta de este tipo de revestimientos? ¿Los pondrías en casa? ¿Dónde? Cuéntanoslo en la sección de comentarios.
Aunque no pueden ser comparados a nivel de resistencia con los producidos industrialmente, este tipo de revestimientos cerámicos artesanales aportan una atmósfera muy especial y agradable a los espacios en los que se instalan. Su estructura porosa proporciona equilibrio climático y la convierte en una superficie ideal para los sistemas de calefacción por suelo radiante.
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