Pregunta al experto: Cómo cuidar y vivir el jardín en febrero
Los días se van alargando y la naturaleza vuelve a la vida en esta época, sobre todo, con los cuidados adecuados.
Febrero es un mes de curiosos contrastes. Por un lado, es cuando suelen darse las temperaturas mínimas del año, las que se obtienen de manera puntual en las llamadas olas de frío, que son rachas heladoras que llegan a nosotros empujadas por vientos poderosos que se dan en este mes, generalmente del este (siberianos) o del norte (polares). Pero, por otro lado, en febrero se dan también los primeros soles apreciables y benefactores del año. Esos soles que anuncian que el calor volverá y que traen consigo ese reconfortante sentimiento de que en esta vida todo es cíclico.
El campo presenta este mes dos polos opuestos representados en cultivos arbóreos preponderantes, como son el almendro (Prunus dulcis) y el olivo (Olea europaea). Mientras este último finaliza su recolección, que comenzó el mes pasado, incluso con hielo adherido a los frutos, el almendro afianza su fama de madrugador, llenándose de flores blancas muy pronto y peligrando fatalmente si se le ocurre sobrevenir a alguna helada tardía –que siempre pasa– dejando los árboles como meros testigos verdes e improductivos para el resto del año.
Esto viene a demostrar que solo se logran almendras en las comarcas adecuadas de toda la vida. Plantar almendros en zonas frías es algo parecido a tratar de importar a un jardín de la zona centro especies del litoral como buganvillas o rosas chinas: un trabajo e ilusiones baldías.
Si el año anterior se han realizado las plantaciones correctas, no tiene por qué faltar el color en el jardín durante el mes de febrero. En primer lugar, empezarán a aparecer los primeros bulbos plantados en otoño, aunque de momento lo que más se verán probablemente sean sus matas de hojas carnosas y grises; son los narcisos, jacintos, crocus, muscari…
Pero los arbustos madrugadores son las verdaderas joyas en este mes. Los cornus de ramas de colores, capitaneados por Cornus alba (en la fotografía), nos deleitan con matas rojas o amarillas que pronto habrá que podar. Las bayas aceradas de las mahonias (Mahonia aquifolium), así como las sencillísimas y rojas de los membrilleros de flor (Chaenomeles japónica) también pertenecen a este grupo.
Jardines difíciles: 8 respuestas concretas a 8 problemas comunes
Pero los arbustos madrugadores son las verdaderas joyas en este mes. Los cornus de ramas de colores, capitaneados por Cornus alba (en la fotografía), nos deleitan con matas rojas o amarillas que pronto habrá que podar. Las bayas aceradas de las mahonias (Mahonia aquifolium), así como las sencillísimas y rojas de los membrilleros de flor (Chaenomeles japónica) también pertenecen a este grupo.
Jardines difíciles: 8 respuestas concretas a 8 problemas comunes
El paisaje se irá convirtiendo en una acuarela verde, ocre y blanco en la que, a poco que salgan unos rayos de sol, los matices llegan a ser muy variados.
También es un buen momento para buscar entre la hojarasca del invierno las últimas trufas negras (Tuber melanosporum), escondidas bajo tierra al pie de encinas, robles, avellanos o alcornoques, si su entorno es alcalino y pedregoso. Son abundantes en Cataluña, Valencia, Soria, Teruel, Guadalajara, Cuenca… ¿Sabes a cuánto se cotiza un kilo de trufas negras? ¡Más de 100 € el gramo! Eso sí, tendrás que contar con un buen perro para descubrirlas.
Es tiempo asimismo de poda de frutales. Con la leña cortada aquí y allá, es habitual divisar en el horizonte columnas de humo procedentes de las casas de campo, que se defienden así del frío cortante del este, que compartimos en ciertos días de febrero con Siberia.
Es tiempo asimismo de poda de frutales. Con la leña cortada aquí y allá, es habitual divisar en el horizonte columnas de humo procedentes de las casas de campo, que se defienden así del frío cortante del este, que compartimos en ciertos días de febrero con Siberia.
En este mes no son de temer plagas ni enfermedades en las plantas del jardín, a excepción de la oruga procesionaria (Thaumatopoea pityocampa), que puede causar más de una urticaria a las personas y mucho más a los animales domésticos. Si no la trataste a finales de verano (momento de su puesta), seguro que ahora ciertas coníferas, como pinos piñoneros, canarios o de Halepo (Pinus pinea, canariensis y halepensis), presentan bolsones de esta peluda y urticante oruga. Corta las ramas afectadas y quémalas, o trata las bolsas con un insecticida ablandador de la quitina, o uno biológico, como Bacillus thuringiensis.
El peligro del tiempo en febrero reside más en los daños que las bajas temperaturas puedan causar en el jardín. Como decíamos, este mes acoge de manera estadística las temperaturas mínimas absolutas del año. Suelen ser rachas de aire gélido polar o siberiano que se dejan caer unos días por nuestras tierras y hacen bajar los termómetros a los diez grados bajo cero y aún menos. Pero eso no es impedimento para que los bulbos naturalizados, como estos narcisos, emerjan sin problema desde las entrañas de la tierra. Por lo demás, habrá que tener cuidado con las plantaciones recientes, a las que habrá que proteger.
Más ideas e inspiración en la sección ‘Exterior’ de la Revista Houzz España
Más ideas e inspiración en la sección ‘Exterior’ de la Revista Houzz España
Por otro lado, en febrero comienza el desborre (engrose de las yemas antes de la brotación) de casi todas las especies arbóreas, mostrándonos que se encuentran en perfecto estado vital y que desplegarán gran actividad el mes que viene. Eso no exime de que efectúes el último de los tratamientos a tus árboles y arbustos con aceite mineral suave (llamado de verano), para prevenir las plagas de la futura época cálida. Es posible que caiga alguna nevada, que te obligará a sacudir las ramas de las plantitas más delicadas. En la imagen, un precioso magnolio de flor (Magnolia soulangeana).
En febrero también se pueden dar preciosos tapices de flores en el jardín. Para eso están las especies bienales y bulbosas tempranas como iris, caléndula, pensamiento, margarita de los prados o la más popular de todas, la primavera o prímula de la fotografía (Primula malacoides). Todas estas plantas se siembran en otoño, nacen antes del invierno y ahora están listas ya para desplegar sus corolas de todos los colores hasta mayo.
Cómo crear un rincón de ensueño en el jardín
Cómo crear un rincón de ensueño en el jardín
Las flores amarillas de los cornejos o cerezos de verano (Cornus sanguinea) y rosa de los durillos (Viburnum tinus) son ejemplos de grupos de arbustos de floración invernal que se pueden dar en medio de cualquier pradera. Así pues, no hay razón para que el jardín no tenga flores en cualquier mes.
Búsqueda de PROFESIONALES: Encuentra en Houzz a los mejores paisajistas y expertos en el diseño de jardines
CUÉNTANOS…
¿Qué cuidados especiales realizas en tu jardín durante este mes? Comparte tus trucos en la sección de comentarios
Búsqueda de PROFESIONALES: Encuentra en Houzz a los mejores paisajistas y expertos en el diseño de jardines
CUÉNTANOS…
¿Qué cuidados especiales realizas en tu jardín durante este mes? Comparte tus trucos en la sección de comentarios
¿Quieres disfrutar ya de las flores? Planta un buen macizo de primaveras (Primula) de todos los colores. Y no olvides que el árbol del amor (Cercis siliquastrum), como el de la fotografía, también comienza a despertar ahora.
Planta especies de bayas en el jardín y disfruta de sus colores