Mamparas de ducha: Haz del baño un espacio más amplio y luminoso
Gana además en comodidad con una mampara. Te contamos qué posibilidades hay para que escojas el modelo más apropiado para tu ducha.
Las cortinas de ducha pueden ser muy decorativas y fáciles de cambiar, pero lo cierto es que las mamparas son más eficientes a la hora de evitar que el agua salpique fuera de la ducha. Pero más allá del factor estético, son muchas las cuestiones prácticas a considerar a la hora de elegir la mejor mampara para nuestro baño, tales como la ubicación de la ducha, el espacio disponible, la accesibilidad de la misma o la facilidad de mantenimiento y limpieza de la mampara. Sea tu baño de dimensiones reducidas o de proporciones generosas, hay una mampara adecuada para cada tipo. Descubre las diferentes opciones y tendencias que existen en el mercado.
Sea cual sea la forma de la mampara y sus dimensiones, la facilidad de apertura y cierre, junto con un fácil acceso a su interior, son tan importantes como su estanqueidad. Los modelos con puertas batientes son los más cómodos y los que ofrecen más espacio de entrada, aunque con el inconveniente de que necesitan un espacio libre en la zona exterior de la ducha para abrir la puerta, del que no siempre se puede contar. Conscientes de ello, algunos fabricantes ofrecen modelos de apertura hacia el interior con sistemas elevables. La mampara OpenSpace, de Duravit (en la imagen), ofrece además la posibilidad de incorporar un espejo en una de las hojas, lo que ayuda a multiplicar aún más la sensación de espacio del baño.
En baños muy pequeños, los modelos plegables son una opción a considerar, ya que el espacio para entrar es prácticamente igual al de la superficie total de la ducha y, lo que es mejor, no necesita espacio libre a su alrededor. Otras opciones son las cabinas que combinan paneles fijos con otros correderos, como la de la imagen, de manera que se consigue una apertura angular amplia con frentes relativamente reducidos. De esta forma, se puede colocar la ducha en cualquier rincón sin que se vea obstaculizada por otros elementos como el mueble bajolavabo o los sanitarios.
La forma de la mampara deberá ajustarse, lógicamente, a la del plato de ducha. Si bien lo más habitual es que éste sea cuadrado o rectangular, también los hay rinconeros, con forma de 1/4 de círculo, que requerirá una mampara con frentes curvos.
Otra cuestión importante es la altura de la mampara, ya que debe proteger de forma eficaz frente a las salpicaduras de agua. Lo más habitual es que tengan una altura de entre 1,80 y 2 metros de alto aunque, en caso de que se necesiten otras dimensiones, puede encargarse un modelo a medida, algo habitual en un producto pensado para adaptarse a todo tipo de espacios.
10 platos de ducha estéticos y funcionales
Otra cuestión importante es la altura de la mampara, ya que debe proteger de forma eficaz frente a las salpicaduras de agua. Lo más habitual es que tengan una altura de entre 1,80 y 2 metros de alto aunque, en caso de que se necesiten otras dimensiones, puede encargarse un modelo a medida, algo habitual en un producto pensado para adaptarse a todo tipo de espacios.
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Walk-In. Si el espacio no es un problema, los modelos de mamparas llamadas walk-in son una de las soluciones más actuales. Se trata de modelos compuestos por uno o dos paneles fijos en las que el acceso suele realizarse por un lateral sin obstáculos ni puertas que abrir. Son ideales para duchas dobles, como la de la imagen, o en espacios abiertos a los que no restan profundidad espacial.
Mamparas de ducha: 10 opciones que se salen de lo típico
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Correderas. Son una de las opciones más habituales, ya que no sólo se adaptan a todo tipo de platos de ducha y espacio disponible, sino que no requieren espacio libre alrededor para abrirse, por lo que son adecuadas en baños pequeños. Las hojas de la mampara se deslizan sobre la guía mediante rodamientos, generalmente dobles para garantizar su suavidad y resistencia, y pueden incorporar mecanismos como cierres amortiguados o magnéticos, para evitar golpes y gestos bruscos que podrían dañar los herrajes.
Buenos materiales. El vidrio templado de seguridad es el material estrella para las mamparas de baño actuales. Resulta prácticamente imposible de romper, gracias a su proceso de fabricación y a su presentación en grosores que van desde los 5 hasta los 8 milímetros. En caso de accidente se rompe en trozos muy pequeños y redondeados, lo que evita posibles cortes. Si bien la tendencia mayoritaria son las mamparas totalmente transparentes, también se presentan en acabados ahumados, matizados, serigrafiados e incluso con impresiones digitales que permiten personalizar cualquier espacio y ofrecer privacidad.
En cuanto a los perfiles –reducidos a su mínima expresión– suelen ser de aluminio, un material duradero y resistente a la corrosión, en acabados cromados, anodizados o incluso lacados en cualquier color. Cuando se trata de herrajes decorativos, el acero inoxidable es también un material a considerar, aunque menos empleado.
Azulejos de ducha: Ideas prácticas sin renunciar al estilo
En cuanto a los perfiles –reducidos a su mínima expresión– suelen ser de aluminio, un material duradero y resistente a la corrosión, en acabados cromados, anodizados o incluso lacados en cualquier color. Cuando se trata de herrajes decorativos, el acero inoxidable es también un material a considerar, aunque menos empleado.
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Más prácticas. Una superficie acristalada continuamente sometida a las salpicaduras puede ser la pesadilla de cualquiera por lo que se refiere a su limpieza. De ahí que sea muy recomendable elegir un modelo que incorpore algún tratamiento superficial que facilite esta ardua tarea. Los nuevos procedimientos a los que las mamparas se someten hacen que las gotas de agua resbalen y no dejen incrustaciones de cal en la superficie, con lo que el tiempo que hay que dedicar a mantener la mampara impoluta se reduce sensiblemente.
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