Iluminación
Luz en el dormitorio: Claves para que sea perfecta
Te contamos cómo hacer que sea funcional y al mismo tiempo capaz de crear una atmósfera serena y relajada que invite al descanso.
La luz, aunque se antoje como incorpórea, es un elemento decorativo de primer orden y es capaz de transmitir las más variadas sensaciones. Es por ello que, sin olvidar los criterios prácticos que deben imperar en cualquier proyecto lumínico, al abordar el del dormitorio conviene hacer especial hincapié en factores como la calidez y la intensidad de las luminarias y el uso de pantallas o elementos que maticen la iluminación para crear una atmósfera acogedora y envolvente. Te explicamos cómo traducir todo esto de la manera más práctica para sacar el máximo partido a una de las estancias más personales de la casa.
Los plafones para colocar en el techo –siempre con pantallas matizadas y colocados de forma que no deslumbren cuando se está en la cama– y los apliques murales de luz indirecta son las mejores fuentes de iluminación general para un dormitorio. Una alternativa muy funcional, si el dormitorio tiene falso techo, es colocar focos empotrados situados estratégicamente para que su haz de luz se reparta de forma homogénea por el espacio. Los downlights con tecnología led ofrecen una luz muy parecida a la natural, son muy finos y requieren muy poco hueco para su instalación.
Lámparas contemporáneas que recuperan el cristal
Lámparas contemporáneas que recuperan el cristal
Como en el resto de estancias de la casa, la iluminación del dormitorio debe partir de una adecuada luz general que no deje rincones en sombra, pero que al mismo tiempo sea cálida y no demasiado potente. Para ello, al margen del tipo de lámpara que vayamos a utilizar, el nivel de iluminación general recomendado por los expertos es de 250 luxes (lúmenes por metro cuadrado). Para lograrlo, se aconseja el uso de bombillas de potencia media (20 w), preferiblemente de tecnología led –que garantizan una mínima emisión de calor y una máxima eficiencia energética– y con una temperatura de color cálida (3000 K). Toda esta información suele incluirse en el embalaje de las luminarias.
En estancias espaciosas, las lámparas de pie son un buen complemento a la iluminación general que permitirá generar una atmósfera más íntima cuando sea necesario. Esta opción confiere un gran protagonismo a la luminaria así que es importante que el modelo encaje con el estilo del dormitorio porque no pasará desapercibido. En cuanto a las pantallas, lo mejor es elegirlas opacas, de tela, papel o vidrio matizado, ya que filtran la luz creando una atmósfera más íntima. Éstas son de Faro Barcelona.
Una vez resuelta la iluminación general, es el momento de centrarse en la ambiental, decisiva en una estancia como el dormitorio en la que debe primar la calidez y el confort. Puesto que se trata de una iluminación con una gran función decorativa, aquí es muy importante tener en cuenta el diseño de las lámparas. La opción más habitual es colocar sendos modelos de sobremesa a ambos lados de la cama sobre la mesilla, aunque también las hay de pared o de suspensión para este fin.
Luz de papel: Lámparas de origami para darle un toque cálido a tu casa
Luz de papel: Lámparas de origami para darle un toque cálido a tu casa
Una lámpara de sobremesa o incluso de pie, aunque siempre con brazo orientable o flexible, es una alternativa muy versátil por su movilidad y por la posibilidad que ofrecen de utilizarse en distintos puntos de la habitación. Deben ofrecer una luz directa y bien focalizada, que evite la fatiga visual y no deslumbre.
¿Qué tipo de luz me conviene para leer en la cama?
¿Qué tipo de luz me conviene para leer en la cama?
Mención aparte merece el poder de la iluminación perimetral en ciertos elementos de mobiliario, tales como el cabecero o incluso la parte inferior de la cama en los modelos volados mediante tiras de led. Disponibles incluso en materiales flexibles que permiten adaptarlas a cualquier perfil, algunas versiones pueden cambiar el color de la luz mediante mandos a distancia para crear distintas ambientaciones.
Leer, elegir la ropa del día o maquillarse son solo algunas de las actividades que se realizan a menudo en el dormitorio y que requieren de una iluminación puntual, que aporte mucha visibilidad y la mejor reproducción cromática posible sin ser excesivamente potente. Como se trata de una iluminación muy específica, se debe diseñar en función de la actividad a la que se vaya a destinar. Así, por ejemplo, para leer en la cama, los apliques situados en la pared a ambos lados de esta o en el cabecero son uno de los recursos más habituales.
Iluminación: Claves para que la luz natural inunde tu casa
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Las zonas de vestidor o tocador demandan una luz potente y clara que reproduzca los colores con fidelidad, para lo que se recomienda una temperatura de color algo más fría que la del resto de la estancia. Lo más indicado es iluminar estas zonas con pequeños focos empotrados en el techo o apliques de pared, preferiblemente orientables para minimizar las zonas de sombra. Asimismo, pese a su luz blanca e intensa, se desaconsejan las lámparas halógenas en estas zonas por su elevado consumo y el calor que desprenden.
Lámpara Coderch: Un farolillo de láminas de madera y tres tonos de luz
Lámpara Coderch: Un farolillo de láminas de madera y tres tonos de luz
Pantallas troqueladas, guirnaldas decorativas, farolillos e incluso composiciones con ramas como esta, los recursos decorativos para crear atractivos e ingeniosos juegos de luces que enriquezcan la iluminación ambiental del dormitorio y que respondan a los distintos estados de ánimo son prácticamente infinitos.
CUÉNTANOS…
¿Sabes algún truco para crear una bonita iluminación ambiental en el dormitorio?
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