Jardín de la semana: Sol, cipreses y música en el sur de Francia
Rodeado de olivos, cipreses, lavandas y con una moderna piscina, este jardín en Luberon da pie a largas tardes de sol.
Cuando los dueños descubrieron este jardín en Luberon, a sur de Francia, estaba completamente abandonado. Parecía como si la Bella Durmiente del cuento siguiera durmiendo aquí todavía. Sin embargo, el terreno era perfecto para construir un jardín mediterráneo…: tal y como ellos querían. Las paisajistas Christelle Gauthiert y Darouny Ditthavong se han encargado del proyecto y, entre otras cosas, han reformado la piscina y añadido una moderna terraza. El resultado: un oasis de olivos, cipreses, lavandas, sol y agua.
Dos aspectos eran importantes: “Al ser una casa de fin de semana, el jardín tenía que ser fácil de cuidar y, además, el estilo debía ser muy provenzal: acorde con la zona en la que nos encontramos”, cuentan las autoras.
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La piscina se amplió hasta los 15 x 4 metros. El suelo de la terraza es de madera de ipe machihembrada; de esta forma se prescinde de los tornillos. Las paisajistas explican: “En Luberon es importante utilizar una madera resistente porque hay cambios bruscos de temperatura. La madera de ipe es ideal porque debido a su bajo contenido en agua no se contrae”.
En el sur de Francia son muy típicas las tapias de piedra natural. A la vez que aportan un toque moderno, estructuran el terreno. Junto a la pradera de césped, los cipreses y las lavandas dominan el jardín.
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Los dueños querían mantener el muro que se encuentra junto a la piscina. “El muro tenía un color amarillento horrible, así que lo pintamos de blanco”, explican las paisajistas. También se renovó la tapia que rodea la finca con un tipo de piedra estriada que aporta un look más moderno.
“Los dueños han tenido suerte –dice una de las paisajistas: los anteriores propietarios eran unos apasionados de la jardinería y plantaron un montón de árboles, sobre todo pinos y tejos”. En el diseño del nuevo jardín se han incorporado algunos cipreses y se ha dotado a la piscina de un sistema de iluminación completo.
Se ha construido una plataforma por encima del muro a modo de terraza. Desde allí se puede observar el paisaje de los olivares de la finca. Está hecha de madera maciza y tiene dos escaleras a ambos lados como acceso. En los escalones hay unas luces led que por las noches hacen un efecto especial, como si las escaleras estuvieran flotando.
Se ha construido una plataforma por encima del muro a modo de terraza. Desde allí se puede observar el paisaje de los olivares de la finca. Está hecha de madera maciza y tiene dos escaleras a ambos lados como acceso. En los escalones hay unas luces led que por las noches hacen un efecto especial, como si las escaleras estuvieran flotando.
La antigua caseta de herramientas, junto a la piscina, se ha transformado en un pequeño porche que sirve para tomar algo y relajarse tras el baño.
A ella se accede por un camino de tablas de madera de ipe, que es una continuación del suelo que rodea la piscina. En el muro de piedra se ha integrado un banco. “Los propietarios querían una tapia con un tipo de piedra de color natural, casi blanco. La conseguimos en una cantera de la zona”, cuenta la dueña.
A ella se accede por un camino de tablas de madera de ipe, que es una continuación del suelo que rodea la piscina. En el muro de piedra se ha integrado un banco. “Los propietarios querían una tapia con un tipo de piedra de color natural, casi blanco. La conseguimos en una cantera de la zona”, cuenta la dueña.
Como los dueños sólo disfrutan de la casa los fines de semana, el jardín tenía que ser fácil de mantener. Por eso, buscaron plantas resistentes y de larga floración como la salvia o las lavandas. También hay parterres con arbustos de tomillo plantados simétricamente que parecen pequeñas bolitas. El tomillo no se hace muy ancho pero con el tiempo crece en altura. En el centro, un olivo refuerza el carácter mediterráneo del jardín.
Unas columnas color antracita sostienen un toldo-vela sobre la que, en breve, será la zona de comedor. El toldo está provisto de pequeños agujeros que dejan pasar el viento y la lluvia. Dentro del cilindro (a la izquierda, en la imagen) se esconde un altavoz de exterior. Se puede manejar desde el teléfono móvil. A los dueños les encanta escuchar música en el jardín.
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Aquí descansa: una pareja que reside en París
Situación: Luberon, Provenza, Francia
Superficie: unas cinco hectáreas
Proyecto: Conceptuelles Paysage et Décoration
Fotografía: Boigontier Photographies
Antes de que los paisajistas comenzaran con el proyecto del jardín, la prioridad fue sanear la piscina. “Los propietarios, una pareja de París, usan la casa como casa de fin de semana, pero su deseo es mudarse aquí algún día y por eso el diseño del jardín era muy importante”, cuentan las paisajistas.