Iluminación
Iluminación: Consigue la luz apropiada con lámparas de bajo consumo
Cada espacio se identifica con un tipo de iluminación, aprende cómo lograr la adecuada con las nuevas fuentes de luz que consumen menos.
Hace tiempo que hemos empezado a sustituir las bombillas incandescentes por fuentes más eficientes, que duran más, se calientan menos y ahorran entre un 30 y un 80% de energía. Sin embargo, aún no conocemos muy bien cómo y dónde emplearlas o su equivalencia y andamos perdidos a la hora de hacer que los ambientes no pierdan en calidad lumínica. Aquí tienes las claves para conseguirlo.
Cada espacio se identifica con un tipo de luz. La zona de estar necesita fundamentalmente una iluminación cálida y acogedora, que conviene además que sea atractiva. En esta parte de la casa suelen convivir diferentes actividades que requieren distintos tipos de luminarias: de sobremesa, de pie, de techo, para lectura, una luz básica más acentos puntuales, de suspensión para el comedor o espacios de doble altura…. Sin embargo, todas tienen que tener en común una temperatura de color cálida y una buena reproducción de los colores.
Con la temperatura de color se define el grado de calidez o frialdad que emite una fuente de luz. Se mide en grados Kelvin. Lo ideal sería quedarse por debajo de los 3.300ºK, siendo 2.700ºK el color más cálido y recomendado para las zonas de estar. El otro índice que hay que controlar es el de reproducción cromática (IRC), que afecta a los colores, siendo 100 su tope, es decir el que reproduce mejor el color de los objetos.
Con la temperatura de color se define el grado de calidez o frialdad que emite una fuente de luz. Se mide en grados Kelvin. Lo ideal sería quedarse por debajo de los 3.300ºK, siendo 2.700ºK el color más cálido y recomendado para las zonas de estar. El otro índice que hay que controlar es el de reproducción cromática (IRC), que afecta a los colores, siendo 100 su tope, es decir el que reproduce mejor el color de los objetos.
Además de la reproducción de los colores y la temperatura, nos queda por determinar la intensidad luminosa de cada bombilla. Con las incandescentes, la elegíamos según los vatios que consumían: 60W, 75W, 100W. Pero la potencia solo indica la energía que consume la lámpara. Con las nuevas bombillas LED, FLC (fluorescente compacta) y halógenas ahorradoras, tiene más sentido hablar de flujo luminoso, que es la cantidad de luz que emite cada bombilla y que se mide en lúmenes (lm). Esta nueva forma de medir nos lleva a hablar de la eficacia de la tecnología lumínica (lm/w), siendo la de LED de 7 a 8 veces mayor que la de las bombillas incandescentes, y por tanto la que emite más lúmenes por vatio consumido. Así también, te resultará más fácil encontrar las equivalencias.
Por ejemplo, si en la mesa del comedor o en la barra de la cocina tenías una lámpara de 75W, que equivale a un flujo luminoso de alrededor de 940 lm, para el reemplazo busca la fuente que más se acerque a este parámetro: una tipo LED de 16W que emite un flujo luminoso de 880 lm.
Cuando se trata de una mesa, convendrá ajustar más la elección y decantarse por una bombilla led reflectora, para evitar deslumbramientos. Te interesará saber también que las luces led se pueden regular con un dimmer, así podrás bajar la intensidad de la luz y crear diferentes escenas lumínicas. En esta sustitución no te olvides de controlar el tipo de casquillo que empleaba tu luminaria, siendo el E27 la rosca más frecuente.
Claves para acertar con la iluminación de la mesa del comedor
Cuando se trata de una mesa, convendrá ajustar más la elección y decantarse por una bombilla led reflectora, para evitar deslumbramientos. Te interesará saber también que las luces led se pueden regular con un dimmer, así podrás bajar la intensidad de la luz y crear diferentes escenas lumínicas. En esta sustitución no te olvides de controlar el tipo de casquillo que empleaba tu luminaria, siendo el E27 la rosca más frecuente.
Claves para acertar con la iluminación de la mesa del comedor
Como ves, son muchos los puntos que hay que tener en cuenta, las bombillas no deben elegirse al azar. Por suerte, toda esta información la tienes reflejada en los envases. Sin embargo, hay una cuestión que depende más de la sensibilidad de cada uno y es la percepción que tenemos de la luz dentro del espacio. Conviene, en este sentido, que no haya saltos muy bruscos de tonalidad lumínica entre las distintas lámparas.
Si mezclas distintas fuentes, por ejemplo luz led con halógenas ahorradoras, aunque ambas tengan una temperatura cálida, las de tipo LED tienden a dar una luz más fría. Por eso, es conveniente ubicar las luminarias LED en zonas de actividades ocasionales, como en flexos de lectura o en las lámparas de suspensión del comedor.
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Por otro lado, si lo que buscas es calidad lumínica, elige bombillas halógenas eco (por ejemplo, 35W/550lm, equivale a la 50W de antes). Son entre un 30 y un 43 por ciento más eficientes que las halógenas convencionales y su gran ventaja radica en que emiten una luz brillante, similar a la del sol, lo que le permite competir con materiales oscuros o muy texturizados, que suelen comerse la luz. Otra ventaja es que puedes elegir haces de luz más cerrados, lo que te da más juego a la hora de emplearlas como iluminación de acento. También son regulables.
La luz emitida por una bombilla eficiente puede matizarse. Hay una premisa básica que aporta calidad a los ambientes y es que no se tiene que ver la bombilla, sino su luz. Y mejor si se tamiza antes mediante un difusor de un material que difumine bien la luz, como el poliéster, el policarbonato, la fibra de vidrio, la madera o mediante un diseño que emita la luz por retroiluminación.
Otra opción es trabajar con la reflexión de la luz en una pared o en una superficie de color cálido. Un reflector orientable, te puede ofrecer esta alternativa de uso, que también consigues con un difusor de color. También hay aplicaciones que permiten desde el smartphone o la tablet configurar escenas lumínicas.
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En el exterior hay que tratar de hacerla interactuar con la iluminación del interior. Los interruptores con dimmer, te permitirán atenuar la intensidad de la luz, según la atmósfera que necesites (entre las FLC, sólo algunas admiten regulación). En general, conviene evitar excesos y que la iluminación sea sutil, baja e indirecta.
CUÉNTANOS…
¿Ya utilizas fuentes de luz de bajo consumo? Comparte en los comentarios tus trucos a la hora de emplearlas para crear diferentes atmósferas.
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Una general desde el techo, te dará un bañado suave sobre paredes y suelos. También puedes usarla como luz de acento para destacar un cuadro o un detalle arquitectónico. Este tipo de iluminación te brinda una atmósfera a la vez que te orienta en tus recorridos. Pero se ha de complementar con otra de carácter ambiental, que interactúe con el mobiliario y te dé más opciones de uso, como zona de lectura, de estar… Las más específicas son las puntuales y concentradas sobre un plano, como las que necesitamos sobre una mesa de comedor o una isla de cocina. Por último, hay otro tipo de iluminación meramente funcional que no puede faltar para poder desarrollar actividades determinadas, como por ejemplo en la cocina y el baño.