Ideas para mezclar colores y estampados en la ropa de cama
Es una manera fácil y rápida de modificar el aspecto de una habitación invirtiendo poco dinero. Te contamos cómo combinarlos con acierto.
Uno de los grandes recursos para cambiar el look de tu dormitorio con facilidad y en un segundo es renovando el juego de cama. La solución más sencilla, con éxito asegurado, pasa por seleccionar sábanas, fundas nórdicas y plaids en tonos blancos o neutros. Pero, ¿por qué nos cuesta tanto utilizar colores y estampados más atrevidos o densos? Quizá porque parece que fuera más fácil equivocarse y, en algunos casos, así podría ser, pero si sigues estos consejos podrás aventurarte a vestir tu cama mezclando tonalidades y estampados muy diversos de forma original y totalmente acertada.
Si eliges cualquier tono de gris como base para los textiles de tu cama, podrás mezclarlo con cualquier otro color. Más o menos intenso o vibrante, pálido o muy vigoroso, el resultado será siempre acertado. Dentro de la gama de los amarillos y naranjas, un tono melocotón o mostaza te aportará un toque vivo y alegre, sobre todo si en tu dormitorio el blanco es el gran protagonista. No dudes en introducir alguna pieza estampada con motivos geométricos, una de las tendencias de la temporada.
Los boutís, inspirados en las colchas originales fabricadas en el sur de Francia a partir del siglo XVII, son un recurso ideal para vestir la cama. Cuando se realizan en forma de patchwork, cosiendo diferentes tipos de telas estampadas formando cuadrados, pueden servir para introducir una gran variedad de colores y diseños en la habitación, sobre todo florales con una selección cromática muy viva y alegre.
Se trata de prendas acolchadas, confeccionadas como los edredones, con dos telas y relleno, que en la mayoría de casos son además reversibles. Si utilizas sábanas blancas para completar el conjunto, todo el protagonismo recaerá en el boutí. Si quieres dar más fuerza a la composición, tan sólo necesitas elegir uno o varios de los colores presentes en este tipo de colcha y emplearlo en cojines y almohadones, así además evitarás caer en excesivas estridencias.
Conoce qué textiles y estilos serán tendencia este otoño
Se trata de prendas acolchadas, confeccionadas como los edredones, con dos telas y relleno, que en la mayoría de casos son además reversibles. Si utilizas sábanas blancas para completar el conjunto, todo el protagonismo recaerá en el boutí. Si quieres dar más fuerza a la composición, tan sólo necesitas elegir uno o varios de los colores presentes en este tipo de colcha y emplearlo en cojines y almohadones, así además evitarás caer en excesivas estridencias.
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Los colores pastel son los más fáciles de conjuntar. Esta propuesta combina la gama más pálida de amarillos y rosas con distintos tonos de gris y pinceladas en blanco y negro. Utilizar grises y blancos como elemento cromático básico propociona el lienzo perfecto para reducir la carga cursi que el empleo de tonos pastel corre el riesgo de aportar a un ambiente.
Los tonos pastel invaden toda la casa
Los tonos pastel invaden toda la casa
Para dormitorios infantiles o juveniles con más de una cama en la misma habitación, juega con distintos elementos textiles para vestir cada una de las piezas. No todo tiene por qué ir perfectamente a conjunto, pero busca un denominador común que te ayude a crear un efecto armónico. Atrévete con motivos estampados, como en este caso, de grandes diseños florales y vegetales con una misma paleta de color en rosa, verde y azul. O combina los diferentes tonos en los que está disponible un mismo estampado. Una buena manera de personalizar cada cama de forma original y muy vistosa.
También se puede vestir la cama utilizando colores flúor, una opción muy atrevida y alegre que si no se aplica correctamente, sobre todo en el dormitorio, puede llegar a entorpecer el equilibrio y sensación de relajación que esta estancia precisa ya que estos colores transmiten energía y estimulación. Utilízalos para crear una habitación divertida y osada sobre una base muy neutra, en la que el blanco sea la opción cromática principal en suelos, paredes y mobiliario. Es otra opción ideal para dormitorios juveniles.
Aunque el amarillo es un color difícil de combinar, y por ello en general se tiende a coordinar con blancos, grises y negros para asegurar la jugada, prueba a hacerlo con el azul. Eso sí, elige tonalidades que tengan el mismo tipo de intensidad: con un amarillo vibrante utiliza un azul intenso, pero si el amarillo es más pálido procura que el azul también lo sea.
Color en el dormitorio: Atrévete con textiles muy distintos
Color en el dormitorio: Atrévete con textiles muy distintos
Si tienes muy claro y definido cuál es tu color favorito, entonces puedes decantarte por una combinación monocromática. Utiliza todos los matices que te ofrezca el tono elegido no solo para la ropa de cama sino también en otros elementos textiles. Conseguirás una ambientación muy armónica y serena, y siempre con un toque de color que te agradará.
Y si eres de aquellos osados que te atreves con todo, te proponemos que vistas tu cama según la tendencia del color block. Se trata de combinar los textiles de la cama con colores opuestos o complementarios, con el fin de hacer destacar el color por encima de cualquier otro elemento, gracias al contraste que esto genera. Aunque la definición original se basa en la utilización de colores lisos, también puedes arriesgarte con estampados a modo de lienzos a todo color, como en este dormitorio.
¿Y TÚ?
¿Mezclas colores y estampados en la ropa de cama de tu dormitorio? Sube una foto en los comentarios para que tu diseño nos sirva como inspiración.
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