Hazlo tú mismo
Hazlo tú mismo: Aprende cómo transferir una foto a una puerta de madera
Si te gusta la fotografía y quieres personalizar alguna superficie de madera con una imagen que te guste, emplea esta sencilla técnica.
Aunque el proceso sea sencillo, requiere cierto rigor, así que realiza cada paso con mucho cuidado. Para empezar, tienes que fotocopiar y ampliar la fotografía al tamaño que la quieras transferir con una impresora láser. Las tiendas de reprografía realizan fotocopias láser a color a precios razonables, incluso hasta en formato A3. Si puedes elegir, escoge un papel fino con muy poco gramaje.
Ten en cuenta que esta técnica reproducirá una imagen en espejo de tu foto. Si quieres que la fotografía te quede al derecho, como es lógico, tendrás que voltearla antes de imprimirla con un programa de tratamiento de imágenes. Si no sabes cómo, puedes pedirle al reprógrafo que lo haga en el momento de realizar la copia.
Ten en cuenta que esta técnica reproducirá una imagen en espejo de tu foto. Si quieres que la fotografía te quede al derecho, como es lógico, tendrás que voltearla antes de imprimirla con un programa de tratamiento de imágenes. Si no sabes cómo, puedes pedirle al reprógrafo que lo haga en el momento de realizar la copia.
Material:
- Una fotocopia láser de la imagen que quieres transferir
- Regla y lápiz
- Cinta adhesiva
- Papel de lija fino
- Barniz-cola para transferencia de imágenes
- Un brocha
- Una esponja
- Cinta de enmascarar negra
Prepara la puerta. Limpia y lija suavemente la puerta hasta que quede lisa y sin asperezas, ya que estas podrían perforar el papel y arruinar el proceso posterior de encolado. Elimina el polvo del lijado con un paño seco.
Haz pruebas. Una vez que hayas transferido la foto a la puerta, ya no habrá marcha atrás y no la podrás mover para que quede más alta o baja. Por eso es importante estudiar bien dónde la quieres poner y asegurarte de que te gusta antes de realizar el estampado final.
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Alinea y marca. Para que quede perfectamente recta y centrada, ayúdate de las propias líneas o molduras de la puerta para hallar su centro, trazando por ejemplo diagonales. Luego reproduce a lápiz el contorno de tu imagen, sin contar el marco blanco de la fotocopia, y comprueba que está centrado y bien alineado.
Aplica el barniz-cola. Extiende con una brocha el producto para transferencia de imágenes en la superficie donde irá la foto y que has marcado en la puerta en el paso anterior. Aplícalo de arriba abajo, procurando que no quede ninguna zona sin encolar. Cuando está fresco, con acercarte se ve bien donde no hay producto.
Coloca el papel. Pega la foto siguiendo las guías que te hayas marcado a lápiz en la puerta, poniendo la cara impresa contra la madera y el barniz-cola que le acabas de aplicar encima. Cuando esté perfectamente colocada, haz presión sobre el papel con la palma de la mano y elimina las burbujas de aire que se hayan podido crear.
Deja secar. Alisa bien todo el papel, incluidos los bordes de la imagen, con cuidado de no desgarrar el papel. Deja que se seque, una vez pegado a la puerta, durante toda una noche.
Pasa la esponja. Humidifica la esponja sin que se empape demasiado. Escúrrela bien antes de aplicar una capa de agua sobre el papel seco. La fibra del papel se volverá transparente y empezarás a distinguir la imagen.
Hazlo tú mismo: Ten a mano bolsas decoradas con imágenes transferidas
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Retira el papel. A medida que vayas pasando la esponja por el papel, mojándola y escurriéndola a menudo, el papel empezará a formar bolitas. Al frotar, se irán cayendo, es normal, ¡no te preocupes! Poco a poco verás que el papel se va retirando, cediéndole sitio a la imagen.
En esta fase, es conveniente que coloques un papel de periódico o un trapo bajo la puerta para que sea más fácil después recoger las bolitas de papel que irán cayendo al suelo.
En esta fase, es conveniente que coloques un papel de periódico o un trapo bajo la puerta para que sea más fácil después recoger las bolitas de papel que irán cayendo al suelo.
Frota la superficie. Cuando ya no salga mucha más fibra de papel con la esponja, frota la superficie del papel transparente con los dedos. Ojo, ¡no insistas mucho! Deja que el papel salga en pequeños trozos, no intentes que sean grandes.
Paciencia. Esta fase requiere tiempo, poco a poco la imagen irá apareciendo tal y como la recuerdas, con la misma intensidad de colores. Si ves una especie de película blanca que forma como un velo sobre la imagen, es que aún queda fibra de papel por retirar.
Da una última pasada con la esponja. Vuelve a enjuagar la esponja con agua para retirar las últimas bolitas de fibra de papel, y limpia la imagen con cuidado. Esta no se puede borrar, pero si aprietas demasiado o si insistes en algunas zonas, puede que la textura de la madera acabe perforando el estampado y deje marcas.
Como puedes ver aquí, las palabras de la fachada están escritas al revés. En este caso, quisimos conservar la perspectiva de la calle abierta hacia la derecha para que quedara en línea con la apertura de la puerta del dormitorio. Sin embargo, una imagen al revés puede resultar desconcertante, así que no te olvides de voltearla al hacer la fotocopia.
Como puedes ver aquí, las palabras de la fachada están escritas al revés. En este caso, quisimos conservar la perspectiva de la calle abierta hacia la derecha para que quedara en línea con la apertura de la puerta del dormitorio. Sin embargo, una imagen al revés puede resultar desconcertante, así que no te olvides de voltearla al hacer la fotocopia.
Ya tenemos la imagen perfectamente estampada en la puerta, es como magia. Cuando pases el dedo por sus bordes, no notarás ningún relieve ya que la imagen se habrá fundido totalmente con la madera. Los tonos vintage de la foto los elegimos así adrede para darle un efecto envejecido a la puerta del dormitorio.
Enmarca tu imagen. Para darle el toque final, hemos optado por enmarcar la foto con cinta de enmascarar de color negro. Deja un espacio en blanco entre la imagen y el marco a modo de paspartú. Si no tienes cinta de enmascarar negra en casa, puedes usar cinta corriente y pintarla de negro.
Decora con washi tape, una colorista cinta adhesiva de origen japonés
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El resultado es asombroso. Si no conocías esta técnica, te parecerá increíble. El proceso de transferir una foto a una superficie de madera puede aplicarse a muebles o planchas de madera, estén pintados o no. El potencial creativo de este tipo de reproducción es infinito.
CUÉNTANOS…
¿Has transferido imágenes a superficies de madera? ¡Comparte tus fotos y trucos con nosotros en los comentarios!
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