Mundo Houzz
Estilos del mundo: 11 creadores nos abren las puertas de sus estudios
Conoce sus talleres, déjate sorprender por sus obras y descubre cómo sus países de origen han influido en su estilo.
Este artículo forma parte de una serie realizada por el equipo internacional de redactores de Houzz sobre cómo nuestra vida influye en el diseño de los hogares en todo el mundo
El talento, la pasión por su trabajo, la constante búsqueda de inspiración y el empuje de convertir todo eso en su profesión son los rasgos que tienen en común estos once artistas y artesanos de todo el mundo. Viajamos desde París hasta Japón, para visitar sus singulares estudios y talleres. Descubre cómo estos espacios ayudan a sus dueños a dar vida a sus magníficas creaciones.
El talento, la pasión por su trabajo, la constante búsqueda de inspiración y el empuje de convertir todo eso en su profesión son los rasgos que tienen en común estos once artistas y artesanos de todo el mundo. Viajamos desde París hasta Japón, para visitar sus singulares estudios y talleres. Descubre cómo estos espacios ayudan a sus dueños a dar vida a sus magníficas creaciones.
El espacio: El estudio de Marco se encuentra en un antiguo molino de harina. Tras jubilarse, sus propietarios crearon un museo sobre la agricultura tradicional en la planta baja. El nivel de arriba quedó vacío, así que decidieron buscar un artista a quien alquilar el espacio. Marco tuvo la suerte de entrar en contacto con esta familia, mudándose finalmente al molino. “En Milán nunca habría podido tener la oportunidad de contar con un lugar como este ni de gozar de la tranquilidad que aquí se respira”, comenta. Desde la ventana del estudio todavía se puede ver girar la enorme rueda del molino.
Un hito en su trayectoria: Poder colaborar con Augusto Creni, que estudió en el Guitar Institute of Technology de Los Ángeles (conocido ahora como el Musicians Institute) y hoy en día es un conocido guitarrista de Manouche. Augusto siente un gran aprecio por la destreza y el trabajo de Marco y ya le ha encargado varios instrumentos.
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2. Realismo y fantasía en España
Quién trabaja aquí: Arantzazu Martinez, 38 años
Qué hace: Realismo figurativo
Dónde: Madrid
Su destreza: “Mi obra es tan real que hasta las palomas que pinto terminan teniendo crías”, bromea Arantzazu Martínez. Su trabajo da vida a un mundo de magia y fantasía en el que los personajes están pintados a partir de personas, muebles o animales reales.
Arantzazu se graduó en el año 2000 por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco y posteriormente recibió formación clásica en la Academia de Arte de Nueva York (NYAA). Gracias a un compañero de clase, allí conoció al renombrado pintor realista Jacob Collins, fundador del Water Street Atelier, la fundación Hudson River Fellowship y la Grand Central Academy of Art. Arantzazu pasó a ser alumna de Jacob Collins, que fue su mentor a lo largo de tres años. “Todo lo que sé acerca de la pintura del siglo XIX lo he aprendido de él”, cuenta.
Por el óleo sobre lienzo que apreciamos en la imagen superior, Confianza Absoluta: La Bella Durmiente, Arantzazu acaba de recibir en 2015 uno de los premios más prestigiosos del mundo de pintura figurativa: el Best in Show Award que concede la fundación Art Renewal Center.
Quién trabaja aquí: Arantzazu Martinez, 38 años
Qué hace: Realismo figurativo
Dónde: Madrid
Su destreza: “Mi obra es tan real que hasta las palomas que pinto terminan teniendo crías”, bromea Arantzazu Martínez. Su trabajo da vida a un mundo de magia y fantasía en el que los personajes están pintados a partir de personas, muebles o animales reales.
Arantzazu se graduó en el año 2000 por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco y posteriormente recibió formación clásica en la Academia de Arte de Nueva York (NYAA). Gracias a un compañero de clase, allí conoció al renombrado pintor realista Jacob Collins, fundador del Water Street Atelier, la fundación Hudson River Fellowship y la Grand Central Academy of Art. Arantzazu pasó a ser alumna de Jacob Collins, que fue su mentor a lo largo de tres años. “Todo lo que sé acerca de la pintura del siglo XIX lo he aprendido de él”, cuenta.
Por el óleo sobre lienzo que apreciamos en la imagen superior, Confianza Absoluta: La Bella Durmiente, Arantzazu acaba de recibir en 2015 uno de los premios más prestigiosos del mundo de pintura figurativa: el Best in Show Award que concede la fundación Art Renewal Center.
Influencia local: “España posee una gran fuerza pictórica”, explica Arantzazu. Su trabajo recibe mucha influencia de la pintura del siglo XIX, tanto en términos de paisaje como de composición. Los pintores Joaquín Sorolla y Fortuny son sus principales referentes, así como Francisco Pradilla y Ortiz de la misma época. Arantzazu adora sus composiciones con mucha gente, como ocurre en la obra Doña Juana la Loca (1877). Otra de sus grandes fuentes de inspiración es Velázquez, cuya obra ha ayudado a Arantzazu a definir su estilo. De hecho, su estudio se encuentra a escasos metros del Museo del Prado, lugar que visita a menudo para estudiar su obra.
El espacio: Arantzazu vive y trabaja en una casa de 300 metros cuadrados situada frente al museo Reina Sofía, en el barrio de Atocha en Madrid. Se trata de una antigua casa de tres plantas, de las que solían pertenecer a la burguesía, con un paso de carruajes que Arantzazu utiliza ahora como patio y, en ocasiones, para dibujar. La casa presenta el clásico sótano abovedado de ladrillo visto: “Lo llamo de broma las mazmorras, en parte porque allí tengo los pequeños estudios de mis alumnos, como si estuvieran confinados”, comenta riendo.
Un hito en su trayectoria: En 2009, Arantzazu recibió un correo electrónico ni más ni menos que del director de cine George Lucas en el que mostraba interés por su trabajo y la invitaba a participar en un proyecto para su compañía Lucasfilm. “Pensé que era un timo, como cuando recibes uno de esos mensajes spam de que has ganado un premio. No me lo podía creer”, asegura. Lucas encargó a Arantzazu una obra de estilo libre sobre Star Wars para un proyecto llamado Star Wars Visions. “George Lucas quedó tan satisfecho con el resultado que terminó comprando la obra”, cuenta.
El espacio: Arantzazu vive y trabaja en una casa de 300 metros cuadrados situada frente al museo Reina Sofía, en el barrio de Atocha en Madrid. Se trata de una antigua casa de tres plantas, de las que solían pertenecer a la burguesía, con un paso de carruajes que Arantzazu utiliza ahora como patio y, en ocasiones, para dibujar. La casa presenta el clásico sótano abovedado de ladrillo visto: “Lo llamo de broma las mazmorras, en parte porque allí tengo los pequeños estudios de mis alumnos, como si estuvieran confinados”, comenta riendo.
Un hito en su trayectoria: En 2009, Arantzazu recibió un correo electrónico ni más ni menos que del director de cine George Lucas en el que mostraba interés por su trabajo y la invitaba a participar en un proyecto para su compañía Lucasfilm. “Pensé que era un timo, como cuando recibes uno de esos mensajes spam de que has ganado un premio. No me lo podía creer”, asegura. Lucas encargó a Arantzazu una obra de estilo libre sobre Star Wars para un proyecto llamado Star Wars Visions. “George Lucas quedó tan satisfecho con el resultado que terminó comprando la obra”, cuenta.
3. Una promesa de la moda en Francia
Quién trabaja aquí: Reouven Zana, 17 años
Qué hace: Diseño de moda
Dónde: París
Su destreza: “Visto a mujeres, recreo el estilo de personas que siempre me han fascinado, partiendo de un icono, como Brigitte Bardot, o de un movimiento artístico”, cuenta Reouven. “Crecí en una familia de creativos: mis abuelos eran pintores y mi abuela solía tejer piezas de ganchillo para Chanel y actrices famosas de la década de los sesenta. Su trabajo me inspiró muchísimo”.
Reouven estableció su primera marca de moda con tan solo 14 años. “Fue algo bastante espontáneo, pero finalmente me llevó a lanzarme a la alta costura. Puedo pasar noches enteras trabajando en un proyecto en mi sótano”, comenta. Se encarga él mismo de todo: desde los dibujos de los patrones hasta la confección de las prendas. “Nunca recibí clases de costura”, asegura, “pero soy una persona autodidacta con mucha dedicación”.
Influencia local: Para Reouven, París es una ciudad de lo más interesante y llena de estímulos. “Tengo todo a mi alcance: exposiciones, arquitectura, firmas de moda… ¡y mujeres! Las mujeres parisinas, tanto las del pasado como las del presente y las jóvenes que apuntan maneras, son parte de mi principal fuente de inspiración”, confiesa. “Aunque también hay lugares que estimulan mi creatividad, como es el caso de Le Marais y el bosque de Vincennes, en el que hay un precioso estanque con una cascada, un rincón de lo más tranquilo y relajante. Me encanta estar en contacto con la naturaleza”.
Quién trabaja aquí: Reouven Zana, 17 años
Qué hace: Diseño de moda
Dónde: París
Su destreza: “Visto a mujeres, recreo el estilo de personas que siempre me han fascinado, partiendo de un icono, como Brigitte Bardot, o de un movimiento artístico”, cuenta Reouven. “Crecí en una familia de creativos: mis abuelos eran pintores y mi abuela solía tejer piezas de ganchillo para Chanel y actrices famosas de la década de los sesenta. Su trabajo me inspiró muchísimo”.
Reouven estableció su primera marca de moda con tan solo 14 años. “Fue algo bastante espontáneo, pero finalmente me llevó a lanzarme a la alta costura. Puedo pasar noches enteras trabajando en un proyecto en mi sótano”, comenta. Se encarga él mismo de todo: desde los dibujos de los patrones hasta la confección de las prendas. “Nunca recibí clases de costura”, asegura, “pero soy una persona autodidacta con mucha dedicación”.
Influencia local: Para Reouven, París es una ciudad de lo más interesante y llena de estímulos. “Tengo todo a mi alcance: exposiciones, arquitectura, firmas de moda… ¡y mujeres! Las mujeres parisinas, tanto las del pasado como las del presente y las jóvenes que apuntan maneras, son parte de mi principal fuente de inspiración”, confiesa. “Aunque también hay lugares que estimulan mi creatividad, como es el caso de Le Marais y el bosque de Vincennes, en el que hay un precioso estanque con una cascada, un rincón de lo más tranquilo y relajante. Me encanta estar en contacto con la naturaleza”.
El espacio: El estudio de Reouven se encuentra en el sótano de la casa de sus padres. Dispone de 40 metros cuadrados, que se dividen entre su taller y el taller de su madre, que es interiorista. “Aquí vengo cada vez que tengo una idea nueva en la que trabajar”, cuenta.
Un hito en su trayectoria: A principios de 2015, Reouven debutó en la Semana de la Moda de París. “Estuve trabajando mucho durante semanas y hasta la noche anterior para sacarlo todo adelante, desde la confección de las prendas hasta el casting de las modelos y el desfile en sí. Lo cierto es que no sabía si lo lograríamos hasta ese mismo día, pero me encantó la experiencia y aprendí muchísimo”.
Una de sus piezas favoritas es su vestido de encaje Ballet, inspirado en Brigitte Bardot, “porque combina la elegancia parisina con el toque más desenfadado de Saint-Tropez. Es sugerente sin llegar a enseñar demasiado”.
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Un hito en su trayectoria: A principios de 2015, Reouven debutó en la Semana de la Moda de París. “Estuve trabajando mucho durante semanas y hasta la noche anterior para sacarlo todo adelante, desde la confección de las prendas hasta el casting de las modelos y el desfile en sí. Lo cierto es que no sabía si lo lograríamos hasta ese mismo día, pero me encantó la experiencia y aprendí muchísimo”.
Una de sus piezas favoritas es su vestido de encaje Ballet, inspirado en Brigitte Bardot, “porque combina la elegancia parisina con el toque más desenfadado de Saint-Tropez. Es sugerente sin llegar a enseñar demasiado”.
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4. Malla metálica artística en Estados Unidos
Quién trabaja aquí: Atticus Adams, 54 años
Qué hace: Esculturas de malla metálica
Dónde: Barrio de Lawrenceville en Pittsburgh, Pensilvania
Su destreza: Atticus Adams utiliza malla metálica para crear obras de arte en 3D e instalaciones. “Empecé a usar este material en 1992 durante un programa arquitectónico de verano en la Universidad de Harvard; hoy en día es el material principal de mis obras”, cuenta. “A veces, añado perlas, cristal o vidrios rotos de un automóvil, pues me gusta combinar este material industrial con elementos lujosos o inesperados. Asimismo, me gusta recubrir la malla con yeso para explorar sus acabados y volúmenes”.
“No buscaba convertirme en un artista, pues no vengo de una familia de dinero y me parecía un oficio poco práctico”, confiesa. “Además, me sentía algo incómodo con la exposición pública”. Atticus estudió arquitectura y diseño gráfico, una orientación profesional creativa más práctica. “Pero no sirvió de nada. Dejé de luchar contra mi destino y decidí emplear toda mi energía en convertirme en el mejor artista plástico que pudiera llegar a ser, lo cual todavía está en proceso”.
La pieza que sostiene en la fotografía es una forma floral lacada y diseñada para ser colgada en la pared.
Quién trabaja aquí: Atticus Adams, 54 años
Qué hace: Esculturas de malla metálica
Dónde: Barrio de Lawrenceville en Pittsburgh, Pensilvania
Su destreza: Atticus Adams utiliza malla metálica para crear obras de arte en 3D e instalaciones. “Empecé a usar este material en 1992 durante un programa arquitectónico de verano en la Universidad de Harvard; hoy en día es el material principal de mis obras”, cuenta. “A veces, añado perlas, cristal o vidrios rotos de un automóvil, pues me gusta combinar este material industrial con elementos lujosos o inesperados. Asimismo, me gusta recubrir la malla con yeso para explorar sus acabados y volúmenes”.
“No buscaba convertirme en un artista, pues no vengo de una familia de dinero y me parecía un oficio poco práctico”, confiesa. “Además, me sentía algo incómodo con la exposición pública”. Atticus estudió arquitectura y diseño gráfico, una orientación profesional creativa más práctica. “Pero no sirvió de nada. Dejé de luchar contra mi destino y decidí emplear toda mi energía en convertirme en el mejor artista plástico que pudiera llegar a ser, lo cual todavía está en proceso”.
La pieza que sostiene en la fotografía es una forma floral lacada y diseñada para ser colgada en la pared.
Influencia local: Atticus creció en la región de Virginia Occidental, una zona repleta de arte popular tradicional. “Varios miembros de mi familia eran artistas autodidactas y estaban muy implicados en artesanías como la talla de madera y la costura”, explica. “Crear objetos tangibles es claramente parte de mi herencia familiar. Vengo de una tradición que hace uso de materiales básicos y de fácil obtención con fines creativos”.
La principal fuente de inspiración de Atticus se encuentra arraigada en su memoria. “Gran parte de ella son las experiencias visuales que tuve durante mi infancia en Virginia Occidental. Se manifiestan cuando trato de canalizar los momentos bonitos y felices, que van desde los extensos campos helados, pasando por la recolección de musgo del bosque, hasta la brisa de verano acariciando la ropa tendida”.
La principal fuente de inspiración de Atticus se encuentra arraigada en su memoria. “Gran parte de ella son las experiencias visuales que tuve durante mi infancia en Virginia Occidental. Se manifiestan cuando trato de canalizar los momentos bonitos y felices, que van desde los extensos campos helados, pasando por la recolección de musgo del bosque, hasta la brisa de verano acariciando la ropa tendida”.
El espacio: El estudio se creó a partir de un espacio que anteriormente había albergado una residencia familiar y que se encuentra encima de un pequeño establecimiento. Se derribaron dos muros y, en su lugar, se colocaron vigas para dar paso a una gran estancia abierta. El compañero de Atticus, Garry Pyles, encontró una fantástica escalera de metal en Internet, pero se salía del presupuesto, por lo que decidieron colocar una muy similar hecha de madera. “Las vigas a la vista son un complemento ideal para mi tipo de obra artística, ya que muchas de ellas cuelgan del techo”, explica Atticus. “Pintamos el suelo de blanco para que la luz se reflejara más y así facilitar la tarea de cortar y manipular las piezas de malla metálica”.
Un hito en su trayectoria: “Sin duda, uno de los momentos más emblemáticos para mí aquí en Pittsburgh ha sido crear una instalación para uno de los espectáculos de Mattress Factory Gesture. La creación de estas piezas resultó muy emocionante porque han sido de las más inesperadas y que requerían el nivel de exigencia más alto de todas las que había realizado hasta el momento. El museo Mattress Factory es una institución dedicada a la instalación artística, un lugar que se esperaría encontrar en una ciudad mucho más grande, como Nueva York o Chicago. Una cita de Walden, de H.D. Thoreau, sobre luchar para hacer realidad tus sueños fue mi punto de partida para este proyecto. Por eso, creé una pieza monumental en malla de aluminio, para tratar de representar esta culminación artística”.
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Un hito en su trayectoria: “Sin duda, uno de los momentos más emblemáticos para mí aquí en Pittsburgh ha sido crear una instalación para uno de los espectáculos de Mattress Factory Gesture. La creación de estas piezas resultó muy emocionante porque han sido de las más inesperadas y que requerían el nivel de exigencia más alto de todas las que había realizado hasta el momento. El museo Mattress Factory es una institución dedicada a la instalación artística, un lugar que se esperaría encontrar en una ciudad mucho más grande, como Nueva York o Chicago. Una cita de Walden, de H.D. Thoreau, sobre luchar para hacer realidad tus sueños fue mi punto de partida para este proyecto. Por eso, creé una pieza monumental en malla de aluminio, para tratar de representar esta culminación artística”.
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5. Cerámica sencilla y de gran belleza en Dinamarca
Quién trabaja aquí: Julie Bonde Bülck, 37 años
Qué hace: Diseñar y fabricar productos de cerámica
Dónde: Barrio de Nørrebro, Copenhague
Su destreza: “Empecé a trabajar la cerámica cuando tenía 14 años en unas clases extraescolares”, comenta Julie. “Más tarde, estudié en la Escuela de Diseño de Dinamarca, donde me gradué en 2008”. Durante un año trabajó como diseñadora en la fábrica de porcelana de Royal Copenhagen para después lanzarse a perseguir su sueño y abrir su propio estudio, Uh la la Ceramics, que se centra en el diseño y la fabricación de piezas de cerámica de alta gama.
Influencia local: “Suelo seguir la tradición escandinava de diseñar artesanía de calidad y fabricar los productos en el país de origen”, explica Julie. “De esta manera, puedo intervenir en el proceso de producción y tengo la posibilidad de crear nuevos colores para el esmalte todas las semanas”. Como también es tradición en el diseño danés, Julie solo utiliza materiales de alta calidad. La mayoría de los diseños clásicos daneses están hechos de materiales puros, como el acero, la plata o la madera.
“He recibido una gran influencia del diseño tradicional, basado en la simplicidad”, asegura Julie. “Me encantan las formas geométricas. Mis piezas buscan ser objetos basados en la estética del material, más que en un diseño funcional. Normalmente, juego con las formas simples y le doy forma con el esmalte, que en muchas ocasiones adquiere un carácter experimental”.
Quién trabaja aquí: Julie Bonde Bülck, 37 años
Qué hace: Diseñar y fabricar productos de cerámica
Dónde: Barrio de Nørrebro, Copenhague
Su destreza: “Empecé a trabajar la cerámica cuando tenía 14 años en unas clases extraescolares”, comenta Julie. “Más tarde, estudié en la Escuela de Diseño de Dinamarca, donde me gradué en 2008”. Durante un año trabajó como diseñadora en la fábrica de porcelana de Royal Copenhagen para después lanzarse a perseguir su sueño y abrir su propio estudio, Uh la la Ceramics, que se centra en el diseño y la fabricación de piezas de cerámica de alta gama.
Influencia local: “Suelo seguir la tradición escandinava de diseñar artesanía de calidad y fabricar los productos en el país de origen”, explica Julie. “De esta manera, puedo intervenir en el proceso de producción y tengo la posibilidad de crear nuevos colores para el esmalte todas las semanas”. Como también es tradición en el diseño danés, Julie solo utiliza materiales de alta calidad. La mayoría de los diseños clásicos daneses están hechos de materiales puros, como el acero, la plata o la madera.
“He recibido una gran influencia del diseño tradicional, basado en la simplicidad”, asegura Julie. “Me encantan las formas geométricas. Mis piezas buscan ser objetos basados en la estética del material, más que en un diseño funcional. Normalmente, juego con las formas simples y le doy forma con el esmalte, que en muchas ocasiones adquiere un carácter experimental”.
El espacio: El estudio de Julie funciona también como una sala de muestras: en el sótano, encontramos una tienda con sus obras, mientras que su zona de trabajo se extiende desde la parte trasera de la tienda hasta la primera planta. El barrio de Nørrebro está repleto de establecimientos interesantes y, muy cerca de su estudio, se ubica el restaurante Relæ, propiedad del famoso chef Christian F. Puglisi. Julie diseñó toda la vajilla para el restaurante, un año antes de que fuera galardonado con una estrella Michelin.
Un hito en su trayectoria: Hace dos años, invitaron a Julie a participar en la exposición Wallpaper* Handmade que se celebró en Milán (Italia) durante la semana del diseño de la ciudad. “Me pidieron que hiciera algunas obras exclusivas como parte de mi colección bonbonniere (que podemos ver en esta imagen) para esta exposición en la que participaron grandes diseñadores de la talla del español Jaime Hayon o el británico Tom Dixon”, cuenta.
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Un hito en su trayectoria: Hace dos años, invitaron a Julie a participar en la exposición Wallpaper* Handmade que se celebró en Milán (Italia) durante la semana del diseño de la ciudad. “Me pidieron que hiciera algunas obras exclusivas como parte de mi colección bonbonniere (que podemos ver en esta imagen) para esta exposición en la que participaron grandes diseñadores de la talla del español Jaime Hayon o el británico Tom Dixon”, cuenta.
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6. Mobiliario de acero en Alemania
Quién trabaja aquí: Anderl Kammermeier, 58 años
Qué hace: Mobiliario y utensilios de metal
Dónde: Barrio de Moabit en Berlín
Su destreza: Anderl Kammermeier nació en el sur de Alemania y, en sus inicios, se formó como orfebre. Hoy, sin embargo, trabaja principalmente con acero y se dedica a crear objetos de mayor tamaño, como muebles y accesorios para la mesa. En esta imagen podemos apreciar algunas de sus obras, como las sillas de jardín y las bandejas de metal colgadas en la pared. En ocasiones, también recibe encargos para escenografías o por parte de otros artistas. “No me considero un diseñador, más bien un artesano”, explica.
Tras realizar un esbozo, Anderl pasa a desarrollar sus piezas directamente en la mesa de trabajo. “Un objeto es algo que se puede apreciar que alguien ha hecho con sus propias manos”, dice. “Puedes percibir su calidad y el peso del material con tan solo mirarlo”, añade. En todas las etapas de su proceso de diseño prevalece una norma: “Dedicarle mucho tiempo, el que sea necesario. A veces, años”.
Quién trabaja aquí: Anderl Kammermeier, 58 años
Qué hace: Mobiliario y utensilios de metal
Dónde: Barrio de Moabit en Berlín
Su destreza: Anderl Kammermeier nació en el sur de Alemania y, en sus inicios, se formó como orfebre. Hoy, sin embargo, trabaja principalmente con acero y se dedica a crear objetos de mayor tamaño, como muebles y accesorios para la mesa. En esta imagen podemos apreciar algunas de sus obras, como las sillas de jardín y las bandejas de metal colgadas en la pared. En ocasiones, también recibe encargos para escenografías o por parte de otros artistas. “No me considero un diseñador, más bien un artesano”, explica.
Tras realizar un esbozo, Anderl pasa a desarrollar sus piezas directamente en la mesa de trabajo. “Un objeto es algo que se puede apreciar que alguien ha hecho con sus propias manos”, dice. “Puedes percibir su calidad y el peso del material con tan solo mirarlo”, añade. En todas las etapas de su proceso de diseño prevalece una norma: “Dedicarle mucho tiempo, el que sea necesario. A veces, años”.
Influencia local: En 1983, Anderl se mudó de Baviera a Berlín Occidental. Allí encontró un puesto de trabajo en una fábrica de acero, donde empezó a explorar las cualidades de este material, puesto que tenía acceso a la maquinaria. El Berlín de la década de los ochenta, cuando Alemania aún se encontraba dividida, dio forma a su actitud. Por aquel entonces, la escena artística se encontraba en pleno apogeo y el movimiento New German Design, cuyos miembros se dedicaban a experimentar con objetos y muebles, estaba en auge. Él mismo reconoce que, de no haberse mudado, su vida habría sido completamente distinta.
El espacio: Anderl ha ocupado este antiguo almacén militar desde 1988. Es uno de esos lugares de Berlín que hoy en día cuesta encontrar. “Sería imposible disponer de un espacio como este en Múnich”, asegura. Es un enorme edificio que hace las veces de taller, con un jardín repleto de rincones en los que sentarse o jugar. Para sus dibujos, se inspira mucho en su entorno, así como en la gente de la zona: cada verano, Anderl abre su jardín y su estudio al público durante unos cuantos domingos para que los visitantes disfruten de un poco de música, exposiciones o momentos de lectura.
Un hito en su trayectoria: En 2009, el fotógrafo peruano de moda Mario Testino llevó a cabo una sesión de fotos con Keira Knightley para Vogue en el mágico jardín de Anderl. “Durante un par de horas, se respiró un ambiente muy especial”, recuerda. Uno de sus prototipos de silla oxidada, la Berliner gartenstuhl (silla de jardín de Berlín), se utilizó en la sesión de fotos. “Pensé que si Mario Testino lo consideraba un buen modelo, probablemente valía la pena seguir desarrollando su diseño. Tenía intención de hacerlo de todos modos, pero esto me dio el empujón que necesitaba”. Hoy en día, la Berliner gartenstuhl es una de sus piezas más vendidas.
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El espacio: Anderl ha ocupado este antiguo almacén militar desde 1988. Es uno de esos lugares de Berlín que hoy en día cuesta encontrar. “Sería imposible disponer de un espacio como este en Múnich”, asegura. Es un enorme edificio que hace las veces de taller, con un jardín repleto de rincones en los que sentarse o jugar. Para sus dibujos, se inspira mucho en su entorno, así como en la gente de la zona: cada verano, Anderl abre su jardín y su estudio al público durante unos cuantos domingos para que los visitantes disfruten de un poco de música, exposiciones o momentos de lectura.
Un hito en su trayectoria: En 2009, el fotógrafo peruano de moda Mario Testino llevó a cabo una sesión de fotos con Keira Knightley para Vogue en el mágico jardín de Anderl. “Durante un par de horas, se respiró un ambiente muy especial”, recuerda. Uno de sus prototipos de silla oxidada, la Berliner gartenstuhl (silla de jardín de Berlín), se utilizó en la sesión de fotos. “Pensé que si Mario Testino lo consideraba un buen modelo, probablemente valía la pena seguir desarrollando su diseño. Tenía intención de hacerlo de todos modos, pero esto me dio el empujón que necesitaba”. Hoy en día, la Berliner gartenstuhl es una de sus piezas más vendidas.
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7. Pinturas llenas de vida en Australia
Quién trabaja aquí: Tamara Armstrong, 33 años
Qué hace: Alegres y coloridas pinturas
Dónde: Tamborine Mountain, Gold Coast Hinterland, Queensland
Su destreza: Tamara Armstrong crea obras de arte cargadas de color y personalidad. “Pinto sobre todo retratos alegres de mujeres fuertes, así como de aves coloridas y peculiares, animales con estampados geométricos y motivos florales tropicales”, cuenta. “Llevo pintando desde que tengo uso de razón. Si no recuerdo mal, empecé a los 4 años, cuando me regalaron mi primera caja de pinturas, y desde entonces no he querido hacer otra cosa”.
Hace tres años inició su carrera profesional como artista. “La pintura es mi vida, mi máxima satisfacción, y me siento increíblemente afortunada de haber encontrado una manera de ganarme la vida haciendo lo que más me gusta”, confiesa.
Quién trabaja aquí: Tamara Armstrong, 33 años
Qué hace: Alegres y coloridas pinturas
Dónde: Tamborine Mountain, Gold Coast Hinterland, Queensland
Su destreza: Tamara Armstrong crea obras de arte cargadas de color y personalidad. “Pinto sobre todo retratos alegres de mujeres fuertes, así como de aves coloridas y peculiares, animales con estampados geométricos y motivos florales tropicales”, cuenta. “Llevo pintando desde que tengo uso de razón. Si no recuerdo mal, empecé a los 4 años, cuando me regalaron mi primera caja de pinturas, y desde entonces no he querido hacer otra cosa”.
Hace tres años inició su carrera profesional como artista. “La pintura es mi vida, mi máxima satisfacción, y me siento increíblemente afortunada de haber encontrado una manera de ganarme la vida haciendo lo que más me gusta”, confiesa.
Influencia local: “Hay tanta belleza natural en esta zona que, desde que decidí mudarme aquí hace seis años, mi creatividad y mi práctica artística solo han ido a mejor”, cuenta Tamara. “Las vistas a las cordilleras y al valle que me ofrece este estudio se reflejan en los triángulos y aves que aparecen en muchas de mis pinturas”. La cordillera Tamborine Mountain siempre se ha considerado un lugar sagrado entre los indígenas de la zona. Estos creían que no se debía vivir en la montaña, pues era un sitio de visita solo para la curación y el rejuvenecimiento, y todavía existe la creencia de que algunos puntos de esta selva tropical contienen poderosas vibraciones magnéticas. “La verdad es que siento que aquí hay algo muy enriquecedor para mí”, confiesa Tamara. “Sea lo que sea, de momento no entra en mis planes abandonar este lugar”.
El espacio: El estudio se construyó en marzo de 2014 y se ubica en el lugar de un antiguo cenador de jardín. La puerta de la entrada es una ventana francesa reciclada. “La pinté en mi tono turquesa preferido, Magnetic Magic de Dulux. Creo que es un color muy atractivo y enérgico, y es también uno de los que más utilizo en mis pinturas”, asegura. Tamara quería que la estructura del estudio contara con el máximo número de ventanas posible para poder disfrutar de sus estimulantes vistas.
El espacio: El estudio se construyó en marzo de 2014 y se ubica en el lugar de un antiguo cenador de jardín. La puerta de la entrada es una ventana francesa reciclada. “La pinté en mi tono turquesa preferido, Magnetic Magic de Dulux. Creo que es un color muy atractivo y enérgico, y es también uno de los que más utilizo en mis pinturas”, asegura. Tamara quería que la estructura del estudio contara con el máximo número de ventanas posible para poder disfrutar de sus estimulantes vistas.
Un hito en su trayectoria: “Cada vez que alguien me encarga pintar un cuadro o un mural para su hogar, se convierte en un proyecto emocionante a la par que halagador”, explica. “No obstante, si tuviera que destacar uno en concreto, este sería el mural a gran escala que diseñé y pinté para el centro de salud y bienestar I Quit Sugar, y que posteriormente se colgó en la terraza de su azotea en Surry Hills, Sídney.
“Tuve la oportunidad de colaborar con el magnífico diseñador de jardines Richie Northcott. Éste construyó una serie de jardineras recicladas de madera con sistema de autorriego que se colocaron a lo largo de la pared en la que está expuesto mi mural”, explica. “Fue una experiencia increíble e inolvidable para mí y el resultado final fue realmente sorprendente”.
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“Tuve la oportunidad de colaborar con el magnífico diseñador de jardines Richie Northcott. Éste construyó una serie de jardineras recicladas de madera con sistema de autorriego que se colocaron a lo largo de la pared en la que está expuesto mi mural”, explica. “Fue una experiencia increíble e inolvidable para mí y el resultado final fue realmente sorprendente”.
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8. Mobiliario hecho a mano en Rusia
Quién trabaja aquí: Anna Sazhinova y Konstantin Lagutin, de Archpole, ambos en la treintena
Qué hacen: Arquitectura y diseño orientado a objetos
Dónde: Moscú
Su destreza: “Desde que abrimos nuestro estudio en 2008, nunca hemos abordado el diseño como un proceso de selección y distribución de muebles a modo de catálogo, sino que hemos tratado de que la arquitectura y el mobiliario se fusionaran en uno”, comenta Konstantin. “Nuestro objetivo es hacer que el diseño de interiores y los muebles hechos a mano sean algo más personal y asequible, algo que cualquiera pueda comprar y llevar a sus hogares. Los 400 objetos y piezas de mobiliario de nuestra colección están relacionados entre sí y ofrecen la posibilidad de combinarlos al gusto de cada uno”.
Quién trabaja aquí: Anna Sazhinova y Konstantin Lagutin, de Archpole, ambos en la treintena
Qué hacen: Arquitectura y diseño orientado a objetos
Dónde: Moscú
Su destreza: “Desde que abrimos nuestro estudio en 2008, nunca hemos abordado el diseño como un proceso de selección y distribución de muebles a modo de catálogo, sino que hemos tratado de que la arquitectura y el mobiliario se fusionaran en uno”, comenta Konstantin. “Nuestro objetivo es hacer que el diseño de interiores y los muebles hechos a mano sean algo más personal y asequible, algo que cualquiera pueda comprar y llevar a sus hogares. Los 400 objetos y piezas de mobiliario de nuestra colección están relacionados entre sí y ofrecen la posibilidad de combinarlos al gusto de cada uno”.
Influencia local: Archpole se especializa en muebles y pequeños objetos hechos a mano de madera contrachapada de abedul y madera reciclada. La madera de abedul, en particular, es un material muy común en Rusia. Sin embargo, esta pareja de artistas no solo reciben influencias de su país, sino que también quieren dejar huella en él. “Rusia está demasiado orientada a las grandes áreas metropolitanas; todas las empresas se encuentran en las grandes ciudades, como Moscú”, dice Anna. “Por ese motivo, mucha gente que vive lejos de aquí no tienen la oportunidad de encontrar un espacio de trabajo decente. En este aspecto, nosotros decidimos cambiar un poco el mundo. Este septiembre, iniciaremos la construcción de una serie de edificios en un pequeño pueblo de la región de Vologda, que se convertirá en nuestra fábrica y sede central.”
El espacio: Desde 2012, el estudio de Archpole en Moscú se encuentra en un edificio neogótico repleto de historia que data de 1915. Anteriormente, albergó la fábrica Elektrozavod, construida para una gran empresa que elaboraba productos de caucho. Más tarde, la Revolución Rusa de 1917 puso fin a ese capítulo, aunque 10 años más tarde se abrió un negocio de lámparas eléctricas en este mismo lugar. Durante la Segunda Guerra Mundial, dentro de esos muros se fabricaban lanzacohetes, y después, transformadores y piezas para las líneas de transmisión. Hoy en día, es el hogar de varias oficinas de arquitectura, estudios de fotografía y talleres.
Un hito en su trayectoria: “Nuestra pieza favorita es la silla de nuestra colección Full Moon. Es de las más sencillas, pero la hemos perfeccionado mucho y se ha convertido en nuestro producto estrella”, comenta Konstantin. No obstante, dejando a un lado sus ventas, este objeto tiene algo especial: “Todos los gatos, no solo Tom, el gato que tenemos en la oficina, adoran esta silla por la forma de su asiento. Si tienes un gato en casa y adquieres esta silla, te garantizamos que será el nuevo rincón preferido de tu mascota”.
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Un hito en su trayectoria: “Nuestra pieza favorita es la silla de nuestra colección Full Moon. Es de las más sencillas, pero la hemos perfeccionado mucho y se ha convertido en nuestro producto estrella”, comenta Konstantin. No obstante, dejando a un lado sus ventas, este objeto tiene algo especial: “Todos los gatos, no solo Tom, el gato que tenemos en la oficina, adoran esta silla por la forma de su asiento. Si tienes un gato en casa y adquieres esta silla, te garantizamos que será el nuevo rincón preferido de tu mascota”.
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9. Cerámica orgánica en el Reino Unido
Quién trabaja aquí: Janene Waudby de jceramics, 45 años
Qué hace: Cerámica
Dónde: Londres
Su destreza: Janene cuenta con un estudio y taller en su jardín. Sus jarrones, que se pueden apreciar en la estantería, están fabricados a mano mediante una cocción muy particular. “En primer lugar, se cuecen en el horno de cerámica tradicional y, después, los envuelvo en helechos u hojas de cáñamo y los coloco en un horno de serrín”, explica. “A la hora de extraerlos, nunca sabes lo que vas a obtener. Cada uno de ellos es una pieza única, realmente no se pueden hacer réplicas exactas”.
Quién trabaja aquí: Janene Waudby de jceramics, 45 años
Qué hace: Cerámica
Dónde: Londres
Su destreza: Janene cuenta con un estudio y taller en su jardín. Sus jarrones, que se pueden apreciar en la estantería, están fabricados a mano mediante una cocción muy particular. “En primer lugar, se cuecen en el horno de cerámica tradicional y, después, los envuelvo en helechos u hojas de cáñamo y los coloco en un horno de serrín”, explica. “A la hora de extraerlos, nunca sabes lo que vas a obtener. Cada uno de ellos es una pieza única, realmente no se pueden hacer réplicas exactas”.
Influencia local: La obra de Janene está influenciada en gran parte por los paisajes y las formas que brinda la naturaleza, por ese motivo la rueda de su torno está situada junto a los ventanales de su estudio, de forma que pueda contemplar el jardín mientras trabaja.
El espacio: El estudio fue lo primero que instaló en el jardín cuando se mudó a su vivienda actual. “Construimos todo lo demás en torno a éste”, asegura. “Quería que contara con ventanas en la parte delantera, además de una en la parte posterior, ya que es por donde entraría toda la luz por la mañana”. El estudio se ha convertido en su refugio, incluso cuando no está trabajando. “A veces, me encuentro sentada aquí fuera y los vecinos vienen a traerme una taza de té. Ha supuesto una verdadera mejora en mi calidad de vida”, comenta.
Un hito en su trayectoria: Uno de los proyectos en los que se encuentra enfrascada Janene gira en torno a una serie de jarrones alargados y corrugados. “Mi hermana los llama chirivías”, dice riendo. “Buscaba explorar la idea de algo que fuera fundamentalmente estático, pero que transmitiera movimiento. El objetivo es hacer que parezca como que tienen vida”.
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El espacio: El estudio fue lo primero que instaló en el jardín cuando se mudó a su vivienda actual. “Construimos todo lo demás en torno a éste”, asegura. “Quería que contara con ventanas en la parte delantera, además de una en la parte posterior, ya que es por donde entraría toda la luz por la mañana”. El estudio se ha convertido en su refugio, incluso cuando no está trabajando. “A veces, me encuentro sentada aquí fuera y los vecinos vienen a traerme una taza de té. Ha supuesto una verdadera mejora en mi calidad de vida”, comenta.
Un hito en su trayectoria: Uno de los proyectos en los que se encuentra enfrascada Janene gira en torno a una serie de jarrones alargados y corrugados. “Mi hermana los llama chirivías”, dice riendo. “Buscaba explorar la idea de algo que fuera fundamentalmente estático, pero que transmitiera movimiento. El objetivo es hacer que parezca como que tienen vida”.
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10. Coloridos bolsos en Japón
Quién trabaja aquí: Akemie Shiroyama, unos 40 años
Qué hace: Bolsos personalizados
Dónde: Tokio
Su destreza: Akemie empezó su carrera como diseñadora de bolsos hace unos 10 años. “Ahora confecciono bolsos únicos y a la medida de cada cliente. Primero me reúno con ellos y llevo a cabo una entrevista de entre 40 minutos y dos horas, con el objetivo de entender cuidadosamente los elementos y los materiales deseados”.
Utiliza cuero de elegantes colores y telas con atractivos diseños. “Me encanta confeccionar bolsos, porque son como tu mejor amigo: los llevas contigo a todas partes y compartes todas tus experiencias con ellos, ya sean buenas o malas. Cuando la tristeza te invade, tu bolso siempre está a tu lado y tiene el poder de animarte con los alegres colores o patrones que tú mismo hayas elegido”.
Quién trabaja aquí: Akemie Shiroyama, unos 40 años
Qué hace: Bolsos personalizados
Dónde: Tokio
Su destreza: Akemie empezó su carrera como diseñadora de bolsos hace unos 10 años. “Ahora confecciono bolsos únicos y a la medida de cada cliente. Primero me reúno con ellos y llevo a cabo una entrevista de entre 40 minutos y dos horas, con el objetivo de entender cuidadosamente los elementos y los materiales deseados”.
Utiliza cuero de elegantes colores y telas con atractivos diseños. “Me encanta confeccionar bolsos, porque son como tu mejor amigo: los llevas contigo a todas partes y compartes todas tus experiencias con ellos, ya sean buenas o malas. Cuando la tristeza te invade, tu bolso siempre está a tu lado y tiene el poder de animarte con los alegres colores o patrones que tú mismo hayas elegido”.
Influencia local: “La gente suele comentarme que mi estilo no es muy japonés, pero lo cierto es que aprendí de mi primera jefa, una diseñadora nacida en las islas de Okinawa, al sur de Japón”, explica Akemie. “Hacía un uso tan atrevido y audaz de los colores que, gracias a ella, me empapé de todo lo que sé hoy acerca de la combinación de tonalidades”. El estudio de Akemie se ubica en Higashi-Kanda, una de las zonas más bohemias de Tokio, repleta de galerías de arte contemporáneo, estudios, talleres de artistas y almacenes de arte. “La atmósfera que se respira en esta ciudad me inspira mucho”, cuenta.
El espacio: Akemie diseñó ella misma el interior de su estudio de alquiler, ubicado en un antiguo garaje. “Desde que empecé a trabajar como diseñadora, tenía una idea muy clara de cómo sería mi propio estudio. La inspiración procede de mi tienda de moda favorita en Aoyama, Tokio. En la parte delantera de la tienda, había expuesta una gran cantidad de vestidos; en la parte trasera, tras una fina cortina, se encontraba el taller donde su propietario, de origen británico, confeccionaba los vestidos. Era como estar en un restaurante con la cocina a la vista: los clientes podían comprar su vestido hecho a mano recién sacado del horno. Soñé durante mucho tiempo con tener un estudio como ese”.
El espacio: Akemie diseñó ella misma el interior de su estudio de alquiler, ubicado en un antiguo garaje. “Desde que empecé a trabajar como diseñadora, tenía una idea muy clara de cómo sería mi propio estudio. La inspiración procede de mi tienda de moda favorita en Aoyama, Tokio. En la parte delantera de la tienda, había expuesta una gran cantidad de vestidos; en la parte trasera, tras una fina cortina, se encontraba el taller donde su propietario, de origen británico, confeccionaba los vestidos. Era como estar en un restaurante con la cocina a la vista: los clientes podían comprar su vestido hecho a mano recién sacado del horno. Soñé durante mucho tiempo con tener un estudio como ese”.
Un hito en su trayectoria: “Como ando siempre trabajando en proyectos muy personales y particulares, mis mejores momentos suelen venir de las conversaciones que tengo con mis clientes”, comenta Akemie. “Algunos de ellos aseguran que el proceso de selección de materiales para su bolso es como una sesión terapéutica; probablemente porque se trata de una buena ocasión para que recuerden lo que más les gusta, esas cosas personales que tenemos tan interiorizadas que ya no recordamos que están ahí. Es maravilloso saber que un bolso mío puede animar el día a su propietario incluso antes de ser confeccionado. Trabajo sola en mi estudio todos los días, pero tengo la sensación de estar siempre rodeada de gente”.
11. Arte callejero en Suecia
Quién trabaja aquí: Iron
Qué hace: Arte callejero
Dónde: Sur del país
Su destreza: “De una manera u otra, siempre he trabajado con imágenes. Cuando era joven, me aficioné a los grafitis, aunque siempre dibujaba formas y figuras, nada de tags”, comenta Iron. “Cuando el arte callejero se volvió más popular, mi interés en él aumentó de nuevo. Estaba un poco aburrido de ser un mero espectador en cuestiones de arte, así que tan pronto como cogí un spray, me enganché de nuevo.”
Mantener el anonimato es esencial para él. “Me permite trabajar en paz y dar todo el protagonismo a las imágenes. A veces, me tomo la libertad de pintar sin permiso, que se considera un acto de vandalismo en lugar de arte… aunque creo que eso es más que discutible. Digamos que sigo mi brújula moral interior”.
Quién trabaja aquí: Iron
Qué hace: Arte callejero
Dónde: Sur del país
Su destreza: “De una manera u otra, siempre he trabajado con imágenes. Cuando era joven, me aficioné a los grafitis, aunque siempre dibujaba formas y figuras, nada de tags”, comenta Iron. “Cuando el arte callejero se volvió más popular, mi interés en él aumentó de nuevo. Estaba un poco aburrido de ser un mero espectador en cuestiones de arte, así que tan pronto como cogí un spray, me enganché de nuevo.”
Mantener el anonimato es esencial para él. “Me permite trabajar en paz y dar todo el protagonismo a las imágenes. A veces, me tomo la libertad de pintar sin permiso, que se considera un acto de vandalismo en lugar de arte… aunque creo que eso es más que discutible. Digamos que sigo mi brújula moral interior”.
Influencia local: “He cambiado mi antigua vida en la ciudad por el campo: la paz y tranquilidad son lo mejor para fomentar la creatividad. Me dedico al arte callejero en entornos naturales, aunque la política también es una gran fuente de inspiración, así como las espantosas tendencias que se ven en Suecia y otras partes de Europa”. Por ejemplo, Iron pintó una versión del cartel “Hope” de Shepard Fairey, en el que se representa a Barack Obama, mostrando un político sueco de derechas con la palabra “hate” (odio) en su lugar. “Esta obra ha tenido un impacto bastante grande en las redes sociales”, asegura.
El espacio: El estudio de Iron se encuentra en una antigua fábrica que todavía cuenta con una enorme chimenea de ladrillo. “Cada día que pasa me pregunto si va a derrumbarse”, dice. “Bajo el edificio, fluye un arroyo que solía emplearse para alimentar la maquinaria de su interior. Soy el único artista que trabaja en este espacio, pero tenemos también a un inventor, un encuadernador y hasta un club de motos”.
El espacio: El estudio de Iron se encuentra en una antigua fábrica que todavía cuenta con una enorme chimenea de ladrillo. “Cada día que pasa me pregunto si va a derrumbarse”, dice. “Bajo el edificio, fluye un arroyo que solía emplearse para alimentar la maquinaria de su interior. Soy el único artista que trabaja en este espacio, pero tenemos también a un inventor, un encuadernador y hasta un club de motos”.
Un hito en su trayectoria: “Está a la vuelta de la esquina: el próximo proyecto siempre es el mejor”, afirma. “Aunque actualmente estoy decorando un espacio oficial en Estocolmo que se dará a conocer muy pronto. La verdad es que el arte callejero está ganando terreno, ya existen paredes y espacios dedicados a este propósito, los cuales permiten a la gente disfrutar de nuestro trabajo”.
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CUÉNTANOS…
¿Te dedicas al diseño, al arte o a la artesanía? Muéstranos tu estudio y alguno de tus últimos proyectos y cuéntanos si tu lugar de residencia ha influido en tu estilo.
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¿Te dedicas al diseño, al arte o a la artesanía? Muéstranos tu estudio y alguno de tus últimos proyectos y cuéntanos si tu lugar de residencia ha influido en tu estilo.
Quién trabaja aquí: Marco La Manna, 27 años
Qué hace: Guitarras
Dónde: Dovera, un pequeño pueblo cerca de Cremona, en la región de Lombardía
Su destreza: Marco La Manna lleva trabajando desde 2006 como violero, o lo que es lo mismo, fabricante de instrumentos de cuerda. Por aquel entonces estudiaba en una academia de guitarrería en Milán, tras haber acabado sus estudios secundarios. “Para confeccionar una guitarra nueva a partir de bocetos se necesitan unas 200 horas”, explica. “Suelo trabajar solo en mi estudio mientras escucho música. Es un trabajo muy solitario, requiere mucha concentración y precisión. En particular, durante el proceso de pintura tengo que estar muy centrado en lo que hago ya que una capa de más puede cambiar el sonido de la guitarra”, cuenta.
Influencia local: El complejo oficio de violero es una tradición todavía muy presente en toda Italia. Sin embargo, Marco eligió un lugar muy especial para abrir su estudio ya que en la Cremona del siglo XVII nació Antonio Stradivari, probablemente el violero más famoso del mundo, y fue ahí donde creó más de 1.100 instrumentos. Los pocos que todavía sobreviven al paso del tiempo están valorados en cientos de miles de dólares, si no millones.