Espacios para niños: Diversión asegurada a la hora de comer
¿Sentarse a comer en familia parece una misión imposible? Toma nota de estas propuestas lúdicas para que lo vean como un juego más.
Hemos recopilado algunas ideas de espacios cuyo diseño puede ayudar a que la sobredosis de energía o cambios de humor de los niños ante el plato de comida se reduzcan. Lo principal es conseguir un ambiente en el que ellos no se sientan en terreno non grato o aburrido. Quizá de este modo también te los metas en el bolsillo para que, más allá de a la hora de comer, pasen tiempo contigo en la cocina.
Columpios: Una idea ganadora. Con unos de este tipo, mirando a la isla, niños, jóvenes y mayores no van a querer salir de la cocina. Fijados a una estructura anclada al techo, permiten que el cocinero trabaje tranquilo mientras el resto de la familia puede ayudar, comentar o relajarse abriendo el apetito y divirtiéndose al tiempo. El espacio, lleno de luz gracias a la pared acristalada del fondo, es claro, diáfano y resulta muy práctico en su amplitud. La hora de la comida y de su preparación se puede convertir así en un momento lúdico y cálido para compartir en familia.
Un espacio multifunción. Una apuesta por la diversión y la comodidad de toda la familia es lo que encontramos en esta vivienda tipo loft. Su amplia cocina-comedor de tipo industrial ha sido diseñada para acoger todo tipo de actividades: desde picar algo, cocinar, comer, jugar, divertirse y aprender hasta, incluso, echarse una siesta… Todo es posible. Este espacio bicolor multifuncional cuenta con materiales resistentes y seguros como el acero inoxidable, el acrílico o la madera tratada, que se adaptan a cualquier uso. Reducir al mínimo el mobiliario y los accesorios consigue, por otro lado, asegurar la versatilidad y seguridad de la estancia.
Para trepadores. Los paneles de madera de esta cocina han sido perforados creando una escalera geométrica por la que trepar. Un espacio idóneo para que los más inquietos puedan gastar energía haciendo algo de ejercicio físico. Este rincón es solo un aperitivo de una increíble sala de juegos, en la que una red gigante invita a desafiar la gravedad.
Lee aquí un reportaje sobre esta singular casa
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Marinera. Ideal para estancias de vacaciones cerca del mar, pero también para todo el año si se tiene alma marinera, esta amplia cocina que recuerda a un velero promete ser un espacio de diversión familiar. El barco a modo de isla será desde donde el capitán organice la comida para toda la tripulación. Es el momento de reponer fuerzas decidiendo qué nuevas tierras explorar, cómo luchar contra los piratas o en qué puerto buscar refugio durante la tormenta. Si tienes unos niños grumetes, les encantará.
Espíritus artísticos. Incluir en la cocina un elemento de pizarra, como es el caso del frontal de esta nevera, es una baza segura para transformar esta estancia en un espacio de diversión, juego y aprendizaje. Pintar con pintura de pizarra los electrodomésticos, o incluso una pared entera, es un recurso sencillo y que dinamiza cualquier espacio de una manera muy eficaz. ¿Quién se puede resistir a coger una tiza? La hora de la comida, o su preparación, se convertirá así en un momento de creación artística o quizá hasta en una clase particular.
Pon una pizarra en la cocina y descubre tu lado más creativo
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Propuestas a su altura. Otra alternativa es este diseño típico de cocina americana en la que se ha incluido una pared magnética en la zona de barra acorde a sus dimensiones, más un piano que seguro garantiza la diversión de niños y mayores. Como añadido, en un espacio así una mesa de juegos o una zona de manualidades también serían un buen complemento. Más allá de los habituales imanes en la nevera, la pintura magnética es un recurso al alcance de todos los bolsillos que permite crear un espacio creativo y entretenido sin alterar en exceso el diseño de la cocina.
Espacio flexible. En este piso de planta abierta, el color y los volúmenes son dos elementos primordiales de la cocina. Su diseño presenta una original cocina-comedor tipo isla con una concepción completamente lúdica. Los asientos cúbicos son también cajones en los que guardar juguetes y la forma curva de la encimera permite utilizarla de una manera muy informal, con el fregadero y los fogones convenientemente alejados. Los niños encuentran en ella un espacio cómodo en el que jugar y alimentarse, muy diferente de ambientes más disciplinados.
Comedores solo para ellos. Nada mejor para animar a los más pequeños a comer que hacerles sentir independientes invitándolos a usar su propio comedor. Eso sí, convenientemente situado cerca de la cocina o del de los adultos para poder tenerlos vigilados. Hazlo a través de un juego de mesa y sillas de colores diseñadas para ellos y una vajilla en miniatura. Si no, te costará convencerles de que es su propio comedor.
Minicocinas. Un paso más en la misma dirección es incorporar una cocina en miniatura dentro de la propia cocina familiar. Así, los minichefs podrán ir haciendo sus pinitos e incluso aprender a cocinar viéndote a ti. Esta cuenta también con una pared de pizarra como elemento adicional en donde puedes poner, por ejemplo, los pasos de la receta. Hacerles partícipes del proceso seguro que despierta su curiosidad y apetito llegada la hora de comer.
Más imágenes de espacios infantiles aquí
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De cine. Esta idea seguro que es la favorita de muchos pequeños. Y grandes también… Decorar las paredes con personajes de cómic o del mundo del cine, en este caso del clásico Star Wars, seguro que hace el ambiente más atractivo a cualquier niño. Con esta pintura decorativa, el desayuno, la comida o la cena pasarán a ser un momento de fantasía, en el que los más creativos de la casa no se van a cansar de imaginar mil aventuras.
Casas Houzz: Un piso masculino y lúdico para un padre y su hijo
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Pequeños detalles que hacen grande un espacio. Esta gran cocina familiar cuenta con todos los elementos para convertirse en el rincón favorito de la casa. Mezclando una decoración que combina lo rústico con lo vintage, el espacio está salpicado de pequeños recursos lúdicos, destacando el mural de Lego en vertical. Al abrir la estancia al patio y disponer también de una mesa en el exterior, el espacio para comer y jugar se amplía aún más.
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