Entrevistas Houzz
Entrevistas Houzz: 10 minutos con Susanna Cots
Hace tiempo que se pasó a un modo de vida y de trabajo slow, que por cierto no significa ir lento. Descubre aquí qué es.
Susanna Cots es un toda una celebrity en Houzz. Es la profesional que encabeza la lista de las imágenes más guardadas por los usuarios a nivel internacional, no solo en España. Se trata de… un dormitorio infantil. Hablamos con ella de todo lo que esconde esta imagen, sobre el interiorismo emocional que practica y su estilo de vida slow.
Haciendo gala de su modo de vida, nos dedicó verdaderamente mucho más de diez minutos para esta entrevista (aunque leerla te llevará solo eso). Nos recibe en Barcelona, en uno de los últimos proyectos que ha hecho en el estudio para explicarnos sobre el terreno su modo de trabajar. Su cliente le ha dejado total libertad para que entremos en la casa, lo cual dice mucho de la buena relación que debe haber entre ambos. Llega con unas viandas que ha comprado en un horno del Ampurdán, donde tiene el estudio. Nos hacemos un té. Y otro. Y otro (no perdamos de vista que son tés de su cliente). Y hablamos en profundidad sobre su trabajo, sin interrupciones telefónicas de ningún tipo. Así es Susanna: te dedica el tiempo que haga falta. Esto es para ella vivir y trabajar slow –porque de lenta no tiene nada, es muy energética. El hecho de que este encuentro tenga lugar en casa de uno de sus clientes es consecuencia del interiorismo emocional que practica. Veamos en qué consiste todo.
Desvélanos el secreto… ¿Qué crees que tiene esta imagen para ser tan exitosa entre la comunidad Houzz?
“Para mí, es todo un misterio porque resulta que lo más interesante de este rincón es precisamente lo que no se ve. Se trata de la segunda residencia en la playa de una familia que tiene cinco hijos. El espacio solo nos permitía poder contar con cuatro habitaciones. Teníamos, por tanto, tres dormitorios para cinco hermanos. Como, además, las estancias no eran muy grandes, decidimos trabajarlas en altura. Pero no queríamos usar literas para que los niños no se sintieran apiñados. Así que debajo de la cama que se ve ahí, hay otra tipo nido alojada en el mueble de madera. Además, todo lo que no es la cama nido ni la bandeja deslizante que hace de escritorio, son cajones de almacenamiento, incluidos los escalones. Es increíble porque nadie sabe esto cuando se guarda la imagen, dado que ni la cama nido está abierta ni tampoco los cajones. Y, sin embargo, a la gente le encanta sin saber todo lo extra que esconde”.
Dormitorios infantiles: Ideas creativas para aprovechar cada milímetro
“Para mí, es todo un misterio porque resulta que lo más interesante de este rincón es precisamente lo que no se ve. Se trata de la segunda residencia en la playa de una familia que tiene cinco hijos. El espacio solo nos permitía poder contar con cuatro habitaciones. Teníamos, por tanto, tres dormitorios para cinco hermanos. Como, además, las estancias no eran muy grandes, decidimos trabajarlas en altura. Pero no queríamos usar literas para que los niños no se sintieran apiñados. Así que debajo de la cama que se ve ahí, hay otra tipo nido alojada en el mueble de madera. Además, todo lo que no es la cama nido ni la bandeja deslizante que hace de escritorio, son cajones de almacenamiento, incluidos los escalones. Es increíble porque nadie sabe esto cuando se guarda la imagen, dado que ni la cama nido está abierta ni tampoco los cajones. Y, sin embargo, a la gente le encanta sin saber todo lo extra que esconde”.
Dormitorios infantiles: Ideas creativas para aprovechar cada milímetro
Por si no fuera suficiente, otra zona del mismo proyecto es también otra de las imágenes más guardadas en el top ten de Houzz. Es esta ingeniosa solución de almacenaje que vemos aquí, ¿cómo surgió aprovechar un muro de este modo?
“Aquí se ve el dormitorio principal y su baño, que integramos estéticamente con la terraza a la que tiene acceso a través de la madera de Ipe utilizada en el pavimento del exterior. Para poner las instalaciones del baño, tuvimos que levantar un muro y este nos proporcionaba un hueco vacío en esta zona que, antes que cerrarlo y dejarlo inútil, lo aprovechamos como almacenaje. Aunque sólo cuenta con 15 cm de ancho, al ser tan alto permite guardar en él un montón de productos de belleza y aseo”.
Precisamente, uno de los rasgos principales del modo de diseñar de tu estudio es la cantidad de soluciones a medida que aportáis. ¿Por qué trabajáis así a pesar de ser más costoso, en cuanto a esfuerzo vuestro y de presupuesto?
“Todo el diseño de mobiliario y a medida que hacemos sale siempre de una necesidad sujeta a un concepto de espacio. No es que a mí me guste especialmente diseñar muebles, es que los espacios lo piden. Trabajamos con un concepto general. Casi siempre tiramos toda una distribución abajo para plantear una nueva, así que de paso diseñamos muchas cosas a medida para que se adapten completamente al espacio y aprovecharlo al máximo. Según mis cálculos, producimos a medida más o menos el 75 por ciento de un proyecto”.
“Aquí se ve el dormitorio principal y su baño, que integramos estéticamente con la terraza a la que tiene acceso a través de la madera de Ipe utilizada en el pavimento del exterior. Para poner las instalaciones del baño, tuvimos que levantar un muro y este nos proporcionaba un hueco vacío en esta zona que, antes que cerrarlo y dejarlo inútil, lo aprovechamos como almacenaje. Aunque sólo cuenta con 15 cm de ancho, al ser tan alto permite guardar en él un montón de productos de belleza y aseo”.
Precisamente, uno de los rasgos principales del modo de diseñar de tu estudio es la cantidad de soluciones a medida que aportáis. ¿Por qué trabajáis así a pesar de ser más costoso, en cuanto a esfuerzo vuestro y de presupuesto?
“Todo el diseño de mobiliario y a medida que hacemos sale siempre de una necesidad sujeta a un concepto de espacio. No es que a mí me guste especialmente diseñar muebles, es que los espacios lo piden. Trabajamos con un concepto general. Casi siempre tiramos toda una distribución abajo para plantear una nueva, así que de paso diseñamos muchas cosas a medida para que se adapten completamente al espacio y aprovecharlo al máximo. Según mis cálculos, producimos a medida más o menos el 75 por ciento de un proyecto”.
Y el otro rasgo de vuestro trabajo, que es el más evidente a simple vista, es el uso protagonista del color blanco, ¿por qué?
“No hay nada de minimalismo en el uso que hago de él. Para mí, es sencillamente la base de todo. Hay colores que estresan energéticamente, por eso me cuesta mucho trabajar con colores. Si es en elementos de decoración no pasa nada porque si te cansas, lo cambias. Pero para la caja, la piel o el concepto de un espacio, el blanco es mi color. Parece que tuviera una obsesión, pero no. Es más bien que lo considero un tono que aporta calma y serenidad. También sensación de higiene”.
¿Se puede decorar con personalidad usando solo el color blanco?
“No hay nada de minimalismo en el uso que hago de él. Para mí, es sencillamente la base de todo. Hay colores que estresan energéticamente, por eso me cuesta mucho trabajar con colores. Si es en elementos de decoración no pasa nada porque si te cansas, lo cambias. Pero para la caja, la piel o el concepto de un espacio, el blanco es mi color. Parece que tuviera una obsesión, pero no. Es más bien que lo considero un tono que aporta calma y serenidad. También sensación de higiene”.
¿Se puede decorar con personalidad usando solo el color blanco?
Soluciones a medida, empleo protagonista del blanco… ¿qué otros rasgos crees que siempre están presentes en tu trabajo?
“Me gustan las líneas rectas, los materiales naturales, el equilibrio cromático, los rinconcitos… pero para mí, el orden visual es la clave. Te da serenidad. En toda mi vida, no me he encontrado a ni una sola persona que no le guste el orden. Incluso si son personas desordenadas, necesitan a alguien que les ayude a poner orden, de ahí el éxito del libro de Marie Kondo.
No obstante, siempre digo que yo soy una interiorista un poco rara porque para mí todos los aspectos más ligados a la decoración, como cortinas, atrezo… me aburren. Me gusta centrarme más en aquellos elementos invisibles que hay que estructurar para llegar a una ausencia de intoxicaciones en un espacio. En nuestros proyectos, nos encargamos de estudiar el lenguaje del espacio, el manejo de la luz, de las sombras, de proporcionar confort… y luego ya los clientes que se lo personalicen y decoren a su manera”.
“Me gustan las líneas rectas, los materiales naturales, el equilibrio cromático, los rinconcitos… pero para mí, el orden visual es la clave. Te da serenidad. En toda mi vida, no me he encontrado a ni una sola persona que no le guste el orden. Incluso si son personas desordenadas, necesitan a alguien que les ayude a poner orden, de ahí el éxito del libro de Marie Kondo.
No obstante, siempre digo que yo soy una interiorista un poco rara porque para mí todos los aspectos más ligados a la decoración, como cortinas, atrezo… me aburren. Me gusta centrarme más en aquellos elementos invisibles que hay que estructurar para llegar a una ausencia de intoxicaciones en un espacio. En nuestros proyectos, nos encargamos de estudiar el lenguaje del espacio, el manejo de la luz, de las sombras, de proporcionar confort… y luego ya los clientes que se lo personalicen y decoren a su manera”.
En cuanto a aspectos menos tangibles, os definís como un estudio de interiorismo emocional, ¿en qué consiste este concepto?
“Quizá se entienda mucho mejor si lo explico a través del trabajo que hacemos en el diseño de clínicas. Muchos nos conocen por nuestros proyectos de residencial pero diseñamos también clínicas, casi en un mismo porcentaje. Hace tiempo diseñamos la de un psiquiatra de Barcelona que se dedica a tratar la esquizofrenia. Lo primero que hice fue estudiar la enfermedad. La gente que padece esquizofrenia tiene una sensación constante de persecución, como de que todo el mundo habla de ellos. Por eso, la clínica la trabajamos con un interiorismo que generara sensación de abrazo, de acogida. La luz es muy baja, por ejemplo”.
“Quizá se entienda mucho mejor si lo explico a través del trabajo que hacemos en el diseño de clínicas. Muchos nos conocen por nuestros proyectos de residencial pero diseñamos también clínicas, casi en un mismo porcentaje. Hace tiempo diseñamos la de un psiquiatra de Barcelona que se dedica a tratar la esquizofrenia. Lo primero que hice fue estudiar la enfermedad. La gente que padece esquizofrenia tiene una sensación constante de persecución, como de que todo el mundo habla de ellos. Por eso, la clínica la trabajamos con un interiorismo que generara sensación de abrazo, de acogida. La luz es muy baja, por ejemplo”.
“Los pacientes de esta clínica están mucho más relajados y hablan más ahora. Según me contaban los médicos, si un paciente había tenido una mala noche se podía tirar una hora en la consulta sin decir nada. Con el espacio que diseñamos, el tratamiento se volvió más fácil y rápido pues los pacientes se abrían y expresaban más.
Sin embargo, si una persona sana entra en la consulta, se agobia un poco. A los diez minutos necesita abrir una ventana. El interiorismo del lugar está trabajado para sentirse acogido y abrazado cuando estás enfermo. Si no lo estás, agobia. Después de haber experimentado cómo evolucionaban sus pacientes gracias al interiorismo, el psiquiatra me propuso organizar charlas para explicar la influencia que el interiorismo puede tener en medicina”.
Haz clic aquí para ver una casa diseñada por Susanna Cots en la zona alta de Barcelona
Sin embargo, si una persona sana entra en la consulta, se agobia un poco. A los diez minutos necesita abrir una ventana. El interiorismo del lugar está trabajado para sentirse acogido y abrazado cuando estás enfermo. Si no lo estás, agobia. Después de haber experimentado cómo evolucionaban sus pacientes gracias al interiorismo, el psiquiatra me propuso organizar charlas para explicar la influencia que el interiorismo puede tener en medicina”.
Haz clic aquí para ver una casa diseñada por Susanna Cots en la zona alta de Barcelona
“Como profesional soy muy sensitiva. Mi manera de trabajar es conectando emocionalmente con el proyecto y las personas. Con las casas es lo mismo que con las clínicas. Yo quiero ayudar a mis clientes a crear su hogar, dulce hogar. En casa es donde están las buenas energías, donde se deja atrás el estrés. Igual que las clínicas, son lugares muy emocionales y eso me encanta. Por eso para mí es muy importante, sobre todas las cosas, trabajar solo con clientes con los que conecte”.
¿Y cómo haces para dar con clientes con los que conectes?
“Primero les pido que me manden un resumen del proyecto que quieren hacer, para ver si realmente somos nosotros los profesionales que buscan. Puede ser que no nos necesitan y que solo requieren un asesoramiento o la ayuda de un decorador. Si somos nosotros, entonces antes de mandar ningún presupuesto voy a ver el espacio, les conozco a ellos, veo cómo son, cómo viven… no es que sea una cotilla, de verdad necesito saber su día a día. Me gusta mucho hacer casas precisamente por este factor emocional y personal que se establece con las personas para las que haces un proyecto.
Si los clientes vienen a visitarme a mi estudio, me dice mucho. Siempre les invito a venir y a desayunar juntos para conocernos. Si el proyecto sale adelante, vamos a hablar tantas horas cada día… que necesito que la relación sea buena. Si no, es muy agotador para las dos partes. Y es que nuestro trabajo es muchas veces también el de acompañar a nuestros clientes en el proceso, porque hacerse una casa o determinadas reformas son procesos muy duros y complicados”.
Descubre aquí otro proyecto de esta interiorista
“Primero les pido que me manden un resumen del proyecto que quieren hacer, para ver si realmente somos nosotros los profesionales que buscan. Puede ser que no nos necesitan y que solo requieren un asesoramiento o la ayuda de un decorador. Si somos nosotros, entonces antes de mandar ningún presupuesto voy a ver el espacio, les conozco a ellos, veo cómo son, cómo viven… no es que sea una cotilla, de verdad necesito saber su día a día. Me gusta mucho hacer casas precisamente por este factor emocional y personal que se establece con las personas para las que haces un proyecto.
Si los clientes vienen a visitarme a mi estudio, me dice mucho. Siempre les invito a venir y a desayunar juntos para conocernos. Si el proyecto sale adelante, vamos a hablar tantas horas cada día… que necesito que la relación sea buena. Si no, es muy agotador para las dos partes. Y es que nuestro trabajo es muchas veces también el de acompañar a nuestros clientes en el proceso, porque hacerse una casa o determinadas reformas son procesos muy duros y complicados”.
Descubre aquí otro proyecto de esta interiorista
¿Tienen tus clientes que compartir necesariamente tu filosofía de vida slow?
“Para nada. La mayoría de veces tienen vidas que no tienen nada que ver con la mía. Pero pienso que si nos escogen y buscan esta manera de trabajar nuestra, debe ser porque tienen esa carencia y es lo que quieren para sus espacios. Casi todos cuando llegamos a casa necesitamos descansar, refugio, que el ritmo se pare”.
“Para nada. La mayoría de veces tienen vidas que no tienen nada que ver con la mía. Pero pienso que si nos escogen y buscan esta manera de trabajar nuestra, debe ser porque tienen esa carencia y es lo que quieren para sus espacios. Casi todos cuando llegamos a casa necesitamos descansar, refugio, que el ritmo se pare”.
Cuéntanos, ¿cuándo decidiste pasarte a vivir slow y por qué?
“Fue una decisión que tomé cuando fui madre. El primer año de mi hijo mayor fue de locos en cuanto a trabajo y me perdí muchas cosas. A los quince días de nacer, yo ya estaba de viaje. Fue entonces cuando mi pareja y yo decidimos empezar a vivir diferente y ser más selectivos con los proyectos. Nos mudamos a un pueblo muy pequeño del Ampurdán y establecimos allí el estudio. Mis hijos tienen el colegio a cincuenta metros; nosotros trabajamos con proyectos en todo el mundo, desde Barcelona a Suiza o Shanghái.
Hay gente que me dice: ‘Uy, yo no podría vivir slow porque necesito hacer muchas cosas al día’. ¡Yo también hago muchas cosas al día! Pero cada cosa requiere un tiempo y yo quiero dedicárselo, esa es la diferencia. Para mí, no puedes decirle a tu hijo: ‘Venga, te voy a leer un cuento de esta colección nueva que ha salido que duran dos minutos’. ¡Cómo vas a decirle eso cuando es su momento favorito del día!
Pues con las casas es lo mismo. No le puedes decir a tu cliente que vas a hacer el proyecto de la casa de sus sueños en quince días… Para mí, vivir slow significa dedicarle a las cosas el tiempo que toque y que requieran. No quiero ser una fábrica de proyectos; prefiero hacer menos y hacerlos bien. Así soy más creativa. Aunque a veces voy a tope y eso me vuelve más creativa, no es una ciencia exacta. Pero en líneas generales, no quiero hacer 50 proyectos al año mal cuando puedo hacer 20 muy bien. Lo de trabajar slow no quiere decir que haga un proyecto de manera lenta, sino que le dedico el tiempo que realmente necesita para hacerlo lo mejor posible. Cogemos unos 20-25 proyectos al año y con eso tenemos suficiente”.
En este artículo Susanna Cots explica cómo aplicar el Slow Design en el hogar
“Fue una decisión que tomé cuando fui madre. El primer año de mi hijo mayor fue de locos en cuanto a trabajo y me perdí muchas cosas. A los quince días de nacer, yo ya estaba de viaje. Fue entonces cuando mi pareja y yo decidimos empezar a vivir diferente y ser más selectivos con los proyectos. Nos mudamos a un pueblo muy pequeño del Ampurdán y establecimos allí el estudio. Mis hijos tienen el colegio a cincuenta metros; nosotros trabajamos con proyectos en todo el mundo, desde Barcelona a Suiza o Shanghái.
Hay gente que me dice: ‘Uy, yo no podría vivir slow porque necesito hacer muchas cosas al día’. ¡Yo también hago muchas cosas al día! Pero cada cosa requiere un tiempo y yo quiero dedicárselo, esa es la diferencia. Para mí, no puedes decirle a tu hijo: ‘Venga, te voy a leer un cuento de esta colección nueva que ha salido que duran dos minutos’. ¡Cómo vas a decirle eso cuando es su momento favorito del día!
Pues con las casas es lo mismo. No le puedes decir a tu cliente que vas a hacer el proyecto de la casa de sus sueños en quince días… Para mí, vivir slow significa dedicarle a las cosas el tiempo que toque y que requieran. No quiero ser una fábrica de proyectos; prefiero hacer menos y hacerlos bien. Así soy más creativa. Aunque a veces voy a tope y eso me vuelve más creativa, no es una ciencia exacta. Pero en líneas generales, no quiero hacer 50 proyectos al año mal cuando puedo hacer 20 muy bien. Lo de trabajar slow no quiere decir que haga un proyecto de manera lenta, sino que le dedico el tiempo que realmente necesita para hacerlo lo mejor posible. Cogemos unos 20-25 proyectos al año y con eso tenemos suficiente”.
En este artículo Susanna Cots explica cómo aplicar el Slow Design en el hogar
Como experta en el uso del blanco, ¿qué trucos nos darías para matizarlo y que no dé la sensación de un espacio frío?
“Yo lo combino siempre con madera, pues es un material que te acerca a la naturaleza y aporta calidez. Nosotros, de hecho, tratamos siempre de incluir el tacto y el olor de los materiales nobles y naturales en nuestros proyectos. Usamos mucho el roble, pero también las lanas en los textiles. Nos gusta que los materiales tengan un tacto y un olor agradable y natural. Se trata de elementos que parecen invisibles pero que no lo son, porque su presencia fluye también sensorialmente en el espacio”.
Si te gusta este salón, en este otro artículo lo analizamos en detalle
“Yo lo combino siempre con madera, pues es un material que te acerca a la naturaleza y aporta calidez. Nosotros, de hecho, tratamos siempre de incluir el tacto y el olor de los materiales nobles y naturales en nuestros proyectos. Usamos mucho el roble, pero también las lanas en los textiles. Nos gusta que los materiales tengan un tacto y un olor agradable y natural. Se trata de elementos que parecen invisibles pero que no lo son, porque su presencia fluye también sensorialmente en el espacio”.
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Cuando muchos elementos son blancos puede pasar, aunque suene raro, que haya algunos tonos de blanco que no combinen entre sí debido al material o a su acabado. ¿Qué consejos nos darías para que no pase esto?
“Sobre todo, elegir escrupulosamente las texturas. Por ejemplo, en el proyecto ‘Pure White’ (en la imagen) trabajamos con textiles y tapizados muy diversos: lana, pelo, ganchillo, piel… todos blancos, casi 100% blanco sobre blanco. En textiles es muy fácil encontrar texturas que combinen bien entre sí mientras no tiren a azul. Es mejor que tiren a crudo o hueso. Otro elemento que no usaría nunca son carpinterías de aluminio blancas si las paredes también lo son; no se integran bien. Tampoco optaría por este color para los aires acondicionados, pues se ensucian enseguida”.
Haz clic aquí si te gustaría leer un artículo completo sobre este proyecto
“Sobre todo, elegir escrupulosamente las texturas. Por ejemplo, en el proyecto ‘Pure White’ (en la imagen) trabajamos con textiles y tapizados muy diversos: lana, pelo, ganchillo, piel… todos blancos, casi 100% blanco sobre blanco. En textiles es muy fácil encontrar texturas que combinen bien entre sí mientras no tiren a azul. Es mejor que tiren a crudo o hueso. Otro elemento que no usaría nunca son carpinterías de aluminio blancas si las paredes también lo son; no se integran bien. Tampoco optaría por este color para los aires acondicionados, pues se ensucian enseguida”.
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“Asimismo, las griferías blancas particularmente no me gustan mucho; las negras, sin embargo, me parecen más elegantes. En enchufes tampoco lo usaría, pues el material en que están hechos termina viéndose como de mala calidad, aunque no lo sea. Y por último, algo que nunca haría sería combinar frentes lacados en blanco con interiores de melamina blanca. En estos casos prefiero optar por una melamina de roble antes que una blanca. Si no, se ve el corte en el canto y queda horrible”.
CUÉNTANOS…
¿Por qué crees que gusta tanto el dormitorio que ha diseñado Susanna? ¿Qué te parece el estilo de su trabajo? Comparte tu opinión en los comentarios
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