Otros espacios
Dónde y por qué colocar una barra en casa
Emplazada estratégicamente, se convierte en un práctico aliado para muchas de nuestras tareas cotidianas.
Tener una barra en casa ha dejado de ser una excentricidad. No se trata de un elemento propio solamente de bares y locales nocturnos. Ya sea como encimera bajo la que guardar los taburetes, como estructura sobre una isla de trabajo o incluso adosada a la pared, resulta un recurso fácil de integrar en la casa. Perfectas para desayunos y comidas rápidas, las barras tienen mucho que ofrecer, ahora que las cocinas abiertas al comedor son tendencia. Un emplazamiento estratégico, unos asientos cómodos y una estudiada iluminación es todo lo necesitas para disfrutar de una buena barra.
Una barra es considerablemente más estrecha que una mesa de comedor convencional, pero es lo suficientemente ancha para acoger unos pocos comensales y guardar los taburetes debajo cuando no se utilizan. Resulta perfecta para tomar aperitivos, como mesa auxiliar o incluso para comidas diarias.
Como estructura adosada a la pared en una zona de paso situada entre el salón-comedor, el recibidor de la vivienda y la cocina, esta barra de la imagen es un elemento muy versátil. Se puede usar para dejar las cosas al entrar en casa, como zona de desayuno y de cómodo pasaplatos en comidas más formales. La tira de leds bajo la encimera le da un aire informal.
Aprovechar un entrante o algún elemento estructural como tabiques abiertos o columnas es un recurso muy práctico para recrear un ambiente de bar en la sala de estar. Las tiras de leds de color y los taburetes de resina de alto brillo son recursos infalibles para darle un aire pop al conjunto.
Puertas correderas: Espacios versátiles con un solo gesto
Puertas correderas: Espacios versátiles con un solo gesto
En un salón comedor de planta alargada, la transición entre zonas es la ubicación ideal para una pequeña barra. Puede ser una consola bajo la que se guardan los taburetes cuando no se estén usando, o un lugar donde poner las bebidas. Para dar sensación de amplitud a este rincón, nada mejor que un espejo mural tras la barra, que multiplicará el espacio creando atractivos juegos de reflejos.
Tampoco es mala idea aprovechar el desnivel existente entre dos zonas del salón para crear una estructura a medida que, además, sirve como protección para la tarima más elevada. Los estantes laterales hacen las funciones de mueble bar, mientras que el hueco abierto bajo la barra ofrece espacio para sentarse cómodamente.
Uno de los lugares habituales para ubicar una barra es en la separación entre la cocina y el comedor. Para ello, basta con prolongar la encimera hacia el exterior o bien instalar una superficie volada por encima de esta, de modo que queda sitio suficiente para las piernas. Unos taburetes coordinados con el sofá, los cojines o algún otro elemento de la zona de estar ayuda a integrar este espacio en el conjunto e independizarlo de la cocina.
La elección de los taburetes adecuados para una barra dependerá, en gran medida, del uso que se vaya a hacer de la misma. Si se va a utilizar de forma frecuente y durante períodos prolongados –por ejemplo, las comidas diarias– conviene elegir modelos con respaldo y no demasiado altos.
Estratégicamente situada entre la cocina y el salón, por un lado, y entre dos amplios acristalamientos al exterior, por otro, esta gran isla da respuesta a todo tipo de necesidades. Así, puede funcionar como bar exterior o como barra donde preparar comidas informales. Además, cuenta con un fregadero auxiliar.
Cocinas abiertas al exterior: Sácale el máximo partido al entorno
Cocinas abiertas al exterior: Sácale el máximo partido al entorno
Si el espacio destinado a la barra no es demasiado amplio o no se encuentra separado del resto de zonas, lo mejor es que tenga el mismo estilo. Los taburetes acolchados y los lacados en colores neutros le dan una atmósfera art déco a esta propuesta, perfecta para ambientes clásicos. La gran lámpara suspendida sobre la barra se encarga de delimitar visualmente la zona mediante una iluminación puntual.
A medio camino entre una barra y una mesa, esta estructura adosada a la isla de trabajo de la cocina cumple múltiples funciones de forma ingeniosa a la vez que ahorra metros útiles. Además, la altura convencional de la mesa la hace más cómoda porque permite sentarse con sillas. Una combinación de distintos modelos de lámparas colgadas, de la serie Beat, de Tom Dixon, la iluminan de forma agradable y funcional a la vez que crean una cortina de separación lumínica entre la cocina y el salón comedor.
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¿Tienes una barra en casa? ¡Queremos verla! Cuelga tus fotos en la sección de comentarios
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