Decoración
Iluminación
Decoración para principiantes: Guía esencial de iluminación
Uno de los factores cruciales en cualquier proyecto de interiorismo es la luz. Aprende cómo transformar un espacio a través de su uso.
Durante cualquier reforma debemos planificar detalladamente las fuentes de luz, tanto las naturales como las artificiales, para poder realzar o atenuar la decoración en función de las necesidades. A partir de una correcta iluminación, de la elección de las luminarias, los tipos de bombilla y su distribución conseguiremos modificar la atmósfera de un ambiente. Es importante conocer cada uno de estos factores para lograr un efecto bonito, pero también confortable. Y es que pocas cosas tienen la capacidad de cambiar la estética de un lugar como la luz.
El color es uno de los principales aliados para una iluminación abundante. Como norma fundamental, los colores claros absorben menos luz, por lo que la reflejan con mayor efectividad. Por otro lado, los más oscuros absorben con contundencia la luz, por lo que la refractarán con menor intensidad. Otro factor, muchas veces olvidado, es la capacidad de refracción de los elementos estructurales de una estancia, como las paredes, el techo y el suelo. El muro donde se encuentra situada la abertura es el que menos luz refleja, por lo que podemos pintarlo en un color oscuro sin perder luminosidad. En cambio, las paredes laterales a la ventana son las que la reflejarán con mayor intensidad, por lo que es preferible utilizar tonos más claros para intensificar la luz.
El techo representa también un papel fundamental. Es recomendable pintarlo en tonos claros ya que multiplica considerablemente la sensación lumínica y espacial. La pared que se sitúa frente a la entrada –ya sea ventana o puerta– y el suelo también son elementos reflectantes, aunque en menor medida. Por otro lado, pintar las ventanas del mismo color que las paredes ayuda a crear el foco de atención en el exterior, por lo que ello al mismo tiempo procura un efecto de mayor luminosidad en el interior.
El techo representa también un papel fundamental. Es recomendable pintarlo en tonos claros ya que multiplica considerablemente la sensación lumínica y espacial. La pared que se sitúa frente a la entrada –ya sea ventana o puerta– y el suelo también son elementos reflectantes, aunque en menor medida. Por otro lado, pintar las ventanas del mismo color que las paredes ayuda a crear el foco de atención en el exterior, por lo que ello al mismo tiempo procura un efecto de mayor luminosidad en el interior.
Las ventanas y puertas, tanto por ubicación como por tipología, también influyen en el desarrollo y aprovechamiento de la luz natural. En función de su emplazamiento, una ventana centrada en una pared posibilita la entrada de una luz más intensa y uniforme, mientras que una descentrada creará el efecto contrario.
Cuánto más alta sea una ventana, más cerca del techo, por lo que la iluminación incidirá con mayor facilidad hacia el fondo de la estancia de manera más equilibrada y uniforme. Si eliminamos separaciones y creamos nuevas aberturas, conseguiremos una mejor distribución lumínica entre los espacios de modo que una habitación con poca entrada de luz natural puede recoger la del ambiente contiguo bien iluminado.
Del mismo modo que sucede con las paredes, las superficies y materiales utilizados para decorar un espacio también absorben o reflejan la luz. Las superficies brillantes o de color blanco irradian con más intensidad la luz natural, igual que el acero, el aluminio y el cristal. Por ejemplo, un sofá tapizado con una tela clara, un pavimento de lamas de madera blanquecinas o una mesa lacada brillante, aportarán una mayor refracción.
Cuánto más alta sea una ventana, más cerca del techo, por lo que la iluminación incidirá con mayor facilidad hacia el fondo de la estancia de manera más equilibrada y uniforme. Si eliminamos separaciones y creamos nuevas aberturas, conseguiremos una mejor distribución lumínica entre los espacios de modo que una habitación con poca entrada de luz natural puede recoger la del ambiente contiguo bien iluminado.
Del mismo modo que sucede con las paredes, las superficies y materiales utilizados para decorar un espacio también absorben o reflejan la luz. Las superficies brillantes o de color blanco irradian con más intensidad la luz natural, igual que el acero, el aluminio y el cristal. Por ejemplo, un sofá tapizado con una tela clara, un pavimento de lamas de madera blanquecinas o una mesa lacada brillante, aportarán una mayor refracción.
Para conseguir que la luz natural fluya debemos evitar colocar obstáculos a su paso, tanto con cortinas pesadas y tupidas como con la distribución del mobiliario de gran volumen, que debería situarse junto a la pared, de modo que la luz pueda circular desde las aberturas hacia el interior.
Si cuentas con un pavimento en tonos oscuros, elige alfombras claras de tejidos naturales o fibras vegetales. Verás cómo conseguirás multiplicar considerablemente la sensación de luminosidad.
Descubre cómo el gris puede hacer tu cuarto más elegante y luminoso
Si cuentas con un pavimento en tonos oscuros, elige alfombras claras de tejidos naturales o fibras vegetales. Verás cómo conseguirás multiplicar considerablemente la sensación de luminosidad.
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La iluminación artificial influye considerablemente en la decoración y percepción del espacio, modificando, realzando o atenuando sus formas originales, los colores y las texturas. En muchos casos, si prestamos especial atención a la renovación y redistribución de la luz artificial conseguiremos crear un cambio radical. Un regulador de intensidad con el que modificar la cantidad de luz puede ayudarnos a crear ambientaciones distintas a través de un solo soporte o luminaria.
A pesar de que cada habitación, según su funcionalidad, puede iluminarse de una forma u otra, es necesario mantener un equilibrio y unidad con el resto de la vivienda. La combinación en un mismo espacio de distintos tipos de luz: general, ambiental, puntual o decorativa, puede generar resultados muy sorprendentes. La luz general debe ser suave y suficiente, para evitar innecesarios deslumbramientos que produzcan dolor ocular y sensación de fatiga o una cierta oscuridad. Las otras opciones servirán para enfatizar zonas concretas.
Del mismo modo que sucede con el lenguaje del color, la luz también provoca distintas reacciones en cada uno de nosotros. Cuando es demasiado intensa genera energía, por lo que nos mantiene activos; en el caso de una iluminación suave, el efecto es sedante, por lo que induce al sueño.
Comedor: Manual de estilo para iluminar la mesa
A pesar de que cada habitación, según su funcionalidad, puede iluminarse de una forma u otra, es necesario mantener un equilibrio y unidad con el resto de la vivienda. La combinación en un mismo espacio de distintos tipos de luz: general, ambiental, puntual o decorativa, puede generar resultados muy sorprendentes. La luz general debe ser suave y suficiente, para evitar innecesarios deslumbramientos que produzcan dolor ocular y sensación de fatiga o una cierta oscuridad. Las otras opciones servirán para enfatizar zonas concretas.
Del mismo modo que sucede con el lenguaje del color, la luz también provoca distintas reacciones en cada uno de nosotros. Cuando es demasiado intensa genera energía, por lo que nos mantiene activos; en el caso de una iluminación suave, el efecto es sedante, por lo que induce al sueño.
Comedor: Manual de estilo para iluminar la mesa
Para conocer las distintas alternativas en iluminación artificial es necesario definir tres conceptos básicos y sus características principales:
La iluminación general es la luz principal con la que debemos poder ver y desplazarnos con comodidad por una estancia. Se sitúa comúnmente sobre la vista, en el techo o en apliques situados a una altura considerable. Debes tener en cuenta que este tipo de iluminación tiene que poder accionarse desde la misma entrada a la habitación. Es importante al planificar la situación de este tipo de iluminación, que no se generen zonas de sombras excesivamente contrastadas, de modo que se cree una luz equilibrada y homogénea en todos los ambientes.
La iluminación puntual debe ser clara, directa, sin deslumbrar y tiene como finalidad iluminar una zona de trabajo o actividad concreta. Es la aliada perfecta de la general, para zonas de lectura o estudio a través de luminarias de pie o de sobremesa. También son adecuadas las piezas con guías o brazos móviles, ideales para espacios que requieran una intensidad y definición superior, como el baño, un espejo o en la cocina para las zonas de preparación y manipulación de los alimentos y platos.
- Tipos de iluminación: general, ambiental, puntual y decorativa.
- Sistemas de iluminación: directa, indirecta, semidirecta, semiindirecta y difusa.
- Fuentes de luz: incandescentes de filamento, incandescentes halógenas, led y de descarga.
La iluminación general es la luz principal con la que debemos poder ver y desplazarnos con comodidad por una estancia. Se sitúa comúnmente sobre la vista, en el techo o en apliques situados a una altura considerable. Debes tener en cuenta que este tipo de iluminación tiene que poder accionarse desde la misma entrada a la habitación. Es importante al planificar la situación de este tipo de iluminación, que no se generen zonas de sombras excesivamente contrastadas, de modo que se cree una luz equilibrada y homogénea en todos los ambientes.
La iluminación puntual debe ser clara, directa, sin deslumbrar y tiene como finalidad iluminar una zona de trabajo o actividad concreta. Es la aliada perfecta de la general, para zonas de lectura o estudio a través de luminarias de pie o de sobremesa. También son adecuadas las piezas con guías o brazos móviles, ideales para espacios que requieran una intensidad y definición superior, como el baño, un espejo o en la cocina para las zonas de preparación y manipulación de los alimentos y platos.
La iluminación ambiental es la que genera un clima u otro para crear una atmósfera determinada, más teatral y decorativa, no tan funcional. La luz que emite no es suficiente para ejercer una actividad concreta, sino que produce un juego de sensaciones y ambientaciones imprescindibles en cualquier decoración personalizada. Mediante un regulador de intensidad podemos conseguir que una iluminación general o puntual se transforme en iluminación ambiental.
La decorativa es la que se utiliza para realzar objetos. Por ejemplo para la iluminación de cuadros, obras de arte o elementos arquitectónicos que merezcan ser destacados.
La decorativa es la que se utiliza para realzar objetos. Por ejemplo para la iluminación de cuadros, obras de arte o elementos arquitectónicos que merezcan ser destacados.
Para entender correctamente los tipos de fuentes de luz es necesario diferenciar entre incandescentes y luminiscentes. En esta última opción englobamos las de tipo led y las de descarga de baja y alta tensión, como fluorescentes halógenos o vapor de sodio.
Las lámparas incandescentes siguen siendo una variante muy utilizada en la decoración de interiores. Sobre todo gracias a su coste y a que casan muy bien con decoraciones vintage, de estilo escandinavo o industrial. Aunque su ineficiencia está contrastada, su uso sigue siendo muy recurrente. Las lámparas halógenas y las de bajo consumo y voltaje han ido sustituyendo poco a poco este tipo de fuente de luz. Son francamente recomendables para iluminación decorativa, pero deberían evitarse en espacios donde estén encendidas durante muchas horas o se necesiten altos niveles de iluminación ya que no cumplirían con las expectativas de luz o gasto energético.
Iluminación: Consigue la luz apropiada con lámparas de bajo consumo
Las lámparas incandescentes siguen siendo una variante muy utilizada en la decoración de interiores. Sobre todo gracias a su coste y a que casan muy bien con decoraciones vintage, de estilo escandinavo o industrial. Aunque su ineficiencia está contrastada, su uso sigue siendo muy recurrente. Las lámparas halógenas y las de bajo consumo y voltaje han ido sustituyendo poco a poco este tipo de fuente de luz. Son francamente recomendables para iluminación decorativa, pero deberían evitarse en espacios donde estén encendidas durante muchas horas o se necesiten altos niveles de iluminación ya que no cumplirían con las expectativas de luz o gasto energético.
Iluminación: Consigue la luz apropiada con lámparas de bajo consumo
Las halógenas surgen de la necesidad de mejorar la eficiencia y eficacia de las incandescentes, sustituyendo el gas aditivo que contienen las bombillas tradicionales por gas halógeno, mucho más seguro. Resultan de gran utilidad debido a su tamaño inferior y se utilizan principalmente para enfatizar la iluminación en determinadas zonas. Este tipo de luz enriquece la vivacidad de los colores y realza los objetos metalizados y de cristal. Su luminosidad agranda visualmente los espacios.
Dentro del grupo de las luminiscentes encontramos las lámparas de descarga de baja y alta presión. Los fluorescentespertenecen a las lámparas de descarga de baja presión y son un recurso muy utilizado por su multitud de formas, emisión de luz difusa y reproducción de color. Las fluorescentes compactas se crearon para sustituir a las incandescentes y las conocemos comúnmente como bombillas de bajo consumo. En cuanto a sus ventajas podemos destacar que consumen cuatro veces menos que las incandescentes, la durabilidad es mayor y cuentan con una menor potencia con el mismo flujo lumínico.
Dentro del grupo de las luminiscentes encontramos las lámparas de descarga de baja y alta presión. Los fluorescentespertenecen a las lámparas de descarga de baja presión y son un recurso muy utilizado por su multitud de formas, emisión de luz difusa y reproducción de color. Las fluorescentes compactas se crearon para sustituir a las incandescentes y las conocemos comúnmente como bombillas de bajo consumo. En cuanto a sus ventajas podemos destacar que consumen cuatro veces menos que las incandescentes, la durabilidad es mayor y cuentan con una menor potencia con el mismo flujo lumínico.
El led es una de las últimas incorporaciones al sistema de fuentes de luz. Su nombre procede del acrónimo Light Emitting Diode, que se traduce como diodo emisor de luz. No incluyen filamentos ni electrodos y la luz que ofrecen puede ser fría o cálida. Este tipo de fuente presenta varios beneficios:
- Bajo consumo, necesita menor potencia para generar la misma luminosidad.
- Baja temperatura, las bombillas led emiten muy poco calor.
- Gran durabilidad, una lámpara led puede durar cien veces más que una tradicional incandescente.
- Baja tensión, en consecuencia mayor seguridad ya que se alimenta a 24V de corriente continua, por lo que se reduce el riesgo de electrocución.
- No da fallos, al no disponer del tipo de filamento interior se evitan las posibles variaciones del mismo.
Por último, existen cinco modos de iluminar una estancia. En la iluminación directa, la circulación se dirige casi directamente sobre la zona que se pretende iluminar. Generalmente, se encuentra en luminarias colgantes y apliques que no disponen de difusor o pantalla y se aprovecha el 90% de la luz que desprende.
Cuando contamos con una luminaria cerrada en la parte inferior y abierta por la superior, el 90% de la luz aprovechable se dirige hacia el techo y se distribuye en la totalidad del ambiente gracias al reflejo que produce. Esta opción se conoce como luz indirecta y produce una ambientación muy agradable y delicada, sin sombras. Para que se cree este efecto es imprescindible que el techo esté pintado en colores claros.
Cuando contamos con una luminaria cerrada en la parte inferior y abierta por la superior, el 90% de la luz aprovechable se dirige hacia el techo y se distribuye en la totalidad del ambiente gracias al reflejo que produce. Esta opción se conoce como luz indirecta y produce una ambientación muy agradable y delicada, sin sombras. Para que se cree este efecto es imprescindible que el techo esté pintado en colores claros.
La iluminación semi-directa se produce cuando utilizamos una pantalla o difusor que suaviza la conducción de la luz. En estos casos se aprovecha entre un 10-40% de luminosidad, en función de la textura y opacidad de la pantalla utilizada. Se crean menos sombras y contrastes por lo que el deslumbramiento es menor. La iluminación semi-indirecta es una mezcla de la directa e indirecta. En su parte inferior ilumina mediante una pantalla que sirve de difusor sobre la zona a iluminar y por la parte superior envía la luz directamente.
Para terminar, la iluminación difusa. Con ella conseguimos que el 50% de la luz se dirija hacia el techo y desde allí se refleje a todo el ambiente. El 50% restante se dirige hacia la zona concreta que se pretende iluminar mediante difusores de cristal blanco, por lo que se consigue una luz difuminada. La atmósfera que crea es muy agradable.
CUÉNTANOS…
¿Vas a seguir estos consejos para iluminar tu hogar? Comparte tu proyecto en los comentarios y sube una foto para que podamos ver cómo te ha quedado.
Para terminar, la iluminación difusa. Con ella conseguimos que el 50% de la luz se dirija hacia el techo y desde allí se refleje a todo el ambiente. El 50% restante se dirige hacia la zona concreta que se pretende iluminar mediante difusores de cristal blanco, por lo que se consigue una luz difuminada. La atmósfera que crea es muy agradable.
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Cuando partimos de una construcción proyectada a medida podemos tomar decisiones que nos ayuden a disfrutar de la preciada luz natural. Si vivimos en una edificación ya construida es muy difícil modificar la condición estructural en fachadas, por lo que debemos recurrir a trucos e ideas que nos ayuden a multiplicar esa sensación. La elección de los colores, el mobiliario, la distribución, las texturas y el tratamiento de las aberturas interiores nos permitirán aprovechar al máximo la luz natural.