Cómo darle a la cocina un estilo retro de los años 50
Por mucho que te guste lo retro, evita un error de principiante: equiparla así de arriba abajo.
Con un ritmo de aparición de novedades y tendencias que no tardan en ser desbancadas por otras aún más actuales, no es de extrañar que la evocación de otros tiempos más tranquilos y relajados ejerza un poderoso atractivo a la hora de decorar. Esa nostalgia del pasado, que tan bien han sabido explotar series como Mad Men, aplicada en su justa medida nos ayuda a crear ambientes acogedores y vibrantes al mismo tiempo. A continuación encontrarás una serie de ideas para recrear este estilo en la cocina.
Una década dorada. Los años 50 fueron el germen de la cocina moderna, cada vez más tecnológica y con la distribución que la concebimos hoy. Con Estados Unidos como referente, es el momento del boom de los nuevos materiales sintéticos, como los plásticos aplicados al mobiliario o los laminados que revestían los muebles.
La formica es de esta época, por ejemplo, cuyo origen fue una marca registrada que se hizo tan popular que ya es un término aceptado incluso por el diccionario de la Real Academia Española de la lengua.
Fueron también los años de los colores pastel: verde agua, rosa cuarzo, azul cielo o amarillo limón invadieron todas las superficies, tonos frescos y optimistas que vuelven a estar de plena actualidad en nuestras cocinas, aunque quizás no en todo el ambiente, como en la imagen, sino más bien reservados a acentos cromáticos.
Cocinas: Cómo introducir tonos pastel sin caer en la cursilería
La formica es de esta época, por ejemplo, cuyo origen fue una marca registrada que se hizo tan popular que ya es un término aceptado incluso por el diccionario de la Real Academia Española de la lengua.
Fueron también los años de los colores pastel: verde agua, rosa cuarzo, azul cielo o amarillo limón invadieron todas las superficies, tonos frescos y optimistas que vuelven a estar de plena actualidad en nuestras cocinas, aunque quizás no en todo el ambiente, como en la imagen, sino más bien reservados a acentos cromáticos.
Cocinas: Cómo introducir tonos pastel sin caer en la cursilería
Clásicos del diseño. Uno de los referentes absolutos de los años 50 en cuanto a mobiliario fueron las piezas que diseñaron los Eames, quienes experimentaron con distintos materiales y crearon auténticos iconos como la Plastic Chair o la butaca con reposapiés Lounge Chair. Su afamada silla de plástico es hoy una de las más populares en todo tipo de entornos, en especial en la cocina, gracias a sus excelentes prestaciones en términos de comodidad y resistencia. Los múltiples acabados en los que se ha reeditado en los últimos años, tanto sobrios como más coloristas, son perfectos para un office con mucho estilo.
Suelos que decoran. Los suelos de damero, así como el empleo de linóleo o vinílicos, son otra de las características de las cocinas de los años 50 y 60 que hoy tiene más vigencia que nunca. Los primeros han sumado al clásico blanco y negro nuevos diseños tanto a través de su patrón de dibujo como de su paleta cromática.
Por su parte, los pavimentos flexibles, durante mucho tiempo considerados de baja calidad, viven en la actualidad una auténtica revolución de la mano de nuevos sistemas de producción. Cálidos, impermeables, resistentes al desgaste y muy confortables a la pisada, los suelos de PVC de última generación resultan también inalterables frente a las manchas y arañazos, al tiempo que los de linóleo juegan no solo estas bazas sino que además son sostenibles al tratarse de un producto 100% natural. Y todos ellos se pueden encontrar en un abanico de diseños cada vez más amplio que, cómo no, incluye grafismos de corte retro.
Flash tendencias: Suelo de damero, un clásico que vuelve a pedir paso
Por su parte, los pavimentos flexibles, durante mucho tiempo considerados de baja calidad, viven en la actualidad una auténtica revolución de la mano de nuevos sistemas de producción. Cálidos, impermeables, resistentes al desgaste y muy confortables a la pisada, los suelos de PVC de última generación resultan también inalterables frente a las manchas y arañazos, al tiempo que los de linóleo juegan no solo estas bazas sino que además son sostenibles al tratarse de un producto 100% natural. Y todos ellos se pueden encontrar en un abanico de diseños cada vez más amplio que, cómo no, incluye grafismos de corte retro.
Flash tendencias: Suelo de damero, un clásico que vuelve a pedir paso
Tecnología decorativa. La aparición a partir de la segunda mitad del siglo pasado de los electrodomésticos trajo consigo importantes cambios sociales, al hacer más fáciles y rápidas las tareas del hogar. A través de ellos se puede recrear un ambiente retro ya que en el mercado se puede encontrar hoy grandes y pequeños electrodomésticos de este estilo, con acabados en todo tipo de colores, desde los más suaves a los más ácidos. Con una tecnología propia del siglo XXI, sus suaves y redondeados volúmenes aportan una nota de calidez y nostalgia hasta a la cocina más sobria y funcional.
Lugar de encuentro. También en esta época fue cuando la cocina empezó a convertirse en un lugar de reunión social, fusionándose con el salón. Por eso, los taburetes fueron una de las piezas que más se popularizó en aquellos años dentro la cocina, con la inclusión de las barras de desayuno o mesas para una comida informal. Para un look retro de diner americano, opta por uno cuyas patas sean de acero cromado y su asiento esté recubierto de escay, ese material sintético que imita al cuero tan propio de aquellos años cuyo origen fue la marca registrada Skai. Y por su supuesto, elígelo en un color intenso y vibrante, con un sabor casi psicodélico.
Más imágenes de cocinas retro aquí
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Eclecticismo. Precursora de lo que hoy se conoce como el estilo shabby chic, la estética más relajada de finales de los años 60 y los 70 da lugar a ambientaciones personalísimas, en coloridos mucho más intensos y en las que todo vale. Así, objetos recuperados y piezas antiguas pueden convivir de forma casual y en armonía con recuerdos de viajes y gadgets de última generación. El secreto de estas mezclas reside en su autenticidad, al reflejar cierta improvisación y alejarse de escenarios perfectos y preconcebidos. Basta con echar un vistazo a esta peculiar casa sobre ruedas, cuya cocina vuelve a ser de las piezas más buscadas en anticuarios y mercadillos.
Cómo disfrutar de un mercadillo de antigüedades
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Acentos de estilo. Sea cual sea la pieza o el detalle por el que te decidas para aportar una nota retro a tu cocina, lo que hay que tener en cuenta es que su principal atractivo es ese, que se trata de un acento. Con apenas unos pequeños aparatos electrodomésticos bien elegidos o un rincón de office equipado con tus muebles favoritos de distintas épocas será suficiente para transformar la atmósfera de la estancia por completo.
¿Y TÚ?
¿Le has dado a tu cocina un aire retro? ¿Cómo lo has hecho? Cuéntanoslo y sube una foto en la sección de comentarios para que podamos verlo.
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En cualquier caso, la tendencia cada vez más extendida hacia los interiores eclécticos hace que a menudo convivan pinceladas retro y vintage, creando ambientaciones vividas y personales. Al fin y al cabo, se trata de enriquecer un ambiente con notas de otros tiempos, no de recrear un decorado artificial.