Cerezos: Descubre aquí todo lo que necesitas saber
El cerezo es una apuesta segura para una primavera espectacular. Será el protagonista de tu jardín desde que comience el buen tiempo.
Pepe Plana
15 de abril de 2016
‘Sakura’, esa es la palabra japonesa que significa cerezo. Cada año, cuando llegan sus flores, los nipones organizan los ‘Hanami’: fiestas para celebrar su vuelta e intentar atraer la buena fortuna, el amor, el afecto. Ahora es el mejor momento para disfrutarlos, pero, ojo, los cerezos no se pueden cultivar en tierras arcillosas y compactas; tampoco calizas. De inmediato, o al cabo de 3-4 años, sobreviene la letal gomosis, que te deja chafado, abatido.
Recientemente, he descubierto un método secreto, copiado de los formidables fruticultores del Valle del Jerte, donde los cerezos se cuentan por millones, y donde en la época de floración, parece que ha nevado. Para que los cerezos y el resto de frutales de hueso resistan: hay que plantarlos en taludes, en terrenos con drenaje por escorrentía (sobre el suelo). Te traemos maravillosos cerezos de flor y alguno clásico; de cerezas deliciosas y magnéticas para los pájaros. Todos ellos harán de tu jardín un espacio único.
Recientemente, he descubierto un método secreto, copiado de los formidables fruticultores del Valle del Jerte, donde los cerezos se cuentan por millones, y donde en la época de floración, parece que ha nevado. Para que los cerezos y el resto de frutales de hueso resistan: hay que plantarlos en taludes, en terrenos con drenaje por escorrentía (sobre el suelo). Te traemos maravillosos cerezos de flor y alguno clásico; de cerezas deliciosas y magnéticas para los pájaros. Todos ellos harán de tu jardín un espacio único.
Los cerezos de flor comparten el género Prunus con más de 400 especies vegetales entre las que se incluyen muchos de los frutales más conocidos: cerezos, ciruelos, melocotoneros, albaricoqueros, almendros…
Aunque todas son oriundas del hemisferio norte, a las que nos ocupan les distingue el halo exótico propio de su origen: a medio camino entre Japón y otras regiones del Extremo Oriente. Su profusa y temprana floración, la belleza de la corteza en algunas especies y su tamaño menudo son sus principales virtudes.
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Aunque todas son oriundas del hemisferio norte, a las que nos ocupan les distingue el halo exótico propio de su origen: a medio camino entre Japón y otras regiones del Extremo Oriente. Su profusa y temprana floración, la belleza de la corteza en algunas especies y su tamaño menudo son sus principales virtudes.
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El cerezo japonés, Prunus serrulata, es el cerezo de flor por excelencia. Destaca por sus flores dobles y su corteza marrón brillante, que se desgaja al cabo del tiempo y adquiere un atractivo color rojizo satinado.
Puede colocarse en cualquier rincón del jardín, solo o formando pequeños grupos. También da excelentes resultados instalado en macetones, ya que no es muy exigente y se conforma con una exposición soleada y un drenaje adecuado.
Entre el resto de especies principales de cerezos (o frutales de hueso) de flor, están Prunus subhirtella o cerezo de primavera, de pequeñas y abundantes flores rosadas previas a las hojas y frutos redondeados de color pardo rojizo; P. mume o albaricoquero japonés, de porte bajo, corteza gris verdosa y olorosas flores blancas, rosas o rojas, según la variedad; P. cerasifera “Nigra” o ciruelo rojo, de copa redondeada, flores abundantes de color rosa pálido y follaje de color negro púrpura; y P. mahaleb o cerezo de Santa Lucía, de copa esférica, flores blancas y aromáticas en forma de copa y hojas de color verde oscuro que amarillean en otoño.
Puede colocarse en cualquier rincón del jardín, solo o formando pequeños grupos. También da excelentes resultados instalado en macetones, ya que no es muy exigente y se conforma con una exposición soleada y un drenaje adecuado.
Entre el resto de especies principales de cerezos (o frutales de hueso) de flor, están Prunus subhirtella o cerezo de primavera, de pequeñas y abundantes flores rosadas previas a las hojas y frutos redondeados de color pardo rojizo; P. mume o albaricoquero japonés, de porte bajo, corteza gris verdosa y olorosas flores blancas, rosas o rojas, según la variedad; P. cerasifera “Nigra” o ciruelo rojo, de copa redondeada, flores abundantes de color rosa pálido y follaje de color negro púrpura; y P. mahaleb o cerezo de Santa Lucía, de copa esférica, flores blancas y aromáticas en forma de copa y hojas de color verde oscuro que amarillean en otoño.
Uno de los principales valores del cerezo de flor es su característica de presentar muy diferentes aspectos, dependiendo de la estación de año. Desde luego, su esplendor máximo lo alcanza ahora, en primavera, con esas flores rosa, en grupos ligeramente péndulos. Pero en verano se transforma en típico árbol de benefactora sombra y porte globoso. Los otoños de los cerezos son fantásticos, puro cobre evocador. y por fin, en invierno muestra una corteza lisa, brillante, nacarada.
Tanto los encharcamientos como las podas severas pueden originar gomosis: una dañina asociación de hongos y bacterias que puede resultar fatal para el ejemplar afectado. Su síntoma más claro son las exudaciones pegajosas que produce en ramas y tronco.
Tendrás que mejorar el sistema de drenaje del suelo si es insuficiente y airéalo periódicamente. Tras la poda aplica pasta cicatrizante a las heridas y no abuses de abonos orgánicos. Las heladas fuertes o a destiempo pueden desgarrar el tejido superficial del tronco y de las ramas, provocando la aparición de grietas que a menudo se cubren de exudaciones de savia y que pueden convertirse en un acceso fácil para los parásitos.
Magnolio: Cómo cuidar uno de los árboles más espectaculares del jardín
Tendrás que mejorar el sistema de drenaje del suelo si es insuficiente y airéalo periódicamente. Tras la poda aplica pasta cicatrizante a las heridas y no abuses de abonos orgánicos. Las heladas fuertes o a destiempo pueden desgarrar el tejido superficial del tronco y de las ramas, provocando la aparición de grietas que a menudo se cubren de exudaciones de savia y que pueden convertirse en un acceso fácil para los parásitos.
Magnolio: Cómo cuidar uno de los árboles más espectaculares del jardín
Puedes instalar cerezos de flor, o cerezos de fruto (en la fotografía un árbol de picotas Burlat) sobre cualquier tipo de suelo siempre que cuente con un buen sistema de drenaje, aunque los prefiere frescos, profundos y ligeramente calizos. Al realizar la plantación, añade tierra vegetal o algún fertilizante de liberación lenta al terreno. Sólo los ejemplares recién plantados y los más jóvenes necesitan riegos sistemáticos. El resto se conformará con los aportes naturales salvo en periodos de sequía prolongada, en que agradecerán un poco de ayuda.
Primavera y verano son las mejores épocas del año para realizar injertos sobre cerezo silvestre, aunque la mejor manera de reproducir estas especies es por medio de esquejes de las ramas más jóvenes a finales del verano. Ponlos a enraizar en una mezcla de arena y turba a partes iguales.
Tanto en verano como en invierno los cerezos agradecen una poda ligera. En el primer caso, el objetivo es recuperar la forma y eliminar lo marchito tras la floración. En el segundo, permitir la entrada de la luz hasta el interior de la copa.
Árboles frutales: Cómo plantarlos en el jardín
Tanto en verano como en invierno los cerezos agradecen una poda ligera. En el primer caso, el objetivo es recuperar la forma y eliminar lo marchito tras la floración. En el segundo, permitir la entrada de la luz hasta el interior de la copa.
Árboles frutales: Cómo plantarlos en el jardín
El pulgón, verde o negro, invade las hojas a partir de primavera, dejando a su paso una característica melaza, su primer síntoma de actividad. Inmediatamente después el follaje se abarquilla, se llena de agujeros y acaba cayéndose. Es la plaga más nociva para este árbol. Aunque la enfermedad gomosis es la más letal.
Solución: Rocía el ejemplar afectado con agua jabonosa (dos cucharadas de escamas de jabón neutro y dos de alcohol en un litro de agua). Si el ataque es fuerte recurre a un insecticida sistémico, pero recuerda que sólo deberás aplicarlo al amanecer o al anochecer, cuando no hay polinizadores activos.
Solución: Rocía el ejemplar afectado con agua jabonosa (dos cucharadas de escamas de jabón neutro y dos de alcohol en un litro de agua). Si el ataque es fuerte recurre a un insecticida sistémico, pero recuerda que sólo deberás aplicarlo al amanecer o al anochecer, cuando no hay polinizadores activos.
La asociación entre tiempo lluvioso y drenaje insuficiente puede dar lugar a la aparición de hongos como la Armillaria, responsable de un fenómeno común en primavera consistente en el debilitamiento de las ramas, que llegan a secarse, de las flores, que se mustian, y de los frutos, que son pequeños, escasos o inexistentes. Si observas todo eso, recurre a un buen fungicida.
Solución: Corta las zonas afectadas al menor síntoma de infección y recurre a un fungicida de calidad. Un buen sistema de drenaje ayudará a prevenir este tipo de enfermedades. Supervísalo.
Solución: Corta las zonas afectadas al menor síntoma de infección y recurre a un fungicida de calidad. Un buen sistema de drenaje ayudará a prevenir este tipo de enfermedades. Supervísalo.
El sol directo favorece tanto la floración –más profusa y duradera con su ayuda–, como el desarrollo general de los ejemplares. No obstante, en zonas de veranos cálidos y secos, como el centro peninsular, agradecen la sombra parcial.
Plántalos en otoño y primavera. Las temperaturas extremas dificultan el enraizamiento. Por eso, conviene elegir una estación templada para colocar los ejemplares con cepellón o a raíz desnuda. Como su sistema radicular no es muy grande, no será necesario realizar agujeros demasiado profundos para instalarlos.
CUÉNTANOS…
¿Tienes algún cerezo en tu jardín? ¿Sabías cómo cuidarlo?
Plántalos en otoño y primavera. Las temperaturas extremas dificultan el enraizamiento. Por eso, conviene elegir una estación templada para colocar los ejemplares con cepellón o a raíz desnuda. Como su sistema radicular no es muy grande, no será necesario realizar agujeros demasiado profundos para instalarlos.
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Un millón de gracias. Son también grandes árboles. Un abrazo
Hola gracias por el artículo, Vivo en el Perú en Lima, donde no es muy frecuente encontrar cerezos en flor. Vivo en un edificio que tiene un gran jardín y siempre hemos tenido jardinero. Tomás , nuestro jardinero, trabajaba acá y en la Municipalidad de Miraflores y el gobierno japonés regalo muchos plantones a la Municipalidad para un parque de su jurisdicción y Tomás que estaba a punto de jubilarse , nos trajo un plantón de despedida y todos los años este hermoso árbol nos regala un espectáculo a finales del invierno, como 3 semanas ántes de la primavera. Se pone tan pero tan hermoso que todo el día hay alguien fotografiandolo. Pasan los autos y disminuyen su velocidad para admirarlo, yo lo cuido todo el año, abonándolo, recortando algunas ramas y hasta lo he hecho fumigar, cuando ha sido necesario. Gracias Tomás donde quiera que estés ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡