Casas Houzz
Casas Houzz: Un piso donde cada rincón es un paisaje
De la reforma de este piso en Madrid destaca el uso del color para definir los espacios y el bonito suelo de roble.
“El aspecto visual en un proyecto es imprescindible”, cuenta por teléfono desde su estudio en Madrid el arquitecto Gonzalo Pardo, autor de la reforma integral de este piso en Madrid para un periodista. “El concepto de paisaje es importante en mi arquitectura –continúa. Me gusta que desde cualquier lugar se tenga la sensación de que el espacio es bonito. Personalmente, entiendo la casa como una escenografía”.
Este piso, finalista de los Premios FAD de Arquitectura e Interiorismo 2020, está situado en una tercera planta de un edificio de viviendas en el barrio de Malasaña de Madrid.
De estilo contemporáneo, este nuevo proyecto del arquitecto Gonzalo Pardo, director de la oficina de arquitectura gon, tiene, como sucede en todos sus trabajos, esa característica mirada lúdica y experimental del espacio. El propio Pardo, que reconoce en conversación telefónica que este proyecto es una evolución de su propia vivienda, afirma que esta es “la mejor casa que he hecho hasta ahora y en la que, por ejemplo, he evolucionado determinados recursos espaciales”.
Mesa Super Elliptical, de Piet Hein, Bruno Mathsson y Arne Jacobsen para Fritz Hansen. Sillas Eames Plastic Side Chair DSR, de Vitra
De estilo contemporáneo, este nuevo proyecto del arquitecto Gonzalo Pardo, director de la oficina de arquitectura gon, tiene, como sucede en todos sus trabajos, esa característica mirada lúdica y experimental del espacio. El propio Pardo, que reconoce en conversación telefónica que este proyecto es una evolución de su propia vivienda, afirma que esta es “la mejor casa que he hecho hasta ahora y en la que, por ejemplo, he evolucionado determinados recursos espaciales”.
Mesa Super Elliptical, de Piet Hein, Bruno Mathsson y Arne Jacobsen para Fritz Hansen. Sillas Eames Plastic Side Chair DSR, de Vitra
Antes de la reforma, este piso era uno de esos pisos típicos de Madrid; es decir: un espacio muy compartimentado, con habitaciones de varios tamaños en torno a patios interiores y con un largo e intrincado pasillo.
A Pardo, el hogar que le interesa debe funcionar como una máquina, estar articulado y ser un lugar para disfrutar. “Una casa no es un museo, sino un espacio lúdico y hedonista”, dice. Y con esa idea se puso manos a la obra.
El arquitecto reconoce que para él, el aspecto visual es imprescindible. “Me interesa el concepto del interior como un paisaje. Me gusta que desde cualquier lugar de la casa se tenga la sensación un espacio bonito. De alguna manera, entiendo la casa como una escenografía”, dice, una visión que, Carlos, el dueño, afirma compartir. “Yo le pedí a Gonzalo que la casa tuviera cosas sorprendentes; una idea que entra dentro del juego de hacer algo divertido y hedonista”.
Sistema de estanterías Tria (1978), de Massana y Tremoleda para MOBLES 114
A Pardo, el hogar que le interesa debe funcionar como una máquina, estar articulado y ser un lugar para disfrutar. “Una casa no es un museo, sino un espacio lúdico y hedonista”, dice. Y con esa idea se puso manos a la obra.
El arquitecto reconoce que para él, el aspecto visual es imprescindible. “Me interesa el concepto del interior como un paisaje. Me gusta que desde cualquier lugar de la casa se tenga la sensación un espacio bonito. De alguna manera, entiendo la casa como una escenografía”, dice, una visión que, Carlos, el dueño, afirma compartir. “Yo le pedí a Gonzalo que la casa tuviera cosas sorprendentes; una idea que entra dentro del juego de hacer algo divertido y hedonista”.
Sistema de estanterías Tria (1978), de Massana y Tremoleda para MOBLES 114
La característica física más singular del piso es su longitud: de un extremo al otro de la casa hay 21 metros, como se puede apreciar en la imagen superior. Esa planta longitudinal dio, de alguna forma, la pista definitiva del tipo de intervención más apropiada.
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Así, para potenciar y aprovechar la longitud de la casa, el arquitecto la ha vaciado por completo, deshaciéndose de tabiques innecesarios y liberando el espacio para reorganizarlo de nuevo en un ambiente único.
En este sentido, el color se ha usado para definir el interior. “El color es un recurso muy económico que permite construir o recrear espacios –dice Pardo. Su uso tiene que ver con el propio espacio y la orientación. En mi propia casa, por ejemplo, el azul de la entrada remite a la experiencia de una cueva. En el piso de Carlos, y como la casa es muy longitudinal, el color rompe con la linealidad del espacio”.
Específicamente sobre la elección de cada color, el arquitecto comenta que ha elegido el amarillo para el baño “porque es muy luminoso”; mientras en el dormitorio se decantó por el baldosín catalán “porque es un material muy barato y porque buscaba conseguir casi un falso exterior: una terraza de aire mediterráneo”.
En este sentido, el color se ha usado para definir el interior. “El color es un recurso muy económico que permite construir o recrear espacios –dice Pardo. Su uso tiene que ver con el propio espacio y la orientación. En mi propia casa, por ejemplo, el azul de la entrada remite a la experiencia de una cueva. En el piso de Carlos, y como la casa es muy longitudinal, el color rompe con la linealidad del espacio”.
Específicamente sobre la elección de cada color, el arquitecto comenta que ha elegido el amarillo para el baño “porque es muy luminoso”; mientras en el dormitorio se decantó por el baldosín catalán “porque es un material muy barato y porque buscaba conseguir casi un falso exterior: una terraza de aire mediterráneo”.
En definitiva, Pardo ha conseguido un espacio doméstico “libre y fluido, donde se investiga sobre el concepto de espacio a través de la construcción de escenografías vinculadas a las acciones de cocinar, dormir, descansar, trabajar, etc”.
A Carlos, que asegura que ha disfrutado mucho de la casa durante el confinamiento a causa del coronavirus, lo que más le gusta de su hogar es “la parte que da a la calle. Es una zona de estar preciosa con los balcones a la calle. Enfrente están las casas de los vecinos, pero también hay una parte en la que se ve el horizonte. Además, me quedo también con el suelo. En toda la casa hay un roble natural con un tono muy clarito que es una gozada. Solo la ducha y el inodoro tienen un baldosín blanco”, dice.
A Carlos, que asegura que ha disfrutado mucho de la casa durante el confinamiento a causa del coronavirus, lo que más le gusta de su hogar es “la parte que da a la calle. Es una zona de estar preciosa con los balcones a la calle. Enfrente están las casas de los vecinos, pero también hay una parte en la que se ve el horizonte. Además, me quedo también con el suelo. En toda la casa hay un roble natural con un tono muy clarito que es una gozada. Solo la ducha y el inodoro tienen un baldosín blanco”, dice.
Axonometría
Nada más entrar a la casa está la cocina azul, el color preferido de Carlos, que marca la frontera entre la zona pública y la privada.
Nada más entrar a la casa está la cocina azul, el color preferido de Carlos, que marca la frontera entre la zona pública y la privada.
Las esquinas de las habitaciones, espacios perdidos o infravalorados antes de la reforma del piso, son ahora zonas para experimentar a través de elementos como el color y la iluminación. Así, como decíamos antes, la bovedilla catalana da forma aquí a una falsa terraza y la puerta del baño (en la fotos siguientes) crea un trampantojo que consigue la ilusión de un espacio aparte.
Estos espacios conforman una producción escénico-doméstica que, sobre el suelo de madera continuo al que Carlos se refería antes, “permite explicar la casa como una sucesión de narrativas contemporáneas que articulan los recorridos transversales y longitudinales, públicos y privados, susceptibles de ser constantemente reconfigurados en función de las necesidades del dueño”, afirma el arquitecto.
Carlos cuenta que “la gente que ve su casa por primera vez se queda impresionada porque es original y por los detalles que tiene. En general, en Madrid todas las casas son estándar y no tenemos mucha cultura de hacer buenas reformas”, opina.
La puerta del baño, cuyo tirador es una baldosa hundida, es uno de esos detalles que marcan la diferencia en este piso. Como decíamos antes, es un trampantojo que da la sensación de que el espacio termina ahí. Parece, si no supiéramos que detrás está la zona de día, que esta parte conforma un piso independiente.
El dormitorio de Carlos, con una abertura que hace de cabecero y deja ver el vestidor.
Arquitectura y decoración van de la mano en los proyectos de Pardo. “La decoración bien hecha, si se entiende como algo que estructura el espacio, es fundamental”, dice.
Al dueño, que reconoce su interés por la arquitectura y el diseño de la segunda mitad del siglo XX, de las primeras conversaciones con el arquitecto le atrajo “su capacidad de sorprenderme, de ir por delante de lo que yo podía querer. También me llamó la atención su esfuerzo por conocerme, por saber cómo era, por cuestiones en principio raras, pero que a posteriori son relevantes, como que, por ejemplo, soy zurdo. Creo que ahí ha estado la clave de un gran proyecto. Ahí, y también en la actitud imaginación y de creatividad alegre de Gonzalo”.
Otros colaboradores:
Construcción: Serviteco Obras s.l
Carpintería: Alma Ebanistería s.l
Suelos: delSer s.a.
Cocina: Barronkress s.l
Iluminación: Oliva Iluminación s.a
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¿Qué es lo que más te gusta de este piso en el barrio de Malasaña de Madrid?
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Construcción: Serviteco Obras s.l
Carpintería: Alma Ebanistería s.l
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¿Qué es lo que más te gusta de este piso en el barrio de Malasaña de Madrid?
Quién vive aquí: Carlos de Vega, periodista
Situación: Malasaña, Madrid
Superficie: 124 metros cuadrados
Presupuesto: 90.000 €
Proyecto: gon (Gonzalo Pardo) + Ana Torres
Equipo: Alejandro Sánchez, Carol Linares, Carlos Barranco, Clara Dios
Fotografía: Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero)