Casas Houzz
Casas Houzz: Tradición y modernidad en una vivienda en Japón
Esta casa combina el gusto de los dueños por varios tipos de decoración con bonitas vistas de los cerezos que la rodean.
Lo más destacado de esta casa en Japón es la impresionante ventana panorámica que permite disfrutar de la espectacular floración de los cerezos en primavera. Dos de las habitaciones de la primera planta se vuelcan a los árboles y desde el ventanal de la casa casi se pueden tocar sus copas. A pesar del exterior de estilo contemporáneo de la casa, el interior destila una decoración de estilo vintage.
Esta habitación del primer piso destaca por la enorme ventana panorámica para disfrutar de la floración de los cerezos; toda una tradición en Japón. El plan inicial incluía instalar pantallas de papel en el techo para crear luz difusa, pero el presupuesto no daba para ello. En su lugar, se ha usado un papel pintado con motivos florales de William Morris, una de las marcas preferidas de los dueños. También de esta misma marca, en la pared se ha usado papel pintado liso color Morris Heritage. Como ejemplo del nivel de atención a los detalles de los dueños, ellos mismos buscaron en internet un interruptor cerámico a juego con el papel pintado.
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Desde esta habitación no solo se pueden ver los cerezos, sino también el cercano monte Takatori a través de la ventana orientada al sur en la sala de estar contigua (al fondo de la imagen).
Como a la pareja le gustan los elementos originales de la casa, el arquitecto ha dejado las vigas del techo a la vista. Sin embargo, recuperar las vigas supuso un problema ya que el cableado de las instalaciones quedaba a la vista.
Como la luz es un punto importante y a los propietarios les preocupaba que una iluminación solo a base de lámparas de pie fuera insuficiente, se han instalado varios apliques.
► Si quieres descubrir más casas japonesas, haz clic la sección Japón de la Revista Houzz España
Como la luz es un punto importante y a los propietarios les preocupaba que una iluminación solo a base de lámparas de pie fuera insuficiente, se han instalado varios apliques.
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La pareja quería enmarcar las vistas para disfrutar de ellas desde diferentes sitios. Precisamente por eso, en el primer piso no hay puertas.
Una gran estantería de madera aloja la televisión; también hay una cómoda que los propietarios ya tenían en su anterior casa y otros objetos comprados en mercadillos.
Akiyama sugirió transformar el espacio que se adivina a través del hueco a la izquierda de la imagen en un rincón de lectura.
Una gran estantería de madera aloja la televisión; también hay una cómoda que los propietarios ya tenían en su anterior casa y otros objetos comprados en mercadillos.
Akiyama sugirió transformar el espacio que se adivina a través del hueco a la izquierda de la imagen en un rincón de lectura.
Este rincón tiene unos 4 metros cuadrados y es lo suficientemente grande como para acomodar a toda la familia y a los invitados. Fundamentalmente, ahora lo usa el hijo pequeño de los dueños como cuarto de juegos, pero a veces los adultos también disfrutan aquí de un rato a solas.
Como esta planta es abierta, se ha puesto cuidado en la elección de los colores y patrones de la decoración. El tatami de este cómodo espacio se lo regaló una artista amiga de la pareja e influyó en otras decisiones en torno a la decoración.
Como esta planta es abierta, se ha puesto cuidado en la elección de los colores y patrones de la decoración. El tatami de este cómodo espacio se lo regaló una artista amiga de la pareja e influyó en otras decisiones en torno a la decoración.
La cocina abierta, que está detrás de la habitación con el enorme ventanal, cuenta con bastante espacio de almacenaje. Al propietario le preocupaba que las paredes le taparan la visión de las otras habitaciones y no pudiera vigilar a su hijo. Por lo tanto, el salón comedor ahora está conectado con la cocina.
Si bien el alicatado es idéntico en ambas paredes de la cocina, los colores son ligeramente diferentes. La mesa de comedor, al fondo, está hecha por un herrero.
Si bien el alicatado es idéntico en ambas paredes de la cocina, los colores son ligeramente diferentes. La mesa de comedor, al fondo, está hecha por un herrero.
En la entrada de la casa llama la atención el juego de luces y sombras. Los propietarios pidieron una escalera con cajones incorporados.
La dueña es la autora de la obra de arte colgada en la pared: una caja en la que hay varios adornos que la familia ha ido recogiendo poco a poco.
La pareja ha pintado los suelos con la ayuda de unos amigos. Tardaron toda una semana entera.
La dueña es la autora de la obra de arte colgada en la pared: una caja en la que hay varios adornos que la familia ha ido recogiendo poco a poco.
La pareja ha pintado los suelos con la ayuda de unos amigos. Tardaron toda una semana entera.
En el baño principal de la planta baja se ha usado una antigua puerta corredera de madera. En la pared del lavabo se han usado los mismos azulejos que en la cocina, pero, de nuevo, en un color diferente.
Hay un baño completo a la izquierda y otro baño a la derecha. Por lo tanto, la planta baja tiene dos baños, mientras en la primera no hay ninguno.
Hay un baño completo a la izquierda y otro baño a la derecha. Por lo tanto, la planta baja tiene dos baños, mientras en la primera no hay ninguno.
En las fotos anteriores se ve el estudio de la pareja; a la derecha del baño, un espacio importante más ahora que trabajar desde casa es una obligación.
El dueño, investigador de una universidad, quería en el estudio una estantería de madera de suelo a techo. La pareja decidió no pintarla porque les gusta cómo combina con el color de la pared. Además, los dueños compraron una escalera para llegar a la parte superior de la estantería, pero el marido, al que le gusta la escalada en roca, bromea diciendo que no la necesita.
El dueño, investigador de una universidad, quería en el estudio una estantería de madera de suelo a techo. La pareja decidió no pintarla porque les gusta cómo combina con el color de la pared. Además, los dueños compraron una escalera para llegar a la parte superior de la estantería, pero el marido, al que le gusta la escalada en roca, bromea diciendo que no la necesita.
Desde el estudio se ve la terraza del jardín. El gran espacio intermedio entre el exterior y el interior era importante para el arquitecto. “En realidad es simplemente un pasillo. Sin embargo, un pasillo estrecho habría separado las habitaciones entre sí, pero este espacio ancho las mantiene conectadas.
Hay un dormitorio a la izquierda del estudio. El próximo reto del dueño es el jardín, pero colocar los ladrillos para el macizo de flores resultó tal desafío que el propietario está preocupado por todo el trabajo que le queda por hacer. También a su mujer, también le preocupa lo que queda, y si podrán cuidar por ellos mismos del jardín ahora que tienen que centrarse en criar a su hijo, pero también cree que el trabajo manual hace que uno aprecie más lo que le rodea.
Hay un dormitorio a la izquierda del estudio. El próximo reto del dueño es el jardín, pero colocar los ladrillos para el macizo de flores resultó tal desafío que el propietario está preocupado por todo el trabajo que le queda por hacer. También a su mujer, también le preocupa lo que queda, y si podrán cuidar por ellos mismos del jardín ahora que tienen que centrarse en criar a su hijo, pero también cree que el trabajo manual hace que uno aprecie más lo que le rodea.
A pesar de que los dueños tienen gustos diferentes, el arquitecto ha dado con un término medio en cuanto a la decoración. El profesional afirma que conseguir que los gustos y objetos de dos personas diferentes coexistan en una nueva casa es un rompecabezas que, en este caso, ha disfrutado resolviendo. “Cuanta más información tengo, más fácil me resulta crear un entorno habitable a la medida de mis clientes”, dice.
En esta tranquila zona residencial llama la atención la fachada y el contraste de materiales y colores. El propietario recuerda que hace poco un señor se le acercó y le preguntó si podía mirar más de cerca las paredes porque le gustaba mucho su color. La casa seguramente atraerá a muchos más curiosos cuando vuelvan a salir las flores de los cerezos.
Más secciones de la Revista Houzz España…
Casas Houzz | Visita privada | Exterior | Casas singulares | Arquitectura | Reformas | Diseño| Decoración
¿Y A TI?
¿Qué es lo que más te gusta de esta casa en Japón? Esperamos tus comentarios
En esta tranquila zona residencial llama la atención la fachada y el contraste de materiales y colores. El propietario recuerda que hace poco un señor se le acercó y le preguntó si podía mirar más de cerca las paredes porque le gustaba mucho su color. La casa seguramente atraerá a muchos más curiosos cuando vuelvan a salir las flores de los cerezos.
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Quién vive aquí: una pareja casada con un hijo de dos años
Situación: Ciudad de Yokosuka, prefectura de Kanagawa, en el centro de Japón
Superficie: 121,07 metros cuadrados
Presupuesto: 330.000 € (aprox.) + 240.000 € (terreno)
Proyecto: Akiyama Tachibana Architects
Constructor: Usui Home Corporation
Fotografía: Koichi Torimura Studio
Cuando nació su hijo, esta pareja decidió irse del centro de la ciudad. Así, compraron este terreno y contrataron a Satoshi Akiyama, de Akiyama Tachibana Architects, al que pidieron que diseñara su casa teniendo en cuenta las vistas a los cerezos de la calle. Además, Akiyama habló largo y tendido con los clientes, y sobre mucho más que la construcción de su casa, para conocerles bien y saber lo que querían.
Al dueño le encanta la arquitectura Giyōfū: un estilo que floreció en el período Meiji, a principios del siglo XX, cuyos edificios tienen el estilo de los occidentales pero están construidos con técnicas japonesas. La dueña, por su lado, prefiere el estilo de las casas japonesas tradicionales con un toque de decoración british.
El diseño de Akiyama logró combinar los gustos de la pareja, dejando sitio para que los propietarios vayan cambiando el interior con el tiempo.