Decoración
Capitoné: Descubre la cara más contemporánea del tradicional tapizado
Soluciones innovadoras para desterrar la connotación clásica de este cálido y confortable revestimiento textil, que ha sabido reinventarse.
El capitoné es un tipo especial de acolchado de asientos y respaldos que se caracteriza porque el relleno está sujeto con botones, formando dibujos regulares en relieve. Es un estilo de tapizado de origen francés, que los ingleses pusieron de moda a principios del siglo XIX, cuyo máximo exponente se encuentra en el famoso sofá Chesterfield. En la actualidad sigue vigente mediante enfoques nuevos que lo incorporan no solo a sillones, sillas y banquetas, sino también en cabeceros de cama, mesas de centro y hasta en armarios o paredes. Nuevas aplicaciones, técnicas, materiales y acabados que, eso sí, siguen conservando su celebrado aspecto mullido que transmite elegancia y confort.
Quizá has heredado algún viejo sofá o butaca tapizado con este particular acolchado salpicado de botones. No dejes que se apolille en tu trastero porque no sabes qué hacer con él. Con estas sugerencias te vamos a convencer de que el capitoné es más que una tendencia y seguro que vas a mirar a tu viejo mueble con otros ojos. Un recurso muy fácil para actualizarlo sería volver a revestirlo con tejidos de colores vivos, estampados divertidos o telas tecnológicas, aunque si tienes miedo de cansarte de ellos, y buscas algo más discreto pero con un toque diferente, puedes elegir un color neutro para la base y jugar con botones de colores o formas llamativas.
Calidez y confort son dos propiedades que se asocian tradicionalmente a los textiles acolchados: aquellos que se realizan colocando algodón, lana u otras materias blandas entre dos telas, que se cosen después con pespunte. El capitoné es un variedad de ellos, que se caracteriza por la presencia de botones sujetando dicho relleno, como es el caso del conocido sofá Chester. Esta técnica también puede utilizarse para forrar una bancada alrededor de una mesa, ya sea en la cocina o en el comedor.
El Chester: Un clásico que no deja de reinventarse
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Aunque el Chester suele ser el primer ejemplo que nos viene a la cabeza cuando pensamos en capitoné, este acabado fue también el elegido por grandes maestros del movimiento moderno para realizar algunos de sus diseños, como Mies van der Rohe en el caso de sus célebres sillón y taburete para el Pabellón de Alemania de la Exposición de Barcelona de 1929. La tapicería de ambas piezas –formada por cuadrados cortados individualmente y botones, todos ellos procedentes de la piel de una única vaca– es un homenaje a la artesanía y revela una atención minuciosa por los detalles.
Más reciente es el modelo Mah Jong, de la firma francesa Roche Bobois. Fue diseñado en 1971 por Hans Hopfer y originalmente se fabricaba con sencillas telas, mientras que actualmente lleva la firma de grandes modistas, como Missoni. El hecho de estar compuesto por módulos, formados por cojines de asiento, respaldos rectos y de ángulo, permite una gran variedad composiciones.
Un elemento típico que se ha revestido tradicionalmente con capitoné es el cabecero de la cama. Este acabado proporciona una superficie suave y blanda en la que apoyar la cabeza. Así, funciona como un confortable respaldo, ideal para leer o ver la televisión en la cama. Si buscas un estilo contemporáneo, apuesta por colores, estampados y tejidos poco habituales.
El tapizado de capitoné realizado en cuero es especialmente elegante, como se puede observar en la mesa de centro de esta habitación multimedia. Además, las paredes se han insonorizado con un mullido acolchado.
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También puede ser apropiado para rematar un mueble auxiliar, como el de este amplio vestidor. La parte inferior de la pieza cuenta con dos plataformas para almacenar la colección de zapatos de su dueña. En la superior se ha dispuesto un asiento forrado en capitoné.
Si pensabas que este revestimiento no tenía cabida en el baño, fíjate en lo práctica y elegante que resulta la banqueta tapizada en cuero de la imagen.
Sofás, butacas, bancos y cabeceros son los elementos decorativos donde es más fácil encontrar este tipo de acabado, pero también puede ser muy agradable utilizarlo para recubrir paredes, como es el caso de este pequeño nicho abuhardillado. Además de procurar un confortable descanso, las diferentes capas de revestimiento textil mejoran considerablemente el aislamiento acústico.
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Los cojines, las colchonetas o almohadas realizadas con este acolchado también resultan muy decorativas. Puedes utilizar dichos elementos para dar un aire nuevo a sofás y sillones o sobre bancadas de obra o de madera para aumentar su comodidad.
Por último, el carácter blandito de este tipo de guateado lo hace especialmente adecuado para las habitaciones de los niños, en las que la seguridad es un factor muy importante. Este armario de divertidos colores amortigua posibles caídas. Para no romper la estética del conjunto, el propio botón central de cada compartimento, hace las veces de tirador.
CUÉNTANOS…
¿Te han gustado estas propuestas? ¿Te sigue pareciendo el capitoné un revestimiento anticuado? Esperamos tus comentarios.
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