Casas Houzz: Una reforma en Formentera para la vida moderna
Conoce la rehabilitación de una vivienda con vistas al Mediterráneo, que reinterpreta la arquitectura popular balear.
Un volumen espectacular en blanco puro, que contrasta con el azul del cielo y el mar y el verde de la vegetación circundante: así es Casa Amalia, la vivienda de una diseñadora en Formentera. El reto para el arquitecto Marià Castelló fue esculpir la volumetría preexistente, original de los años 70, en busca de espacios fluidos y diáfanos. El resultado es una vivienda abierta y luminosa, que interpreta la austeridad de la arquitectura formenterana con un lenguaje contemporáneo.
La calificación urbanística de la parcela en la que se sitúa la casa establece unos parámetros muy restrictivos: el nuevo proyecto, por tanto, no podía alterar la superficie construida, ni la volumetría existente.
“El cliente encargó transformar los elementos preexistentes de la vivienda en algo que estuviese a la altura del maravilloso entorno en el que se encuentra”, dice Marià Castelló, artífice del proyecto.
El único requisito por parte de la diseñadora fue que la casa contase con dos habitaciones, ambas con baño.
“El cliente encargó transformar los elementos preexistentes de la vivienda en algo que estuviese a la altura del maravilloso entorno en el que se encuentra”, dice Marià Castelló, artífice del proyecto.
El único requisito por parte de la diseñadora fue que la casa contase con dos habitaciones, ambas con baño.
Imagen de la vivienda antes de la reforma
La vivienda original –edificada en dos fases entre 1970 y 1990–, presentaba una planta muy fragmentada, poco clara y con espacios de relación introvertidos, sin apenas relación con el singular entorno natural que la rodea.
La vivienda original –edificada en dos fases entre 1970 y 1990–, presentaba una planta muy fragmentada, poco clara y con espacios de relación introvertidos, sin apenas relación con el singular entorno natural que la rodea.
Las comunicaciones eran uno de los elementos que más preocupaban a Marià Castelló. “A nivel volumétrico, la operación fue replantear la forma en la que el edificio entraba en contacto con el terreno”.
Así, se transformó el conjunto de escalinatas y diferentes pavimentos, que no tenían ningún tipo de armonía, en una plataforma. Este elemento, por un lado, abraza la edificación, evitando que lleguen las aguas de escorrentía; y por el otro, la separa del terreno natural, configurando terrazas-mirador.
Así, se transformó el conjunto de escalinatas y diferentes pavimentos, que no tenían ningún tipo de armonía, en una plataforma. Este elemento, por un lado, abraza la edificación, evitando que lleguen las aguas de escorrentía; y por el otro, la separa del terreno natural, configurando terrazas-mirador.
“Logramos que esa unión entre la casa y el terreno fuese puntual, mediante una sola escalera, dejando el resto a modo de plataforma elevada-mirador”, cuenta Marià.
Por la parte norte y por el este, la plataforma coge la altura del terreno, permitiendo acceder directamente al nivel de planta baja.
Por la parte norte y por el este, la plataforma coge la altura del terreno, permitiendo acceder directamente al nivel de planta baja.
Desde las terrazas mirador de la casa se pueden disfrutar de sus maravillosas vistas. El arquitecto Marià Castelló, natural de Formentera, no se decanta por una orientación visual concreta.
“Es una difícil elección –dice–, ya que los horizontes desde Formentera son todos magníficos. Toda la perspectiva sur de la isla, donde está situada Casa Amalia, aúna excelentes visuales con la buena orientación”.
“Es una difícil elección –dice–, ya que los horizontes desde Formentera son todos magníficos. Toda la perspectiva sur de la isla, donde está situada Casa Amalia, aúna excelentes visuales con la buena orientación”.
Se ha utilizado una paleta de materiales bastante reducida. El pavimento de toda la casa es de piedra caliza Capri, que combina a la perfección con los revestimientos de yeso en la tabiquería, techos y cerramientos verticales.
Piedra natural: Guía básica para ponerla en casa
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En los baños, se utilizan placas sintéticas de cuarzo blanco y vidrio laminado transparente, en combinación con piedra arenisca para piezas singulares.
La cocina está formada por una península con una encimera de Silestone blanco Zeus. Todo el mobiliario se ha realizado en MDF lacado en blanco al igual que el resto de la casa.
10 materiales para la encimera de tu cocina
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La madera se convierte en un elemento imprescindible en toda la casa.
“El papel de la madera en el interior de Casa Amalia es importante, puesto que algunas carpinterías interiores –la del baño de la planta superior, por ejemplo–, se han trabajado con la misma solución que las exteriores, para conseguir una mayor armonía ”.
“El papel de la madera en el interior de Casa Amalia es importante, puesto que algunas carpinterías interiores –la del baño de la planta superior, por ejemplo–, se han trabajado con la misma solución que las exteriores, para conseguir una mayor armonía ”.
Los arquitectos optaron por el iroko, una madera tropical que soporta bien los cambios de humedad y de radiación solar extrema, a los que está sometida la carpintería exterior.
“Se ha tratado con nano-lasur, un protector para madera que asegura una solución de poro abierto, para poder mostrar así la madera en su textura natural” explica Marià Castelló.
Esta carpintería consiste en unas lamas verticales que permiten una mejor protección del sol, a la vez que pueden tamizarlo. ¿Objetivo? Conseguir un ambiente interior más íntimo en el dormitorio de la planta superior.
“Se ha tratado con nano-lasur, un protector para madera que asegura una solución de poro abierto, para poder mostrar así la madera en su textura natural” explica Marià Castelló.
Esta carpintería consiste en unas lamas verticales que permiten una mejor protección del sol, a la vez que pueden tamizarlo. ¿Objetivo? Conseguir un ambiente interior más íntimo en el dormitorio de la planta superior.
En el interior también hay madera, pero en forma de tableros lacados para diferentes cerramientos, armarios, camas o puertas correderas.
El mobiliario general se ha realizado a medida, en tablero de DM hidrófugo y lacado en blanco. Destacan piezas clásicas, como el sofá Na Xemena de Gandia Blasco.
“Colocar estratégicamente iconos de diseño fue una propuesta nuestra, que la clienta hizo suya rápidamente”, cuenta Castelló.
Esto ocurrió, por ejemplo, con las sillas Thonet, que la diseñadora personalizó pintando de blanco el contacto de las patas con el suelo, siguiendo la tendencia del efecto sumergido.
Consigue el efecto sumerguido en tus muebles
“Colocar estratégicamente iconos de diseño fue una propuesta nuestra, que la clienta hizo suya rápidamente”, cuenta Castelló.
Esto ocurrió, por ejemplo, con las sillas Thonet, que la diseñadora personalizó pintando de blanco el contacto de las patas con el suelo, siguiendo la tendencia del efecto sumergido.
Consigue el efecto sumerguido en tus muebles
La habitación de la planta primera cuenta con cerramientos con lamas de madera verticales; mientras que la zona multifuncional de la planta baja está orientada al norte, por lo que carece de radiación solar directa.
Para asegurar completamente la privacidad, se han colocado estores enrollables sobre las diferentes aberturas de la casa.
Para asegurar completamente la privacidad, se han colocado estores enrollables sobre las diferentes aberturas de la casa.
A pesar de los parecidos con la mítica Casa Na Xamena, diseñada por Ramón Esteve y Gandia Blasco hace ahora 20 años, Marià Castelló asegura que no ha sido una inspiración para este proyecto.
“Ambas casas beben de la misma fuente: la buena y verdadera arquitectura tradicional de Ibiza y Formentera, reinterpretada según los usos y los moradores contemporáneos”.
“Ambas casas beben de la misma fuente: la buena y verdadera arquitectura tradicional de Ibiza y Formentera, reinterpretada según los usos y los moradores contemporáneos”.
Predomina el color blanco, que refleja toda la luz del Mediterráneo, llenando los espacios diáfanos y fluidos.
Para mitigar un exceso de claridad, y como ocurría en la cultura tradicional de Ibiza y Formentera, en Casa Amalia las aberturas son pequeñas: el macizo tiene más protagonismo que el vacío. En las tres únicas partes en que las aberturas son más grandes, el exceso de luz se resuelve ubicando las aberturas detrás de un porche, que impide la radiación directa en el 90% de las horas de sol.
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¿Conoces Formentera? ¿Qué es lo que más te ha gustado de esta casa? Comparte tus comentarios
Para mitigar un exceso de claridad, y como ocurría en la cultura tradicional de Ibiza y Formentera, en Casa Amalia las aberturas son pequeñas: el macizo tiene más protagonismo que el vacío. En las tres únicas partes en que las aberturas son más grandes, el exceso de luz se resuelve ubicando las aberturas detrás de un porche, que impide la radiación directa en el 90% de las horas de sol.
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Quién vive aquí: Una diseñadora de moda que durante el verano trabaja en Formentera
Situación: Es Ram, al sur de Formentera
Superficie: 143 metros cuadrados de vivienda + 2.000 de parcela
Proyecto: Marià Castelló (colaboradores: Sonia Iben-Jellal, Jesús Rodríguez y Toni Carruesco)
Fotografía: Estudi Es Pujol de s’Era
Casa Amalia se encuentra en una parcela de 2.000 metros cuadrados, repleta de pinos, en la privilegiada zona de Es Ram y mirando hacia el sur. Por sus ventanas uno ve el Cap de Barbaria y la playa de Migjorn, dos de las mejores vistas de la isla de Formentera.
La propietaria, una diseñadora de moda, utiliza la casa como segunda residencia, mientras continúa desarrollando su trabajo en la isla durante los meses de verano. Para reformarla acudió a Marià Castelló, conocido en la isla por su respeto por las técnicas, materiales y estética de la arquitectura tradicional, y por la integración de sus edificios en el paisaje mediterráneo.
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