Antes y después
¡Vaya cambio!: Una nueva casa para un arquitecto joven
Este piso en Zaragoza tenía un pasillo de 11 metros que se ha transformado en una zona de día con mucha luz natural.
“A los cinco minutos de entrar supe que esta era la casa que quería”, reconoce Diego Cámara, dueño de la vivienda y responsable de la reforma. El piso, ubicado en el centro de Zaragoza en un edificio de los años 50, no solo iba a ser el arranque de una nueva etapa junto a su pareja, sino también su primer proyecto como arquitecto. El resultado ha sido óptimo: un espacio honesto, cálido y funcional en el que destacan las circulaciones fluidas y la luz natural.
ANTES: el piso, de cuatro dormitorios y dos baños, nunca había sido reformado. Se trataba de una vivienda tradicional de mediados del siglo XX, oscura y tabicada.
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DESPUÉS: “Eliminando pasillos y tabiques hemos conseguido un espacio central abierto que ocupa más de un 55 % de la casa”, explica Cámara. En la imagen, el comedor y, al fondo, la puerta que da acceso al dormitorio en suite.
Ahora, el interior gira en torno a un volumen de madera que ocupa lo que antes era el largo pasillo. “El mueble no solo sirve de armario, sino que por un lado es cocina y por el otro, oficina”, explica el arquitecto y dueño del piso.
Las dos grandes puertas correderas, de 2,50 m de alto x 1,40 m, tuvieron que introducirse con grúa en la vivienda. Permiten cerrar parcial o totalmente la cocina o el estudio. En la imagen, al fondo a la izquierda, se adivina la entrada al tercer dormitorio.
Las dos grandes puertas correderas, de 2,50 m de alto x 1,40 m, tuvieron que introducirse con grúa en la vivienda. Permiten cerrar parcial o totalmente la cocina o el estudio. En la imagen, al fondo a la izquierda, se adivina la entrada al tercer dormitorio.
Tras la reforma, y como se aprecia en el plano, la parte central se reserva al salón, comedor y cocina integrados. El objetivo era crear una amplia zona abierta de día. Los cuatro dormitorios originales ahora son tres, que quedan en los extremos de la casa y reciben la luz de la calle. En la cuarta esquina de la vivienda se encuentra el salón.
El volumen central consigue una circulación fluida en toda la zona central de la vivienda. “Desde la cocina se domina el comedor y se puede ver hasta la calle”, señala Cámara, que también apunta que en la cocina casi todo está integrado para que no quede nada a la vista.
El suelo de toda la casa, incluidos los baños, es un laminado de madera de roble. En general, el arquitecto ha usado una paleta contenida de materiales y colores en aras de lograr continuidad visual.
ANTES: En la foto superior se puede ver el largo pasillo de 11 metros que había en la casa y a que hacíamos referencia en el subtítulo de este artículo. La entrada al piso se encontraba al principio del pasillo, que daba paso sucesivamente a la cocina, al salón y al comedor, todos separados.
Esta foto está tomada desde el segundo dormitorio, con el estudio a la derecha. A continuación está el comedor y al fondo, el salón. Junto al escritorio (en primer plano de la imagen) están los armarios que ocultan lavadora, la caldera y los utensilios de limpieza.
La pared de ladrillo visto es original. Simplemente, se ha pintado de blanco. “Esa pared estaba lisa y al quitar el falso techo descubrimos el ladrillo. Hemos puesto una tira led tras el foseado y la luz cae desde arriba reforzando el relieve del ladrillo”, explica el arquitecto. De hecho, aclara que esa luz es la que más se usa en la casa.
La pared de ladrillo visto es original. Simplemente, se ha pintado de blanco. “Esa pared estaba lisa y al quitar el falso techo descubrimos el ladrillo. Hemos puesto una tira led tras el foseado y la luz cae desde arriba reforzando el relieve del ladrillo”, explica el arquitecto. De hecho, aclara que esa luz es la que más se usa en la casa.
El dormitorio principal en suite se encuentra junto al salón. Minimalista, claro y despejado, el dormitorio continúa con el mismo estilo nórdico predominante en la casa, combinando mobiliario blanco, con la madera de roble natural.
“Hay un juego de alternancias. Cuando en el exterior es roble, los huecos son blancos; cuando el exterior es blanco, los huecos son de madera, como se puede ver en algunas estanterías”, detalla el arquitecto.
“Hay un juego de alternancias. Cuando en el exterior es roble, los huecos son blancos; cuando el exterior es blanco, los huecos son de madera, como se puede ver en algunas estanterías”, detalla el arquitecto.
El baño de la suite sigue la lógica de la vivienda: mueble de roble, con encimera compacta, sin rebordes y con grifería empotrada, para una fácil limpieza.
En resumen, una vivienda funcional donde la luz y el uso contenido de los materiales consiguen un interior agradable y sencillo de disfrutar.
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Quién vive aquí: El arquitecto Diego Cámara (arquitecto) y su pareja
Situación: Zaragoza
Superficie: 120 metros cuadrados
Proyecto: Diego Cámara Mor, de dCMArquitectura
Fotografía: Diego Cámara Mor y Daniel Fuertes