Antes y después: Luz a raudales en un pequeño piso en París
Tras esta reforma, este antiguo estudio en París cuenta con un dormitorio con vestidor y mucho espacio de almacenaje.
Tras un año de buscando casa, la dueña encontró este pequeño estudio en el quinto piso de un edificio de los años 60. Su ubicación, la luz, el suelo de roble original y las vistas sobre la ciudad le animaron a decidirse. Aunque la casa estaba en buen estado, no cumplía con todos sus requerimientos. El primero, que el dormitorio estuviera separado del resto del estar; el segundo, un gran vestidor donde guardar toda su ropa y zapatos. Además, esta incansable buscadora de gangas, apasionada de la moda y artista quería un interior acogedor que reflejara su personalidad. El proyecto llevado a cabo por el estudio parisino June ha conseguido todo esto… ¡y mucho más!
ANTES: Así era la entrada al estudio cuando Anne Fath y Julia Schmit, del estudio June, lo vieron por primera vez. Con paredes blancas y suelos de vinilo –por no hablar de una instalación eléctrica obsoleta–, el apartamento necesitaba un buen cambio.
DESPUÉS: “Tras la entrada, había una puerta que separaba el hall de resto de la casa. Abrimos la entrada y decidimos pintarla de azul oscuro (en la imagen, al fondo a la derecha)”, dice Fath: “una entrada oscura atrae irresistiblemente al que entra hacia la parte más luminosa: el núcleo del piso”, añade.
Pintura azul SL 25 Minuit de Ressource
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ANTES: Frente a la puerta de entrada está el baño, que se ha reformado por completo. Originalmente, tenía una bañera, inodoro, bidé y lavabo. Contaba con 8 metros cuadrados y era demasiado grande en proporción a los metros útiles que tiene la casa.
DESPUÉS: Las interioristas decidieron dividir el baño y ganar más espacio para el dormitorio y el vestidor. Sustituyeron la bañera por una ducha y han transformado un armario que había en la entrada en un pequeño aseo con inodoro.
La ducha (en la imagen) se ha diseñado lo más pequeña posible –de 115 x 90 cm– pero cómoda. El espejo y los azulejos con acabado tipo hormigón ponen el toque elegante.
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La ducha (en la imagen) se ha diseñado lo más pequeña posible –de 115 x 90 cm– pero cómoda. El espejo y los azulejos con acabado tipo hormigón ponen el toque elegante.
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La dueña pidió a las interioristas tener un dormitorio independiente. Como todas las ventanas del piso están en el mismo lado, se optó por una mampara de vidrio para separarlo del estar y que tuviera toda la luz natural posible.
“A la dueña le gusta el arte y el diseño. En lugar de proponer la típica cristalera, diseñamos un modelo original inspirado en las pinturas de Mondrian”, dice Fath. La cristalera costó unos 4.000 €.
9 ideas singulares para separar ambientes en casa
“A la dueña le gusta el arte y el diseño. En lugar de proponer la típica cristalera, diseñamos un modelo original inspirado en las pinturas de Mondrian”, dice Fath. La cristalera costó unos 4.000 €.
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El dormitorio no es muy grande, pero cabe sin problema una cama doble. Parte del espacio se robó a la sala de estar; para el vestidor, que en la imagen vemos detrás del cabecero y con un suelo de gres porcelánico, se ganó espacio al antiguo baño.
La pared en color blanco y con estanterías es la que separa la entrada del dormitorio –de hecho, las estanterías de este lado se corresponden con las de la entrada. En el dormitorio, estas estanterías compensan la falta de espacio para mesillas de noche.
Vista desde la sala de estar y a través de las cristaleras, la pared de color azul marino le da a la habitación una sensación de profundidad y perspectiva. En el centro, destaca la repisa de roble con tres espejos, diseño de las interioristas. Sobre la cama hay una manta para dar calidez; se trata de una handira o manta de bodas marroquí tejida a mano por las mujeres de las montañas del Atlas.
La pared en color blanco y con estanterías es la que separa la entrada del dormitorio –de hecho, las estanterías de este lado se corresponden con las de la entrada. En el dormitorio, estas estanterías compensan la falta de espacio para mesillas de noche.
Vista desde la sala de estar y a través de las cristaleras, la pared de color azul marino le da a la habitación una sensación de profundidad y perspectiva. En el centro, destaca la repisa de roble con tres espejos, diseño de las interioristas. Sobre la cama hay una manta para dar calidez; se trata de una handira o manta de bodas marroquí tejida a mano por las mujeres de las montañas del Atlas.
ANTES: A la dueña le gustó mucho el ventanal del estar, que se abre a un pequeño balcón. A su izquierda, antes de la reforma, un murete separaba la cocina a modo de barra de bar.
DESPUÉS: Los diseñadores han mantenido la cocina en el mismo lugar, pero la han renovado completamente. El principal cambio ha sido la reconversión del mostrador de la barra en una península de cocina. Esta decisión le ha dado a la cocina más espacio y un look más moderno; también ha proporcionado al propietario una mesa de comedor y una zona de trabajo.
Ahora, con la nueva encimera, hay más espacio para cocinar y para almacenar. El fregadero, de resina negra, está ubicado en una esquina de la cocina para liberar toda la superficie posible para la encimera –la ventana se abre hacia fuera. Justo debajo hay un armario esquinero para almacenaje; el lavavajillas está a la derecha del armario.
La cocina original también se ha cambiado por un modelo de Ikea con frentes de color hueso. El mostrador es un laminado mate acabado antracita de Lapeyre; el suelo, gres porcelánico Murano, de Leroy Merlin.
La cocina original también se ha cambiado por un modelo de Ikea con frentes de color hueso. El mostrador es un laminado mate acabado antracita de Lapeyre; el suelo, gres porcelánico Murano, de Leroy Merlin.
En la cocina y sobre unas estanterías de metal, la dueña ha colocado su colección de jarrones y vajillas.
Lámparas de La Redoute
Lámparas de La Redoute
“La dueña es una entusiasta del diseño y ya tenía muchas cosas de su casa anterior. Hemos añadido poca cosa”, dice Fath sobre la decoración de la sala de estar. La mezcla de materiales es una de las claves del éxito del espacio. Destacan la lámpara de pie (a la izquierda, junto a la ventana) y el espejo de porte vertical, que equilibran la horizontalidad de la mesa de centro y del sofá. Este es un buen truco a la hora de decorar.
Sofá, lámpara de pie y funda de la silla de Ikea; el puf de lana es de La Redoute
Sofá, lámpara de pie y funda de la silla de Ikea; el puf de lana es de La Redoute
“A la dueña le gusta el blanco y el negro. Así que, partimos de esta paleta clásica y le fuimos añadiendo fibras naturales para añadir un punto cálido”, desvelan las interioristas.
Para que el contraste entre la madera negra, blanca y clara no fuera excesivo, han optado por combinar tonalidades suaves de gris y beige en muebles y textiles.
Para que el contraste entre la madera negra, blanca y clara no fuera excesivo, han optado por combinar tonalidades suaves de gris y beige en muebles y textiles.
El balcón también se ha renovado. Funciona a modo de continuación del estar, para agrandarlo visualmente y compensar, en parte, el espacio perdido al hacer el dormitorio. Un solado de madera en módulos de formato cuadrado asemeja el suelo de la terraza al del interior. El mimbre de la barandilla se ha usado para poner un toque natural.
La reforma duró alrededor de dos meses y medio. El presupuesto –unos 32.000 €–, incluyó la renovación completa de la instalación eléctrica, la calefacción y las tuberías, además de toda la decoración. También se instaló un falso techo en todo el piso para reforzar la insonorización y ocultar los cables de la luz.
Más reformas increíbles e inspiradoras en la sección ‘Antes y después’ de la Revista Houzz España
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Quién vive aquí: Una mujer joven
Situación: Neuilly-sur-Seine, Isla de Francia, París
Superficie: 37 metros cuadrados
Presupuesto: Alrededor de 32.000 €
Interiorismo: Anne Fath y Julia Schmit, del estudio June
Fotografía: Shoootin