Fui cliente de Chris y fue la mejor decisión que pude haber tomado. El reto fue bastante grande y el resultado superó mis expectativas por completo. Me iba a casar en Caracas, en la quinta Esmeralda, una casa muy grande que sirve como salón de fiesta y donde íbamos a celebrar junto a 500 personas. Esta casa no trae nada, ni mesas, ni sillas, ningún tipo de decoración, solo una tarima, paredes y su elegante piso de madera; fue aquí en donde entró Chris a salvarnos. No hubo una persona que no se impresionara por el buen gusto de Chris. Nos mando a hacer unas letras enormes, forradas de pasto (grama le decimos nosotros) para decorar los diferentes espacios, BAR, JOY, LOVE, SHE SAID YES, LOVE. También mandó a hacer las letras de las iniciales de nuestros nombres para el recibidor, se encargó de escoger todo el mobiliario con su buen gusto. La selección de flores adornaron ese día cada espacio, entre colores verdes, rosas, pasteles y blancos. Escogimos unos backings para forrar las paredes vacías y los balcones, de esta quinta del siglo pasado. El techo lo forramos también, con una tela negra del cual, descolgaban unos chandeliers espectaculares, escogidos por Chris. El área de dulces/postres, llevaba de backing una estantería blanca, decorada para que te sintieras en La Laduree. Chris se encargó de hacer de ese día un recuerdo único, especial, emocionante que quisiera repetir tanto. GRACIAS CHRIS!