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¿Trabajas en casa? Soluciones para conciliar profesión y familia
En muchos casos, la casa se reinterpreta y aprovecha con soluciones imaginativas que se adaptan a las necesidades laborales y familiares.
Con una conciliación de la vida laboral y privada cada vez más compleja, la fórmula de espacios compartidos entre vivienda y lugar de trabajo cobra vigencia día a día, pero este sistema requiere soluciones que permitan aprovechar las ventajas de esta fórmula sin que se generen interferencias entre la vida personal y la laboral. Cada vez son más las propuestas en este sentido, a menudo con soluciones tan ingeniosas como personales, y todas ellas con la funcionalidad como aspecto clave.
Curiosamente, y pese a la complejidad arquitectónica de esta vivienda-taller, una cortina ejerce aquí de elemento separador encargado de aportar privacidad y confort a las áreas más privadas.
Estudio de día, vivienda de noche. Hoy día, cada vez son más los profesionales liberales que recuperan el espíritu propio de los lofts y rehabilitan espacios en desuso que bien pueden ser estudios además de dar respuesta a las necesidades domésticas.
En esta vivienda en el centro de Madrid prácticamente todas las zonas en las que se estructura la planta abierta tienen un doble uso público y privado. El mueble separador sirve de cocina y office por un lado –aunque en ella se almacenen también libros y revistas, como muestra de la mezcla de utilidades que se la da a la zona– y de armario por el otro. Con un acabado lacado en rojo, la estética de esta cocina es lo suficientemente ambigua como para no desentonar en un entorno de trabajo, aunque ofrece todo lo necesario para la vida doméstica diaria. Por su parte, la zona de estar se ha dispuesto frente al despacho, de manera que también sirve de improvisado espacio de reuniones.
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Vivir, trabajar e incluso realizar eventos eran los objetivos que se plantearon los nuevos propietarios de este local que, entre sus muchas virtudes, entre ellas una gran altura que ha permitido crear un altillo que alberga las zonas privadas de la vivienda. Establo de vacas, garaje o pollería fueron algunos de los sucesivos usos a lo largo de su historia y ahora, completamente reformado, conjuga los elementos antiguos con materiales eminentemente funcionales y de uso semiindustrial, como el contrachapado de madera que conforma buena parte de los elementos estructurales, entre ellos la escalera-librería que conduce a los dormitorios.
La oficina en casa: Ni se te ocurra escatimar en la silla
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Este material se encarga también de aportar continuidad y una transición armoniosa entre las zonas públicas o profesionales y las más privadas de la casa, como la cocina dispuesta en el paso hacia la parte trasera del local, donde se ubican las zonas de día de la vivienda, o las estanterías que sirven para ocultar los dormitorios del altillo desde la planta baja.
Muchos locales comerciales tienen una planta superior destinada a almacén u oficina, como sucede en este caso. Sus propietarios hicieron convivir el despacho con un acogedor “piso de día”, donde conjugar la jornada laboral con la vida familiar. La planta alargada y estrecha de este segundo nivel se ha compartimentado mediante unas ligeras estanterías en distintas zonas que incluyen desde comedor hasta zona de juegos para los niños.
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Una vivienda de buenas dimensiones que permita prescindir de una o dos habitaciones –preferiblemente con acceso independiente o separadas del resto por su distribución– es suficiente para desarrollar las actividades profesionales. El problema aparece cuando no se dispone de esas estancias extra y hay que encajarlas en otras compartidas. En esos casos, lo mejor es recurrir al ingenio. En este caso, el despacho desaparece literalmente tras la cortina cuando no se usa. La ventaja de este sistema es que, durante el horario laboral, toda la zona de estar se convierte en estudio.
Cuando la mesa de comedor es también tu espacio de trabajo
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Una solución similar pero que se beneficia incluso de una zona de reuniones, es este closet convertido en minidespacho totalmente equipado. Incluso el interior de la puerta se ha convertido en tablón de ideas en el que colgar muestras, planos, notas, etc.
Una alternativa para quien no quiera sufrir los molestos desplazamientos hasta un puesto de trabajo alejado de casa, pero que prefiera mantener separadas la vida profesional de la familiar es crear un estudio independiente en el jardín, el patio trasero o incluso en la terraza. Para ello, existen construcciones prefabricadas de dimensiones variadas que permiten añadir un espacio adicional a la vivienda en un plazo de tiempo realmente breve, a un coste asequible y sin apenas necesidad de obras.
Por último y pese a que cuando pensamos en los trabajos que se pueden realizar en casa lo primero que viene a la cabeza son las profesiones de “oficina”, lo cierto es que el auge de los talleres artesanía y de cocina –como los clubes de cenas o las reuniones en casas particulares– abre todo un nuevo campo de oportunidades en este sentido. Y, de paso, permite disfrutar de una cocina (o un taller) de prestaciones profesionales en casa. Una gran isla central, en torno a la que se puedan reunir los asistentes, materiales resistentes y fáciles de limpiar y un acceso directo desde la calle, que evite invadir el terreno privado de la vivienda, son los requisitos indispensables para una aventura de este tipo.
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