Pregunta al experto: ¿Por qué elegir ventanas de madera?
Conoce los últimos avances en este tipo de perfiles con los que ganarás en eficiencia energética, confort y diseño.
La ventana de madera es de nuevo una opción que se valora mucho en todo proyecto de obra nueva o rehabilitación. Los últimos avances tecnológicos al respecto han permitido que se cumpla una de las condiciones imprescindibles para que las carpinterías de madera funcionen adecuadamente: la estanqueidad. Con la incorporación de distintos tipos de juntas en puntos estratégicos del marco se ha conseguido que sea máxima, tanto frente al aire como a la humedad, al vapor de agua, al frío y al ruido.
La decisión de emplear uno u otro tipo de ventanas ha de surgir durante el proyecto. De esta forma se puede analizar su integración en el conjunto de la obra, así como su repercusión dentro del concepto formal de la misma.
Por ejemplo, si se está diseñando un espacio abierto al exterior mediante una gran abertura, el grado de protagonismo que tendrá la ventana será decisivo para conseguir transparencias máximas y vistas, pero también para alcanzar un equilibrio visual con el interior. La madera es siempre sinónimo de calidad, aunque se empleen maderas sencillas como el pino. El componente natural de este material aumenta siempre la calidad espacial de los interiores.
Otra cuestión que resulta decisiva en la elección de carpinterías de madera para un proyecto es su envejecimiento natural. Por ejemplo, si se trata con aceites, la madera irá adquiriendo a medida que pasa el tiempo tonalidades propias de la especie elegida, como los típicos grises o los marrones destonificados. Eso sí, sin que por ello dejen de estar protegidas.
Cambia las ventanas: Ganarás en confort y ahorrarás energía
Por ejemplo, si se está diseñando un espacio abierto al exterior mediante una gran abertura, el grado de protagonismo que tendrá la ventana será decisivo para conseguir transparencias máximas y vistas, pero también para alcanzar un equilibrio visual con el interior. La madera es siempre sinónimo de calidad, aunque se empleen maderas sencillas como el pino. El componente natural de este material aumenta siempre la calidad espacial de los interiores.
Otra cuestión que resulta decisiva en la elección de carpinterías de madera para un proyecto es su envejecimiento natural. Por ejemplo, si se trata con aceites, la madera irá adquiriendo a medida que pasa el tiempo tonalidades propias de la especie elegida, como los típicos grises o los marrones destonificados. Eso sí, sin que por ello dejen de estar protegidas.
Cambia las ventanas: Ganarás en confort y ahorrarás energía
El color, ya sea de la madera al natural o pintada, es también importante. Según la especie que se elija, el resultado estético cambia considerablemente debido a los contrastes que se pueden establecer entre los distintos materiales que conforman un espacio. Es el caso de la madera de alerce, que ofrece una superficie de color claro homogéneo y sin nudos, ideal para su empleo, por ejemplo, en rehabilitaciones de estilos rústicos-modernos debido a su aspecto austero y esencial.
El entorno y el clima también intervienen en la elección de una u otra especie. Observar las maderas que siempre se han usado en una zona es la forma de no fallar en la elección, como pasa, por ejemplo, con el castaño en el norte de España, que por otro lado, ofrece una calidad-precio más competitiva con respecto a otras maderas nobles. Otro tanto sucede con la madera acabada con pintura, que se identifica con el estilo mediterráneo, las viviendas blancas del sur, los pisos de ciudad antiguos, las casas de pueblo, etc.
El entorno y el clima también intervienen en la elección de una u otra especie. Observar las maderas que siempre se han usado en una zona es la forma de no fallar en la elección, como pasa, por ejemplo, con el castaño en el norte de España, que por otro lado, ofrece una calidad-precio más competitiva con respecto a otras maderas nobles. Otro tanto sucede con la madera acabada con pintura, que se identifica con el estilo mediterráneo, las viviendas blancas del sur, los pisos de ciudad antiguos, las casas de pueblo, etc.
En cualquier caso, cada especie tiene unas propiedades físico-químicas que habrá que tener en cuenta a la hora de decantarse por una u otra en función del clima donde se ubique la casa. Por eso, es también importante elegir buenas marcas que aseguren un control de calidad en todo el proceso. En este proyecto de Dom arquitectura, por ejemplo, la carpintería fue elaborada por Iscletec. Por otro lado, es conveniente asegurarse asimismo de que la madera provenga de bosques cuya gestión sostenible esté certificada por organismos de control, como los sellos PEFC o FSC.
Las maderas más empleadas en la elaboración de carpinterías para exterior son castaño, fresno, haya, roble, pino, iroko, niangón, cedro, teka, eucalipto, alerce, etc.
Las maderas más empleadas en la elaboración de carpinterías para exterior son castaño, fresno, haya, roble, pino, iroko, niangón, cedro, teka, eucalipto, alerce, etc.
Una gran ventaja si instalas una ventana de madera es que te olvidarás de los problemas de condensación en los marcos, ya que es un material aislante natural, que al no conducir el calor debido a su baja conductividad térmica, superior al de las perfilerías de aluminio con RPT estándar, no condensa agua en su superficie.
Si tocas una ventana de madera comprobarás que nunca ofrece esa sensación de pared fría que sí tienen los materiales metálicos de alta transmitancia térmica, por lo que el aire, al entrar en contacto con la superficie del marco no se enfría y, al no bajar del punto de rocío, no condensa.
Esta característica hace que tenga máximas prestaciones térmicas, incluso en climas de montaña con temperaturas negativas. La ventana por sí sola, no hace a la casa más o menos eficiente, pero es un buen comienzo ya que, según el vidrio que instales, puedes reducir las pérdidas térmicas en un 40%.
Cómo conseguir el mejor aislamiento térmico en casa
Si tocas una ventana de madera comprobarás que nunca ofrece esa sensación de pared fría que sí tienen los materiales metálicos de alta transmitancia térmica, por lo que el aire, al entrar en contacto con la superficie del marco no se enfría y, al no bajar del punto de rocío, no condensa.
Esta característica hace que tenga máximas prestaciones térmicas, incluso en climas de montaña con temperaturas negativas. La ventana por sí sola, no hace a la casa más o menos eficiente, pero es un buen comienzo ya que, según el vidrio que instales, puedes reducir las pérdidas térmicas en un 40%.
Cómo conseguir el mejor aislamiento térmico en casa
Si se cambian las ventanas antiguas por otras de madera con perfil estanco, juntas termoplásticas, barrera de vapor en el borde del cristal, tratamiento en autoclave y con doble o triple vidrio climático, se podrán mejorar las condiciones térmicas y acústicas de la casa, reduciendo filtraciones, condensaciones superficiales y la sensación de pared fría, que en casas antiguas suponen el 80% de las pérdidas térmicas. Evitarás mohos, humedades y deterioros en los enlucidos, ayudarás a renovar la imagen de la fachada y a reforzar la calidad espacial de los interiores.
Las carpinterías de madera para el exterior se pueden construir con madera maciza o laminada. Sin embargo, los fabricantes aconsejan perfiles trilaminados, ya que proporcionan gran estabilidad al cerramiento y una mejor adaptabilidad a las condiciones variables del clima. Con la madera laminada se aumenta también la resistencia a la humedad, lo que evita grietas, deformaciones y torsiones a la vez que permite obtener curvas con radios pequeños. El bloque que se obtiene es compacto con las caras exteriores enteras. Así, del lado visto, la madera presenta la misma apariencia de una ventana construida con madera maciza. A la hora de instalarlas siempre hay que hacerlo a un premarco que conviene que lleve rotura de puente térmico en la unión con la pared.
Lee un artículo completo sobre este pequeño estudio de madera, moderno y sostenible
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Otro aspecto que define el proyecto de una ventana o puerta-balconera es el sistema de apertura. En este sentido no hay límites y es posible diseñarlas también para aberturas grandes. Se pueden emplear sistemas plegables, con los que replegando las hojas a uno o dos lados se consigue una integración completa con el exterior. Otra opción son las correderas, que tampoco son ya un obstáculo por miedo a que no sean tan estancas como las practicables. El sistema corredero elevable, por ejemplo, te permite enrasar las hojas cuando estas están cerradas. También se pueden combinar con hojas abatibles y paralelas.
Otra alternativa interesante para cuando quieres tener una ventana de solo una hoja y cubrir una abertura amplia, son los sistemas de rotación en eje vertical u horizontal, es decir pivotantes o basculantes.
Los acabados están pensados para la protección de la madera, pero también para definir su estética, potenciando una veta, el color o dándole un tratamiento envejecido. Los mejores barnices son los de poro abierto, es decir, al agua, ya que no se cuartean y simplifican el repintado. Se trata de un producto que, además de reducir las emisiones de disolventes a la atmósfera, asegura su resistencia al agua, al vapor, a los rayos ultravioleta y al envejecimiento.
Su mantenimiento es más sencillo que el del barniz sintético, ya que no amarillea, no se agrieta, no forma ampolla y absorbe los movimientos de dilatación del material, por lo que se adaptan mejor a las variables climatológicas. Otra opción que acentúa el carácter natural de la madera y que permite que envejezca con sus tonalidades propias es el aceite vegetal.
Su mantenimiento es más sencillo que el del barniz sintético, ya que no amarillea, no se agrieta, no forma ampolla y absorbe los movimientos de dilatación del material, por lo que se adaptan mejor a las variables climatológicas. Otra opción que acentúa el carácter natural de la madera y que permite que envejezca con sus tonalidades propias es el aceite vegetal.
El tratamiento en autoclave se aplica a maderas provenientes de coníferas, siendo opcional en el caso de las de cedro e iroko. Protege a la madera contra agentes bióticos, como hongos e insectos, y abióticos, como agua y rayos solares. Con la incorporación de pigmentos de resinas también se evita que la humedad y los rayos UV produzcan deformaciones o agrisen la madera.
¿Cuánto cuesta renovar las ventanas? Cuatro expertos te lo cuentan
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Las versiones mixtas madera/aluminio suponen una protección extra para la carpintería, lo que permite también adaptar el cerramiento a requerimientos de integración específicos de una fachada, sin que por ello tengas que prescindir de sus propiedades térmicas y estéticas en el interior. Hay dos tipos, los de protección del marco de madera y los que se forman con dos perfiles ensamblados con sus correspondientes roturas de puente térmico.
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