Orden en casa: Cómo tener una rutina de limpieza en el hogar
Con bicarbonato y vinagre, yendo habitación por habitación, tendrás una rutina de limpieza efectiva y a tu medida.
Desde luego, cualquier momento es bueno para cambiar o mejorar nuestros hábitos. Sabemos que la limpieza no está en el top de cosas que a uno le entusiasman, pero mantener todo bien y en su sitio es fundamental para que esa sensación de hogar se mantenga ahora más que nunca. ¿Lo más importante? Contar con una rutina de limpieza que funcione al ritmo de un día a día que ahora se ha visto alterado.
Ten pocos utensilios de limpieza pero multifuncionales
- Una buena aspiradora con un set completo de accesorios. Una buena aspiradora te durará años y hará que muchas tareas sean rápidas y fáciles.
- Alargador. Si el cable de la aspiradora no da para llegar a todos los espacios sin desenchufarlo y volverlo a enchufar, hazte con un alargador. Ahorrarás tiempo y algún que otro momento frustrante…
- Fregona de microfibras con palo extensible y fundas extraíbles y lavables. Un estudio reciente de la Universidad de California afirmaba que las mopas de microfibra eliminan el 99 % de los gérmenes, mientras que las fregonas tradicionales reducen las bacterias solo en un 30 %. En muchos casos, el agua basta para limpiar la superficie porque las fibras microscópicas eliminan la suciedad y los gérmenes.
- Trapo de microfibra. Al igual que una fregona de microfibra, los trapos de este material son claves en un buen kit de limpieza. Usa un paño de microfibra humedecido con agua tibia para limpiar casi cualquier superficie, luego seca la superficie con un paño de microfibra seco para terminar de eliminar el polvo, la suciedad y los gérmenes. Lava después de cada uso.
- Cepillos. Todo lo que necesitas es uno para el inodoro, un cepillo multiusos y uno de dientes para limpiar las juntas del baño.
- Secador de suelos de goma. Lava en un momento ventanas y espejos con esta herramienta.
- Guantes. Es importante que no queden grandes.
- Bicarbonato de sodio y vinagre. Son las estrellas de la limpieza natural; reutiliza algunos difusores para almacenar tus propias soluciones de limpieza mezclando ambas sustancias.
Haz una lista de tareas de limpieza imprescindibles
Piensa y anota las tareas de limpieza que creas que son necesarias para cada semana habitación por habitación. Ahora, repasa la lista que has hecho y selecciona las tareas en las que quieres enfocarte. ¿Por qué? La idea es personalizar las tareas de limpieza y hacerlas a tu medida; insistimos, más aún en estos momentos de confinamiento.
Tareas semanales en la cocina:
Piensa y anota las tareas de limpieza que creas que son necesarias para cada semana habitación por habitación. Ahora, repasa la lista que has hecho y selecciona las tareas en las que quieres enfocarte. ¿Por qué? La idea es personalizar las tareas de limpieza y hacerlas a tu medida; insistimos, más aún en estos momentos de confinamiento.
Tareas semanales en la cocina:
- Limpia la nevera, tira los alimentos caducados (sí, siempre hay algo pasado de fecha en todas las neveras; también ahora) y dale un repaso a los estantes con un paño de microfibra humedecido en agua tibia.
- Limpia los desagües vertiendo una taza de bicarbonato de sodio, seguida de media taza de vinagre blanco. Deja reposar al menos 10 minutos, luego echa un caldero de agua recién hervida. Si tienes un triturador de basura, puedes utilizar un trozo de limón para refrescarlo.
- Limpia los electrodomésticos pequeños (por dentro y fuera), las encimeras, el salpicadero, la campana extractora y el exterior de electrodomésticos grandes con un paño de microfibra humedecido en agua tibia. Seca con un paño limpio.
- Aspira el suelo. El parqué laminado se debe aspirar o repasar con un trapo de microfibra humedecido (no mojado). Un suelo de madera encerado no se puede fregar en ningún caso; es mejor aspirarlo.
Tareas semanales en el baño:
- Limpia el inodoro, la bañera, la ducha y el lavabo. Evita los limpiadores agresivos (que pueden causar dolor de cabeza y no son buenos para el medio ambiente) y usa bicarbonato de sodio. Para limpiar la bañera, la ducha y el lavabo del baño, diluye a partes iguales bicarbonato de sodio y agua hasta hacer una pasta y, luego, aplícala. Deja que repose al menos 10 minutos y enjuaga con agua tibia. Para limpiar el inodoro, espolvorea una taza de bicarbonato de sodio y usa una escobilla para el inodoro. Luego, tira de la cadena.
- Limpia los espejos y las mamparas de la ducha, rociando limpiacristales antes (o con una solución casera de agua y vinagre) en un paño de microfibra para superficies de vidrio. Seca con un paño nuevo. Si pones mucho limpiacristales y se cuela detrás del espejo, a la larga dañará el marco. Por eso, no es recomendable rociar un producto de limpieza directamente sobre el vidrio.
- Lava las toallas y la alfombrilla de baño. Para mantener las alfombrillas de baño en buen estado durante más tiempo, cuélgalas sobre el borde de la bañera o en la mampara de la ducha, donde sí pueden secarse completamente.
- Limpia el suelo con un trapo de microfibra humedecido en agua tibia o con un pequeño limpiador multiusos.
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Tareas semanales para el cuarto de estar y el comedor:
- Pasa el polvo a lámparas, marcos de cuadros y otros objetos con un trapo de microfibra o plumero según sea necesario.
- Recicla los periódicos y revistas que ya hayas leído.
- Aspirar las tapicerías.
- Dale la vuelta a los cojines del sofá para que se desgasten por igual.
Tareas semanales para el dormitorio:
- Limpia las esquinas altas, parte superior de las puertas y ventanas con un trapo de microfibra seco (a poder ser uno de esos con un palo extensible).
- Pasa el polvo a lámparas y objetos decorativos en general con un paño de microfibra o con plumero.
- Lava las sábanas y las fundas de las almohadas.
- Pasar la aspiradora.
Hazte las cosas fáciles con tareas de limpieza diarias que puedas acabar:
- Después de la ducha, límpiala; también el fregadero y el espejo del baño. Hazlo con un paño de microfibra (ten algunos a mano en el baño).
- Pon al menos una lavadora durante la semana en lugar de dejar que se acumule todo para el fin de semana.
- Barre debajo de la mesa después de las comidas.
- Si se cae aceite, agua, vino o sobre la encimera de la cocina o el suelo, límpialo al momento.
- Haz la cama cada mañana.
Algunos trucos básicos de limpieza:
- Repite las tareas de limpieza en el mismo orden cada vez que las hagas. Memorizar una rutina hará que la limpieza sea más fácil, rápida y eficiente.
- Cronométrate mientras limpias. Saber que se pueden hacer los baños en menos de 10 minutos, por ejemplo, hará que ajustes al máximo el tiempo de limpieza de la casa. Por cierto, cronométrate solo una vez como referencia.
- Aplica primero los productos que vayan a necesitar reposar un rato (por ejemplo, bicarbonato de sodio en la bañera y la ducha) y sigue con otras tareas de limpieza mientras esperas.
- Ten una rutina básica que puedas hacer de manera rápida y fácil, para cuando estés tentado de saltarte la limpieza por completo.
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¿Y TÚ?
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¿Prefieres enfrentarte a toda la casa de una sola vez o ir habitación por habitación a lo largo de la semana? Lo que suele funcionar es una combinación de ambas: tareas pequeñas que se realizan cada día, junto con una sesión de fin de semana, no demasiado larga, en la que todo el mundo colabora.
Encuentra el momento adecuado. Ahora que nuestra rutina se ha visto alterada, ¿cuándo quieres ponerte a limpiar? Decide una hora concreta todos los días para sobrellevar mejor esta tediosa rutina. Es más fácil mantenerse al día con una rutina de limpieza si es solo eso: rutina. Puedes cronometrar el tiempo que tardas y tratar siempre de hacerlo en el mismo tiempo; sin despistarte. Además, si quieres involucrar a los niños siempre es más fácil motivarlos cuando se trata de una carrera.
Sigue el orden correcto. Siempre hay que empezar por lo más alto y acabar abajo para que el polvo y la suciedad que caen no ensucie lo que ya se ha limpiado. Además, si el tiempo es un problema, limpia siempre los espacios que más se ensucian: la cocina y el baño.
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