Arquitectura
La casa del futuro será más sostenible y segura
La tecnología estará más presente, eso seguro, pero solo aquella que aporte bienestar a los hogares y sea sostenible.
Vivimos revolucionados por la tecnología digital, que modifica nuestras costumbres y crea nuevas necesidades, pero… ¿cómo afectan los avances tecnológicos a nuestras casas? La domótica, por ejemplo, nunca se ha llegado a hacer un hueco en la mayoría de hogares. Sin duda, han evolucionado los materiales y nuestros gustos y costumbres, pero la manera en la que vivimos no lo ha hecho sustancialmente: seguimos necesitando sacar las llaves para entrar en casa, levantar la maneta del grifo para que salga agua, poner la lavadora nosotros mismos, abrir la nevera para saber qué nos falta, o escribir un whatsapp para saber si todo el mundo ha llegado bien a casa… y, así, suma y sigue. Si la tecnología no ha cambiado nuestra forma de vivir, ¿cómo puede cambiarla? ¿Qué nos ofrece el futuro? En este artículo, cuatro profesionales reflexionan sobre la casa de futuro, aprovechando que en el prestigioso Design Museum de Londres se expone Home Futures, una exposición sobre cómo arquitectos y diseñadores del siglo XX imaginaron el hogar del mañana.
“Un hogar bien pensado debe hacer tu vida más fácil, por ejemplo, enviando una notificación cuando tus hijos han llegado de la escuela o aumentando la temperatura antes de que llegues a casa. En todo caso, a pesar de la automatización debemos sentir que tenemos el control”, cuenta Billy Burnett, director de Internacional de Nest Labs, empresa especializada en domótica para el hogar con sede en California y que en febrero de 2018 afirmaba haber vendido 11 millones de sus dispositivos en hogares de todo el mundo.
Para muchos, la casa del futuro está asociada al bienestar, lo que es sinónimo de que la tecnología facilite, además, las tareas del hogar. Yolanda, usuaria de Houzz, comentaba en la encuesta que lanzamos hace unas semanas ¿Cómo crees que va a ser la casa del futuro?, que no concibe el futuro de la casa “si no hay un robot que haga las faenas domésticas”.
Para muchos, la casa del futuro está asociada al bienestar, lo que es sinónimo de que la tecnología facilite, además, las tareas del hogar. Yolanda, usuaria de Houzz, comentaba en la encuesta que lanzamos hace unas semanas ¿Cómo crees que va a ser la casa del futuro?, que no concibe el futuro de la casa “si no hay un robot que haga las faenas domésticas”.
A esta idea se sumaba Morgana Fernández: “dar a un botón y que barran, frieguen, limpien el polvo, laven, planchen, y cocinen…, eso sí es el futuro: llegar a casa del trabajo y encontrarte todo recogido y limpio. Me apunto”, contaba.
“Con la robótica tendremos a quien planche, quien cuide de nuestra vivienda cuando no estemos en ella. Suena a ciencia ficción, pero la tecnología ya está preparada, solo tenemos que estar preparados nosotros”, cuenta Manuel Gálvez, director comercial de Domodesk, empresa dedicada a la domótica.
Mientras tanto, sistemas como los de aspiración centralizada hacen que la limpieza sea mucho más sencilla –basta con conectar el tubo de aspiración a la manguera de las tomas repartidas por la vivienda.
“Con la robótica tendremos a quien planche, quien cuide de nuestra vivienda cuando no estemos en ella. Suena a ciencia ficción, pero la tecnología ya está preparada, solo tenemos que estar preparados nosotros”, cuenta Manuel Gálvez, director comercial de Domodesk, empresa dedicada a la domótica.
Mientras tanto, sistemas como los de aspiración centralizada hacen que la limpieza sea mucho más sencilla –basta con conectar el tubo de aspiración a la manguera de las tomas repartidas por la vivienda.
En cuanto a energía y electricidad, ¿qué avances se están preparando que mejorarán la experiencia del hogar a medio-largo plazo? Preguntamos a Miryam Salvador, Architect & ID Channel Manager, en Schneider Electric, especialista global en gestión de la energía y automatización con presencia en un centenar de países.
“Principalmente, tres avances: la interacción entre usuario y vivienda de forma digital (conectividad de la vivienda), los sistemas que sean capaces de anticipar las necesidades o hábitos de los usuarios, y los sistemas de medida de energía que permitan hacer un uso más eficiente y responsable de la vivienda”.
“Principalmente, tres avances: la interacción entre usuario y vivienda de forma digital (conectividad de la vivienda), los sistemas que sean capaces de anticipar las necesidades o hábitos de los usuarios, y los sistemas de medida de energía que permitan hacer un uso más eficiente y responsable de la vivienda”.
En este sentido, cada vez son más populares los termostatos inteligentes, como el de Nest Labs, que permite controlar desde el teléfono de manera eficiente el consumo energético de los sistemas de refrigeración y calefacción de casa, además del agua caliente. “Con el uso, el dispositivo reconoce las preferencias de los miembros de la familia y ajusta de forma automática la climatización”, explica Burnett, el director Internacional de la compañía.
Pero no todo es optimismo ante una tecnología que va tan unida al mercado y al marketing. Para la usuaria de Houzz Caterina, “en la sociedad de consumo en la que vivimos es imprescindible crear necesidades para que otros ganen dinero. Los aparatos que ahorraban tiempo ya se inventaron –lavadora, nevera. Los nuevos creo que requieren de más tiempo del que te ahorran –no olvidemos el tiempo que invertimos en trabajar para ganar ese dinero”.
Cómo usar la domótica en casa para ahorrar y ganar en confort
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La vida y relaciones dentro de la casa
Tras el salto tecnológico de los últimos años…, ¿ha cambiado tanto la tecnología nuestra manera de vivir las casas? Miryam Salvador, de Schneider Electric, opina que sí lo ha hecho. “La conectividad se ha metido en el día a día de forma sutil y frecuente. Regular las luces desde el móvil, programar la subida de persianas coincidiendo con el amanecer, encender la calefacción de forma remota o comprar productos habituales a través de Amazon Dash Button son acciones habituales en el día a día para muchos”, dice.
Tras el salto tecnológico de los últimos años…, ¿ha cambiado tanto la tecnología nuestra manera de vivir las casas? Miryam Salvador, de Schneider Electric, opina que sí lo ha hecho. “La conectividad se ha metido en el día a día de forma sutil y frecuente. Regular las luces desde el móvil, programar la subida de persianas coincidiendo con el amanecer, encender la calefacción de forma remota o comprar productos habituales a través de Amazon Dash Button son acciones habituales en el día a día para muchos”, dice.
“El salto tecnológico ha afectado más a la manera en la que vivimos nuestras casas que a la arquitectura de las mismas”, dice, rotundo, Joaquín Millán, arquitecto y fundador de OOIIO Arquitectura, un estudio internacional de arquitectos, diseñadores e ingenieros.
“La tecnología hace que ahora, por ejemplo, con una simple conexión wifi cada habitante de una casa pueda disfrutar de plataformas mediáticas a la carta en su habitación, olvidándonos de aquellas escenas propias del siglo XX de una familia completa sentada alrededor del televisor. Esto no ha hecho que desaparezca el salón-estar familiar o los dormitorios personales de cada individuo, simplemente ahora se viven de otra manera”, reflexiona Millán.
“La tecnología hace que ahora, por ejemplo, con una simple conexión wifi cada habitante de una casa pueda disfrutar de plataformas mediáticas a la carta en su habitación, olvidándonos de aquellas escenas propias del siglo XX de una familia completa sentada alrededor del televisor. Esto no ha hecho que desaparezca el salón-estar familiar o los dormitorios personales de cada individuo, simplemente ahora se viven de otra manera”, reflexiona Millán.
Está pendiente una revolución arquitectónica para dejar de habitar en casas del siglo XIX-XX como ahora, y pasar a vivir en casas del siglo XXI. “Como arquitecto, me preocupa que el 99 % de las personas seguimos viviendo en casas que responden a unas necesidades espaciales propias de hace uno o dos siglos. ¿Dónde está la arquitectura doméstica del siglo XXI?”, se plantea el fundador de OOIIO.
Casas verdes: ¿Un sistema que cambiará el paisaje urbano del futuro?
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Seguridad y privacidad
Uno de los regalos estrella de la pasada Navidad han sido los altavoces conectados a una nube, que nos escuchan y que, cada vez más, invaden nuestra privacidad. Los expertos tienen que estar preparados para resolver las dudas que genera la combinación de privacidad, hogar y tecnología.
“El hogar es privado y las empresas hemos de ser transparentes con respecto a qué datos se recopilan y se usan. Nuestro negocio se basa en la venta de productos y servicios, no de datos, y solo compartimos información cuando el usuario lo solicita explícitamente. Somos invitados en su hogar. Si nos invita, respetaremos su privacidad y seremos un buen invitado”, concluye Burnett, de Nest Labs.
¿Y tú? ¿Cómo crees que va a ser la casa del futuro? ¿Qué ideas crees que podrían desarrollarse para incrementar el confort en el hogar? Comparte tus ideas y opiniones aquí
CUÉNTANOS…
¿Cuál de las declaraciones de los expertos te ha sorprendido más? Súmate al debate en los comentarios
Uno de los regalos estrella de la pasada Navidad han sido los altavoces conectados a una nube, que nos escuchan y que, cada vez más, invaden nuestra privacidad. Los expertos tienen que estar preparados para resolver las dudas que genera la combinación de privacidad, hogar y tecnología.
“El hogar es privado y las empresas hemos de ser transparentes con respecto a qué datos se recopilan y se usan. Nuestro negocio se basa en la venta de productos y servicios, no de datos, y solo compartimos información cuando el usuario lo solicita explícitamente. Somos invitados en su hogar. Si nos invita, respetaremos su privacidad y seremos un buen invitado”, concluye Burnett, de Nest Labs.
¿Y tú? ¿Cómo crees que va a ser la casa del futuro? ¿Qué ideas crees que podrían desarrollarse para incrementar el confort en el hogar? Comparte tus ideas y opiniones aquí
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Parece que cada vez más productos se están volviendo inteligentes, pero ¿qué significa eso? El hecho de que algo esté conectado a internet no quiere decir que necesariamente vaya a hacer tu vida más fácil o que sea más agradable vivir en tu hogar. Muchas empresas trabajan ya para que ese hogar del futuro –del presente, esperamos– sea un espacio respetuoso que cuide de las personas y del mundo que lo rodea, porque la casa del futuro es un hogar conectado con su entorno.