'Kintsugi': La técnica japonesa para arreglar objetos pequeños
¿Qué haces si tu pieza favorita de cerámica se rompe? El 'kintsugi' te enseña a repararla y darle una vida diferente.
Kintsugi (o “remiendo con oro") es una técnica tradicional japonesa que consiste en reparar vasos y platos rotos utilizando laca y redecorándolos (remendándolos, en realidad) con oro y plata.
En Japón, las reparaciones de laca se han utilizado desde el período Jōmon (antes del siglo IV aC). La técnica luego floreció en la forma artística de kintsugi en el período Muromachi (siglos XIV-XV), al mismo tiempo que también se desarrollaba la ceremonia japonesa del té. Las marcas de reparación dejadas por kintsugi se llaman keshiki (paisaje); y resaltan la belleza del objeto reparado. Kintsugi supone aportar un valor añadido a la cerámica; no se trata solo de reparar un objeto roto, sino de crear una nueva belleza, un nuevo paisaje. Hemos estado en el taller del artista kintsugi Miho Fujita, que nos ha hecho una introducción a esta técnica.
En Japón, las reparaciones de laca se han utilizado desde el período Jōmon (antes del siglo IV aC). La técnica luego floreció en la forma artística de kintsugi en el período Muromachi (siglos XIV-XV), al mismo tiempo que también se desarrollaba la ceremonia japonesa del té. Las marcas de reparación dejadas por kintsugi se llaman keshiki (paisaje); y resaltan la belleza del objeto reparado. Kintsugi supone aportar un valor añadido a la cerámica; no se trata solo de reparar un objeto roto, sino de crear una nueva belleza, un nuevo paisaje. Hemos estado en el taller del artista kintsugi Miho Fujita, que nos ha hecho una introducción a esta técnica.
Esta foto muestra una taza de café con un mango roto que Fujita ha arreglado mediante la técnica de kintsugi.
Materiales
- Pegamento para cerámica
- Masilla epoxy para reparaciones en metal (tipo de secado rápido). La masilla generalmente se endurece en unos 5 minutos (el tiempo exacto varía entre fabricantes). Usa alcohol en aerosol para retrasar el endurecimiento
- Papel de lija impermeable (grano 400-1.000 para lijado inicial y grano 1.500 o superior para el acabado)
- Laca de Shin-urushi
- Polvos de color (en este caso, bronce)
- Agente de limpieza para shin-urushi
- Diluyente para shin-urushi
- Cuentagotas
- Un pincel fino
- Agua
- Papel de aluminio
Instrucciones
1. Verifica el estado del artículo. Limpia las piezas a fondo y chequea el estado de las piezas rotas. Busca nyu: grietas que se han formado en un solo lado de la cerámica, bajo una buena fuente de luz.
1. Verifica el estado del artículo. Limpia las piezas a fondo y chequea el estado de las piezas rotas. Busca nyu: grietas que se han formado en un solo lado de la cerámica, bajo una buena fuente de luz.
2. Pega las partes. Planifica el orden en el que aplicarás el pegamento y pega las piezas con pegamento para cerámica. Asegúrate de pegar las piezas de manera uniforme y sin que queden huecos.
“Las piezas están bien colocadas cuando se acoplan entre ellas”, dice Fujita. Asegúrate –es muy importante– de que la superficie encaja y está lisa. Deja la pieza a un lado para que se seque.
3. Repasa las abolladuras. Mezcla los agentes A y B de la masilla epoxy reparadora de metales hasta que tenga un color uniforme. “Si no se mezcla lo suficiente, las piezas pueden caerse. Es muy importante mezclarlas bien”, dice Fujita.
“La masilla comienza a endurecerse en menos de 5 minutos, pero no hay que apresurarse. Además, es mejor usar masilla nueva cuando sea difícil trabajar con ella”, dice Fujita.
Completa las abolladuras y espacios entre las partes pegadas. Empuja bien la masilla hasta que queden al mismo nivel de la superficie original. Completa los huecos comenzando desde la parte más profunda y trabajando hacia los bordes. “Aplicar correctamente la masilla sobre las partes rotas acorta el proceso de lijado y es esencial para un acabado perfecto”.
4. Reparar el nyu (si hay alguno). Nyu es el daño sobre una pieza que resulta en una grieta. En algunas piezas de cerámica puede ser difícil saber dónde están las grietas, por lo que se debe mantener la pieza a la luz para poder comprobarlo. Pon un poco de shin-urushi en un cepillo y aplícalo sobre la grieta para que la laca penetre. Deja que se seque durante 15 minutos.
Una vez seco, empapa un poco de papel de seda en el agente de limpieza shin-urushi y limpia cualquier exceso que haya quedado.
Una vez seco, empapa un poco de papel de seda en el agente de limpieza shin-urushi y limpia cualquier exceso que haya quedado.
5. Lija las partes reparadas. Antes de nada, asegúrate que la masilla ya no está pegajosa. Presiona la masilla con la uña: si no deja ninguna marca, se habrá endurecido lo suficiente.
Humedece el papel de lija impermeable y alisa la superficie de las piezas reparadas. Selecciona el papel de lija dependiendo del material del artículo. El material más blando requiere papel de lija más fino: los papeles de lija de mayor número son más finos y la loza o porcelana no esmaltada generalmente es más suave que la porcelana esmaltada. Para la copa que se muestra en la foto, se ha utilizado papel de lija de grano 400.
Humedece el papel de lija impermeable y alisa la superficie de las piezas reparadas. Selecciona el papel de lija dependiendo del material del artículo. El material más blando requiere papel de lija más fino: los papeles de lija de mayor número son más finos y la loza o porcelana no esmaltada generalmente es más suave que la porcelana esmaltada. Para la copa que se muestra en la foto, se ha utilizado papel de lija de grano 400.
Lija la parte reparada mientras compruebas con los dedos que la masilla está lisa.
Cuando la masilla esté lo suficientemente lisa, vuelve a lijar. Usa papel de lija de grano 1.500 o superior: el papel de lija que se muestra en esta foto es de grano 2.000. Lija toda la pieza con mucho cuidado para eliminar las huellas de los dedos.
Cuando la masilla esté lo suficientemente lisa, vuelve a lijar. Usa papel de lija de grano 1.500 o superior: el papel de lija que se muestra en esta foto es de grano 2.000. Lija toda la pieza con mucho cuidado para eliminar las huellas de los dedos.
6. Simula el “escenario” (keshiki). En una pieza de papel de aluminio, mezcla shin-urushi, el polvo de color (hemos usado bronce en la foto) y diluyente en una proporción de 1: 1: 1.
Primero mezcla shin-urushi con el polvo de color. Cuando la mezcla tenga un color más claro, agrega el diluyente, gota a gota, con un gotero. Dibuja una línea en la mezcla con un pincel. Si la línea desaparece inmediatamente, significa que la mezcla tiene la consistencia correcta.
Primero mezcla shin-urushi con el polvo de color. Cuando la mezcla tenga un color más claro, agrega el diluyente, gota a gota, con un gotero. Dibuja una línea en la mezcla con un pincel. Si la línea desaparece inmediatamente, significa que la mezcla tiene la consistencia correcta.
Una vez que el color esté listo, comienza a pintar las piezas ya reparadas. Fujita recomienda pintar con capas gruesas y crear pegotes de pintura sobre las piezas reparadas para variar la textura.
Más historias interesantes en la sección ‘Artesanía’ de la Revista Houzz España
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Aplica un pegote de pintura manteniendo el pincel en un lugar. También puedes hacer un estampado de lunares con un corcho de vino.
Empapa un trozo de papel de cocina con el agente de limpieza shin-urushi para retirar cualquier exceso de laca.
Empapa un trozo de papel de cocina con el agente de limpieza shin-urushi para retirar cualquier exceso de laca.
Después de aplicar el color, deja que la pieza se seque por completo. Tardará unos dos días. Por cierto, ¡no te olvides de lavar la pieza antes de usarla!
Kintsugi no es simplemente un método para reparar elementos rotos, sino que también puede crear una belleza que no existía en la obra original. Fujita (en la imagen) habla sobre el atractivo de kintsugi: “agregar un toque original a una obra le da una sensación de mayor apego; y eso hace que esa pieza sea todavía más especial. Mi consejo es que no tires los platos y tazas que se rompan, sino que intentes agregarles una nueva historia”. Fujita señala que debe prestar atención a la seguridad de las lacas, “pero aparte de eso solo hay que disfrutar del trabajo”.
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Esta clase tuvo lugar en la galería y taller que Fujita comparte con Shunsuke Umiyama (a la derecha de la foto): el diseñador industrial propietario de este espacio. Se trata de una antigua casa japonesa de mediados de los 50 que él mismo renovó. Ahora, Umiyama vende sus propios productos y diseños en el segundo piso y alquila su espacio para talleres como el de Fujita.
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¿Conocías esta técnica japonesa para arreglar los vasos y platos rotos? ¿Te ha gustado el artículo? Esperamos tus comentarios
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Lacas Hon-Urushi y Shin-Urushi
El kintsugi tradicional usa hon-urushi (literalmente, ‘laca genunina’), pero en este taller se ha usado shin-urushi (literalmente, ‘nueva laca’). ¿Cuál es la diferencia entre ambas?
Hon-urushi o laca japonesa es una pintura natural hecha mediante la savia del comúnmente conocido como roble de la laca (Toxicodendron vernicifluum), que crece en el este de Asia, en zonas de Japón, la península de Corea y China. Tiene un color singular y los artículos acabados en esta laca son muy resistentes a ácidos y álcalis. Por otro lado, la laca misma puede causar una reacción alérgica cuando todavía está húmeda, por lo que es necesario tener mucho cuidado al usarla.
Por eso, el shin-urushi sintético se usa a veces como un sustituto. El acabado es muy similar al de la laca real, pero es mucho más fácil de manejar. Debe usarse solo en artículos decorativos porque no es seguro en platos y recipientes de uso habitual. La cerámica en la que se haya usado hon-urushi o shin-urushi no se puede poner en el horno, microondas o lavavajillas, ni se puede limpiar con detergentes abrasivos.
Importante: Hay que asegurarse de conocer bien los ingredientes y de seguir los requisitos de seguridad específicos del producto a utilizar. Se deben tomar todas las precauciones necesarias y seguir las instrucciones de uso del producto.