Hora de leer: 8 ideas para que tus hijos tengan sus cuentos a mano
Coloca las estanterías a su altura de forma que vean bien las portadas y busca un espacio cómodo para fomentarles las ganas de leer.
Los pequeños necesitan espacios en casa donde puedan estimular su imaginación y sentirse cómodos para realizar diferentes actividades, entre ellas leer cuentos. Por eso es importante que el dormitorio de los niños tenga un apartado dedicado a la lectura. A la hora de planificar la decoración de los cuartos de niños se debe tener en cuenta las tres funciones que este espacio debe cumplir: sueño, juego y estudio. Si bien es cierto que se puede ir adaptando la decoración y el mobiliario a la evolución del niño, conviene planificar las tres zonas para que estén diferenciadas al tiempo que integradas entre sí.
Los libros y cuentos, además de ser adecuados a la edad del niño, deben estar siempre a su alcance. Los padres podemos sacar muy buenas ideas de cómo se resuelven estos espacios de lectura en bibliotecas y librerías infantiles. También en las guarderías y ludotecas… Todos ellos son una gran fuente de inspiración para decorar los dormitorios de los niños.
La disposición de los libros verticalmente uno detrás de otro permite aprovechar el espacio, pero resulta muy poco atractiva para los niños… Por el contrario, los expositores de cuentos son mucho más eficientes a la hora de captar su atención. Se trata de pequeñas baldas estrechas, con un reborde, en las que se pueden exhibir los libros por su portada. Además de práctica, la idea resulta muy decorativa.
En Ikea puedes encontrar el estante para cuadros Ribba. Está hecho de tablero de fibras laminado y se encuentra disponible en blanco o negro. Asimismo cuenta con dos versiones, una de 55 cm de largo y otra de 115 cm. La profundidad es en los dos casos de 9 cm.
En Ikea puedes encontrar el estante para cuadros Ribba. Está hecho de tablero de fibras laminado y se encuentra disponible en blanco o negro. Asimismo cuenta con dos versiones, una de 55 cm de largo y otra de 115 cm. La profundidad es en los dos casos de 9 cm.
Si los estantes y expositores de cuentos se colocan comenzando a sólo unos centímetros del rodapié, los niños se acostumbrarán a hojear los libros por sí mismos ya desde el momento en que empiezan a gatear. Las baldas deben ir convenientemente ancladas a la pared y con sujeciones en el tablero para evitar que el niño tire de la estantería y ésta se vuelque sobre él, con el peso añadido de los libros.
10 consejos para crear una zona de estudio en el dormitorio infantil
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Los estantes de entre 9 y 15 cm de profundidad apenas ocupan espacio, no escatimes y ponles todos los que puedas. Los expertos recomiendan que un niño de dos años disponga ya de una cantidad importante de libros entre los que elegir: unos 20 es un número adecuado. Cuantas más experiencias tengan los niños con los libros, más se despertará su curiosidad y apreciarán sus imágenes y las sorpresas que les deparan al pasar las páginas.
Cuando las baldas estrechas no llevan reborde como estas de Ikea, entonces conviene crear una estructura con una barra por estante para evitar que los libros se venzan hacia adelante. También se pueden poner en cestas y cajas de almacenaje cerca del espacio de juego los niños, así siempre los tendrán a mano para hojearlos en cualquier momento.
Planifica bien la habitación de los niños y hazles cómplices del orden
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Los estantes cercanos a la cama resultan perfectos para niños a partir de 4 años. Así, cada noche antes de irse a dormir podrán elegir qué cuento quieren leer. Aparte de bien anclados, deben estar lo suficientemente alejados para evitar que choquen con ellos, en especial cuando van adormilados, y sobre todo es muy importante que no tengan esquinas con las que puedan hacerse daño.
Si la habitación de los niños es lo suficientemente grande, es una buena idea planificar que tengan algún tipo de asiento especial para lectura cerca de una ventana: puede ser desde un pequeño sillón, a un puff a un banco bajo la ventana.
En este caso, lo más divertido para ellos sin duda es una silla colgante. No ocupa más superficie que un sillón pequeño y son muy agradables para leer en ellas. Además, resultan muy decorativas para los dormitorios de niños y aligeran visualmente el espacio.
¿Y TÚ?
¿Qué trucos empleas a través de la decoración para fomentar la lectura en tus niños?
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