En detalle: Una cocina blanco sobre blanco con toques maestros de color
El manejo cromático y un equipamiento perimetral multiplican la sensación de luminosidad y forma extremadamente alargada de esta cocina.
Para comprender la distribución de este espacio es fundamental analizar su volumetría: una habitación rectangular, muy alargada, con balcones y ventanas tanto en uno de sus lados largos como en uno de los cortos. Con esta situación tan acotada como punto de partida, las arquitectas Manrique Planas han sabido no solo valerse de ella sino también enfatizarla.
Por otro, se empleó como paleta de color dominante un ‘blanco sobre blanco’ en pavimentos, techos, paredes y muebles pesados, enriquecida con pinceladas puntuales en tonos cálidos, que evitan que la estancia se convierta en un espacio neutro y frío.
La selección de estos colores no es casual. Aquellas piezas de mobiliario que ocupan mayor volumen –como el sofá y el sobre de la mesa– son muy oscuras, casi negras, mientras que el resto de elementos, situados estratégicamente en diferentes puntos del salón de forma que el equilibrio entre colores es cien por cien armónico, se tiñen en naranjas y tierras incluyendo, dentro de este grupo, las sillas de madera cuyo barniz cálido hace que casen a la perfección dentro del conjunto.
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La selección de estos colores no es casual. Aquellas piezas de mobiliario que ocupan mayor volumen –como el sofá y el sobre de la mesa– son muy oscuras, casi negras, mientras que el resto de elementos, situados estratégicamente en diferentes puntos del salón de forma que el equilibrio entre colores es cien por cien armónico, se tiñen en naranjas y tierras incluyendo, dentro de este grupo, las sillas de madera cuyo barniz cálido hace que casen a la perfección dentro del conjunto.
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A la hora de diseñar el mobiliario de cocina es conveniente que este sea siempre muy funcional. Pero ello no implica que carezca de intenciones. Y en este caso, éstas son muy claras. Los muebles bajos se convierten en altos cuando la encimera termina, incrementando así la continuidad de la que antes hablábamos. Sin embargo, los altos se interrumpen. De esta forma, deja de ser un enorme conjunto de armarios para convertirse en dos cuerpos independientes: uno pesado y otro ligero, que flota sobre la superficie de trabajo y la delimita.
Por supuesto, todo de color blanco. Pero esta decisión no está tomada a la ligera. Solo basta imaginar el lugar con este mobiliario en cualquier otro color. Dejaría de pasar desapercibido para convertirse en el protagonista absoluto. Sin embargo, gracias a la sencilla decisión de emplear el blanco, se mimetiza perfectamente en el conjunto.
El resto viene solo. Se seleccionó una gama cromática cálida que se aplicó a elementos muy bien elegidos: sillas clásicas como la Plastic chair diseñada por el matrimonio Eames o la Ant de Arne Jacobsen, así como lámparas de la firma Louis Poulsen, todo ello acompañado de miles de libros con lomos de todos los colores, entre los que predominan –qué coincidencia– los mismos que encontramos en los muebles.
Una biblioteca en la cocina: Ideas para poner libros en esta estancia
Por supuesto, todo de color blanco. Pero esta decisión no está tomada a la ligera. Solo basta imaginar el lugar con este mobiliario en cualquier otro color. Dejaría de pasar desapercibido para convertirse en el protagonista absoluto. Sin embargo, gracias a la sencilla decisión de emplear el blanco, se mimetiza perfectamente en el conjunto.
El resto viene solo. Se seleccionó una gama cromática cálida que se aplicó a elementos muy bien elegidos: sillas clásicas como la Plastic chair diseñada por el matrimonio Eames o la Ant de Arne Jacobsen, así como lámparas de la firma Louis Poulsen, todo ello acompañado de miles de libros con lomos de todos los colores, entre los que predominan –qué coincidencia– los mismos que encontramos en los muebles.
Una biblioteca en la cocina: Ideas para poner libros en esta estancia
Por último, no podemos dejar de mencionar los dos planos horizontales: el suelo y el techo. El primero se resolvió con una baldosa hidráulica, tan típica de Barcelona, cuadrada y con algo de brillo para multiplicar la gran cantidad de luz natural con la que cuenta esta estancia. Este pavimento se ve interrumpido por una falsa alfombra oscura de material continuo que marca, de forma sutil, cuál es la zona de estar y facilita la posición de los muebles, que se sitúan en torno a ella.
El techo, sin embargo, se conservó en su estado original, demostrando que no siempre es necesario ocultar la estructura, puesto que esta aporta un carácter y un ritmo que sería imposible conseguir con un acabado liso. Muy importante aquí que, para unificar el conjunto, se pintó totalmente de blanco, eliminando todo tinte rústico o tradicional de unas vigas de estas características.
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El techo, sin embargo, se conservó en su estado original, demostrando que no siempre es necesario ocultar la estructura, puesto que esta aporta un carácter y un ritmo que sería imposible conseguir con un acabado liso. Muy importante aquí que, para unificar el conjunto, se pintó totalmente de blanco, eliminando todo tinte rústico o tradicional de unas vigas de estas características.
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