Arquitectura
Casas del mundo
Descubre la influencia de Frank Lloyd Wright en la casa japonesa (y II)
Casas conectadas con la naturaleza, sostenibles... y con chimenea: Seguimos analizando el legado de arquitecto americano que vivió en Japón.
En la primera parte de la historia sobre el peso de Frank Lloyd Wright en la arquitectura residencial japonesa hablamos de la primera generación de aprendices y colaboradores del americano en Japón: Arata Endo, Antonin Raymond, Kameki Tsuchiura y Yoshiya Tanoue. Influenciados directamente por las maneras y modos del genial arquitecto americano, Endo y compañía, además de desarrollar una identidad propia, fueron los mentores de una hornada nueva de arquitectos que después influenció a la siguiente generación… y así sucesivamente. En este segundo recorrido descubrimos cómo el testigo de Wright, casi 60 años después de su muerte, sigue más que vigente. “El trabajo de Frank Lloyd Wright nos infunde esperanza sobre lo que puede conseguir la arquitectura”, afirma el arquitecto Kumiko Inui.
Fotografía por gentileza de Kazumi Yao
Casa Yao de Raku Endo. Después de ver fotos del trabajo de Frank Lloyd Wright en las revistas, la familia Yao contactó con Raku para construir una casa pradera en Osaka. Todo iba bien hasta que en 1995, tras el terremoto de Kobe, todas las construcciones quedaron detenidas y hubo una falta de mano de obra y de materiales. Sin embargo, la casa –de un tamaño grande para la media japonesa de 215 metros cuadrados– pudo terminarse a principios de 1996.
De dos plantas y construida en madera, presenta un salón, un comedor y una cocina en la segunda planta, además de una sala con un piano y de un cuarto con pavimento de tatami para invitados. Los dormitorios, que dan al jardín trasero y al estanque, se encuentran en la planta baja: Raku era de la opinión de que la superior suele ser más luminosa y tener mejores vistas, por lo que es más adecuada para las estancias sociales.
En las viviendas de Raku no abundan las paredes que van del suelo al techo. De esta manera, deja espacios abiertos por encima de los linteles de madera, creando habitaciones que se extienden por toda la casa. Los puntos de unión son más decorativos que estructurales: Las curvas inusuales de la cubierta quedan resaltadas.
Casa Yao de Raku Endo. Después de ver fotos del trabajo de Frank Lloyd Wright en las revistas, la familia Yao contactó con Raku para construir una casa pradera en Osaka. Todo iba bien hasta que en 1995, tras el terremoto de Kobe, todas las construcciones quedaron detenidas y hubo una falta de mano de obra y de materiales. Sin embargo, la casa –de un tamaño grande para la media japonesa de 215 metros cuadrados– pudo terminarse a principios de 1996.
De dos plantas y construida en madera, presenta un salón, un comedor y una cocina en la segunda planta, además de una sala con un piano y de un cuarto con pavimento de tatami para invitados. Los dormitorios, que dan al jardín trasero y al estanque, se encuentran en la planta baja: Raku era de la opinión de que la superior suele ser más luminosa y tener mejores vistas, por lo que es más adecuada para las estancias sociales.
En las viviendas de Raku no abundan las paredes que van del suelo al techo. De esta manera, deja espacios abiertos por encima de los linteles de madera, creando habitaciones que se extienden por toda la casa. Los puntos de unión son más decorativos que estructurales: Las curvas inusuales de la cubierta quedan resaltadas.
Fotografía por gentileza de Minoru Akiyama
Casa Nakada de Raku Endo. En 1996, Raku construyó la residencia para un médico y su familia en un terreno desnivelado. Las tres plantas están hechas a base de madera y con baldosas de oya, y hay detalles en pino japonés. Destaca la luz de los espacios, que llega filtrada por cuadrados al nivel de los linteles.
Arquitectura: 9 casas increíbles con la madera como protagonista
Casa Nakada de Raku Endo. En 1996, Raku construyó la residencia para un médico y su familia en un terreno desnivelado. Las tres plantas están hechas a base de madera y con baldosas de oya, y hay detalles en pino japonés. Destaca la luz de los espacios, que llega filtrada por cuadrados al nivel de los linteles.
Arquitectura: 9 casas increíbles con la madera como protagonista
Fotografía por gentileza de Minoru Akiyama
En la casa Nakada hay un gran balcón voladizo que nace del amplio salón-comedor. Hay más balcones, tanto exteriores –con vistas a la vegetación de la ladera–, como interiores, con ventanas en la habitación principal que dan a la sala central que vemos en la imagen.
En la casa Nakada hay un gran balcón voladizo que nace del amplio salón-comedor. Hay más balcones, tanto exteriores –con vistas a la vegetación de la ladera–, como interiores, con ventanas en la habitación principal que dan a la sala central que vemos en la imagen.
Foto de Wasaku Kuno
Casa Matsudaira de Raku Endo. Esta pequeña vivienda terminada en 2003 y con tejado a dos aguas asimétrico, es la esencia del estilo acogedor de Raku Endo. Situada en la localidad turística de Karuizawa, en las montañas cerca de Nagano, está rodeada de terrenos forestales y tiene unas magníficas vistas.
Casa Matsudaira de Raku Endo. Esta pequeña vivienda terminada en 2003 y con tejado a dos aguas asimétrico, es la esencia del estilo acogedor de Raku Endo. Situada en la localidad turística de Karuizawa, en las montañas cerca de Nagano, está rodeada de terrenos forestales y tiene unas magníficas vistas.
Fotografía por gentileza de Wasaku Kuno
En la base de la escalera de esta vivienda vemos una amplia chimenea de oya y ladrillo que da al comedor y a un nivel inferior, donde se encuentra el salón. En esta planta también hay una sala de tatami con asientos hori-gotatsu a ras de suelo. La habitación principal, en la segunda planta, presenta paneles plegables que se abren para comunicarse con la sala de estar, situada justo debajo. La idea es que todos en la casa puedan oírse: La familia queda, literal y metafóricamente, más unida.
En la base de la escalera de esta vivienda vemos una amplia chimenea de oya y ladrillo que da al comedor y a un nivel inferior, donde se encuentra el salón. En esta planta también hay una sala de tatami con asientos hori-gotatsu a ras de suelo. La habitación principal, en la segunda planta, presenta paneles plegables que se abren para comunicarse con la sala de estar, situada justo debajo. La idea es que todos en la casa puedan oírse: La familia queda, literal y metafóricamente, más unida.
2. Segunda generación: Kunio Maekawa, nexo entre Antonin Raymond y Europa
Kunio Maekawa decidió dejar de trabajar en París con Le Corbusier para volver a Japón. Ya en casa, en 1930, fue contratado por el aprendiz de Wright, Antonin Raymond. Con él trabajó hasta que, en 1935, se animó a montar su propio estudio. El historiador David B. Stewart, autor de un detallado trabajo sobre la moderna arquitectura japonesa, afirma que “Maekawa tuvo una enorme influencia en Antonin Raymond, y que fue capaz de proporcionar nuevas ideas y reglas a los jóvenes arquitectos japoneses”.
Kunio Maekawa comprendió –probablemente antes que Raymond–, que el modernismo de Le Corbusier impulsaba a una innovación constante, lejos de las directrices estáticas del diseño formal. Le resultó fácil adaptar esta filosofía al contexto cultural y climático de Japón. Así, se convirtió en uno de los modernistas más prolíficos del siglo XX junto con Kenzo Tange, a quien él mismo instruiría más tarde.
Casa Maekawa de Kunio Maekawa. Suele ser habitual que los arquitectos jóvenes den lo mejor de sí mismos cuando diseñan sus propias residencias. Kunio Maekawa y su casa de 1942 no son la excepción. Algunos historiadores sugieren que el arquitecto realizó construcciones pequeñas y en madera debido a las restricciones impuestas por el gobierno japonés a consecuencia de la guerra, y no tanto por su estilo personal. También se suele decir que Maekawa trató de adoptar la idea de Le Corbusier de piloti [pilares o columnas] dentro de la casa.
Sea como fuere, basta echar un vistazo a los tejados bajos neojaponeses de la residencia de Kunio; al recibidor de oya que da a la entrada principal; y a las espectaculares ventanas a doble altura –con orientación Norte y mosquiteras akari shoji que filtran la luz– para comprender esa interesante síntesis entre el modernismo y la arquitectura vernácula japonesa.
Kunio Maekawa decidió dejar de trabajar en París con Le Corbusier para volver a Japón. Ya en casa, en 1930, fue contratado por el aprendiz de Wright, Antonin Raymond. Con él trabajó hasta que, en 1935, se animó a montar su propio estudio. El historiador David B. Stewart, autor de un detallado trabajo sobre la moderna arquitectura japonesa, afirma que “Maekawa tuvo una enorme influencia en Antonin Raymond, y que fue capaz de proporcionar nuevas ideas y reglas a los jóvenes arquitectos japoneses”.
Kunio Maekawa comprendió –probablemente antes que Raymond–, que el modernismo de Le Corbusier impulsaba a una innovación constante, lejos de las directrices estáticas del diseño formal. Le resultó fácil adaptar esta filosofía al contexto cultural y climático de Japón. Así, se convirtió en uno de los modernistas más prolíficos del siglo XX junto con Kenzo Tange, a quien él mismo instruiría más tarde.
Casa Maekawa de Kunio Maekawa. Suele ser habitual que los arquitectos jóvenes den lo mejor de sí mismos cuando diseñan sus propias residencias. Kunio Maekawa y su casa de 1942 no son la excepción. Algunos historiadores sugieren que el arquitecto realizó construcciones pequeñas y en madera debido a las restricciones impuestas por el gobierno japonés a consecuencia de la guerra, y no tanto por su estilo personal. También se suele decir que Maekawa trató de adoptar la idea de Le Corbusier de piloti [pilares o columnas] dentro de la casa.
Sea como fuere, basta echar un vistazo a los tejados bajos neojaponeses de la residencia de Kunio; al recibidor de oya que da a la entrada principal; y a las espectaculares ventanas a doble altura –con orientación Norte y mosquiteras akari shoji que filtran la luz– para comprender esa interesante síntesis entre el modernismo y la arquitectura vernácula japonesa.
En el interior, vemos un pequeño loft de dos ambientes con vitrinas que sirven de puntos de unión con la primera planta: El espacio fluye desde la parte delantera del jardín hasta la trasera. Kunio Maekawa también diseñó el mobiliario y la iluminación.
Como curiosidad, cuando la oficina del arquitecto ardió tras un ataque aéreo estadounidense durante la guerra, el estudio quedó ubicado también en la casa.
Como curiosidad, cuando la oficina del arquitecto ardió tras un ataque aéreo estadounidense durante la guerra, el estudio quedó ubicado también en la casa.
Fotografía por gentileza de Wasaku Kuno
3. Segunda generación: Junzo Yoshimura, un alquimista entre Oriente y Occidente
Junzo Yoshimura es otro arquitecto de la segunda generación. Completó su primer diseño en 1931 con Antonin Raymond, cuando tenía solamente 21 años. La pequeña villa que diseñaron juntos en Nikko, en el centro de Japón, fusionaba la inspiración de Wright con las casas rurales tradicionales del tipo minka.
Yoshimura trabajó junto a Raymond, tanto en Japón como en New Hope (Pensilvania), hasta que decidió abrir su propio negocio en 1941. La fama internacional le llegó con edificios modernos, como el de la organización Japan Society en Nueva York, el primer diseño contemporáneo japonés en EE UU.
Casa en el campo de Junzo Yoshimura. A pesar del éxito con esas grandes edificaciones, el corazón y la pasión de Yoshimura siempre estuvo en sus proyectos residenciales. Destacamos su propia vivienda, de 1962, villa conocida como Mori no naka no Ie [Casa de campo], situada en las montañas de Karuizawa. Esta pequeña casa construida en madera, es sostenida por un podio de hormigón con unas escaleras y un aseo en la entrada. Los espacios vitales están en perfecta armonía con la naturaleza: la serenidad, parece, nace del bosque y se adentra en la vivienda.
3. Segunda generación: Junzo Yoshimura, un alquimista entre Oriente y Occidente
Junzo Yoshimura es otro arquitecto de la segunda generación. Completó su primer diseño en 1931 con Antonin Raymond, cuando tenía solamente 21 años. La pequeña villa que diseñaron juntos en Nikko, en el centro de Japón, fusionaba la inspiración de Wright con las casas rurales tradicionales del tipo minka.
Yoshimura trabajó junto a Raymond, tanto en Japón como en New Hope (Pensilvania), hasta que decidió abrir su propio negocio en 1941. La fama internacional le llegó con edificios modernos, como el de la organización Japan Society en Nueva York, el primer diseño contemporáneo japonés en EE UU.
Casa en el campo de Junzo Yoshimura. A pesar del éxito con esas grandes edificaciones, el corazón y la pasión de Yoshimura siempre estuvo en sus proyectos residenciales. Destacamos su propia vivienda, de 1962, villa conocida como Mori no naka no Ie [Casa de campo], situada en las montañas de Karuizawa. Esta pequeña casa construida en madera, es sostenida por un podio de hormigón con unas escaleras y un aseo en la entrada. Los espacios vitales están en perfecta armonía con la naturaleza: la serenidad, parece, nace del bosque y se adentra en la vivienda.
La villa Hoshino Sanso de Yoshimura y Okumura de 1973 es similar a la casa en la montaña de Yoshimura con su base de hormigón, su “piloti” influenciado por Le Corbusier y una gran chimenea en la sala de estar. Fotografía histórica por gentileza de Hiroo Maruya
4. Tercera generación: Akio Okumura y Hiroo Maruya, innovadores ecológicos
A principios de los años 70, Yoshimura se asoció con Akio Okumura, uno de sus estudiantes de la Universidad de las Artes de Tokio, y empezaron a incorporar suelo radiante en sus diseños. Yoshimura lo experimentó por primera vez con Antonin Raymond en Pensilvania: Ya se había convertido en una característica popular de las casas usonianas, término con el que Wright bautizó a sus viviendas sencillas y de materiales económicos diseñadas para los usonians, típico habitante de USA, Estado Unidos. Desde entonces, Akio no dejó de insistir en la necesidad de integrar en las viviendas sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado, energéticamente eficientes.
4. Tercera generación: Akio Okumura y Hiroo Maruya, innovadores ecológicos
A principios de los años 70, Yoshimura se asoció con Akio Okumura, uno de sus estudiantes de la Universidad de las Artes de Tokio, y empezaron a incorporar suelo radiante en sus diseños. Yoshimura lo experimentó por primera vez con Antonin Raymond en Pensilvania: Ya se había convertido en una característica popular de las casas usonianas, término con el que Wright bautizó a sus viviendas sencillas y de materiales económicos diseñadas para los usonians, típico habitante de USA, Estado Unidos. Desde entonces, Akio no dejó de insistir en la necesidad de integrar en las viviendas sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado, energéticamente eficientes.
Sala de estar y chimenea de Hoshino Sanso. Fotografía histórica por gentileza de Hiroo Maruya
De hecho, Yoshimura y Okumura idearon un sistema de calefacción a presión con una caldera de queroseno y lo instalaron en su primer proyecto conjunto: la villa Hoshino Sanso (1973). Tiempo después, estos arquitectos comenzaron a utilizar calefactores y a incorporar la energía solar a sus proyectos.
Paneles solares: Qué tipo existen y cómo integrarlos en nuestra casa
De hecho, Yoshimura y Okumura idearon un sistema de calefacción a presión con una caldera de queroseno y lo instalaron en su primer proyecto conjunto: la villa Hoshino Sanso (1973). Tiempo después, estos arquitectos comenzaron a utilizar calefactores y a incorporar la energía solar a sus proyectos.
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Miyagino Sanso fue diseñado por Hiroo Maruya
A raíz de esto, se fundó la Asociación Solar OM, creada por Okumura y Hiroo Maruya en 1987, y hoy presente en más de 25.000 hogares de Japón. A través de la innovación en la tecnología, el diseño arquitectónico y los materiales de construcción, el grupo promueve hogares saludables y con un consumo mínimo de los recursos. De esta manera, se reducen las emisiones de carbono en los entornos residenciales.
Maruya también lidera el movimiento de hogares ecológicos sin ánimo de lucro, que promueve la idea de casas sostenibles que utilizan materiales naturales –como madera, tierra, paja– y combustibles no fósiles. Un sistema abierto –que no impone un método de construcción único–, y cuyo objetivo no es construir sino promulgar un estilo de vida ecológico.
Tras el triple desastre de Fukushima, en 2011, tanto el movimiento de hogares ecológicos como la Asociación Solar OM se han hecho más populares y poderosos. ¿Metas cumplidas? Se ha garantizado el cierre de la mayor parte de las plantas nucleares de Japón.
A raíz de esto, se fundó la Asociación Solar OM, creada por Okumura y Hiroo Maruya en 1987, y hoy presente en más de 25.000 hogares de Japón. A través de la innovación en la tecnología, el diseño arquitectónico y los materiales de construcción, el grupo promueve hogares saludables y con un consumo mínimo de los recursos. De esta manera, se reducen las emisiones de carbono en los entornos residenciales.
Maruya también lidera el movimiento de hogares ecológicos sin ánimo de lucro, que promueve la idea de casas sostenibles que utilizan materiales naturales –como madera, tierra, paja– y combustibles no fósiles. Un sistema abierto –que no impone un método de construcción único–, y cuyo objetivo no es construir sino promulgar un estilo de vida ecológico.
Tras el triple desastre de Fukushima, en 2011, tanto el movimiento de hogares ecológicos como la Asociación Solar OM se han hecho más populares y poderosos. ¿Metas cumplidas? Se ha garantizado el cierre de la mayor parte de las plantas nucleares de Japón.
5. Cuarta generación: Ryosuke Isoya, maestro de las casas usonianas
¿Puede un libro cambiar tu vida? Sin duda. Una nueva prueba de ellos la encontramos en Ryosuke Isoya, aprendiz de Taliesin y diseñador naval. En los años 90, tras leer El libro de la casa natural de David Pearson, decidió empezar a construir casas usonianas. Raku Endo justo estaba involucrado en el proceso de selección de estudiantes japoneses para la Escuela de Arquitectura de Frank Lloyd Wright: Isoya se reunió con él y, tras esto, se marchó a Scottsdale (Arizona), a trabajar durante varios años como arquitecto.
“Las casas usonianas son especiales porque dan la sensación de ser más grandes de lo que parecen y están bien comunicadas con el jardín, como las antiguas casas tradicionales japonesas”, comentaba Isoya: “Son perfectas en terrenos nimios”. Compactas y de una planta, Wright las ideó para familias de ingresos medios a finales de los años 30, en plena recesión económica. Ya entonces fue a la cabeza de los soportes voladizos para incorporar sistemas de calefacción solar y de refrigeración natural; los primeros aparcamientos exteriores techados; y la calefacción por suelo radiante.
Al regresar a Japón, ya en 1995, Isoya fundó un estudio de arquitectura con su esposa Yukie.
¿Puede un libro cambiar tu vida? Sin duda. Una nueva prueba de ellos la encontramos en Ryosuke Isoya, aprendiz de Taliesin y diseñador naval. En los años 90, tras leer El libro de la casa natural de David Pearson, decidió empezar a construir casas usonianas. Raku Endo justo estaba involucrado en el proceso de selección de estudiantes japoneses para la Escuela de Arquitectura de Frank Lloyd Wright: Isoya se reunió con él y, tras esto, se marchó a Scottsdale (Arizona), a trabajar durante varios años como arquitecto.
“Las casas usonianas son especiales porque dan la sensación de ser más grandes de lo que parecen y están bien comunicadas con el jardín, como las antiguas casas tradicionales japonesas”, comentaba Isoya: “Son perfectas en terrenos nimios”. Compactas y de una planta, Wright las ideó para familias de ingresos medios a finales de los años 30, en plena recesión económica. Ya entonces fue a la cabeza de los soportes voladizos para incorporar sistemas de calefacción solar y de refrigeración natural; los primeros aparcamientos exteriores techados; y la calefacción por suelo radiante.
Al regresar a Japón, ya en 1995, Isoya fundó un estudio de arquitectura con su esposa Yukie.
Casa Irifune de Ryosuke Isoya. Esta casa usoniana de cedro y estuco fue completada en 2007, en Tokio. Isoya la diseñó para que fuese flexible y se pudiese ampliar: La familia aún estaba creciendo.
De tres plantas y en forma de V, la vivienda se extiende por un terreno muy pequeño junto a la carretera. A la vivienda se accede a través de las escaleras que llevan a la segunda planta, donde se encuentran los espacios comunes. Las habitaciones se encuentran en el primer y en el tercer piso. Las escaleras interiores van enmarcadas por ventanas a doble altura.
Aquí, Isoya se acerca a uno de los diseños usonianos característicos de Wright: los paneles perforados inspirados en mosquiteras japonesas ranma. Por las noches, las casas parecen faroles japoneses con una iluminación suave y resplandeciente.
Baño japonés: Cómo crear uno en tu casa
De tres plantas y en forma de V, la vivienda se extiende por un terreno muy pequeño junto a la carretera. A la vivienda se accede a través de las escaleras que llevan a la segunda planta, donde se encuentran los espacios comunes. Las habitaciones se encuentran en el primer y en el tercer piso. Las escaleras interiores van enmarcadas por ventanas a doble altura.
Aquí, Isoya se acerca a uno de los diseños usonianos característicos de Wright: los paneles perforados inspirados en mosquiteras japonesas ranma. Por las noches, las casas parecen faroles japoneses con una iluminación suave y resplandeciente.
Baño japonés: Cómo crear uno en tu casa
Casa Kannami de Ryosuke Isoya. Esta casa usoniana, situada en una ladera con magníficas vistas del monte Fuji desde todos los ángulos de la vivienda, presenta dos plantas con baldosas y cedro rojo que se extienden en espiral hasta la azotea. Construida sobre pilotes para poder sostenerla en suelo blando, fue diseñada para un ingeniero jubilado y su esposa.
Fotografía por gentileza de Ryosuke Isoya
El acceso es a través del aparcamiento exterior techado que hay en lo alto de la casa, con un porche circular que proyecta una sombra fascinante en toda la gran sala. Las habitaciones y la sala de dibujo se encuentran abajo. Isoya ha incorporado la última tecnología a la casa, como un aislamiento y un material de sellado para techos que evitan la aparición de goteras.
Casas japonesas: 4 viviendas que se funden con el entorno
El acceso es a través del aparcamiento exterior techado que hay en lo alto de la casa, con un porche circular que proyecta una sombra fascinante en toda la gran sala. Las habitaciones y la sala de dibujo se encuentran abajo. Isoya ha incorporado la última tecnología a la casa, como un aislamiento y un material de sellado para techos que evitan la aparición de goteras.
Casas japonesas: 4 viviendas que se funden con el entorno
La influencia indeleble de Frank Lloyd Wright
Desde el año 2003, los japoneses tienen la oportunidad de construir una casa usoniana o de la pradera a través de Arquitectura Orgánica Japonesa o JOA, un licenciatario autorizado de la fundación de Frank Lloyd Wright. Ésta aprueba los diseños de las viviendas (en la imagen), básicas y diseñadas por el propio Wright o por John Rattenbury, un antiguo aprendiz que era arquitecto y planificador principal en el estudio de Taliesin.
Las casas no están disponibles fuera de Japón. Suelen ser viviendas modulares y compactas, ideales para clientes que desean formar una familia. Existe toda una red de empresas constructoras de élite para llevar a cabo las obras, donde se usa tecnología de construcción inteligente, inspirada en los principios orgánicos de Wright.
Desde el año 2003, los japoneses tienen la oportunidad de construir una casa usoniana o de la pradera a través de Arquitectura Orgánica Japonesa o JOA, un licenciatario autorizado de la fundación de Frank Lloyd Wright. Ésta aprueba los diseños de las viviendas (en la imagen), básicas y diseñadas por el propio Wright o por John Rattenbury, un antiguo aprendiz que era arquitecto y planificador principal en el estudio de Taliesin.
Las casas no están disponibles fuera de Japón. Suelen ser viviendas modulares y compactas, ideales para clientes que desean formar una familia. Existe toda una red de empresas constructoras de élite para llevar a cabo las obras, donde se usa tecnología de construcción inteligente, inspirada en los principios orgánicos de Wright.
La influencia indeleble de Frank Lloyd Wright, casi 60 años después de su muerte y más de un siglo después de su primer diseño para Japón, se puede encontrar en estas obras personalizadas y en el trabajo en continua evolución de aprendices y sucesores. Se trata de un legado que inspira un diálogo continuo entre la arquitectura tradicional japonesa, la arquitectura moderna y la arquitectura orgánica.
Es posible que las ciudades japonesas estén inmersas en hormigón, pero para los arquitectos –en particular, para los que, como Wright, luchan por enriquecer la vida a través de la arquitectura– estas casas sigue siendo inspiración.
“El trabajo de Frank Lloyd Wright nos infunde esperanza sobre lo que puede conseguir la arquitectura”, comenta precisamente el arquitecto Kumiko Inui.
Es posible que las ciudades japonesas estén inmersas en hormigón, pero para los arquitectos –en particular, para los que, como Wright, luchan por enriquecer la vida a través de la arquitectura– estas casas sigue siendo inspiración.
“El trabajo de Frank Lloyd Wright nos infunde esperanza sobre lo que puede conseguir la arquitectura”, comenta precisamente el arquitecto Kumiko Inui.
Ryosuke Isoya, el maestro de las casas usonianas, expresaba esta influencia a su manera: “Algunos dirán que su trabajo tiene fecha de caducidad, pero no es cierto. Él creaba diseños que aún son novedosos: Wright realmente pertenece al futuro”.
Lee la primera parte de esta serie sobre la influencia de Frank Lloyd Wright en la arquitectura japonesa
CUÉNTANOS…
¿Qué te ha parecido este artículo? ¿Te imaginas viviendo e alguna de estas casas usonianas? Comparte opiniones y fotos en nuestra sección de comentarios
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1. Segunda generación: Raku Endo, el último aprendiz japonés de Wright
Raku Endo, hijo del arquitecto Arata Endo, fue instruido primero por los maestros Motoko y Yoshikazu Hani, en la escuela Jiyu Gakuen que construyeran, precisamente, Frank Lloyd Wright y Arata, el padre de Raku.
Una vez terminado el instituto, en 1945, Raku comenzó a trabajar en el estudio de su padre. Cuando éste murió, en 1951, y con todo el dinero que había ahorrado, se fue a ver a Wright, en Taliesin (Wisconsin). El americano ya estaba al final de su carrera cuando llegó Raku: Él fue el último aprendiz japonés con el que compartió la sala de dibujo.
Al regresar a Japón, Raku rápidamente consiguió clientes. En apenas unos años, llegó a diseñar más de 250 viviendas siguiendo las directrices que había aprendido de su mentor. “Frank Lloyd Wright siempre nos decía: ‘No me copiéis. De lo contrario, elimináis vuestro estilo y perdéis identidad”, recordaba.
En las casas de Raku los auténticos protagonistas son los materiales. Por ejemplo, insistió en usar la madera para construir en un momento en el que las residencias japonesas se hacían de hormigón. Además, sus chimeneas solían llevar elementos de oya (toba volcánica), no sólo en homenaje a Wright y a su Hotel Imperial, sino también para despejar el espacio. Siempre dijo que las suyas eran de una calidad superior a las que diseñaron Wright y Endo: el fuego ardía mejor.