Decoración
Decoración para principiantes: Cómo equilibrar ambientes con la pintura
Conocer el efecto que causan los diferentes colores en nuestra percepción te ayudará a sacarles todo el partido a la hora de pintar tu casa.
Dar una mano de pintura a las paredes es la manera más sencilla y económica de imprimir un nuevo aire a toda la vivienda, pero ¿sabías que también puede servir para hacerla parecer más grande, equilibrada y armoniosa o, incluso, más pequeña y acogedora? Unas nociones básicas sobre las tonalidades y sus efectos visuales sobre el ambiente en el que se aplican es todo lo que necesitas para que el pasillo deje de ser un túnel angosto, los techos se eleven pese a estar más cerca de nuestras cabezas de lo que nos gustaría o que esa habitación de formas difíciles pase a ser nuestra favorita.
Los colores y la forma en que reflejan o absorben la luz influyen de forma notable en cómo percibimos el tamaño de una habitación. De ahí que, en pisos pequeños o a los que queramos dotar de mayor amplitud, sea una de las opciones más habituales pintar todas las paredes de un solo color, preferiblemente blanco o un tono neutro y claro, ya que esto multiplica la sensación de más metros y la luminosidad. No obstante, tanto si quieres realzar o disimular alguna característica del espacio como si buscas crear una atmósfera concreta, hay otras formas de usar los colores tan sencillas como efectivas.
Para aportar dinamismo a una habitación sosa o carente de personalidad de forma segura y sencilla al mismo tiempo, lo mejor es optar por un esquema monocromático, algo muy distinto a pintarla de un solo color. En este se combinan diferentes intensidades de una misma tonalidad, lo que da lugar a ambientes limpios y sosegados, especialmente con tonalidades de azul o verde, que tienden a conferir profundidad a un espacio. Una alternativa igualmente serena y elegante es decantarse por un esquema análogo, compuesto por colores vecinos en la rueda cromática, como el azul y el verde azulado, lo que genera un efecto armonioso.
Decoración para principiantes: Sobre el uso y cualidades de los colores
Decoración para principiantes: Sobre el uso y cualidades de los colores
Una nota de contraste aporta dinamismo a cualquier ambiente y puede conseguirse mediante la combinación de dos colores opuestos en el círculo cromático o tres equidistantes en el mismo. La gran ventaja de esta elección es que se pueden alternar tonos fríos y cálidos, que ayuden a equilibrar un ambiente, si bien hay que tener la precaución de elegir cuidadosamente las variaciones de color para evitar un efecto chocante o muy saturado. Sea como sea, en cualquier combinación en la que se usen colores contrastados se aconseja que haya un color dominante, que abarque entre el 60-70 por ciento del espacio, y alternarlo con cantidades pequeñas de uno o dos tonos más. O reservar este tipo de efectos para detalles y zonas concretas en el conjunto de una estancia amplia y bien iluminada.
Desde un punto de vista práctico, los techos suelen pintarse de blanco para alejarlos visualmente y darles una aparente mayor altura. En techos muy bajos, este efecto se puede forzar haciendo que el tono del techo empiece ya en el último tercio de la pared, preferiblemente, en un color que no se vea excesivamente contrastado. Un buen ejemplo de ello es este ambiente, en el que este recurso se ha combinado con un efecto decorativo difuminado que, más allá de disimularlo, lo convierte en mucho más atractivo.
En estancias con techos demasiado altos, estos pueden “bajarse” mediante la aplicación de un tono más oscuro que, por supuesto, debe combinar con el empleado en las paredes o los suelos. En este espacio, con techos a doble altura, se ha optado por pintarlos en el mismo tono elegido para las paredes, de manera que esto reduce la sensación de altura sin que ésta resulte demasiado baja en la zona del altillo, al quedar integrada en el conjunto.
Para modificar visualmente las proporciones de una habitación, un recurso infalible es combinar dos tonalidades, una más clara y otra más oscura, en las distintas paredes. Así, por ejemplo, en una estancia muy alargada, para suavizar la sensación de túnel y compensarla, conviene pintar la pared más distante en un tono más oscuro, mientras que las más cercanas entre sí se deberán cubrir con el color claro. De este modo, éstas últimas darán más sensación de anchura y la del fondo se acercará. Si buscamos el efecto contrario, estilizar la estancia, conviene pintar de oscuro las paredes de los laterales, para que resulten más próximas, y de color claro la del fondo.
5 claves imprescindibles para acertar a la hora de pintar nuestra casa
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La pintura es la mejor herramienta para equilibrar las proporciones de un pasillo largo y estrecho. La mejor solución es elegir colores claros y luminosos, que lo amplíen visualmente, y pintar de un tono más oscuro la pared del fondo, para que ayude a acortarlo a la vista. El color elegido para ello también es importante: recuerda que las tonalidades frías se alejan, mientras que las más cálidas tienden a resultar más próximas y envolventes. El uso de zócalos a media altura y apliques de luz orientables ayudará a reforzar el efecto creado con la pintura.
¿Un pasillo triste? Ideas para que brille con luz propia
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Estucos, veladuras, arenados y las cada vez más variadas pastas para crear efectos decorativos en las paredes cumplen una doble función práctica. Por un lado, aportan mayor dinamismo al espacio gracias a los juegos de luces y sombras que crean; por otro, son perfectos para disimular pequeñas irregularidades en las superficies de las paredes, que una pintura plástica mate convencional dejaría a la vista.
Los pigmentos naturales y los colores de la tierra, como los empleados en esta propuesta, ayudan a transmitir calidez al ambiente.
¿Y TÚ?
¿Conoces algún truco para modificar la percepción de un ambiente a través de la pintura? Compártelo en los comentarios.
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