Un ático reformado se llena de luz en Madrid
Con un presupuesto contenido, esta reforma ha conseguido un interior sofisticado gracias al uso del blanco y la madera.
Esta que enseñamos es la segunda casa que compró; concretamente a finales de abril de 2016. “La vi rápido, en apenas 10 minutos –reconoce. Es un ático que tenía la terraza cerrada, dos habitaciones y un salón pequeño, una cocina muy estrecha y el techo a 2,30 metros. Carecía de calefacción, aire, aislamiento. No tenía nada. Mucho potencial sí, pero en muy mal estado. Eso fue lo que más me gustó”, continúa.
A nivel estético, Christophe quería aportar toques industriales sin que el conjunto resultara demasiado frío. “Decidí hacer el techo blanco, con las vigas en un azul ligero, para aumentar la sensación de espacio, de ligereza. Puse pocos muebles, con tonos de madera para las mesas o beis para el sofá, para evitar que quede demasiado oscuro”.
En cuanto a la escalera: “tenía que ser como un elemento de decoración”. Optamos por una estructura ligera, sin barandilla pero que estuviera a juego con la columna de UPNs…. Y, por supuesto, la terraza va con madera. En este caso, busqué una estética quizá más típica de Grecia, muy sencilla pero que invita a sentarse”, afirma.
A nivel estético, Christophe quería aportar toques industriales sin que el conjunto resultara demasiado frío. “Decidí hacer el techo blanco, con las vigas en un azul ligero, para aumentar la sensación de espacio, de ligereza. Puse pocos muebles, con tonos de madera para las mesas o beis para el sofá, para evitar que quede demasiado oscuro”.
En cuanto a la escalera: “tenía que ser como un elemento de decoración”. Optamos por una estructura ligera, sin barandilla pero que estuviera a juego con la columna de UPNs…. Y, por supuesto, la terraza va con madera. En este caso, busqué una estética quizá más típica de Grecia, muy sencilla pero que invita a sentarse”, afirma.
Como en su primera reforma en Conde Duque, aquí también se han buscado detalles propios, “como el pilar hecho con UPNs en el salón –una especie de firma, según dice Christophe– y una estética algo industrial con toques cálidos; también en la elección de los muebles”.
La habitación ocupa el altillo. En realidad, la idea inicial de la reforma era transformar el piso en un espacio con una habitación y la cocina abierta al salón con la terraza en el fondo. “El plan cambió cuando descubrimos el forjado con las vigas vistas. Entonces nos planteamos hacer una habitación en mezzanine y así tener más espacio para el salón”, cuenta.
Ideas para reformar la buhardilla en una casa de pueblo
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Que la habitación se vuelque al salón y la terraza es una de las cosas que más le gusta de la casa. “También me encanta activar las persianas eléctricas desde la casa y ver la casa iluminarse. ¡Es muy agradable!”, dice.
Explica que se cuidó mucho el plan de iluminación (incluyendo la terraza). “Busque una luz cálida, hasta un tanto amarillenta, para aportar calidez”.
Explica que se cuidó mucho el plan de iluminación (incluyendo la terraza). “Busque una luz cálida, hasta un tanto amarillenta, para aportar calidez”.
La cocina también ha pegado un gran cambio estético y de distribución. Christophe cuenta que le parece muy agradable cocinar con vistas al salón y la terraza “porque quita la sensación de estar cocinando… y se puede hacer al tiempo que se charla con la persona que esta en el sofá”.
Vídeo: Decoración nórdica en una vivienda barcelonesa con solera
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La terraza estaba cerrada (ver imagen anterior). “Me parecía una locura tener un ático con una terraza cerrada porque se convierte en una habitación sin uso real porque en invierno es fría y en verano, muy calurosa”.
Su idea era diseñar un pequeño jardín o por lo menos poner plantas. La opción de poner madera se impuso por varias razones: entre ellas “porque pega mucho con la estética interior de la casa (tonos oscuros / madera) y así, vista desde dentro, parece una habitación más. Por otro lado, es más cómodo que un suelo normal, ya que no se calienta tanto, y se puede añadir una ducha…”, afirma.
Las paredes se pintaron en blanco para darle una estética más mediterránea y crear un contraste con el suelo de madera.
Vídeo: Decoración nórdica en una vivienda barcelonesa con solera
¿Y A TI?
¿Qué es lo que más te gusta de esta reforma?
Su idea era diseñar un pequeño jardín o por lo menos poner plantas. La opción de poner madera se impuso por varias razones: entre ellas “porque pega mucho con la estética interior de la casa (tonos oscuros / madera) y así, vista desde dentro, parece una habitación más. Por otro lado, es más cómodo que un suelo normal, ya que no se calienta tanto, y se puede añadir una ducha…”, afirma.
Las paredes se pintaron en blanco para darle una estética más mediterránea y crear un contraste con el suelo de madera.
Vídeo: Decoración nórdica en una vivienda barcelonesa con solera
¿Y A TI?
¿Qué es lo que más te gusta de esta reforma?
Quién vive aquí: Christophe, un francés que lleva 15 años en España
Situación: barrio de la Prosperidad, Madrid
Superficie: 63 metros cuadrados + 13 metros cuadrados de terraza
Proyecto: Luis Santo Tomás Diaz
Constructor: Armonía Decoración
Presupuesto: 70.000 euros
Christophe cuenta que su padre tenía una empresa en el sector de la construcción, concretamente relacionada con la carpintería, y que su madre es pintora y aficionada a la decoración y la fotografía. “Aunque yo no tengo el talento de ninguno de los dos, sí creo que han condicionado mis gustos”, responde por mail. Christophe, criado en Normandía, prefiere casas “de estilo depurado, con espacios abiertos y a la vez cálidas”, dice.
Reconoce que disfruta haciendo obras y buscando soluciones a cualquier problema práctico o estético; ya sea elegir materias, texturas, colores, etc… “Aún es una afición, pero ojalá me pudiera dedicar a ello de forma profesional porque es lo que más me gusta”, continúa.
Hace tres años y medio hizo un master de decoración de interiores en IMADDE –escuela especializada en la formación en Interiorismo, Arquitectura de Interiores, Diseño y Decoración– y poco después compró su primer piso: una buhardilla (quinto sin ascensor) en Conde Duque. En la reforma apostó por “una estética a medio camino entre escandinava e industrial, y cálida por supuesto”.
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