Iluminación
8 claves para ahorrar en la factura de la luz
Apostar por el led, con consumos bajos y larga vida útil, explotar eficazmente la luz natural y adquirir nuevos hábitos son determinantes.
Las continuadas subidas que ha venido experimentando desde hace tiempo el precio de la energía eléctrica hacen que gestos hasta ahora casi inconscientes, como encender el interruptor de la luz, sean objeto de reflexión y análisis. Y es que, una adecuada selección de fuentes luminosas entre las diferentes opciones de bajo consumo que ofrece el mercado, unida a un estudiado proyecto lumínico que aporte la cantidad de luz en la intensidad necesaria a cada espacio y el empleo que se haga de este, puede suponer un considerable ahorro en la factura a final de mes. Sobre todo si se combina con la adopción de hábitos de uso que rentabilicen al máximo la luz natural.
Fluorescentes compactos. La ineficiencia energética de las bombillas incandescentes convencionales, que solo convierten en luz entre el 5 y 10% de la energía que requieren para su funcionamiento, ha supuesto su progresiva retirada y sustitución por otras más eficientes.
Los fluorescentes compactos de bajo consumo, disponibles en tubo o en formato de bombilla, tienen una vida útil hasta diez veces mayor que las obsoletas bombillas incandescentes y utilizan una cuarta parte de la energía. No obstante, hay que tener en cuenta que su rendimiento óptimo se consigue en habitaciones donde permanecen encendidos durante un largo período de tiempo, como por ejemplo las cocinas, en donde su luz blanca –ya disponible en varios grados de calidez– resulta perfecta.
Los fluorescentes compactos de bajo consumo, disponibles en tubo o en formato de bombilla, tienen una vida útil hasta diez veces mayor que las obsoletas bombillas incandescentes y utilizan una cuarta parte de la energía. No obstante, hay que tener en cuenta que su rendimiento óptimo se consigue en habitaciones donde permanecen encendidos durante un largo período de tiempo, como por ejemplo las cocinas, en donde su luz blanca –ya disponible en varios grados de calidez– resulta perfecta.
Halógenas de bajo consumo. En zonas de la casa que solo se encienden unos minutos, como los pasillos y distribuidores, el baño o el vestidor, el uso de las bombillas fluocompactas o de bajo consumo no está tan indicado, ya que el continuo encendido y apagado de las mismas acaba por estropearlas. Una alternativa son las lámparas halógenas de bajo consumo. Aunque no son tan eficaces energéticamente como los fluorescentes –duran el doble de tiempo que una bombilla incandescente utilizando un tercio de la energía– ofrecen una luz nítida y brillante. Su rendimiento se puede optimizar ademas mediante sensores de presencia, muy útiles en este tipo de estancias.
El led, a la cabeza del ahorro. Con las ventajas de los fluorescentes compactos en cuanto a rendimiento energético, el led es en la actualidad la opción de iluminación más ventajosa. A ello contribuye, entre otras cosas, su vida útil extremadamente larga: hasta 25.000 horas, frente a las 15.000 de un fluorescente compacto. Así, en un hogar promedio en el que se utilicen entre tres y cuatro horas al día de iluminación eléctrica, el led duraría más de veinte años y la bombilla de bajo consumo, unos trece. Por su parte, las halógenas tienen una vida útil de entre dos y cinco años.
Cabe resaltar que pese a ser aún la opción más cara, la inversión se recupera con el ahorro que genera en el consumo de energía. Tienen además otras ventajas adicionales, como el hecho de que aportan una luz directa intensa sin emitir calor, que aguantan bien los continuos encendidos y apagados (ya que tienen una duración de al menos 10.000 ciclos), que permiten disfrutar de una luz más cálida o más fría e incluso coloreada y, lo más importante, es que pueden variar su intensidad con un sencillo regulador para ajustarla a cada momento del día o a las exigencias lumínicas de la actividad que estemos realizando.
Cabe resaltar que pese a ser aún la opción más cara, la inversión se recupera con el ahorro que genera en el consumo de energía. Tienen además otras ventajas adicionales, como el hecho de que aportan una luz directa intensa sin emitir calor, que aguantan bien los continuos encendidos y apagados (ya que tienen una duración de al menos 10.000 ciclos), que permiten disfrutar de una luz más cálida o más fría e incluso coloreada y, lo más importante, es que pueden variar su intensidad con un sencillo regulador para ajustarla a cada momento del día o a las exigencias lumínicas de la actividad que estemos realizando.
Iluminación inteligente. Además de la posibilidad de regulación que ofrecen, ya sea mediante mecanismos incorporados en la propia lámpara, por accionamiento de pared o incluso mediante cómodos mandos a distancia, ya hay modelos de bombillas led que se pueden conectar a todo tipo de dispositivos móviles y permiten controlar desde cualquier lugar su encendido y apagado, la intensidad, el color de la luz y hasta el tipo de efecto que se desee. De este modo, no solo podemos quitarnos la molesta sensación que produce la duda de si hemos apagado o no una determinada lámpara, sino también ahorrarnos el consumo eléctrico de la misma cuando esto ocurre, desaprovechado durante todo el día.
Toma conciencia. Para comprobar el rendimiento energético de una bombilla, hay que fijarse en la etiqueta incluida en el envase, que las clasifica desde las de mayor rendimiento y menor consumo (clase A), hasta las de menor rendimiento y mayor consumo (clase G).
La eficacia lumínica es la relación que hay entre el flujo luminoso de una bombilla –la cantidad de luz que emite, medida en lumenes (LM)– y su consumo en vatios (LM/W). Las lámparas led son las más eficaces, ya que el resultado de esta relación es alto, seguidas por las fluorescentes compactas, las halógenas y, por último, las obsoletas incandescentes.
Consigue la luz apropiada con lámparas de bajo consumo
La eficacia lumínica es la relación que hay entre el flujo luminoso de una bombilla –la cantidad de luz que emite, medida en lumenes (LM)– y su consumo en vatios (LM/W). Las lámparas led son las más eficaces, ya que el resultado de esta relación es alto, seguidas por las fluorescentes compactas, las halógenas y, por último, las obsoletas incandescentes.
Consigue la luz apropiada con lámparas de bajo consumo
La importancia de un adecuado proyecto lumínico. Más allá del tipo de fuente lumínica más eficiente, también es importante analizar las necesidades de luz en cada una de las zonas de la vivienda, ya que no todos los espacios requieren la misma cantidad, intensidad y tiempo de encendido. Para ello, nada mejor que consultar con un profesional que nos ayude a hacer un proyecto lumínico que se adapte a nuestros hábitos de vida, orientación de la vivienda, etc.
Dar preferencia a la iluminación focalizada no solo ayuda a ahorrar, sino que da lugar a ambientes más diferenciados y confortables.
Dar preferencia a la iluminación focalizada no solo ayuda a ahorrar, sino que da lugar a ambientes más diferenciados y confortables.
Buenos hábitos. Si bien cuando pensamos en iluminación tendemos a analizar solo la artificial, conviene no perder de vista el hecho de que la principal fuente de energía es el sol, que ofrece luz natural, gratuita y sin efectos negativos sobre el medio ambiente. Por esa razón, cualquier proyecto lumínico para el hogar debe tenerla muy en cuenta y aprovecharla al máximo. Y en esos casos resultan muy prácticas las motorizaciones de persianas y los toldos con sensores solares, que regulen la entrada de luz en función del momento del día y las condiciones climáticas. Asimismo, para potenciar la luminosidad natural de una estancia, lo mejor es pintar las paredes y los techos en colores claros y neutros.
Claves para que la luz natural inunde tu casa
Por último, no hay que descuidar la limpieza de las bombillas y fluorescentes, ya que cuando acumulan polvo resultan menos eficientes y, por tanto, consumen más de lo necesario.
¿Y TÚ?
¿Qué haces para ahorrar luz en casa? Cuéntanos tus trucos en la sección de comentarios.
Claves para que la luz natural inunde tu casa
Por último, no hay que descuidar la limpieza de las bombillas y fluorescentes, ya que cuando acumulan polvo resultan menos eficientes y, por tanto, consumen más de lo necesario.
¿Y TÚ?
¿Qué haces para ahorrar luz en casa? Cuéntanos tus trucos en la sección de comentarios.
Todas las claves para acertar con la luz de cada espacio