Por qué debes apostar por una cocina blanca en casa

Cosentino

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Por su aspecto higiénico. El color blanco se identifica con la pureza y la higiene y, en la cocina, no hay otro que aporte mayor sensación de limpieza.

Desde luego, es cierto que el blanco delata rápidamente las manchas, pero hay materiales de última generación que no solo resisten la acción de salpicaduras, humos y grasas, sino que también son fáciles de limpiar. Apuesta por una encimera de material ultracompacto, como el Dekton, que soporta bien el paso del tiempo gracias a su superficie no porosa y, además, incorporan tratamientos antibacterianos.

Consejo Houzz: Los muebles y superficies en acabado mate disimulan mejor las huellas y marcas que los de alto brillo.

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Porque no pasan de moda. Una cocina blanca es una inversión duradera, que amortizarás sin ninguna duda, y que se puede ir actualizando renovando los accesorios en función de las tendencias.

Consejo Houzz: La única precaución que debes tener al diseñar una cocina en este tono es elegir materiales de calidad y superficies selladas para garantizar que el blanco no amarillee con el tiempo ni pueda llegar a mancharse. En este sentido, superficies como Silestone son una opción perfecta.

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Porque son luminosas. El blanco es el color que mejor refleja la luz. Una cocina poca luz natural puede beneficiarse de la claridad que este color aporta.
Aunque cualquier tono de blanco resulta luminoso, en cocinas interiores o que, por orientación, no reciben luz natural de forma directa es aconsejable evitar los blancos puros y azulados, ya que pueden conferir frialdad al ambiente. Decántate por uno con un ligero matiz de amarillo.

Consejo Houzz: Sácale el máximo partido a este efecto con una iluminación potente, pero ubicada de forma que no deslumbre, y blanca para que reproduzca los colores fielmente, pero con una temperatura de color media.

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Porque aportan sensación de amplitud. Una composición monocromática –con mobiliario, revestimientos y encimeras blancas– es un recurso muy eficaz para ampliar visualmente hasta la cocina más pequeña. ¿Por qué? Es una forma de difuminar los límites entre los distintos elementos que la conforman.

Consejo Houzz: La sensación de espacio puede verse aún más reforzada con frentes lisos y sin tiradores que creen superficies continuas. Además, evita el riesgo de un espacio monótono con acentos de color en puntos estratégicos que aporten profundidad y dinamismo.

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Porque se adaptan a cualquier estilo… ¿Crees que todas las cocinas blancas son iguales? Nada más lejos de la realidad. Las hay minimalistas, clásicas, rústicas, de aire nórdico, retro, vintage… No hay ningún estilo decorativo al que no le siente bien el blanco, ya sea potenciando algunas características, como en el caso de las más sobrias y depuradas, o suavizándolas, véase las propuestas más tradicionales, que ven rebajado su estilo anticuado.

Consejo Houzz: Analiza cuál es el tono de blanco que va mejor con tu estilo: frío y mate para las cocinas actuales; y de corte industrial, luminoso y satinado para las clásicas. Elige un blanco roto para las de aire campestre.

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…Y también a cualquier bolsillo. Como son las más demandadas, la oferta también es mayor y, por lo tanto, también el rango de precios entre los que elegir.

No es de extrañar que, entre las encimeras de cuarzo de Silestone, con una amplia gama de colores, sea el Blanco Zeus el acabado preferido de los usuarios y el más vendido de los últimos años.

Consejo Houzz: Para los armarios, los frentes laminados y estratificados son la opción más económica. Resultan resistentes y están disponibles en una gran variedad de acabados.

Este artículo ha sido escrito por el equipo de ‘Contenido Patrocinado’ de Houzz