Antes y después
Antes y después: Un lujoso apartamento de 24 m² en Berlín
Con materiales nobles y un inteligentísimo uso del espacio, este minipiso ofrece un enorme confort a su inquilino.
“Reduce las habitaciones y amplía las ventanas”. Bajo esta premisa, también lema del famoso arquitecto alemán Walter Gropius, Bettina Schneuer compró y reformó dos minipisos en el barrio de Charlottenburg, Berlín. Un proyecto en el que ejerció como diseñadora de interiores y contratista por puro placer. “Compro propiedades porque que me gustan y me encariño de ellas, nunca por razones estratégicas”, dice. Combinando su pasión por la arquitectura de finales del XIX con materiales clásicos y accesorios modernos, ha creado dos apartamentos de vanguardia que aprovechan al límite un espacio de tan sólo 24 metros cuadrados. Veamos en detalle uno de ellos.
Bettina ya tenía experiencia con obras en otros seis apartamentos, incluyendo su propia casa familiar en Berlín:
“La verdad es que siempre he disfrutado comprando casas en mal estado pero que tenían un gran potencial para reformarlas a mi gusto”, dice.
En esta reforma –que más bien ha resultado un proyecto de saneamiento–, Bettina ha trabajado de nuevo junto a Raspé: “Antes, éramos inquilina y casera; ahora, constructora y arquitecta. Así nos hemos hecho amigas”, cuenta.
El edificio que alberga los dos microapartamentos se encuentra en el berlinés barrio de Charlottenburg. El portal, que vemos en la imagen, ha sido renovado: “Las paredes de estuco estaban pintadas de naranja”, recuerda. Unos vecinos se hicieron cargo de la reforma de las zonas comunes, como pasillos y entradas, pero también el patio. Se trata de una pareja de artistas que, además de su casa, también tienen una tienda en el edificio. “Claus y Susanne Rottenbacher pusieron la obra en marcha, tomándose en serio el proyecto. Desgraciadamente, este tipo de gente maravillosa no abunda en las comunidades de vecinos”, reflexiona Bettina.
“La verdad es que siempre he disfrutado comprando casas en mal estado pero que tenían un gran potencial para reformarlas a mi gusto”, dice.
En esta reforma –que más bien ha resultado un proyecto de saneamiento–, Bettina ha trabajado de nuevo junto a Raspé: “Antes, éramos inquilina y casera; ahora, constructora y arquitecta. Así nos hemos hecho amigas”, cuenta.
El edificio que alberga los dos microapartamentos se encuentra en el berlinés barrio de Charlottenburg. El portal, que vemos en la imagen, ha sido renovado: “Las paredes de estuco estaban pintadas de naranja”, recuerda. Unos vecinos se hicieron cargo de la reforma de las zonas comunes, como pasillos y entradas, pero también el patio. Se trata de una pareja de artistas que, además de su casa, también tienen una tienda en el edificio. “Claus y Susanne Rottenbacher pusieron la obra en marcha, tomándose en serio el proyecto. Desgraciadamente, este tipo de gente maravillosa no abunda en las comunidades de vecinos”, reflexiona Bettina.
Fotografía del antes: Bettina Scheneuer
ANTES: Aquí un vistazo a laz zonas comunes desde uno de los miniapartamentos al inicio de las obras. Por los daños producidos por las goteras, hubo que retirar la tarima del suelo.
ANTES: Aquí un vistazo a laz zonas comunes desde uno de los miniapartamentos al inicio de las obras. Por los daños producidos por las goteras, hubo que retirar la tarima del suelo.
Los miniapartamentos se encuentran en la parte trasera del edificio, uno en la planta baja y otro en la primera planta.
Con el dinero de la venta de un piso en Hamburgo ha financiado las obras. “A los 29 años pedí un crédito enorme al banco. Hoy no lo haría, pero en perspectiva fue una buena decisión”, dice.
Con el dinero de la venta de un piso en Hamburgo ha financiado las obras. “A los 29 años pedí un crédito enorme al banco. Hoy no lo haría, pero en perspectiva fue una buena decisión”, dice.
DESPUÉS: En un antiguo baño común situado en el pasillo de la planta baja, se ha habilitado un pequeño cuarto (1,5 metros cuadrados) con lavadora y secadora común para uso de los dos miniapartamentos: “Es una solución muy práctica, porque en espacios tan pequeños cada centímetro es un tesoro”, revela.
El baño común del pasillo en la planta primera se ha transformado en un armario para productos de limpieza, con aspiradora, tabla de planchar y utensilios de cocina para hornear, una fondue y una batidora. Además, en el hueco de la escalera hay espacio para maletas. “Hemos abierto ventanas y puesto baldosas negras en el suelo en ambos cuartos auxiliares”, dice Bettina.
El baño común del pasillo en la planta primera se ha transformado en un armario para productos de limpieza, con aspiradora, tabla de planchar y utensilios de cocina para hornear, una fondue y una batidora. Además, en el hueco de la escalera hay espacio para maletas. “Hemos abierto ventanas y puesto baldosas negras en el suelo en ambos cuartos auxiliares”, dice Bettina.
ANTES: El encanto de los apartamentos radica, precisamente, en su tamaño y proporciones. “Me encantan las viviendas pequeñas. El movimiento Tiny House [casas diminutas] me fascina, porque estoy segura que en el futuro lo que predominará en las grandes ciudades serán los apartamentos diminutos, pero con espacios comunes compartidos. Cuando hago una reforma, siempre pienso en las palabras que pronunció Gropius durante la exposición universal de 1929: ‘Reduce las habitaciones y amplía las ventanas”. En las dos miniviviendas de Bettina hay un gran ventanal.
Conoce una diminuta casa sobre ruedas en Australia construida también siguiendo las premisas del movimiento Tiny House
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DESPUÉS: “Cuanto más pequeña es la casa, más soluciones arquitectónicas hay que encontrar”, reflexiona Bettina: “Aquí la entrada funciona también como cocina y armario”, cuenta. La pared que da a la zona de dormitorio se desplazó 8 centímetros para encajar 3 módulos de armarios en la cocina. El parqué es de madera maciza de roble y sustituye a la antigua tarima dañada por el agua. “En pequeñas superficies da mejores resultados una tarima de calidad”, explica.
La cocina funciona como espacio independiente a pesar de su reducido tamaño. La encimera tiene una longitud de 72 cm e incluye una placa de inducción con dos fuegos.
Cocina: Tingsryd, Ikea; salero y pimentero Mohawk, de Jonathan Adler
Cocina: Tingsryd, Ikea; salero y pimentero Mohawk, de Jonathan Adler
Antes de mudarse, los inquilinos recibieron un cuestionario donde pudieron elegir los electrodomésticos que querían: lavavajillas, televisión, etc. El biólogo que vive aquí desde hace dos años y que trabaja en el hospital universitario Charité, eligió el lavavajillas de la firma Bomann bajo el fregadero:
“Me decidí por ese modelo porque tiene el cuadro de mandos en la parte de arriba y es más fácil de usar”, cuenta Bettina.
Lavavajillas panelado: modelo TSG 707, Bomann
“Me decidí por ese modelo porque tiene el cuadro de mandos en la parte de arriba y es más fácil de usar”, cuenta Bettina.
Lavavajillas panelado: modelo TSG 707, Bomann
En la imagen, vemos el plano que muestra los 24 metros cuadrados del apartamento de la planta baja distribuidos en tres estancias: cocina, línea de armarios y baño con cabina de ducha de grandes dimensiones.
Bettina invitó a algunas de sus amigas diseñadoras a las obras, antes de arrancar con la decoración. Allí discutieron sobre colores, muebles, y hasta el lugar adecuado para colgar los cuadros. De hecho, la artista Susanne Rottenbacher –que como decíamos antes se hizo cargo, junto a su marido, del saneamiento de las áreas comunes del edificio–, propuso colgar sobre el sofá-cama una composición de cuadros comprado en eBay y en mercadillos.
Durante una reforma, además de las charlas con colegas, Bettina suele encontrar inspiración en libros, en la revista AD y en nuestra plataforma, Houzz:
“Para mí, es muy interesante, porque Houzz da a conocer las últimas tendencias. Siempre encuentro ideas para decorar casa pequeñas”, afirma.
Las sillas de estilo Tapiovaara proceden del desguace de una vivienda en Hamburgo: “Antes eran blancas y ásperas; se pintaron de nuevo”, explica.
Cama: Ikea; sobre la cama, una manta de algodón africano que hizo una señora del vecindario ya fallecida, la esposa de un embajador
“Para mí, es muy interesante, porque Houzz da a conocer las últimas tendencias. Siempre encuentro ideas para decorar casa pequeñas”, afirma.
Las sillas de estilo Tapiovaara proceden del desguace de una vivienda en Hamburgo: “Antes eran blancas y ásperas; se pintaron de nuevo”, explica.
Cama: Ikea; sobre la cama, una manta de algodón africano que hizo una señora del vecindario ya fallecida, la esposa de un embajador
ANTES: El punto fuerte de estos apartamentos son los enormes ventanales que dan al patio interior del edificio. El inmueble está situado en medio del barrio de Charlottenburg, entre la plaza Kurfürstendamm y Savignyplatz. La gran ventana da sensación de amplitud en un espacio reducido.
En el apartamento de la planta baja (en la imagen), el ventanal da directamente al jardín del patio del edificio, reconstruido a mediados de mayo. “En 2004, hubo un concurso de estudiantes para construir un jardín en el patio del edificio. Este proyecto se llevó a cabo después de reconstruir también la fachada”, cuenta Bettina.
En el apartamento de la planta baja (en la imagen), el ventanal da directamente al jardín del patio del edificio, reconstruido a mediados de mayo. “En 2004, hubo un concurso de estudiantes para construir un jardín en el patio del edificio. Este proyecto se llevó a cabo después de reconstruir también la fachada”, cuenta Bettina.
Los ventanales del salón se han restaurado. En los baños se han instalado ventanas nuevas –al cambiar el inodoro, las antiguas resultaban largas.
¿Restauro mis ventanas de madera? Tres expertos solucionan tus dudas
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DESPUÉS:Frente al sofá-cama, hay una pared con dos puertas integradas de la misma altura: “Antes había puertas de diferentes tamaños, algo que odio”, reconoce. La mesa de dos plazas es de metal y madera maciza de mango.
Mesa modelo Metropolis, Maisons du Monde
Mesa modelo Metropolis, Maisons du Monde
La mesa puede colocarse en diferentes posiciones. En perpendicular a la pared funciona como mesa de comedor.
El frente de armarios de la parte de atrás es de Ikea y está pensado como almacenaje para el dormitorio. Con la reforma, este lugar se ha convertido en un espacio multifuncional. “Los armarios van hasta el techo pero no llegan al suelo, para dar sensación de mayor amplitud”, dice.
Sistema de armarios: Pax, Ikea (35 cm de profundidad); los tiradores en piel son de Etsy
El frente de armarios de la parte de atrás es de Ikea y está pensado como almacenaje para el dormitorio. Con la reforma, este lugar se ha convertido en un espacio multifuncional. “Los armarios van hasta el techo pero no llegan al suelo, para dar sensación de mayor amplitud”, dice.
Sistema de armarios: Pax, Ikea (35 cm de profundidad); los tiradores en piel son de Etsy
Con los accesorios apropiados un espacio será más acogedor. Bettina, que colecciona jarrones, ha disfrutado mucho con la selección que ha hecho para sus dos microapartamentos. “En casa tengo todo lleno de jarrones. Aquí me he reprimido un poco. Algún día tendré una tienda de jarrones vintage, eso seguro”, cuenta.
Los jarrones blancos de la imagen son herencia de su madre y de una amiga. Compró la estantería, de plexiglás, en eBay.
Los jarrones blancos de la imagen son herencia de su madre y de una amiga. Compró la estantería, de plexiglás, en eBay.
ANTES: El baño cuenta con una ventana propia, “lo que sorprende, porque los apartamentos pequeños no suelen tener ventana en el baño”, dice la propietaria. Antes de la reforma, había un hueco en el baño a modo de cabina de ducha, con una medida de 70 x 70 cm: “Sólo apta para gente con unas medidas perfectas”, cuenta, divertida.
DESPUÉS: La interiorista amplió el hueco para hacer una cabina de ducha de 1,40 m. Está revestida de mosaico en color menta, que aporta luminosidad. Además, cambió el inodoro y lo puso bajo la ventana, para evitar que sea lo primero que se ve al entrar al baño.
Inodoro Omega, de Geberit
Inodoro Omega, de Geberit
El nuevo radiador extrafino apenas ocupa espacio en el baño.
Lavabo: Alape; radiador: Koso von Sebastian
Lavabo: Alape; radiador: Koso von Sebastian
Cada rincón de la casa está estratégicamente estudiado para cumplir su función. “Las instalaciones de obra son más duraderas; no me gustan las soluciones baratas, porque al final salen caras. En un apartamento pequeño funcionan los materiales de alta calidad, aunque luego se complementen con accesorios de Ikea o de H&M Home”, explica Bettina.
Cuando empezó la reforma, Bettina tenía en mente a sus dos hijos, de 16 y 13 años, que en no demasiado tiempo querrán independizarse. El mayor está más ligado al barrio de Kreuzberg, donde ahora queda con su pandilla para hacer skate. “Mi hijo pequeño tiene un gran interés en el apartamento de la primera planta. Ya planea mudarse aquí con un amigo y convertirlo en un piso de estudiantes”, cuenta. Sin duda, un piso de estudiantes con mucho estilo.
Descubre las imágenes del segundo microapartamento
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¿Qué te ha parecido el apartamento que Bettina alquila en Berlín? ¿Tú casa es también muy pequeña? Participa en la sección de comentarios
Cuando empezó la reforma, Bettina tenía en mente a sus dos hijos, de 16 y 13 años, que en no demasiado tiempo querrán independizarse. El mayor está más ligado al barrio de Kreuzberg, donde ahora queda con su pandilla para hacer skate. “Mi hijo pequeño tiene un gran interés en el apartamento de la primera planta. Ya planea mudarse aquí con un amigo y convertirlo en un piso de estudiantes”, cuenta. Sin duda, un piso de estudiantes con mucho estilo.
Descubre las imágenes del segundo microapartamento
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Quién vive aquí: Es un piso de alquiler; el inquilino actual es un biólogo
Situación: Grolmanstraße, Charlottenburg, Berlín
Superficie: 24 metros cuadrados
Proyecto: Bettina Schneuer
Fotografías: Luca Girardini
La primera experiencia con el diseño de interiores de Bettina Schneuer, una licenciada en derecho, periodismo y ex redactora jefe de la revista AD (Architectural Digest), sucedió en 1999, cuando se mudó de Hamburgo a Berlín para vivir en la casa de su amiga, la arquitecta Caroline Raspé, que estaba modernizando su casa. Una vivienda de principios del siglo XX con espacios abiertos, baños reformados y un imponente salón con cocina integrada. “Mi sueño era quedarme con esa casa”, confiesa.
Bettina ha compaginado desde el principio su carrera profesional con el interiorismo. Procedente de Hamburgo, primero estudió derecho, hizo una oposición y se quedó a trabajar en la universidad. Después, se matriculó en la escuela Henri-Nannen y se formó como periodista. “Por fin, encontré algo que me hacía feliz”, dice.
Precisamente, felicidad y diversión han sido el motor de su carrera. Tras la escuela de periodismo, estuvo dos años en el canal alemán de televisión Spiegel, 14 en la revista Stern y tres en AD. Sofisticada e intelectual, con una actitud ante la vida muy berlinesa, Bettina es una de esas personas hechas a sí mismas que sabe fusionar trabajo y placer; una esponja absorbiendo información y experiencias.