Cuéntanos... ¿Dónde te sentarías a leer?
¿Un puf y vistas al mar o la intimidad de un rincón con butaca y lamparita? Una selección para no pasar de página...
El último best seller, una biografía histórica o una novela negra: a la hora de leer, cada cual sabe el tipo de libro que más le va pero también el espacio que le resultará más confortable. Hay personas a las que les gusta eso de relajar la mirada entre capítulo y capítulo en unas increíbles vistas; otros prefieren tener a mano más títulos, para consulta o deleite; algunos, hasta utilizan más la cama para leer que para dormir. ¿En común? Luz, comodidad, silencio y espacios serenos en colores y texturas. Quédate con alguna de estas ideas y no te olvides contarnos cuál de estos rincones va más contigo.
2. Un columpio bajo el árbol más grande
Esta cama de día suspendida es perfecta para esas largas tardes de lectura –hay espacio para dos, si te apetece algo de compañía… aunque con un plaid, cojines y el suave vaivén ya vas a tener más que suficiente.
El acierto. Absolutamente, todo.
Un libro: El ingenio de los pájaros, de Jennifer Ackerman
Esta cama de día suspendida es perfecta para esas largas tardes de lectura –hay espacio para dos, si te apetece algo de compañía… aunque con un plaid, cojines y el suave vaivén ya vas a tener más que suficiente.
El acierto. Absolutamente, todo.
Un libro: El ingenio de los pájaros, de Jennifer Ackerman
3. Una cama-hamaca en las alturas
Con la moda de las viviendas de planta abierta, diseñar pequeños refugios para leer se convierte en todo un reto. Utilizando una estructura de acero y una red suspendida, puedes crear un original espacio junto a la estantería, para tener toda tu colección a mano. El piano antiguo es el contrapunto perfecto a un espacio muy contemporáneo.
El acierto. Quitando el falso techo se consigue aprovechar toda la altura de la casa.
Un libro: La Montaña Mágica, de Thomas Mann
Descubre todos los detalles de esta vivienda reformada por Egue y Seta
Con la moda de las viviendas de planta abierta, diseñar pequeños refugios para leer se convierte en todo un reto. Utilizando una estructura de acero y una red suspendida, puedes crear un original espacio junto a la estantería, para tener toda tu colección a mano. El piano antiguo es el contrapunto perfecto a un espacio muy contemporáneo.
El acierto. Quitando el falso techo se consigue aprovechar toda la altura de la casa.
Un libro: La Montaña Mágica, de Thomas Mann
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4. Un hueco escondido junto a los armarios
Para quienes quieran ahorrar espacio en un apartamento pequeño, nada mejor que aprovechar el hueco que dejan unos armarios empotrados para colocar un banquito.
El acierto. El acuario encastrado, que termina de dar profundidad al conjunto.
Un libro: Los cinco y yo, de Antonio Orejudo
Hora de leer: Rincones divertidos para disfrutar de un cuento
Para quienes quieran ahorrar espacio en un apartamento pequeño, nada mejor que aprovechar el hueco que dejan unos armarios empotrados para colocar un banquito.
El acierto. El acuario encastrado, que termina de dar profundidad al conjunto.
Un libro: Los cinco y yo, de Antonio Orejudo
Hora de leer: Rincones divertidos para disfrutar de un cuento
5. Un pedazo de suelo para desconectar
Incluso viviendo en el más pequeño de los apartamentos, puedes crear un espacio de lectura. Un sueño de parqué ecológico; una mullida alfombra y luz natural: poco más necesitas para tumbarte y alcanzar el equilibro perfecto entre relax y concentración. Si te animas por llenar el suelo con cojines, elige tonalidades ocres y naranjas. Y cuando la sed te haga volver a la realidad, dale un sorbo al té que tienes en la repisa.
El acierto. La decoración Zen con piezas como un buda traído desde Darjeeling, en India.
Un libro: La magia del orden, de Marie Kondo
Incluso viviendo en el más pequeño de los apartamentos, puedes crear un espacio de lectura. Un sueño de parqué ecológico; una mullida alfombra y luz natural: poco más necesitas para tumbarte y alcanzar el equilibro perfecto entre relax y concentración. Si te animas por llenar el suelo con cojines, elige tonalidades ocres y naranjas. Y cuando la sed te haga volver a la realidad, dale un sorbo al té que tienes en la repisa.
El acierto. La decoración Zen con piezas como un buda traído desde Darjeeling, en India.
Un libro: La magia del orden, de Marie Kondo
6. Un espacio exótico de calma junto a la ventana
Un clásico en las casas de lectores –silla junto a ventanal– se actualiza gracias a las texturas y colores de aires exóticos. ¿La clave? Elige una confortable butaca tapizada con algún tejido tradicional –batik, por ejemplo.
El acierto. La lámpara Cesta de Miguel Milá a mano te permitirá seguir leyendo cuando las horas se pasen volando y se haga de noche.
Un libro: Sapiens (de animales a dioses), de Yuval Noah Harari
Conoce la lámpara Cesta, un clásico español (que parece japonés)
Un clásico en las casas de lectores –silla junto a ventanal– se actualiza gracias a las texturas y colores de aires exóticos. ¿La clave? Elige una confortable butaca tapizada con algún tejido tradicional –batik, por ejemplo.
El acierto. La lámpara Cesta de Miguel Milá a mano te permitirá seguir leyendo cuando las horas se pasen volando y se haga de noche.
Un libro: Sapiens (de animales a dioses), de Yuval Noah Harari
Conoce la lámpara Cesta, un clásico español (que parece japonés)
7. Una cama que llevarte, junto a los libros, a la isla desierta
Son muchos para quienes no hay nada mejor en el mundo que leer en la cama, antes de dormir –y si es una novela negra o de intriga, mucho mejor. Cojines, muchas almohadas, textiles de algodón o lino y mantas suaves de lana dibujan el escenario perfecto. Y sí, necesitas una buena luz de lectura –focos puntuales o una lámpara de pie modelo Tolomeo como en la imagen
El acierto. Una cama con almacenaje y mesitas de noche amplias para tener muchos libros a mano.
Un libro: Las sombras de Quirke, de Benjamin Black
CUÉNTANOS…
¿Con cuál de estas ideas te quedas para leer? Esperamos tus comentarios
Son muchos para quienes no hay nada mejor en el mundo que leer en la cama, antes de dormir –y si es una novela negra o de intriga, mucho mejor. Cojines, muchas almohadas, textiles de algodón o lino y mantas suaves de lana dibujan el escenario perfecto. Y sí, necesitas una buena luz de lectura –focos puntuales o una lámpara de pie modelo Tolomeo como en la imagen
El acierto. Una cama con almacenaje y mesitas de noche amplias para tener muchos libros a mano.
Un libro: Las sombras de Quirke, de Benjamin Black
CUÉNTANOS…
¿Con cuál de estas ideas te quedas para leer? Esperamos tus comentarios
Una zona chill-out con suelo de piedra y barandilla de vidrio para no perder detalle del oleaje es el lugar perfecto para sentarse a leer –no te olvides de la manta durante el otoño. Y cuando la falta de luz impida seguir con la lectura, ponte a mirar las estrellas.
El acierto. Equipar la zona de relax con una barbacoa con ruedas, no sea que el libro sea tan interesante que no podamos interrumpir la lectura para ir hasta la cocina.
Un libro: El viejo y el mar, de Ernest Miller Hemingway