Visita privada: El espléndido piso de dos interioristas
La casa de Meritxell y Josep es la mejor carta de presentación de su forma de decorar. Ellos mismos nos la descubren.
“Vivir aquí es un verdadero lujo”. No les falta razón a los dueños, Meritxell Ribé y Josep Puigdomènech, directores creativos y de proyectos de Meritxell Ribé - The Room Studio. Con 300 metros cuadrados, un infinito pasillo, grandísimas salas, chimeneas y puertas de madera, su hogar, situado en una finca de los años 50, es impresionante. Aunque el trabajo de restauración fue duro y costoso, el resultado ha merecido la pena. “Cuando lo vimos por primera vez, en 2011, el piso estaba en mal estado. Era la oportunidad perfecta para dejarlo a nuestro gusto y convertirlo en el lugar donde experimentar y mostrar nuestro trabajo a los clientes”, explica la propietaria.
La casa presenta una gran planta partida en dos: una zona de vivienda, por un lado, y otra de despachos.
La zona de día es sencillamente espectacular. Aquí empezamos el recorrido. En esta imagen, vemos el comedor de la vivienda, situado en una de las esquinas del edificio y con vistas a la calle. La casa tiene dos amplias zonas de estar, ambas conectadas con el comedor: a la la izquierda, la sala de cine; a la derecha, la sala de música.
La zona de día es sencillamente espectacular. Aquí empezamos el recorrido. En esta imagen, vemos el comedor de la vivienda, situado en una de las esquinas del edificio y con vistas a la calle. La casa tiene dos amplias zonas de estar, ambas conectadas con el comedor: a la la izquierda, la sala de cine; a la derecha, la sala de música.
La reforma global de la casa fue respetuosa con el pasado; se conservaron altillos, herrajes y cristales; también las carpinterías de madera, cornisas, chimeneas, y radiadores. Sí renovaron el pavimento –dicen que en viviendas tan amplias es el elemento que más se ve. Apostaron por un suelo muy cálido, ideal para ir descalzos –es de roble belga, en acabado ceniza y al aceite de varios anchos de lama.
Mesa de la firma Ethnicraft; sillas CH24 de Hans J. Wegner para Carl Hansen & Son. Al fondo, mecedora Plastic Chair RAR, de los Eames, que edita Vitra
Mesa de la firma Ethnicraft; sillas CH24 de Hans J. Wegner para Carl Hansen & Son. Al fondo, mecedora Plastic Chair RAR, de los Eames, que edita Vitra
La lámpara de suspensión Zettel’z 5 de Ingo Maurer es una de las piezas más especiales –y una de las pocas que no está a la venta: siendo interioristas y su casa un showroom, a menudo, los clientes compran piezas de la vivienda. El 1 de agosto de 2005 inauguraron su primer estudio de interiorismo; los mensajes de buenos deseos que cuelgan de la lámpara son de ese día tan importante: “Más que una lámpara, se trata de una escultura que da una luz perfecta. No hemos encontrado otro modelo que ilumine así”, explica Meritxell.
En el plano, vemos el comedor y los dos salones en la esquina inferior izquierda. El pasillo articula el programa, dando acceso por un lado al dormitorio infantil y la habitación principal, y dejando al otro lado la cocina, el gimnasio y el lavadero. Hay un vestidor independiente, dos aseos y un baño.
Como ya hemos dicho, la casa cuenta con dos amplias zonas de estar. Esta, junto al dormitorio de los niños, es la sala de música. “Pudimos adquirir un piano realmente bonito, tanto por dentro como por fuera”, dice la interiorista. De hecho, en este salón transcurre el momento preferido del día, antes de la cena. Sin prisas, sin teléfono y con la música como protagonista –escuchando discos o tocando el piano.
Los sofás son unas piezas antiguas retapizadas. Vemos un kilim de la firma GAN Rugs y una mesa de centro adquirida en un anticuario. La lámpara de pie es de la diseñadora Céline Wright; la del techo, en bambú, es el modelo Thin Wood, de Ay illuminate. El cuadro es una pieza original de la artista Sol Fábrega titulado La música callada. “No había un lugar mejor en toda la casa para colgarlo, ¿verdad?”, dice su dueña.
Los sofás son unas piezas antiguas retapizadas. Vemos un kilim de la firma GAN Rugs y una mesa de centro adquirida en un anticuario. La lámpara de pie es de la diseñadora Céline Wright; la del techo, en bambú, es el modelo Thin Wood, de Ay illuminate. El cuadro es una pieza original de la artista Sol Fábrega titulado La música callada. “No había un lugar mejor en toda la casa para colgarlo, ¿verdad?”, dice su dueña.
A la hora de diseñar los interiores, Meritxell y Josep trabajan siempre desde una base neutra muy estudiada; a partir de allí, toca pensar –y mucho– en la iluminación:
“Durante el día todo se ve bonito, pero la casa debe ser mágica cuando cae la noche. Este efecto solo se consigue mediante un adecuado proyecto de iluminación. Siempre decimos que a una casa bien iluminada no le hace falta nada más. El confort lumínico es igual de importante que sentarse en un buen y cómodo sofá”, asegura ella, comentando que en la sala de música, el corazón de la casa, hay velas encendidas y luces cálidas encendidas por la noche.
“Durante el día todo se ve bonito, pero la casa debe ser mágica cuando cae la noche. Este efecto solo se consigue mediante un adecuado proyecto de iluminación. Siempre decimos que a una casa bien iluminada no le hace falta nada más. El confort lumínico es igual de importante que sentarse en un buen y cómodo sofá”, asegura ella, comentando que en la sala de música, el corazón de la casa, hay velas encendidas y luces cálidas encendidas por la noche.
Confiesa Meritxell que le gustaría dar más uso a la chimenea de la sala de música, pero que los inviernos son cálidos en Barcelona.
La habitación de Pol y Max es la más grande de la casa y está conectada con sala de música y el pasillo. “Se la cedimos para que fuera su espacio de creación. Juegan a montar cabañas, cocinas, incluso, diseñan espacios y distribuyen muebles. Suponemos que imitan lo que ven en casa”, cuenta la madre.
Ambos padres saben que un dormitorio que hace las veces de cuarto de juegos es la mejor solución para que no haya juguetes en el resto de la casa.
Litera AMBERintheSKY, diseñada por Thomas Maitz para Perludi y lámpara de papel de Filocolore
Ambos padres saben que un dormitorio que hace las veces de cuarto de juegos es la mejor solución para que no haya juguetes en el resto de la casa.
Litera AMBERintheSKY, diseñada por Thomas Maitz para Perludi y lámpara de papel de Filocolore
“En su cuarto, los niños también hacen los deberes y juegan con amigos. Hay espacio para todo; también se pueden quedar amigos a dormir”, dice Meritxell, adelantando que, pronto, tendrán que cambiar la mesa de estudio del mayor, Pol –con 9 años, se le ha quedado pequeña.
Alfombra de lana y a medida, de La Alpujarreña; pufs de Oyoy y estantería de Hay. Las mesas de escritorio son de Ikea; silla azul y mapamundi, piezas vintage
Alfombra de lana y a medida, de La Alpujarreña; pufs de Oyoy y estantería de Hay. Las mesas de escritorio son de Ikea; silla azul y mapamundi, piezas vintage
En el dormitorio principal vemos un tatami con un futón: la pareja lleva años utilizando este tipo de cama japonesa.
Para vestir la cama, Meritxell elige un nórdico de Baobab y textiles de Mikmax. Los cojines son de Ferm Living. La pared se reviste con un lino natural totalmente neutro y atemporal.
Tatamis y futones: Ventajas e inconvenientes de las camas japonesas
Para vestir la cama, Meritxell elige un nórdico de Baobab y textiles de Mikmax. Los cojines son de Ferm Living. La pared se reviste con un lino natural totalmente neutro y atemporal.
Tatamis y futones: Ventajas e inconvenientes de las camas japonesas
No ha sido fácil convencer a Pol y a Max de que este gran pasillo (6,85 x 2,00 m) no es un campo de fútbol ni una pista de patinaje. Por si acaso, los precavidos padres no lo han amueblado en exceso; una decisión que, de paso, deja todo el protagonismo a la arquitectura, con el precioso techo de vueltas.
La imagen que vemos es una vista del pasillo desde el recibidor; al fondo, la zona de salones. La primera puerta a la izquierda da al dormitorio principal; la segunda, al infantil.
La imagen que vemos es una vista del pasillo desde el recibidor; al fondo, la zona de salones. La primera puerta a la izquierda da al dormitorio principal; la segunda, al infantil.
Atravesando el pasillo, llegamos, de nuevo, a la zona de día. El segundo salón de la casa se encuentra junto al comedor, a la sala de música y a la cocina. El color azul profundo de la pared rompe con las tonalidades claras y suaves que imperan en el resto de la casa.
“Aquí tiene lugar otro de nuestros rituales: cuando ya hemos acostado a los niños, sentarnos alrededor de la mesa baja de centro, sobre la alfombra y cenar algo ligero, justo antes de ver una película en el cine [cuentan con una pantalla gigante y un proyector]”, comenta Josep.
“Aquí tiene lugar otro de nuestros rituales: cuando ya hemos acostado a los niños, sentarnos alrededor de la mesa baja de centro, sobre la alfombra y cenar algo ligero, justo antes de ver una película en el cine [cuentan con una pantalla gigante y un proyector]”, comenta Josep.
Como suelen vender piezas de la casa a los clientes, confiesan no tener demasiado apego por el mobiliario. Sin embargo, esta mesa de centro india restaurada “no la venderían por nada del mundo”:
“Somos mentes creativas y necesitamos cambiar a menudo nuestro entorno; tener mucho tiempo un cuadro quizá puede llegar a condicionar demasiado el espacio, por ello las obras de arte que vamos teniendo o se venden o se reubican”, dice ella. Los cuadros aquí son todos de Sol Fábrega, amiga de la pareja.
Lámpara de sobremesa Cesta, de Miguel Milá. Del mismo autor, la luminaria de pie TMM
“Somos mentes creativas y necesitamos cambiar a menudo nuestro entorno; tener mucho tiempo un cuadro quizá puede llegar a condicionar demasiado el espacio, por ello las obras de arte que vamos teniendo o se venden o se reubican”, dice ella. Los cuadros aquí son todos de Sol Fábrega, amiga de la pareja.
Lámpara de sobremesa Cesta, de Miguel Milá. Del mismo autor, la luminaria de pie TMM
La tecnología domótica ha tenido mucho impacto en la vida personal y profesional de esta pareja: “¡No podríamos vivir sin ella! Nos resulta fácil de usar y de entender, proporciona ahorro energético, confort lumínico, control de accesos y climatización. En el 90% de los proyectos incorporamos la domótica y los clientes lo agradecen”, cuenta Meritxell.
El gato, Xavete, tiene ya 18 años. Aquí le vemos descansando en el sofá. Sus travesuras van a menos, aunque sigue arañando las tapicerías de los sofás.
Hogares domóticos: Descubre lo que la tecnología puede hacer por ti
El gato, Xavete, tiene ya 18 años. Aquí le vemos descansando en el sofá. Sus travesuras van a menos, aunque sigue arañando las tapicerías de los sofás.
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La cocina se amplió anexionando un espacio de servicio, dando lugar a un office para las comidas de diario.
El mobiliario se encargó a medida a un carpintero, concediendo gran protagonismo a la isla central y a detalles como colocar luz interior en los cajones y en las vitrinas. El material elegido para los frentes es una melamina gris; los interiores son de nogal. Para la encimera se decantaron por una gran pieza de mármol.
Suele cocinar Meritxell, platos sencillos, dice. Solo el fin de semana, cuando disponen de más tiempo, hacen recetas más elaboradas.
El mobiliario se encargó a medida a un carpintero, concediendo gran protagonismo a la isla central y a detalles como colocar luz interior en los cajones y en las vitrinas. El material elegido para los frentes es una melamina gris; los interiores son de nogal. Para la encimera se decantaron por una gran pieza de mármol.
Suele cocinar Meritxell, platos sencillos, dice. Solo el fin de semana, cuando disponen de más tiempo, hacen recetas más elaboradas.
Las dos litografías son creaciones de la artista Joana Santamans, cuyas obras han expuesto en el segundo estudio de interiorismo que tiene la pareja, el Espai París, en la calle París y a pocos minutos a pie de esta vivienda-showroom que hemos visitado.
El suelo de la cocina es un pavimento cerámico que imita el típico hidráulico. Los arrimaderos que revisten la pared presentan cuarterones y son una incorporación reciente que imita a los de la época. La zona alta de la pared es de un práctico material vinílico.
Una gran sorpresa que se llevaron durante las obras fue descubrir la volta catalana sobre el falso techo, y que no dudaron en mostrar así, en bruto, con el ladrillo visto.
En cuanto al mobiliario, la mesa es de Expormim y las sillas de Hay. Vemos las tronas evolutivas Tripp Tapp para los niños, de la firma noruega Stokke. La lámpara es el modelo Floatation de Ingo Maurer, pieza con pantalla en papel japonés diseñada en 1980.
Una gran sorpresa que se llevaron durante las obras fue descubrir la volta catalana sobre el falso techo, y que no dudaron en mostrar así, en bruto, con el ladrillo visto.
En cuanto al mobiliario, la mesa es de Expormim y las sillas de Hay. Vemos las tronas evolutivas Tripp Tapp para los niños, de la firma noruega Stokke. La lámpara es el modelo Floatation de Ingo Maurer, pieza con pantalla en papel japonés diseñada en 1980.
El eclecticismo impera en la casa: a la pareja le gusta mezclar y cambiar continuamente. Eso sí, tienen sus clásicos que siempre les acompañan, diseños de Miguel Milá y de su icono, Ingo Maurer.
En el recibidor, vemos un armario indio y un aparador belga de Ethnicraft, además de una bancada de nogal de Baobab y la lámpara de pie Cala, de Joan Gaspar para Marset.
Suelen acudir a ferias de mobiliario y mercadillos, para mirar y comprar piezas nuevas. ¿Última adquisición? Dos butacas de piel color camel con patas de hierro, “una pieza muy nórdica y nada vista”, que están deseando incorporar a la sala de cine.
En el recibidor, vemos un armario indio y un aparador belga de Ethnicraft, además de una bancada de nogal de Baobab y la lámpara de pie Cala, de Joan Gaspar para Marset.
Suelen acudir a ferias de mobiliario y mercadillos, para mirar y comprar piezas nuevas. ¿Última adquisición? Dos butacas de piel color camel con patas de hierro, “una pieza muy nórdica y nada vista”, que están deseando incorporar a la sala de cine.
Conoce por dentro otros hogares singulares en la sección Visita privada de la Revista Houzz España
¿Y A TI?
¿Qué te ha parecido la casa de Meritxell y Josep? Queremos saber tu opinión: participa en los comentarios
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Quién vive aquí: Meritxell, Josep y sus dos hijos, Pol, de 9 años, y Max, de 7. El gato de la casa tiene ¡18 años! y se llama Xavete
Situación: Barrio de Sant Gervasi, Barcelona
Superficie: 300 metros cuadrados (500 metros cuadrados, contando la zona de despachos)
Proyecto: Meritxell Ribé - The Room Studio
Fotografías: Bluetomatophotos
Parece “natural” que el hogar de un interiorista sea la mejor carta de presentación de su trabajo y estilo. Y, sin embargo, la idea sorprende… especialmente en lo que toca a dejar acceder a clientes a tu casa: “A menudo, el cliente necesitaba ver cómo se entendían entre sí materiales distintos o una mezcla de maderas; la respuesta fue diseñar esta vivienda-showroom”, cuenta Meritxell Ribé, en la foto junto a Josep Puigdomènech; ambos fundadores de Meritxell Ribé - The Room Studio.
“La gente empezó a ver las cosas con más claridad y confianza”, dice Josep, en referencia a las soluciones domóticas que suelen incorporan a sus proyectos.